jueves, 24 de julio de 2014

Eucalipto, cuando él me llama
por el nombre de su corazón
mi propio nombre es un mar en brama 
y mi corazón transita del verso al fuego. 
A la ternura de mujer y niña,
al momento febril en que en silencio
ruego a dios que jamás su voz acabe. 

Eucalipto, de veras traigo ansias de su boca,
todo el tiempo, normalmente
a las horas que subyacen a mi alma
y a la dermis
y a mi terquedad neuronal. 

Eucalipto, dame el oro tiempo de las tortugas
para esperar mis manos en ti
y no sentir brasa ni nieve cuando él 
se vuelve ausente. 

Eucalipto, dile que lloro a ratos,
por ejemplo, cuando sus dedos
toman la rutina muy lejana de mi cuerpo, 
o cuando florecen mis rosales
y él está en los engranes del tiempo pagador. 

Eucalipto, dile que luego ya sola me contento,
lavo mi cara con lluvia de montaña
me visto de tarde fresca en julio 
luego canto
luego su rostro a mi rostro llevo
leyendo su oración nacida en cada orgasmo. 

Eucalipto, si puedes volar tu piel, 
entonces, vuela la mía para proteger a su cuerpo. 

5pm

Antes nunca
dos cuerpos de agua
sus charcos de hipoótamo
recién cortado del ombligo.

Antes nunca
la vida líquida
en los andenes de aviones
ni siquiera en los bebederos
primarias, niños chorreados.

Antes nunca
la lluvia
el recuerdo de ti
mojándome
despacito o con la virtud
de ser voraz adolescente.

Antes nunca el amor.
Por eso a las cinco llovidas de la tarde
te escribo, esperándote.

24 de julio (ave de agua)

Dame tu canto, ave de agua,
dime las cien veces de dios
formando de amarillo mazorca
nuestro nombre.

Yo te escucharé
con mi corazón vacío de pretérito
pues te oí llegar
y mi oído se volvió tuyo.

Dame tu junio, ave de agua,
cuéntame el tambor de dios
cubriendo con su ritmo el cielo
hasta dar por hijas estrellas.

Yo te miraré
con mi corazón ofrecido a tu pluma
pues te vi llegar
y mi vista con devoción
se entregó a tu cuerpo.

Dame, como siempre,
la llave del sueño;
ábreme la puerta, ave de agua,
no me dejes dormir en la piedra realidad.

Yo te amaré
con mi corazón y su misterio entreverado
con su sonido de aire emplumado
con su carga meteórica de cosquillas
y su abierta boca para que lo habites.

Dame un sí a cada día, ave de agua.
Y entonces te sabré divino
en mi alegría renovada a perpetuidad.

Matraz

La base de tu cuerpo elevada a su potencia divina,
este gramo de oro hombre viajando
hasta disolverse en su hembra.

Encontraré la fórmula exacta
para describir todos tus besos
pupila de hoyo negro 
piel de vía láctea enaltecida. 

Alquímedes murió entre los suyos
te mira y te aguarda
para devolverle a los cuerpos amantes
la proximidad con dios
en la sublimación de un beso dentado.

Estás aquí, científico,
ven, siéntate a mi lado.

Pero preferiste verter la redención
y ahora es este cuerpo
hablándote de estrellas
y dos o tres playas con rock y flamingos.

Non omnis moriar.

Un grito de amor inunda a Erlenmeyer y su balanza.

Gruta oscular I

Pendular, estalagmita,
bajo la corteza de tu lluvia estoy
y me guardas en el ósculo
que le debías a tu vida.
Tantos cuerpos tantos
tantos mundos, tantos nipones
sus cerezos y un pretexto
para engendrar haikús sin saliva
tantos
tantos nombres tantos caminos
tantos instrumentos de guerra
astrolabios y telescopios
tantos fuegos tantos
medias caladas y trompetas de naciones
tantos medios tantos
y ninguno como para partir el pan
y volverlo espiga húmeda.

Tanto tiempo esperándote tanto
tanto llanto a punto de pluvial barquito
tanto beso guardado para tus ojo
tanto creer que tú dormías
o yo, o era el tanto mundo.

