jueves, 31 de diciembre de 2009

Bautizo

No crearé al callar la distancia
ni cerraré los ojos para no enlazar mi ombligo lunar
a las palmeras de mar desértico que es tu nombre
le hace frente y lo evoca.

Es este silencio el puente más azul que tengo
para decirte que estoy a tu lado
porque te llevo conmigo.

Te llamarás fe,
aunque a veces ni tú mismo te creas la designación.
La fabricación del nombre o su razón.

Así te bautizo muriendo este cuerpo de tiempo
y así te llamo en el ahora violeta
que miro en ti
a kilómetros de tu aura que me llena toda de alegría sutil
para bajar de los infiernos del mundo
y galopar resquicios de luz
todos saciadores del hambre voraz que llevamos en el alma
de poder ver lo prístino
en el mismísimo caos de dios.

Selene en diez

Miraba la última luna llena de la década
cuando recordé que su luz al final
le entregó más que semántica a mi destino.

La contrariedad se queda siempre sola
al hablar de la completud;
y a pesar de eso soy paradoja en muchos instantes:
tú sabrás desde siempre
a qué me refiero cuando soy más que rosa cursi,
Venus atípica nacida en la tundra de tus reflejos
que alza sus brazos sólo para arrullarte
en la paz de mis silencios repletos de amor.

Al finalizar el rastro del camino de la cauda selene
supe lo que es el paso del umbral del nunca
a la eternidad de un beso en los bolsillos.

Parada final de mi autobús con nevera integrada
y cientos de estrellas para darte hasta el día de mi muerte.

Todo sería mejor

Sulfuremos mares
aligeremos la carga del Atlas que no fuimos
y jamás seremos por decreto universal.

Quedémonos desnudos,
sí y qué...

Todo sería mejor
si supieramos entrambos
que contamos uno al otro
con el cuento perdido en los hombros
y la boca llenita de dulces
que son mantos y son ósculos perfectamente horizontales
para ver de nuevo la luz a través de ellos,
justo en nuestros espejos-pupilas.

Año nuevo

Me gusta ver el año nuevo:
los niños son los únicos con cabezas de bengalas,
los adultos adulamos al señor capitalismo
luego nos ponemos a bailar
atragantándonos de uvas
para no decir una palabra de verdadero amor.

Vayamos al rincón de sideria más luminoso
ahí está el verdadero regalo
cuando dos o más seres se entienden.

El poder de la bifrontalidad

Y los cinco besos se deslizaron
hasta formar la estrella de cinco picos
justo donde el vientre es montaña serena
que platica con el valle de la vida.

A esta savia le encantaría ser el mensaje volador
condensarseen lo más dulce
que pueda estar junto a esos labios.

Existe el poder de la bifrontalidad,
aparece siempre después de la ficción
y un poquito antes de la poesía.

El poema eres tú cuando ríes.

miércoles, 30 de diciembre de 2009

Letras

Gracias al destino
que finalmente me trajo a mi punto de partida.
Creo haber sido hombre,
creo también tener un poquito de tu elixir en mi sangre.
Te dicen letras y yo sé que eres la vida entera.
Te dicen musa y yo te siento como mi amante.
Te dicen necia, sufrida, y yo sé que eres un regalo
de dónde vengas, quién sabe,
pero tus besos calan cuando la soledad se puebla de tu música
y las horas no pasan porque se vuelve el Universo uno solo
cada vez que respiro tu calor.

El sonido justo

Algún día encontraré el sonido justo
para retribuirte la fuerza de amor
que me has dado
en ese verso desaliñado
en esa mariposa blanca que eres
a pesar de tus tristezas.

Cuando lo encuentre, lo anotaré en las estrellas
para permanecer eterna a pesar de mi muerte
para hacerte una leyenda con tus lunares transformados en planetas.

Algún día encontraré el sonido justo
para decirte lo que has sido y eres
cuando mi mano estuvo a punto de cerrarse en puño
y amaneció cubierta de flores nuevas.

Runas

Runas cibernéticas:
hoy quisiera no ser la palabra grave
y simplemente sacar las escamas al sol.

Aunque la niebla impere y pernocte la cama.

Archivo

Palabra, poeta, música, esplendor, grafito, teclado, café, sonrisa, memorial.
Así son los 27 años sin la carga de malicia
por un rato
y a consciencia legítima
de que nada ha sido un error
cuando se ha vivido de todo.

Puedo juntar las manos

Puedo juntar las manos
y alzar una oración por mí.

Pero no quiero.

Pido felicidad para los que me han hecho la vida existible:
a todos los llevo conmigo
aunque a veces no sepa decir que me hacen falta.

Larga vida a los cantadores
de mi existencia.

Es el creador el que se multiplica en sus ojos,
no en las plegarias de las oraciones parroquiales.

Útero

Levanta el canto en tu ola,
hay razones para bailar en la hora ciega
donde todo vuelve a ser paz
un útero detrás del violento mundo.

Serás el mar y el poeta,
rey sol,
aunque te escondas en la turgencia de las nubes solívoras.
Si el cielo quisiera pintarme una jugada gris
esta noche juro
que en mi techo y en el tambor perpetuo
habrá technicolor.

Saturno sabe que no me salen las mentiras.

martes, 29 de diciembre de 2009

Si hay algo

Baileys y mi madre conmigo viendo el televisor.
Señor, si hay algo por lo que aún creo en ti,
es precisamente por el rostro que miro
cuando nadie más sabe lo que estoy sintiendo.
Se llama ella.
Y es toda mía.

Este espantoso frío

Odiaría el espantoso frío
de no ser porque tiene cierto encanto masculino
un no sé qué que qué se yo
será porque es elementalmente hombre
la parte azul de la madre tierra.

El barco al polo sur o norte
se ajusta bien a sus piernas.

Santaclós, obviamente,
no está aquí para redimiros del viaje de primavera.

Está la estrella que tampoco es de Belén.
Es única y se asoma a quien quiera verla.

Mirad bien,
es la sensualidad de Celeste
la que toca la puerta.

Tres letras

Tres letras hacen un puente
tres y no tienen de sí consciencia
tres y son iniciales sin significado
tres con un verbo que les da fuerza;
tres letras y paras al mundo de frente
tres y la escotilla al núcleo dejas abierta.

Hay que saber reconocer y borronear parlamentos
que llevan injustamente su ausencia.
Cargar esas tres letras todo el tiempo
moverse entre ellas como si fuera la única verdadera fuerza.

Tres y este poema...

Una canción galáctica

Una canción galáctica
para brillar de puntitas frente al sol de invierno
sarape entre las tinieblas del rey gris.

Una flor para el abrazo más esperado
de todos los tiempos,
un poema que no resulta poema
para estar feliz
simplemente porque lo que quiero
lo tengo a mi lado,
está aquí.

Compás

Ese compás remontándote a los ochenta
el mundo habría sido mejor si tu adolescencia
la hubieras vivido ahí.

No.

Nada cambia.
Escucha el compás.

Shortstory I

Eras diáfano como el cielo de tundra bajo tus pestañas/ yo escuché la palabra paz con tu áurea cara/ mucho más fuerte que el silencio enterrador de mis raíces/ es la alegoría de la fortuna animada/ entre los cantos de un vestido que cubrió mis lágrimas desde tu nombre.

Luego la señal se perdió/ y seguimos siendo polos norte y sur/ sin saber que ya nos ha burlado el tiempo.

La venganza persiste/ mientras te proclame en la humedad de mi pared desnuda.

Exequias

Diplomacia vendió sus pieles a la ONU
le dieron exequias justas
mortificaron las televisoras con mensajes
em-papa-dos de amor y luz
en tiempos de navidades hambrientas
de un qué sé yo
que nadie comprende
porque habemus automataes
y no corazones rosas.

Me retuerzo en sus discursos débiles;
luego almuerzo incomprensión con dios.

Cuerpo sacro (no) / pagano (ni)

Luchar a lomo partido
arrancar del pentasueño
lo que no se tiene por derecho divino.

Es este núcleo de fuego parido
latiendo dentro.
Camino a contraluz
y tu silueta me parece la de un santo
aunque jamás lo hayas sido.

Tomemos una taza de viento y galletas Cronos
yo te detuve el tiempo entre mis labios
cuando me apoderé de tu nombre en secreto.

Yo te bendigo con la carne silente
por tanto mendrugo dado en mis manos.

Luchar a lomo partido...
(cuál, si ya no queda cuerpo sacro ni pagano
en toda esta tundra).

lunes, 28 de diciembre de 2009

Barquito vikingo ígneo

Despojo mi núcleo sin peso
de las armas fatigantes
del humano cotidiano.
La mano estirada al calce de un libro cósmico
mi ventana es una escafandra al sol de medianoche.

Tú estarás siempre piloteando la nave nodriza
no es una promesa de amor
es una realidad que llevo cargando muy adentro
como si fuera (como si supiera)
que es el último círculo postártico
visitando mis vestiduras de añil melancolía.

Un anillo para decir adiós
sin dejar de estar contigo.

Un barquito vikingo ígneo a la deriva
y mi nombre se hace fuego insondable
entre los surcos de las yemas de tus dedos.

Adiós

Mariposa negra abierta de piernas-alas:
desgarra este vientre intacto
mientras yo trozo tu memoria escrita de tu arena
en mi hueco llamado corazón.

Esa franja

Esa franja que ocupa nuestro lugar
hay mil egos a la distancia peleando tu nombre.
Ego, distancia, ceniza y nombre.

Nadie ha sabido explicar
hasta nuestros días
por qué la ausencia golpea hasta sacar sangre.

Ego, distancia, noticia
(fuiste) nombre.

Salí y desaté los nudos de mi garganta:
hoy es rencor, segundos para odiar
la centésima no lumínica estirpe que nos heredas.
Soy pundonor, soy el recuerdo de mi yerba seca.

El perdón es algo divino.

Su cauda no pasea entre trogloditas.

Apología de la razón pura

Estrujé las palmas de futuras manos
que no sabrían el sentido
de la magia de tus besos ocultos.

