La quinta dimensión
siempre guarda una sorpresa.
Aquí están mis razones
de la lógica no formal
y mis fundamentos para beber luz de la nada,
entender y entretejer abismos
que son hologramas:
La quinta es la vencida
hasta el momento del ahorita
y hasta que amanezca en "la".
Mi boca se desborda
y no soy pasión.
De mi lengua surge miel
y no soy terneza.
De mis ojos, mariposas
y no soy dios.
Nadie los ve, ni siquiera yo
pero en esta posición aprendo a ver con el alma,
las manos y los pies. Incluso los lugares comunes de mi aquí.
Aprendo de nuevo a creer en Dios
porque escuché hablar de nuestras vidas.
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