Tantos gorriones y un tango de cuatro tantos
tantos pliegues sin tinta
tantos pulpos adheridos al mar
tantos espejos de ballet para puntas de pies tantos
tantos brazos desnudos, los mismos
que te abrazan tanto
y te aman tanto como mis labios
que de tanto y tanto se comen la noche
hasta amanecer en tu sexo.

Tantos mundos tantos
tantos seres nadando en solitario
tantos
y este amor de nos
abarcando la Tierra.

miércoles, 23 de julio de 2014

Sándalo, te hablo 
para que sumerjas mi pezón 
en tu lengua
y después deifiques mi media luna
con tu sangre a punto de estrella nacida.

Sándalo, tus pétalos son
las capas con las que proteges mi cuerpo
y desde mi herida rastreo
tu huella aromática por mi vientre. 

Sándalo, son las doce y serenísimo.
Ven, aguárdame en la esquina
como esperas a veces a mi puta, 
o ven y mírame para ti desnuda
en la mitad del exilio del páramo
sintiéndome florida. 

Sándalo, tu boca se funda en mi boca
y tus dedos se perfumen en mi jugo moreno.

Sándalo, mi templo,
sándalo, nuestro tiempo, 
sándalo, mi ojo ventral,
sándalo, tu inmaculada espinal sexual
sándalo, sándalo, sándalo.

Sándalo, la vida,
sándalo, amarte a ti es morir para vivir
otras tres veces. 
Te llevaré un día a Calexico
su playa furibunda de un sol dividido
su tacto demoniaco esperando el cielo
uno que otro sombrero, los pechos erguidos
de tanto placer que origina la nada.

Te llevaré ahí, a comentar las estrellas
la lluvia otrora amarga
que desapareció en mí
apenas tu jugo vital me inundó el vientre.

Entonces danzaremos la libertad
de ser tan nuestros y del aire,
tan del sol que nos quema como nuestras  ganas,
una granada oculta bajo el brazo
un carro de niños entre las piernas.

Llegaremos ahí con ínfulas de predicador
y callaremos, amaremos callados
porque no hay vida en Caléxico
al menos no como la que tú y yo alimentamos
de besos teñidos de amor imborrable
todos los días.

11 am

Ánimas blancas, la seda
el cordón de nube por donde enciendo,
mujer en espera,
mi herida febril para tu carne.

Soy una lavanda entre las piernas
y también una red que atrapa
mi gesto amargo para darte este otro
todo:
arriba, abajo, a mi costado y bajo mis plantas
estoy aquí
como conchas de un mar erotizado
por tus granos de arena que guardas
en cada expulsión de tu orgasmo.

Ánimas blancas, la piel morena
pendiendo de tu piel morena
es que vivo hoy
y húmeda vengo a hablarte.

Mágico

Entreveré los tallos de tu risa en mi pelo,
nacía el lago de sol para mis ojos.
No sabía si la alcoba llena de ámbar
o esta boca impregnada de tu rosa magenta.
Algo pasaba, Alma
y no se detenía y sin embargo, Amor y Rojo,
en la llanura persistía:

Cantaba tu yema en la alborada
besaba mi carne y mi carne te rezaba:

Tu milagro de amor se transforma
en el calor de tus manos.
Tienes magia y me sorprendo viva, señor
y por eso te amo tanto tanto. 

Desperté. Sigo siendo
la flor preñada de tu paraíso.

Entreveré el día en mi fortuna,
abrí mis brazos sempiternos
a una lluvia de besos tuyos.
La ciudad de nuestros labios huele a ti y a mí,
una geoda hablando de amantes
y de autitos y de silencio en jugo sexual fermentado.

Vivo en ella.





martes, 22 de julio de 2014

Las puertas del cielo

Tocábamos cada quien
fuerte, altísimo 
las puertas del amor,
su causa y su fin,
su divina gracia para bañarnos
como en el oro viejo de los primeros tiempos.

Cansados cubrimos
nuestra derrota con la desnudez. 

Entonces fue el beso primero
entonces la dicha de no preguntarnos,
entonces la fortuna de despegar
a la cima del cielo y a la raíz de la tierra. 