Me queda caminar directo a otro sol
menos amplio
menos eterno
con la promesa en la boca:
ha habido un derrumbe de amor
y tú sólo te quedaste dormido
en mi trayecto de la inocencia a la adultez.

Pervive en mí la razón pura
llamado espíritu de amor.

domingo, 27 de diciembre de 2009

Ananá Poético (última parte de 2009)

Abrió las cortinas:
todo era blanco impoluto.
Afuera hay girasoles
para platicar con los muertos
de la honra al sol.

Adentro hay nardos
para platicar con los muros
del amor a la mancha absurda
pero inmensamente tierna
que es Dios visto
desde los ojos del primero
que cruza la fuente con los labios o la boca
las palabras o el canto.

Lloviznando

El dolor se te clava en el ego,
dices.
Yo no.

Yo más bien lo siento en toda la luz que me comes
cuando destiendo el lecho
y abrazo el desierto que me has regalado.

Rocía mi frente y la frente de mi ego
con tus pestañas secas.

Hoy toca amanecer lloviznando
y en silencio.

Caminos de etiqueta amarilla

Caminos de etiqueta amarilla
todo está al veinte por ciento menos.

Intuyo que Mozambique
y la Selva Lacandona
platican con la Sierra Tarahumara
y los suburbios
de los niños que durmieron solos:
las medias maternas se han vuelto caladas
desde el cierre de la fábrica ulterior.

Varios hemos exterminado los anaqueles.
Sus productos no estaban etiquetados
para su venta individual
-según tratados artificiales de derechos naturales
garantías individuales conocidos como humanos
como si un extraterrestre me reconociera
algo que llevo clavado
y que es algo más que poesía-.

Hemos de surcar nuevas prendas,
surcir amor, no.

Piedra apuntando al sol

La piedra apuntando al sol
y una escarcha abortada
avisa con voz sideral
la entrada triunfante del frío en las manos.

Echaré tierra cuando el polvo sideral
se agote de mi boca.

Esta noche habrá una mentira creciente
para arrullar el milagro de renacer
bajo el augurio de tus sueños.

La piedra apuntando al sol
no es el sol quien tapa a la piedra
y no es el mundo el que regala lágrimas al portador.

Una estrofa entera y muda

Uno, dos, tres...

Diciembre es un pasillo
colador de las hojas adheridas a tu frente.

Si no hubiera una canción especial
para dedicarte
yo sería lo primero en entregar
a falta de un flautín, un piano;
un farol en las manos que queme las palabras.

Una estrofa entera y muda
al honor de tus pies en mi espacio.

Es viento y no lluvia
lo que remueve las circunstancias;
es fuego y no tierra
lo que siembra cenizas que arropan al corazón.

Y ahí estás presente.

viernes, 25 de diciembre de 2009

Peregrinaje

Aludes y un nudo de canicas rojas y blancas
-ad-hoc a las fiestas-
más las moradas
en la panza.

O en el hueco del corazón
que todos llenan
del mismo modo que es vaciado.

Una peregrinación de imágenes
desnuda mi piel interna:
hay demasiado amor esta noche
disparando saliva, salvia y besos como rayos de bicicleta.

Estarás ahí, para atestiguar
el derroche de parque en mi ciudad húmeda;
luego los relojes
nos avisarán que he sido vencida
por la inmanencia de la entrega perpetua.

domingo, 20 de diciembre de 2009

Tectónica de pieles

Bajo esta alfombra ceniza, naranja
y sin estrellas
que es este cielo
prescindo de toda forma romántica.

Lánzome a la estratósfera de tus años
y a la esperanza que es el agua de los labios
tu planeta
mi cuerpo.

Algo bueno hay a la hora de dormir
tomados de la mano.

Tectónica de pieles
le dicen los amantes.

Rojo

Un charco de sangre
llamando a destiempo
y tu figura en ciernes
respira dentro de mi cuerpo
a minutos luz
de morir entre mis castillos de arena en el aire.

sábado, 19 de diciembre de 2009

Mil motivos

Esta totalidad
mi media luna
alguna ropa desvencijada

(defragmentación pura
sensualidad de soledad amarga)

se desarma y abre la rosa
galaxia erótica a la distancia.

Habrá mil motivos para sentirte
en presente infinito
pulsante
filoso
penetrador de mi nombre.

Grafito en el ojo.



Mientras otras aves
cultivan envidia de asteroides.
La envidia corroe al hombre.

Y de tus labios mana tinta
es tinta para dos diminutas flores.

Lápiz
parker
catarina.
Hombre de fuego a mis deshoras.

La noche me llueve caricias.

Estoy aquí para contenerlas como Visnú
con la multiplicación de sus brazos.
Hoy por ti y tu espalda
mañana por tu vientre.

Resumo así
el par de besos resonando
en la finitud
de mis senos.

Hoja muerta no,
palacio de letras dactilares
entre mis labios;

anzuelo de hierro no,
gancho suturador de este túnel
de vida y luz
que soy cuando me nombras.

8/XII


Muerte.
y tus rodillas poblando a Dios
en este campo de mirtos
llamado Cielo.

Que todas las amapolas resuellen
en tus caderas:
hoy viajas
príncipe
corazón muertamente
casi azul,

a ese centro
de ahora en adelante
tu nuevo hogar
dentro de esta esfera
tintineando la palabra
Universo.

lunes, 14 de diciembre de 2009

Alas

Alguna vez trenzaremos alas
las mismas que destejeré yo con mi falda a flores
mientras te miro andar por los trigales
que nunca te sembré
y aún así son todos frondosos
y siempre tuyos.

Bocacalle

No me interesa saber
quién ha estado antes de mí
o quién estará después de mi nombre.

La noche me consume.
Y no es una cualquiera,
es la madrugada de este lunes
y yo me dejo envolver
por su savia transformada en la mitad de los cromosomas
que necesito para perpetuar mi bocacalle.

Si la sustancia equilibrante

Es la textura de una tabla de cedro viejo
esta cuestión de dejarse barrer
por el infinitesimal ojo de la indiferencia.

La bolsita de papel sucia
recuerda lo humildes y exactos y venideros
que somos siempre frente al otro yo
asomado en la torpeza
de la palabra fin.

Se me acaban las palabras
algo muere dentro de mí.

Y quisiera saber si soy yo
o si la sustancia equilibrante escasea en mi sangre.

Ésa,
ésa, ¿la sientes correr?

Alguna vez le llamé amor.

domingo, 6 de diciembre de 2009

Honor

Sucedáneo del universo:
hemos comido el pan de la sucesión de nuestros cinéticos días
y ni así reparamos
en el arrepentimiento profundo,
como este hoyo que llamamos garganta,
inmenso, como el cielo que no se levantará
a verte nacer los ojos otra vez.

Yo daré cuentas al creador
cuando te hayas levantado de esa incómoda cama
y que mis manos estén limpias de las tuyas.

Le diré que fuiste guerrero y venciste a la muerte,
otro mundo allá a lo lejos
te espera para rendirte lo que siempre buscaste,
hombre de un fragmento de mi sangre:
honor.

jueves, 3 de diciembre de 2009

Invitación (salvaguardemos la galaxia)

Salvaguardemos la galaxia
engendrando flores de infinita duración.

Así mi nombre será eterno en sus pistilos
y tu poder creador será mil veces mil
en cada estambre que llegue a aparearse
con la luz del sol.

Salvaguardemos la galaxia
recordando los cielos violetas
que sembré en Saturno
el día que te conocí.

Para que nunca seas sentencia y sí verso de viento:
dispérsate por los campos de mis entelequias
mis poros y mi sociedad unipersonal
que soy aquí y siempre
esperando por tu vaho que crece yerbas
a mi alrededor.

Through all the languages, your image in me sings:

Long hair
oh blue sky in the eyes of the sea
now I know
whats the meaning
of liasion:

And it's your voice,
comming fromm the ancient Earth,
the land of your romantic flowers
and the Beatles guiding you
as the dreamer who claimed my name

Standing for my hands.

And my hands are writing your entire soul,
my great, giant love(r).

Ese holograma

Castigo y no flor:
cuántos libros y castillos de grava sucia
habrá que levantarse
para que la juventud entienda
que mil veces mejor escuchar un segundo
a tatuarse un sermón interminable
emitido por quien se cree pretor
de la verdad y la justicia.

Sin saber que ese holograma
es producto caduco:
que viva la falibilidad del sistema,
habría que gritar más seguido
lo indolente que es el espíritu
a la hora de sentarse con el señor capitalismo
y cenar a ultranza
bagajes de verdadera libertad.

Bola de billar

Yo sabía que existía este tremor de palmeras silentes
escondido en el iris negro de este mundo
que me tocó encarnar como yin sin riendas.

Nunca supe, en realidad no tuve ganas,
de entender que a este don se le llama libertad
y es demasiado difícil de consensuar
con otros parajes internos
e incluso entrelazar
la memoria de lo que no ha sido y sin embargo pienso
con la bendita maña de los otros
a tomarme como crucifijo en tiempos póstumos a la cuaresma.

Soledad le llamarían los románticos.
Creo que es amor a la causa y el efecto,
y ese estoico sentimiento de acatar
lo que la bola de billar te regala
cuando la disparas con el corazón.

Mar poluto

Prendías fuego al momento de esquiar las orquídeas
de mi cuerpo, que era tu jardín oscuro y la selvática noche de redención.

Ríndete a esta alfombra de exequias que nos conmina
a buscar otros lugares para no perder de nuestras mentes
los nombres ocupados por nuestras manos
nuestra sangre, nuestro sudor y nuestra respiración.

Detendremos los unicornios de las canciones agridulces
humilde e inmensamente melosas;
también pararemos toda incertidumbre de lo no dicho:
estamos en la dimensión crítica,
no hay momento para morir en otros espejos paralelos.

Sólo hay tiempo para gastarlo en las células que arropa
ese mar poluto de besos
que es nuestro lecho.

Las cosas más abstractas (el laberíntico sonido)

Las cosas más abstractas
se llevan dentro de este espacio medionublado
será la torpeza de un vestido en llamas azules
o quizá el laberíntico sonido que nos embruja.

Lluvia ácida, no has sido el sucedáneo del día:
son los arcos de las corbatas, esos clichés tan bonitos,
los siete rayos del firmamento constituyen figuras al olvido inmediato
habría que pensar
-si existiese tan solo un momento para tal fin-
en el finito iluminado por las voces que nos recuerdan.

Todo es colectivo imaginario
imaginario colectivo no,
yo no creo en la posibilidad de la inserción
de mi propio tiempo espacio y virtud y defectos
en este caudal absurdo
que llamamos imposición de la realidad.

martes, 1 de diciembre de 2009

Censúrame

Censúrame estos labios
y te amaré para siempre
los pies atados a mi barro que es tu espejo
las manos como pidiendo gracia al Creador.

Y la media luna que perpetúa nuestra génesis
en el punto exacto de tu fecundidad de hombre.

A labio partido,
yo te recuerdo que soy algo más que mujer,
diosa, dijeron por ahí,
desde que poseo el don del tiempo
y la libertad del ave que murió en mi jardín por amor
a mi soledad.

El nuevo dios

Me gusta ser diciembre en la nevera de este cuarto
así me mantengo joven
o al menos creo que recobro la adolescencia
que nunca fui por miedo a no sé qué.

Los cassettes ya no funcionan
las marcas de moda ni siquiera confeccionan mis ropas:
todo le pertenece al niño que es mi alumno
(y es el que me paga mis pesos cada martes
para hablarle de una sociedad en vías de extinción
-y eso qué-)...

Tampoco pongo luces,
se fueron todas por la coladera,
junto con el gorrito de la fiesta que no vimos juntos,
esa que era de nuestros niños que matamos porque nunca hubo cópula
y toda esta parafernalia que ahora detesto
porque soy más libro que mujer.

Y así estoy bien, pensándolo muy profundamente
y sin remordimiento alguno...

Fírmame al calce de este poema
y seremos libres los todos de los otros
y tal vez,
sí,
mi beso se comparta contigo
en el nuevo dios que llevo dentro.

Gamas

Aquí, junto al charco que es luz
y que es galaxia y que no somos tú
ni yo,
te pienso casi eterno.

La lluvia ha traído para mí
la mágica gama
Altagracia, le decíamos unidos
entre sueños,
del porvenir incierto y este reloj que no da marcha atrás
pero sabe los pliegues de nuestros labios
y las mariposas que no parieron
porque nacieron en este teclado
y en la frontera
del desquiciamiento humano globalizado.

No fuimos culpables, fuimos accidentes
testigos de lo que un verso no hizo en el mundo allá afuera.

Por eso nos amamos tanto.
O al menos, yo lo sentía así.

Y ya tu cara se me borra de la palma de mi mano

Pisos

Tengo un hombre atado a mis pensamientos
le llamo por sus yemas
es ángel y es soledad al mismo tiempo,
también es espía de mi cuerpo en luna llena,
como hoy
y ni siquiera me sabe cercana ni tan suya a él.

Tengo dos pisos extra para delinquir sobre este tapete
fabricar castillos de arena
-otra vez-
fugarme incierta a la primera galaxia,
Casiopea, se llamaba a mis dieciséis
Centurión de Orión, a mi cercana treintena.

Y nunca pude dejar de ser mariposa etérea
ni flor de nadie en galáctico espiral...

Tengo un nombre en el barro que me vuelve mujer y no profeta
le digo amor,
está en mis muros,
también en mis lapsos de insaciedad
estos resquicios que resbalan con la lluvia helada que es diciembre para mí.

Caballo de mar

Solía tener un caballo de mar en mi azotea
lo tenía listo para embarcar
si así fuera menester o posible hacerlo
a las riquezas de oro del corazón sin andamiaje.

No lo he visto por aquí
me temo que haya muerto,
mi caballo de mar en mi otrora azotea.

Un cristal llamado vitral llamado cortina de colores de arena refulgentes
se instaló en la bóveda de mis pensamientos.

Ahora sueño, duermo,
con la incesante magia del infortunio o del parabien
que me guarda la noche espesa de tanta lluvia.

sábado, 28 de noviembre de 2009

Gloria

Totalizamos las ondas del mar
entre las paredes de nuestras células.

Hoy las sirenas nos cantan el cuerpo
y son llamados, uno a uno,
los exiliados hijos de la leva,
los propietarios -injustamente-
de la parcela del siglo de los losers,
los beatificados caballeros de la mesa heptagonal.

No cantamos glorias,
la gloria nos canta a nosotros.

Lo hace por gusto y nada más.

Jamás fui un robot

Algún día entenderé
la descomposición maquínica de la estética
a través de la tecnologización
-voilá los neologismos que ha regalado
la fibra óptica y el insegurísimo internet
esa aldea global de Toffler y otros cuates-.

Pero esta noche no,
ni las anteriores, ni las futuras
ni las antefuturas ni las condicionales
ni las activas o pasivas
ni las subjuntivas en tiempo compuesto.

Esto tiene que volver
al prístino origen:
o el hombre se libera y habla en papel y cuento,
mano y poema,
o entonces yo no sé qué cuernos hago aquí,
viva,
con esta nebulosa en la mano
corriendo en la opuesta dirección
y con toda la intención del mundo
de partirle la madre al estándar enloquecido
a la neurosis colectiva,
al consumismo no estelar.

Quiero tragar bolas de fuego de estrellas
o que ellas me traguen primero.
El caso es ser fuego en el verbo
reventar hasta confirmarme que jamás fui un robot.

Adoquines danzantes

Vi al viento regalarme un diálogo de furia sin huesos,
me invitó a recoger los fragmentos
de mi antiguo rostro emergiendo por última vez.

Yo obedecí, le disparé directo al corazón enfermo;
con la sangre del furioso congelé sus ojos, su respiración.

Los adoquines danzantes me platican lo que guardaban para esta noche:
hay una plaza al centro
y yo no temeré a sentarme en el verdor del metal hecho banca.

Abajo, por mi cuello,
hay riachuelos desembocando en aquél hoyo negro y pequeño
llamado memoria de un tiempo aquél.
No hay álbumes que lo parchen,
simplemente no me poncho fácilmente y ya.

Hoy le canto a las estrellas diurnas:
me cuentan las explosiones benditas de luz entre los páramos que una a una nombraron
-realizaciones todas de su pequeño ocio-
en lo que llegaba mi piel rendida ante su fulgor.

Símbolo de vientre azulado

Símbolo de vientre azulado
en lo tuyo se vive un mantra como pueblo de estrellas diurnas
bebedoras del agua que sale desde tu ombligo.

Agua de gotas que son ciudades
emergentes todas en la noche clara.
Anoche carraspeé un magro horizonte
para llegar hasta tu cuerpo tibio.
Ahora sabemos que el olvido es cierto
y vive en el grafito que son nuestras yemas
conectadas con los surcos naturales
de la historia de nuestros labios.

jueves, 26 de noviembre de 2009

Enseñanzas

Me enseñaron a reclamar
lo que el Universo me había dado.

Aprendí a valorar el precio justo
de la verdad y la mentira,
la deshonra y la desfachatez,
la honestidad y la libertad asceta.

Ahora vuelo por un cielo despejado:
así me viera sola frente al espejo,
entiendo que detrás de mí hay muchas razones
por las que quiero estar aquí,
en el vórtice que quiere abrirle la puerta
a una vía láctea de luz.

Zancos

Caía la hoja de la última estrella en la pared
ahora vienen tus ojos y tus dos revoluciones por hora
al hablar
equilibrista de ansiedades
fotografía en gris que me obliga a reparar
mis años perdidos en una infancia precoz
portadora de zancos para lograrte maduro,
dulce, tierno y perpetuo.

Ahora floto como mariposa abrileña.
La gravedad para mí es nada cuando palpita lo que llevo dentro.

La gravedad para el resto
es que amo volar el sol.

Espuelas

Las dos espuelas del pecho hablan.
Los diez años en el baúl
-la vanidad es para los mortales, suelo decir-
vuelven aquel beso aún más tierno
y digno hijo de Eros...

Tentador no,
amante, pudiera ser.
Yo prefiero llamarle amoroso
y no en el sentido indiscreto de Sabines.

Aquí y aquí y más aquí

Aquí y aquí y más aquí
no son adverbios,
son itinerarios de Saba,
recuerdos orgásmicos futuros...
un clamor luminoso entre de por sí tanta claridad.

En las manos guardo un cofre de pasos para marcar los mapas
gotas de cielo azul cobalto sin afeitar
sin medir en la probeta el peso específico de cada una de ellas:
nunca aprendí a dosificarme la vida.
Da asco medir todo.

El microcosmos me cabe en la palma de mi mano izquierda
y con la derecha lo dibujo a escala macro
para perderme y que me encuentres eterna
una y otra vez.

Piano al acecho

El piano que se materializa
debajo de tus entrañas
atrapa tu mente.

Oye sus notas.

Son el adiós marcado,
los reinos grises siempre terminan llorando
la amarga ausencia de luz.

Sin importar cuánta retórica hedonista y hedionda
inviertas,
jamás uses a la dama Tristeza para engañar.

Los sentidos son para vivirse,
deja que el comerciante use artilugios bajos,
dedícate a enseñar a crear y soñar.

miércoles, 25 de noviembre de 2009

Luna con ombligo propio

Perfilar el aleteo hasta el amanecer,
hay tanta masa en este tintero que hace llover las naves
y las desdibuja en la sutil mariposa de tus labios.

Manejé en silencio por todo el centro de mi microuniverso
quería columpiarte en la media luna que posee un ombligo propio.

Lo logré. Hubo fiesta con mute a las siete de la noche.
También existieron semáforos desconcertados:
los rojos a veces no son para quedarse quietos.

Y un canto de cerezas
-las más dulces del árbol-mariposa de otoño,
robó la amargura del volante.

Esto es así
porque lo he vivido yo.

martes, 24 de noviembre de 2009

Reincorporar

Reincorporar la sal
entre los músculos al acecho de la noche:
hay más nubes estoncias por este cielo
que ámpulas pintadas so pretexto de reventar de amor.

Reincoporar la luz
a través del resquicio del vitral,
ayer se cantaron elegías,
hoy tu voz suena a mariposa subterránea
e inmensamente azulvioleta
y hasta crees que el mundo es de nuevo burbuja
de agua y saliva de besos y no fango.

Y hasta cierto punto y momento,
es bueno creer a ciegas
en la posibilidad de un efímero y eternizado "sí".

Reincorpórame a este mundo,
sueño,
hoy mis brazos pierden todo anhelo pequeño,
las ganas de guarecerme de mí misma
han muerto en tu campo de batalla
de mil horas extra de navegante azul.

Reincorporar el alma a este beso...
hay tantas cosas para salvarle un día
a una mujer que es más promesa del agua y la tierra
que del mismo viento...

lunes, 23 de noviembre de 2009

Dos mitades

Abrí la cama en dos mitades:
apareció tu nombre
y me dormí con sus consonantes
entre el sueño y mi cuerpo.

Y el agua que diluyó la semiabierta
de tu torrente sanguíneo imaginario
se posó en mi mariposa roja
que otros le llamarán sexo
pero yo simplemente le concedo
la magia de pasar dos mundos
y concebir el infinito
desde la médula y sin volar hasta ahí.

Cerré la cama en una sola:
redonda fue la noche
como los ojos de una paloma
que quiero que vuele y te diga
lo que pasa por aquí.

Ahora, columpiemos,
no conciliemos,
nuestros de por sí ya indiscretos mares.

Sueño (astronauta en el desierto)

Sueño.
Me extralimito en el sueño y soñando.
Soñé que era ave y era bandera;
sueño que nada me mueve y todo se hará
como yo lo pido.

Una astronauta en el desierto
una mujer con el corazón al rojo vivo:
dicen que doy miedo por mi cara dura,
yo me platico a solas
lo endeble que es una violeta al centro del pecho
y lo ineviable de su palpitar.

Alguno de estos días agarraré desprevenido
al mismísimo desconcierto.
Y apagaré la lluvia ácida y soplaré los huracanes,
acortaré distancias y nadaré en dulces mares.
Me reiré de lo vivido
y alistaré mis manos para sobrevivir
a los rápidos siderales.

También escribiré una canción
por cada par de ojos
que escribió sin saberlo
un fragmento del relato poema que hay en mí.

No deslices

No deslices mi nombre por tu espalda desnuda
esta noche
que la soledad me queda muy adentro
y la distancia entorpece mi caminar.

Directo al lecho voy
y no contigo
sin ti, y como ruido muerto:
ojalá que las pantallas de plasma
sucumbieran las dimensiones
y se volvieran el pasaje directo
a otro color azul de este inmenso mar.

No deslices mi nombre por tu espalda a oscuras
un acto tan unipersonal
vale la pena castigarlo con más silencio
que el que abunda entre mis cabellos.

Lo peor de todo, en serio momento
y en extremo caso,
es que no poseo un registro de cómo ser verdugo;
diríamos, que me encanta pues
que me llames y me nombres y me deslices
por tu espalda y tu noche;
y hasta podría jurar
que cruzo los dedos y el alfil de las dimensiones
para concebirlo así.

sábado, 21 de noviembre de 2009

En los dedos

Quién tuviera éter y luz en las yemas,
tinta en las mejillas,
prensa en el pecho,
la balanza en su dormir.

Te sigo como si fueras indisoluble
indivisible y absoluto,
y hasta puedo jurar que tienes un solo rostro
y no has cambiado
desde el día en que arribé a tu tierra
por vez primera.


Ángeles en los dedos,
quién los tuviera.

Para abrazarme indistinta de mis errores
pasados, presentes y pospresentes
a ti.

De todos aquéllos

Aventar el tintero
o el reloj que llevamos en la muñeca.
Aventar las ropas
las penas simuladas
en la sonrisa de adolescente
completamente cercana
y totalmente feliz y ligera.

Abrazar un minuto extra
esta poción de beso diluido en sombra de estar
no de mentir ni de agachar la mirada.

Platicar como dos inocentes que se guardan
algo más que un simple lecho...

Eso aprendí un día como hoy
tan distinto de todos aquéllos.

La noche

La noche se hizo para palpitar
los recuerdos de otras que fueron reales.
No, la noche se hizo para palpitar
casi a tientas,
el tremor del primer grito del otoño.

Hay vasos de agua que tomados recorren distancias
en retrospectiva.
Yo busco la copa que me guarde
un sueño futuro
donde algo infinito vestido de alguien
me recuerde que he sido su luz.

Mancha cosmopolita

Desgarrar las plumas de la noche,
hay mil pájaros cayendo en la sombra que es un sol.

Torpedo de cienluces superpuestas
que ebullen para entorpecer la lánguida vida
de los habitantes de un mar no azul.

Habría cinética y telequinesis
de no ser porque soy de carne.

La noche abre sus piernas
y apunta a los cuatro puntos cardinales:
hoy debería dormir en paz.

Y sin embargo,
te envío besos en cuanta constelación encuentres
en tu diminuta mancha cosmopolita.

miércoles, 18 de noviembre de 2009

Azul cobalto

Qué hermoso es cuando pintas
el cielo emproblemado
de Azul Cobalto.

Llamas, abres mis dedos
y todo se vuelve pacífico Mar
y hasta vuelvo a creer en la inteligencia suprema
absolutamente divina,

campos de trigales que no he visto,
ciprés en flor.

Física Cuántica

Exploto mares galácticos contaminados,
hay un reloj de arena
instalado en mi cuerpo.

Es física cuántica,
espiral perfecto.
Que quede claro que no soy yo.

Es la balanza,
es la esperanza.
Es libertad.

No tengo música ni audífonos
no miro más que lo que mis ojos cansados
esta madrugada me dan;

Y aún así,
mi cabello ondea como la bandera que soy y he sido.

domingo, 15 de noviembre de 2009

Cavar

Cavar lo que de por sí es una cueva
te hará menos ser extraterrestre
y sí más espeleólogo.

La boca no es una analogía,
es la cueva misma donde las estalactitas son promesas
de un ayer a los ojos de un dios puberto
que nos juega a verlo todo
como si fuera tan futuro.

Cavar muy adentro,
eso sólo lo hacen
los auténticos ciegos de Eros.

Bocanada (tapete)

Hay un tapete que sobrevuela
nuestras caras:
se llama galaxia
y tú y yo, que no nos conocemos
ni por nuestros nombres
ni por las paredes de nuestros malos hábitos
estamos al centro
y como esperando bailar los dedos
para hacerle los honores
antes de que nos los haga él
devorándonos en su bocanada de asteorides.

Absurdo

Microscópicamente,
visto desde la óptica bautizada con ese nombre,
soy mucho más endeble a los barquitos mojados
que a una taza de sol sin respirar.

Da risa el absurdo,
no se puede vivir sin él.

Sos

Sos una caja de colores,
los que no comí de puberta
por cuidarles la punta para que no murieran.

A lo mejor por eso platicas como muerta en arcoiris.

sábado, 14 de noviembre de 2009

Zoroastro

Ven a verme cuando sepas
que no eres una estrella mía
y yo no canto rosas amarillas.

Descubriremos soledades espiando, caminando,
flotando el sol.

Luego, abrocharé tus cintas y te daré un abrazo.
Mañana despierto,
hoy asfixio la cotidianeidad
mientras floto pensando que eres zoroastro.

Se alquilan ojos


Se alquilan ojos para terminar de leer este sábado salvable.
A veces un lento mar trae el inevitable discurso
de la soledad expiante -o espiadora, a saber-
que emerge sin magia la otredad de la introspección.

Allá afuera todo son chispas de perfumes caros
chocolates y películas so shiny light.

Debo morir la noche en tus brazos,
dulce canción de cuna dejada en mi existencia,
grabada en el tuétano y no en la dermis,
sentida de luz y querella de tanto caminar.

Descendre galactique

Avertir le descendre des galaxies,/ on garde plus memoires que souvenirs en fleur/ voler la tête sur le mur:/ Est-ce qu'il n'a pas un siècle pour fummer l'absence de siècles en tranquilité/ pâle, müde arbre sans oiseaux?

jueves, 12 de noviembre de 2009

Saturada luz

Saturada luz en la lengua
hay una cuerda qué saltar
enmedio de dos cipreses.

El sabor de la amplitud roza mi garganta:
señal de la existencia de lo efímero dentro de lo eterno,
matrioska de colores que no se deja ver entre tanto blanco.

Quizá con el tiempo, sí.
Habría que construír una nave para saberlo.
Quizá por esta tarde, tal vez.
Hay más de un millón de partículas disfrutables en el aire
y todas me llevan a donde mismo.

Sueño prometido

El otro lado es el mayor contagio.
Hasta los mismos ojos cambian de color
y adquieren el tono transparente de las fábulas.
Roberto Juarroz
Y yo quiero que una mañana al despertar carne
este verso medio mojado sepa volar en origami.
Alzar el cuerpo por la escalera absurda sideral
entender esta taza fija en el silencio
el teclear a media mañana creyendo que no soy sol
por ser más bien estela maya perdida.
Hay algo que suena a palo de lluvia,
son las flores de la antártida que llegaron al calentamiento global
y despiertan en mi habitación
como primavera en irrupción y tardía
para una tarde de otoños que se aleja pidiendo perdón.
Cerré los ojos y no lo vi,
ahora camino despierta
y me parece que éste es el verdadero sueño prometido.

Altaír (bis)

Para Altaír que sigue siendo estrella,
húbete olvidado en poesía tantas cercanas veces.

Algún día -no, alguna noche-
trataremos de entender oráculos indirectos
plantaremos flores,

Y en la verticalidad del momento
vertiginosa será mi falda río abajo
reconstruiré la mar de donde emerges,

Y todo, absolutamente todo,
será callado,
anclaje en las tres primeras letras
de mi nombre.

Re-creación

Purpúrea mañana, un cielo casi estridentista
corre el velo que difumina la realidad ocular.
La antártida retumba a lo lejos y tan cercano,
Horus cabalgando en sentido opuesto a mi frente.

¡Oh clemente, oh piadosa,
o dulce postal de la vida!,

guárdote entre mis manos hasta destruir galaxias malditas,
la re-creación es un atributo de las almas en soledad.

Para que al morir dejando nuestros lechos
algo fuerte enmiende nuestros errores.

Botella de shampoo

Grábeme eso que es suyo
tres veces -o más-
en la botella de shampoo que jamás se termina.
Así recordaré cada elemento a la mañana
y en los veranos, también por las noches,

mis folículos y su enunciación
podrán verse, masajearse, besarse la cara,
siempre.

Auto en tu azotea

No es que le haya echado tierra a todo
es que ahora la vuelvo fértil
navego en ella.
Tu cara de niño bueno me salvó del suicidio nocturno
hay algo que toca claro, fuerte, espasmódico
el vitral en el que guardé la última vez
te amo
para poder conducir mi auto en tu azotea.
Felices los mudos, los iletrados,
porque de ellos es el reino del silencio.

miércoles, 11 de noviembre de 2009

Rosa Galáctica

Cuidaré los pétalos
de esta rosa galáctica que me queda.
Enviaré señales de un egoísmo sutilmente femenino
para que nadie la moleste al dormir ni al andar.

Sutilmente, vagamente, vehementemente.

Tomaré el retrato de lo que seré
para no perder pisada
y acurrucarme entre el rojo y el negro de mi falda
de esta noche:
ego desteñido no,
ego envanecido no,
fuego perenne de una nación en peligro de extinción
figura sin retorno y derramando colores
como tubo dentrífico apachurrado
canto hacia dentro que sólo los delfines bailan
esa lágrima para dar gracias y platicar
con los que llevo muy dentro de mí,
sí.

Vivos o muertos,
enemigos o desiertos.
Lo que se guarece es para siempre.

Sutilmente, vagamente, vehementemente.

Cantaré los libros que me quedan esta noche-día
en este capítulo de varios sin fin:
hoy soy esta que escribe
mañana platica con la del espejo
y no se parece a mí pero estoy en ella.

Sutilmente, vagamente, vehementemente.

Romperé todo artilugio de poder,
danzar con dos pies izquierdos es bueno para iniciar
el camino de regreso a la verdad personal.

Y la mía es el arte.
A pesar de la marginación, el olvido y la envidia,
la censura, los desfasamientos y la hipocresía.
A pesar de los millones que no percibiré
siendo litigante oficialista:

Un barco encalla en el mar de Tetis de la séptima dimensión
de mi tierra,
lleva mi cruz, mi lápida y mis días futuros.
Yo los abrazo y deambulo la elipse que me vuelve
un poquito más sincera
con esta pulcritud infinitesimal del ser.

Sutilmente, vagamente, vehementemente
materia incolora que no se destruye jamás
y por eso canta.

martes, 10 de noviembre de 2009

Recuerdo futuro

Yo te asalto, tú me eliges tu verdugo,
secuestradora de tu soledad musicalizada,
algo castigable por darte la felicidad.

Una tarde con sol en otoño cayendo en forma de estrellas,
por ejemplo.
Una vida entera para volver a empezar en cualquier minuto
o igual reciclar y reescribir
o simplemente terminar una nueva sinfonía
carente de ambrosías sin sentido
repleta de entrega y conversión.

Una mano, la mía,
un carácter de la fregada, en mi cara,
una lealtad de tipo escudera
que ni en sus mejores momentos Sócrates
pudo haber anhelado tanto
como tu postmodernista soledad.

Un cuaderno, libro no,
para que lo escribas y luego lo olvides
en mi regazo para formalizar
la ruptura de los siglos sacros
el sacrificio, las manos sin libertad;
para lograr crear un don sobre la tierra,

y ése es el beso reparador de toda inequidad.

Lo digo y lo siento en mis labios
aún sin verte ni escucharte:
todo es recuerdo futuro.

Conclusiones:

Descubro en el minutero
la pierna grácil de la bailarina que no fui;
comprendo que un girasol
siempre llega directo a su destino
y mi nombre no es más mío
porque decidí ser
este caleidoscopio que gira
envuelve, grita y abrasa
para ser cielo abierto.

Para olvidarme de la búsqueda del complemento,
la geoda brilla en mi pecho
la sal es parte de mi centro
y el ónix será siempre parte de mi útero y mi placer.

Para dedicarme a disolver en mi tinta interna
-escribo para sonreír a grito a la inmanencia
neurosis no, rebeldía tal vez-;
y para siempre,
la codependencia del multiplicado y blando ser.

Doy gracias a todos los yang de mi existencia
el regalo de mi identidad.

Sentencia

Que se me quemen los ojos
si un día no puedo ver tu estela
y tu paso de gacela libre.

Sólo esas palabras profiero
dejo que mi corazón hable este día
la música del silencio y mi paz.

Extranjero planeta

Poder abrir el cerebro del de enfrente,
decirle que el poder es la libertad.
Invitarlo a mi trono sideral
a mi ingenuidad crepitante
detrás de mi cobija de muro,
y a mi ventana que da a la luna menguante.
Todo está muy claro:
la mástercard se equivocó de filial
y me ha traído a extranjero planeta inexistente.

Narices

Encarnación de mi voz
son estas yemas
no hablo: sufro,
también escribo
para callar durante el cuello de botella
los diecisiete puentes
que no explico ni para qué lo intente
y esta suciedad que bajo mi propia luz
evidencia la falta de palabras mentales
antes de dar el último salto
a la realidad que todos tienen en sus narices.

Narrativa poética

Y te acuerdas del mes
agarrando la corola de la nube más cercana a tu domicilio.

Buscarás el papel de asteroide que te di
has descubierto que la existencia surge
únicamente cuando alguien la evoca.

Abrirás el cajón maldito:
ahí, de rodillas dispersas y como Coyolxauhqui
en una alacena en tiempos de navidad,
comerás mi pan,

También dirás mi nombre
y todo será igual
que antier,
cuando descubrimos que había que callar
para no desaparecer en la esquina del rencor.

lunes, 9 de noviembre de 2009

Y dos lunas

Y dos lunas paradas en el escritorio de madera
la tarea de hoy no es sobrevivir,
es entender la paz más allá de estos muslos
reforzar la idea primigenia del absoluto
en el desierto industrial.

Capaz que hoy no sale mi cara a cuadro
entenderé el vértigo después de dormir.

domingo, 8 de noviembre de 2009

Pelusa

Sucederle a la pelusa que es el tiempo
una gota de limón sin azúcar.
Estrujé con fuerzas lo que más tenía dentro de mí.
Creo que le llamaban ego.
Ayer por la calle salí a pasear sin mi nombre
hoy sé que no queda nada de mi apellido primero.

L'oiseau

Surveillance d'un ciel encripté
la tête vole si pâle sur le desert rempli des fleurs
Nabucco fait tomb tomb dans l'incertitude:
ou c'est moi qui parle de ne pas oublier
que je suis la femme du vent
et la fille d'un mort,
ou tout le monde est fou
et ma voiture galactique s'a averié contre l'asfalte de la memoire.

C'est moins importante que dire
que la nuit s'élargie pour me couvrir d'étoiles/
pour éviter les larmes du coeur.

L'oiseau rire avec moi. Sa chante est à moi.
Nous m'appartiènne. L'oiseau et mon nom.

sábado, 7 de noviembre de 2009

Posición V

La quinta dimensión
siempre guarda una sorpresa.

Aquí están mis razones
de la lógica no formal
y mis fundamentos para beber luz de la nada,
entender y entretejer abismos
que son hologramas:

La quinta es la vencida
hasta el momento del ahorita
y hasta que amanezca en "la".

Mi boca se desborda
y no soy pasión.
De mi lengua surge miel
y no soy terneza.
De mis ojos, mariposas
y no soy dios.

Nadie los ve, ni siquiera yo
pero en esta posición aprendo a ver con el alma,
las manos y los pies. Incluso los lugares comunes de mi aquí.

Aprendo de nuevo a creer en Dios
porque escuché hablar de nuestras vidas.

Posición IV

Passé de cuatro tiempos,
uno por cada punto de la rosa despeinada
-Postmodernidad se lavó las manos-:
al Norte, mi cara desafiando los carros
al Sur, mi maternidad desencadenada
en la piel de los demás
al Oriente, mi boca haciendo grito y agua
de afuera hacia adentro
al Poniente, mi vestido de piel tatuado con libertad.

Y en todos está siempre el elemento que gira,
cinemática para aprender a volar.

Posición III

Las curvas de mis primeros veintes
ya no existen.
En su lugar están las de los pretreinta
y yo juego a ser sirena
en esta sábana de flores sin mar.
Me sienta bien ser litoral,
preferí ser archipiélago:
Coyolxauhqui dejó su rastro en mí,
por haber sido bautizada con el astro de su nombre.

Posición II

Supinando la palma de la mano izquierda
la derecha le sigue como en un swing.
Todo lo demás es brecha:
si hablo o me ofendes, si callo o me ignoras,
al final de cuentas,
es amor lo que perdura,
por los motivos que sean,
de la manera como se vea,
enraizado, volatilizado, fraternizado a su manera,
pero amor al fin.

Los pies no bailan: vuelan;
es la hora de moverse hacia el punto más rojo y blanco
dar en el centro, olvidarse de la falaz estética
de este siglo maldito.

El tronco y la cabeza son un mismo árbol,
el de la vida,
si hay agua emanando de otro polo exterior.

Posición I

La cara contra uno mismo,
escondida así, diciendo la lengua en la garganta.
Un tic-tac baila sensualidad dispareja
mientras yo insisto en encontrar
la posibilidad de la regresión material
de mis mejores tiempos.

No me refiero a la infancia
ni a la primera adolescencia.
Hablo de esto, lo que escondo en las yemas,
de esto, lo que vivo neuronalmente
corazonalmente, por así decirlo.

La cara contra uno mismo.

jueves, 5 de noviembre de 2009

Honestamente...

Me siento ligeramente, vivamente, tiernamente,
-y con la mente-
agradecida.

Agradecida de luz sin saber por qué.
Mi kit trae el corazón incluido.

Regalo palabras a cuentagotas,
no hay telégrafos;
simplemente me amparo en el derecho
de no hablar para sentir de más.

Envidien mi sonrisa.
Que a partir del punto final es suya.

Para los valientes

Descansar el huracán en la puerta menos pensada;
la del marco reseco, la que rechina sin ser usada,
cuerpo celeste poco refulgente
como las adivinanzas, su centro es núcleo de chiclosa luz.

Mirar hacia dentro, huír de la centrífuga,
consultar los canales invisibles que saben nuestras vidas
porque somos energía y ya.

Aceptar la vuelta de hoja de calendario, no,
más bien el giro supremo de la vida,
manchar la cara con una estrella pequeñita,
agarrarse a ella, aferrarse y caminar a ciegas,
quitarse la ropa que pesa, andar desnudos,
volar dentro de sí nomás.

Hay un volantín para casos de recuperación de la infancia.
Hay una flor que no marchita nunca para los valientes
dispuestos a saltar.

Falacias

No hay oxímoron sin ley
no hay ley sin cruz
no hay cruz sin fé,

He aquí tres falacias del pensamiento.

Repítelas como mi nombre:
a la larga, todo sabe igual.

Mudos

El radio se apagó
palomo mudo y yo muda
dedicamos minutos de trayecto sobre asfalto nuevecito
para no dejar de pensar
en lo que para variar pensamos mientras lo monto
dormida de tanto vivir.

Playlist

¿Y luego qué hace una

con el playlist instalado en los ochentas

y la cosa ésta en la panza

que no deja ni terminar de pasar a los impasables

ni dormir?

*¿Subastarlo?

*¿Quemarlo?

*¿Mostrarlo?

*¿Heredarlo en una cápsula sideral contaminante

de los vientos galácticos?

*¿Compartirlo -con quién-? *

*¿Sorprenderla con el 2009? ¿Sorprenderla con un grito muy desde aquí?


Habíamos atravesado la jornada sin peripecia teatral alguna.
Ahora sólamente nos queda la noche.

Verde higuera

Verde higuera del silencio,
hay algo enjuto volando directo al corazón
-o hacia afuera, a saber-;
si la enredadera de la flor blanca te viera
destemplaría la cueva del infortunado mar
acrecentado con oleajes de desenfrenado otoño.

Hay algo enjuto, sí,
volando directo al corazón, sí
-o hacia afuera, a saber-, tal vez.

Desentrañar el significado
magma dentro, entraña y corola y carne,
para qué,
el sonido basta y rueda lentamente
llanamente, pura y vagamente;
como el divertimento que no empieza
y sin embargo lo siento suceder sobre mí.

martes, 3 de noviembre de 2009

Hablar núbeo

Hablar núbeo en la mañana espesa;
hay un tigre blanco tendido en esta cama.

Levantarse y coger por las manos primero
por el alma al intermedio
y por el corazón al caer lo primigenio del alba
la desnudez de no ser nadie
un trocito de tierra cósmica en las llanuras, ranuras,
metros de asfalto en la sandalia.

Lavarse la cara y el resto del cuerpo:
hay un ángel que camina por los poros
y yo quiero creer que eres tú hablando un dialecto nuevo.

Esta vez no hay espejo a quién hablarle.

lunes, 2 de noviembre de 2009

Andante lento

Abrir el andante lento de sus cuerdas vocales
susurrarle despacito la ternura de un letárgico día
permitirme rozar la galaxia de enfrente
con su sabiduría de donjuán
hacer de este texto el más inverosímil poema
acercarme un kilómetro
destruir la barrera virtual.
Sostener, soslayar el viento del verboide aluzado
erizarme con un poema hecho cuento
tergiversar el mundo una vez más.

Hoy espero algo así de mí.

Indicaciones celestes

Erguirse, sí,
repartir la cara entre los nombres
abrirse paso entre la espesa llanura de rostros con apelativos predecibles
carcomidos, emparedados.

Reivindicarse, rememorizarse, restaurarse, reinventarse...

Todo se escuchaba en sinfonía de cuerpos celestes
hasta antes de la invasión yanqui.
Ahora todo es mkt.

(Mecate, no, marketing).

Sudarse en soledad, mascar fuego prohibido en día de muertos.
Todo estará escrito en nuestra pared.
Y yo soy un nido de besos.

Amarse, sí, a mar mirar la corteza terrestre,
tejer los dedos, sacudir el espejo,
hacer de este girasol algo sagrado.

Saludar, estar con el barco a medio romper
y sacar a secar los peces
como si cualquier día por la mañana.

Suplantar sospechas, adelantar el futuro,
abrazar la esperanza en este altar.

Olanes en oferta

Hay olanes en oferta.
El erotismo real, el místico,
la sublime materia
se escandalizó con cierto ritmo teatral
perifrásticamente animalístico y marginal.

Una lluvia ácida lava la cara
hay olanes en oferta
ande demodé y no mire lo sadovitrinal;
hay olanes en oferta,
venga ustedlos a comprar.

¡Salud!

¡Salud, salud!
Los caballitos relinchan
luego brincan, al final bailan.
Es la parafernalia de la reunión
años luz me parecieron desde la última vez
del choque entre copas.

Es también el lugar ideal para recuperarse a sí mismo
entre tantos egos dispersos
entre tantos nombres esenciales perdidos.
Sonríe a lo que afuera ríen
les das igual vivir que estar
morir que pensar.

¡Salud, salud!
Es un canto previo a la muerte:
no hay manera más feliz de aproximarse al suicidio
que nadar en esas aguas benditas...

Yo más bien quisiera morir dormida,
o de plano,
en la carne de mi hermano en la miseria.

¡Salud, salud!
S.O.S., quisiera platicar algo sereno
algo triste, vamos, algo concreto.
Digo salud por cortesía
quiero ir al Centro y nada más.

¡Salud, salud!
Es lo que más se escapó de esa mesa oval.
Luego,
todos fueron rostros muertos.

Algo -o alguien- me dolió al terminar de celebrar.

Parafernalia risueña

¿Qué diferencia habrá
entre jugar lotería normal
y ésta,
pedacito de tabla con parafernalia risueña
voz cantante de la ama de casa futura
paraíso del sistema de servir, trabajar y procrear?

Gané un perfume que huele a crema de coco hindú
admiré la religiosidad femenina
el culto al codazo y la guacamaya
tijeras y rímel que encuadran su candor.
Di gracias al dios fragmentado que vive en mí
y en ellas y en ellos y en los sub de cada uno de nosotros
haberme quedado sola.

Olvido y paz

Brilla la ciudad de un muerte impoluto
el color desaparece en las uñas
de aves de rapiña que no dejan descansar en paz.

Parados sobre la aguja obsesiva
repetimos días, dejamos proyectos, esa mística
la brújula que indica los pasos para ser sistema
a saber de qué, pero sistema y nada más.

Estos ojos están cargados de arena
manejo y descubro que estoy a un tris de ser comida
por la lavadora de almas en cuarentena.

Me doy miedo
y salto al vacío, a la conversión del te quiero al llano silencio entre azules sierras
me consumo para obviar el consumismo de alguien más.

Y me siento satisfecha
porque la dualidad se instala en mí:
yo destruyo para volver a escribir mi propia canción
para ser mi propio planeta de olvido y paz.

Máticas

Varios días lleva mi garganta queriendo gritar.

Mientras conduzco mi auto, a las afueras de la ciudad oxidada,
un viento me alcanza, es la vorágine de la superficialidad
se borra mi cara, las rayas de mis palmas
lectores electrónicos me amenazan con borrar
la indiscutiblemente reciclable historia de la humanidad.

Una biblioteca se me acerca al pecho y le piensa quedito:
sólo queda esto y nada más.
Egipto tenía a Gizeh por playas arqueológicas
mira la galaxia: cada estrella es un acervo civilizacional.

Y yo, me enfermo. Duermo y se me erizan los cabellos.
Cinemática ciudad
temática libertad
asintomática deidad.


Llegué al trono de mi casa
a llorar el cansancio. Las manos de mamá recuerdan
que lo único que hay de dios en este mundo
somos nosotros mismos
cuando estamos de buenas,
cuando soñamos tranquilos:

Dios nos dejó hace mucho.
Saramago tiene razón en decir que es bondad y crueldad.

A la larga de esta hora flexible,
chicle en el zapato invisible del tiempo,
uno sabe que lo único bueno que le espera del día
es la almoahada que acaricia maternalmente, bondadosamente,
diosamente,
ese pase directo al desconecte total.

Bienvenidos a Sideria.
Dice el cartel que cruzamos al soñar.

viernes, 30 de octubre de 2009

Poemas de Muerte. Presentación




A continuación les presentamos una heptalogía titulada "Poemas de Muerte".
Ésta se presentó ayer jueves 29 de Octubre en la Sala Emilio "Indio" Fernández con motivo del Panel de Literatura y Muerte, desarrollado dentro del marco de los festejos en torno al Día de Muertos que organizaron la Escuela de Artes Plásticas y el Icocult.

Esperemos les guste.

Velvetine et Ça Kaleidosom Band

Poema de Muerte I. Opus







Poema de Muerte I. Opus


Qué fácil es para ti
envolver de cal y cruz tantos rostros.
Dar por sentado que la luz vendrá
en la satisfacción de tu carne disparando a un hermano.
Soplar con ahínco hasta definir nuevamente
el significado de verde
hasta mirar morado,
hasta oír el inarmónico canto
de lo que dejas a este siglo heredado.

Soplar por otros la muerte.

Cuarenta millones de manos de metralleta no son
el atisbo de la inercia sideral
son, en todo caso,
la herencia de existir en otra casa
Oikós era su nombre,
Kronos ahora prepara lechos emergentes.

Para que las almas que no pudieron unir sus lenguas
lo hagan en la eterna noche,
El Hades tiene recámaras en oferta
para los precoces hijos de Tanatos:
el Mundo de los Muertos no contaba aún con su presencia

Qué fácil es para ti
envolver de cal y cruz tantos rostros.
Dar por sentado que la luz vendrá
en la satisfacción de tu carne disparando a un hermano.
Soplar con ahínco hasta definir nuevamente
el significado de verde
hasta mirar morado,
hasta oír el inarmónico canto
de lo que dejas a este siglo heredado.

Un piano toca tarantelas y réquiems
lo hace solo
y los divierte.

Dime qué queda
de esta carne roja y marchita
la pólvora de nuestros días
las teclas del piano que afuera grita
que la bala no ha de descansar
hasta no saciar su sed de gloria.

Qué fácil es para ti
envolver de cal y cruz tantos rostros.
Dar por sentado que la luz vendrá
en la satisfacción de tu carne disparando a un hermano.
Soplar con ahínco hasta definir nuevamente
el significado de verde
hasta mirar morado,
hasta oír el inarmónico canto
de lo que dejas a este siglo heredado.

Malditos sean todos los hombres
que estando ausentes empujaron a otros
a creer en la libertad
a través de la guerra.

Maldito seas tú, rey sin cabeza ni corona,
el árbol de las lamentaciones ha despertado
sus ramas abrazan hasta cortar el aire.

Espera.



Poemas de Muerte II, III, IV








Poema de Muerte II


Dulce elixir de la existencia
la memoria hace justos a los muertos
e injustos a los que viviendo creen estarlo.
Aquí no hay sombras, hay un hueco en la panza
tu flecha descarga ira y yo no siento diferencia alguna
entre dar y tener, quitar o mentir,
arrebatar o dimitir,
todo está dicho.

Vayamos a aquel parque plagado de bombas
son niños que juegan, ¿los ves?
no saben que están muertos de muerte violenta.
Mano de mujer purpúrea, secuestradora de sus padres
y sus hermanos mayores
y sus esperanzas todas
en esos harapos que igual saben a manto derrumbado en Berlín
que conversión cristiana o guerra musulmana.

Atrás solía haber un columpio
y un olor a nardos invadía la parcela de globo celeste.
Ellos buscan con los ojos en las manos
el tacto de la vida
ellos saborean con la lengua en sus frentes
la soledad catapultada
a mil años luz
desde la primera guerra.

Dulce elixir de la existencia
la memoria hace justos a los muertos
e injustos a los que viviendo creen estarlo.
Aquí no hay sombras, hay un hueco en la panza
tu flecha descarga ira y yo no siento diferencia alguna
entre dar y tener, quitar o mentir,
arrebatar o dimitir,
todo está dicho.

Reposa mi cuerpo tendido en aquél campo.
Sea el abono a la tierra fecunda
que heredo a mis hijos
al momento de morir a causa de ti.



Poema de Muerte III


Levanta la cara, niño,
yo también ando cansada de recoger almas a destiempo
tú sólo te subes a Caronte y ya.

Me empieza a molestar,
-lo digo con vehemencia suprema-
esta maña de pensar por mí,
de vivir por mí,
carajo, de hacer el trabajo por mí.

Nunca pensamos
-lo digo por todos los ojos que miramos
su andar contra la pared desde hace años luz-
que su imaginación inventara tantos artefactos
de muerte súbita y multitudinaria.

¿A dónde la inventiva
para crear la palabra mágica
continente de la belleza del universo
la pintura multidimensional y el sonido imitador
de Dios
-si es que lo hay
no recuerdo cuándo vi su cara en sus rostros-?

¿A dónde la vida en el árbol
a dónde la paz de los arcanos
los sueños, surrealísimos arquetipos,
canción del triunfo de algo que suene a luz
enmedio, a través y a pesar del Creador?

Levanta la cara, niño,
eres un niño aún.

Y el temor déjalo en tus balas.
No tienes permiso de esconderte
en el dedo índice de alguien más.

La libertad era tu condena.

Debiste leer a Sartre antes de encallar este barco.



Poema de Muerte IV. Puente / Intermezzo


Ojalá que mil millones de versos
se cuelen, se claven
y te canten entre tus costillas.

El final ha muerto. Que viva el fin.

Un puñado de estrellas tristes
se funden con el foco violáceo
de mi guarida.

La ausencia es la madre partida.

Que el tiempo te sobre allá
lejos y mejor.


(*3)

Poemas de Muerte V y VI










Poema de Muerte V Esquerzzo


Mira el péndulo
te baila sus caderas
para que lo imites.

El punto focal en esta tierra
se dispersa entre las galaxias
de tus células.
Vuelas sideral,
vuelas esta vuelta de página.

El señor barbudo no está ahí.
Todo es blanco impoluto
y se convierte en big-bang con olor a naranja.

La flor del campo
la dejamos en cualquier otro día
aquí hay sinfónica y es réquiem
y es esquerzzo y es alegría.

Óyela caer.

Miro el péndulo
las manos se me ahogan
la caricatura que soy se difumina
suerte que Alá tampoco esté
ni los dioses de mis eras anteriores
ni estos eones clavados en mis zapatos.

Suerte de materia insensata
regresar al punto inicial
y sentir la galaxia al fin
ser galaxia no,
pertenecer a ella otra vez
sí.



Poema de Muerte VI


Abajo,
dentro del manto sublime
yacen las caras, los gritos,
las infamias.

Los colores, las cobijas,
los poetas sin galaxia,
los pintores con la luna fresca
y uno que otro músico
pendiendo de su guitarra.

Un político ausente
tres acomedidos en recordarle su vida nefasta.

Varios insurgentes,
jóvenes rebeldes
que no creen ya en la democracia.

Una vieja que llora a los ausentes,
una mesa con dos sillas menos:
parlantes apagados que hablan desde el otro lado
de su infancia.

Y este agujero negro que recuerda
lo infinitesimales que son
y se miran
después de cruzar el umbral
para unirse a la nada.

Díganles que no hay motivo
para tener miedo
a lo que ocurre detrás del holograma.




Poema de Muerte VII. Cierre



Poema de Muerte VII. Cierre


No se hizo lo que se pudo.
Se hará lo que uno de los doce destinos
decida:
si pisas o no a una hormiga
si cambias o no de canal en tu vigilia
o si desgranas o no tu pasión
al comerte a besos esa granada

es tu cuento.

Lo digo porque lo miro
la transición tiene más simpleza
que mística de luz, poema o fotografía.

Los vencedores y vencidos
al final del cuento van a donde mismo
al patio de los callados
al lugar más inmensamente hundido
suelo idóneo para creaciones espontáneas
pasaje gratuito
al tren del olvido
ticket sencillo con rumbo
al umbral del continuar erguido
respirando colores y saboreando luz de viento.

Y aunque a algunos de cuando en vez
nos dé por adelantar manecillas
y vivir tal especial momento,

nos aferramos tierra adentro
de nuestros cuerpos
trascendemos en el cóncavo y convexo

creamos criaturas de amor
gritamos la furia a los ocho vientos

morimos y nacemos en el paso abyecto
de la sonrisa-grito-llanto-redención
vivimos, vivimos, vivimos
esperando el único día que tenemos seguro:
un segundo nacimiento
después de la primera respiración.

Cometemos la transición
caminamos hacia ella sin oposición.

jueves, 22 de octubre de 2009

Dos nubes

Dos nubes y el espacio que resulta entre ellas
regala un millar de hijos asustados, resbaladizos,
acorralados en el trueno del beso deidífico;

Y tú y yo y otro poeta más piensa lo mismo
y los tres lo decimos de manera diferente
como si la asimetría fuera jugar a ser el mismo
a cantar a lo incantable
a perder el tiempo entre lo silente
a jugar por jugar
mientras nos carga la fregada
de tanto sentimiento que nos absorbe
como la lavadora que hace un mes que no tocamos.

Capítulo de Líquen

Es extraño el juego,
juguémoslo, juzguémoslo:

Yo miro al cielo;
luego tú te enredas en mi pelo
y en mi memoria llena de la tentativa de sexo
para después pisarle la cola al dragón
y de una bocanada,
tu nombre y el mío esfumar.

Y así hasta olvidarnos del abismo resultante
entre la espiración de nuestro capítulo de líquen.

Alibabá

Alibabá y los treinta y nueve ladrones
-el que cerraba en los cuarenta
recién murió de influenza sideral,
digamos que se lo cargó el Tiempo-
se muestran urgidos por ver danzar
las caderas de Poiesis.

No será, sino hasta que yo cante los buenos días:
He aquí que la mujer es mía
y me baila porque soy suya y nada más.

Obediencia poético-clerical

Se pueden arañar los sueños
quitárselos de encima a fuerza
de ofensas y despanzurramientos siderales.

Arrancar esta vena que arde de noche
y te exige a escribir
aunque sea por "autocomplacencia",
NO.

Es igual a pedirle a un empresario que deje de hacer dinero,
la poesía es mi capital.
A nadie le he pedido permiso para hacerme rica
a base de reglas sabidas, sobadas y seguidas;
lo mío no es la obediencia poético-clerical.

Cápsula

Penetrar, la mirada en el asfalto
-la llanta, para ser más específicos-
ese grupúsculo de cirros que nos cobijan la nostalgia.

Hay un cielo cubierto de miel
una cápsula rompió su caparazón
para darla a luz.
Y este cerebro, mi par de manos,
el corazón afuera y medio desnudo,
es todo lo que tengo para recibirla.

Me sienta bien su estadía,
el otoño debe ser así y no más.

(Y mañana, ya mañana,
me preocuparé por las licencias poéticas
y el oficio que se compra con la estulticia intervocal).

martes, 20 de octubre de 2009

Hermosa la noche

Qué hermosa es la noche
cuando las estrellas danzan y no queman
cuando los perros ladran y me cuentan
la historia de mis viejos que son mis historias
y los anillos de besos que aún tengo
para aceptar los nombres pendientes en este mi universo
y volver a bailar, o hacer como que bailo
dentro de mi corazón.

Diálogo (sinceridad monologada)

Mira, no tengo la cintura que quisiste ver en mí
ni la gracia de tu hija, la mayor.

La porcelana la vendí para comprarme estos libros
esto que soy yo, no hambre de entuertos
por el maquillaje de cada día,
cremas para la dermis turgente, mariposas amarillas en el pelo.

También regalé tu aparato tonificador del abdomen
por una bandera de libertad.

Ausente de ti y con tu apellido a cuestas
transito esta hora que ya no me frena:
moriste en buen momento,
ella era hermosa y siempre lo será.

Yo era la hermana de la noche con niebla
y aún sigo esperando un faro
aunque precisamente uno estético.

Libertad, le llamaban los filósfos que deambulan
entre lo que ya te dije que me compré con mi belleza malbaratada, exigua y transitoria,
papá.

Varios apelativos

Curioseemos la vida
en peligro y nos toque una foca morada que nos diga
hacia dónde queda el Castillo de las Rosas Amarillas
y nos dirijamos cantando alguna de Brodway
cuando no eran tiempos de hambre y no comer.

Por supuesto que creíste que estaba bromeando.

Qué hermosas caderas tiene la chica.

Yo sólo tengo poemas para deshacer tu ímpetu cuasi descuartizador,
y mira que no digo tu nombre,
porque a estas alturas son varios apelativos, mi rey.

CFE

Apaga la compu, la lavadora, la luz, camina a tientas,
no platiques con la mente conectada al teclado,
no respires, en un descuido la CFE lo note.

Y qué cuernos hago yo con mi vida
si la mitad de ella depende de electrones dirigidos
a imagen y semejanza de los autores
de esta piltrafa humana, llamada libertad capital.

Si alguien tiene plumas de pavorreales
mi correo está vacío y hambriento de ellas.

Largá vos, improductivo

Cinco pares de manos dispersas por mi cuerpo
o cuatro yoes más para hacerle al cuento
y yo rascarme la panza escribiendo
total, el intelectual y el artista pierden el tiempo
deben estar bromeando
aquí sólo respira el invierno.

Y las cigarras todas, hacen su mejor esfuerzo
por convertir la aridez de este páramo
en un productivo verano.

Largá vos, improductivo,
decía Manolito,
cuánta razón tenía
y qué insensible a la melcocha de ser pensante y creador
a cinco segundos de la leyenda "FIN".

lunes, 19 de octubre de 2009

Amarillamente

Amarillamente comentábamos la escena
que era vivir en la China Socialista
en este sofá lounge, mullido asiento,
sonido sourround para aderezar el anverso
meidincháina de sus patitas cuneiformes
escribientes las cinco de una historia que se burla de nosotros
al pensarnos los conquistadores.

Al levantarnos, amarillamente y de nuevo,
un caracter entre arácnido y convexo
nos dijo que la vida era chistosa
hasta que se reía de ti en una lengua que jamás entenderás

Porque lo tuyo es el alfabeto griego.

Explanation

Preguntaste que qué hacía y yo de tonta lancé mis mejores palabras
para que no te dieras cuenta
que me urgía tener un amigo a eso de la una de la mañana;
uno lo suficientemente listo como para no ver
lo inmensamente, valerosamente, desperdiciadamente
ñoña soy.

Luego, al ver esos ladrillos bien puestos
recurrí a la soledad de mi infancia-adolescencia-primera juventud
y vísperas de la treintena.

Fue mejor así.
Los engaños duelen en los dedos a la hora de escribir.

Tarzán

Silencio. Canta Tarzán esa ola de membrillos
entre la selva espesa de su Jane.
No es olor a sexo,
es la barca que conecta el Sí con el Yo
ese dios chiquito encerrado entre las piernas.

Caetano

Caetano se duerme en mis bolsillos.
Ahí también hay una cigarrera que esconde mi miedo
a repetir el holograma de mi apellido primero
qué horror esconde estas ganas de vivir
picando anzuelo, anzuelo picado por mis dientes
vorágine que enturbia la semántica de la palabra existencia
no hay tal si me miro al espejo
añorando estar diez años menos vieja.

Risa

Risa fingida, tarea del trabajador manual.
Ya verá usted cómo se trasmina la alegría
elevada al dos por ciento sideral.

Cómpreme este trozo de almíbar entre nubes.

Si las fotos

Si las fotos captaran el alma
entonces ya varios tienen un trozo de la mía
y yo guardo bajo la dermis
el coraje de ser gracia y no flor selvática
para vos,
mientras observo al destino raro, medio modorro
colándose por unos aros negros.

Moderación

La moderación es al poder
lo que la Biblia al legado romano
(sistemas lingüístico, jurídico y tributario incluidos):

No hay mayor desprecio a la naturaleza humana
que ser vaso, cuchara, medidas calóricas,
observancia de las buenas costumbres,
discurso metido entre la misma sinapsis
de que sólo así estaremos bien.

Este texto se autodestruirá aquí
para mantener el equilibrio poético.

Fricción

Curvatura mal hecha
o es la física aplicada como El Borras
o el cemento no cumplió su cometido.

La fricción se desquita con la fuerza de gravedad cero.
Hay un ataúd esperando por una breve canción.

Finde

Elegir tocar el viento tras la ventana
cantar tarantelas antes del amanecer
observar tu cuerpo dormido imaginariamente
mientras tu tortícolis te ata a esta silla de madera
que ni Pinocho querría poseer.

Así acabó tu fin de semana.

Abajo, una sensación que aplasta las vísceras.
Arriba, una esclavitud áurea
inmortaliza ese pequeño paso que das
entre el existe y el haber.

sábado, 17 de octubre de 2009

Pasos

Abrir los ojos: no ver al dinosaurio de Monterroso, ni a algún animal galáctico o etéreo.
Saber y conformarse con que está, rozando el perímetro de mi dermis, la dermis que cubre tu nombre y lo hace fuerte frente a mi incrédula, pero viva,
fé.

Del Bond para arriba

Flotar la nieve
-seca, aquí todo es del Bond para arriba-
quemar las naves
-de cartón, aquí no hay lluvias seguidas-
salirse con la suya;
caminar por el parque y la playa
siendo vista a un mismo tiempo
y con el alma a todo vapor.

Signo al calce
mi plan para un futuro mejor.

La boca del cielo

Abrir la boca del cielo
esperar que bajen marcianos buscando un tragaluz.

Y trágame viva, tiburón en mi pecho adentro:
total que para eso es la alegría
de esperar y esperar
el milagro que mis descendientes
me aseguran jamás sucedió.

Engranaje

Darle vueltas al asunto
convenir en que es mejor ser engranaje
que pito
un montón de amarylis en la puerta
antes de decir sin querer y como queriendo
un adiós.

Oneroso

Oneroso aroma que inunda un tiempo no preparado / para impregnarse de ansiedades nocturnas.

Apostar por la anemia.

A una muda (tarde enmudecida)

Tarde virgen de otoño enmudecida,
lo que brota de tu regadera cielo son estas flores tardías
que al sostenerse per se el sol
sus cuerpos no perecen entre las pestañas del apesadumbrado
transeúnte.

Hay una silla rota.

Es la misma que usamos
como remos
para atormentar con la madera podrida
a la inmanencia de un náufrago ser.

Holgura

Comprender la nimiedad de lo importante acreditando los gajos de mí que te quedan como holgados por los tiempos de carestía e inopia.

Pasar únicamente a la tarea dos en caso de haber cumplido a rajatabla y testuz la anterior.

Bengalas

Pienso en ti y me río: son tantas
las odiseas que no me dió Cupido,
y tanto el follaje negro empalmado
a este sexo encallado
en el islote de la univocidad.

Mojo tus bengalas
en estos fragmentos de vidrios incoloros,
recorro la curva que da hacia la anulación
de la fuerza centrífuga.
Me emborracho con tanta libertad.

Paro en tu nariz silente, establezco
el diálogo entre mi claroscuro y tu respiración:
háblame de ti a golpes de silencio,
todo se llena de callados por este día.

Apago mi voz.

Osario

La soledad es para los
muertos.
Mira cómo caminan las
monarcas
rumbo a la creciente ciudad que es
nuestro osario.

jueves, 15 de octubre de 2009

Mística encapsulada

La mística encapsulada en el vuelo instrospectivo y exhalante
de una flor.
Un maestro me ha enseñado a verlas
con sus palabras de centauro y flecha poética
como mi interior creyó desnudar el enigma
captan las yemas la idea central
de venerar la tierra
y un poquito más
que mi naturaleza exacerbadamente yin.

Planisferio

Realmente quisiera, ya lo sabes,
cantar esfera en vez de planisferio.
Resulta que no hay sentencia que me aguante
hoy no visto rosa
limítome a platicar el cielo
mancha lacustre y etérea
es lo único que queda
después del imperio fallido.

Extenso

Pecho al fuego/no hay un iglú que desvalije/las canas subyacentes/./O es que tal vez/la sinfonola se atascó y el Creador apagó la imaginación/de tajo y como decapitando mares/;/o simplemente nos llovió moriscos, visigodos y tragafuegos/en tiempos de regué y maná/./

Todo se hace benditamente extenso/en la similitudde la indiferencia y el placer de guardar la lengua/dejarla ser/dejarla descansar/./

miércoles, 14 de octubre de 2009

Lumbalgia de tierra

Sulfuramos óxido. Esta lumbalgia de tierra sin poder
nos apaga las estrellas del firmamento artificial.
Ovación de ocasión, tanto fragmento de máscaras
hasta se ve lindo cuando las láminas bloquean el verdadero horizonte.

Es tiempo de saltar.
Afuera hay un mundo de locos
extraterrestres para qué nos querrían comer.