Tocamos la vida al amar
fuerte, altísimo
y sus puertas se abren con la mañana. 

Allegro cedral para niño en Sol Mayor, opus 22 de julio

Toca, aliento de cedro
toque tu rama mi alma,
toca, asfalto verde
los soles de mi niño
hablando de sinfronteras.

Había una vez una eternidad
escrita en el siempre:
hay una vez y es contigo,
niño alegre.

Tócanos nuestra boca inocente
ábreme un puerto y otro aparte
porque de tanto amor
mil barcos yo tengo
y todos son tuyos, y los miro
en tu alma buscando su playa
para desembarcar en tu carne.

lunes, 21 de julio de 2014

Alabastro

Cuarenta gotas de lluvia cercan nuestros brazos,
Amor,
míranos florecer en nenúfares mientras alabamos
el sexo unido al viento
la boca vuelta un río violento
y estas manos de sal desde la tierra.

Cayeron países próximos,
entre nosotros creció la verde hierba.

Cuarenta abrazos de dios
surcan nuestros cuerpos,
es hora de perfumar las campanas,
dijimos.

Así renació el loto de lo nuestro,
así nos quedamos en este país
y a enemigos vencimos.

Torre y lluvia

Hablaba la lluvia.
Su peso
era magenta,
su aroma,
como tu espalda.

Entonces
yo guarecí mi ombligo
en tu uña
y las aves de mi vientre
a tu sangre fueron.

Hablaba la lluvia.
Su nombre era cian
y te sonreía.

Entonces una serpiente
de agua dulce y plateada.
Entonces tu espuma
y mis mares te abrazaron.

Hablaba la lluvia.
Su verbo es
esta estampa.

Entonces vuelve esa noche
entonces mañana despiertos
y la lluvia caerá
bendita sobre nosotros,
otra vez.

Paraíso

Despertarme en ti por las mañanas
Y es qur abro mi cuerpo sabiendo
que tu lecho es mi piel
y tu latido, la crisálida por donde voy
dispuesta a partir de mí porque yo sé que tú eres mi paraíso.



La cima del cielo

Muy alto van las faldas de Afrodita
Dorada, amante Afrodita,
y su cabello de olivo.

Alto, muy alto van y se entregan
se escuchan y se nombran
las rapsodias y églogas
de los borregos enamorados
y sus ángeles de hierro y canción de elevador.

Amor de mi total Amor,
de tanto en tanto las runas del sol
Amor, de tanto amor, los himnos de tu rostro oigo
y a mi piel eterna ungiendo voy
los poemas que en el aire
me das apenas tu elevado beso
mi beso atrapa otro nombre.

Alto, muy alto van las cornisas
de tu nombre y mi nombre:
Estamos en el piso 37 de dios aquí en la Tierra.

Me has traído a la cima del cielo.

jueves, 17 de julio de 2014

Ponme tu yema en el valle de mi espalda, arriba
con tu nombre seminal
abriendo mi senda.

Dale vuelta a este mundo, un clamor
y será nuestro como ave canora,
Dame tu bendición ahora
cuando la risa nos ha querido.

Que si tú estás, la palabra, que si tú
Oyes, la dermis encendida,
Que si tú esta vida, la lluvia fecunda.

Orbis Eros

Sobre el ecuménico chasquido
de unos ojos de piel mojada
con destino a la bóveda celeste
en marea alta de saliva y rabia

sobre el ecuménico tremor 
de dos hojas enfrentadas
al otro blanco de hora invencible
esgrimiendo trazos de lluvia danzada

sobre el ecuménico semen de eucalipto
en la corteza de un suelo erguido,
sus cristales de Eros hablándole a las plantas
una verdad de palpitar infinito

está el ecuménico murmullo 
liberando el concepto divino:
Amor por amor es trozar el alma
hasta unirla en el viento de la otra alma.
Almar por alma es unir al amor
como un texto con grifos divinos.

Sobre el ecuménico sonido 
de tu cuerpo recibiendo mi espíritu
está mi hambre de ti enamorada. 

Mensaje recibido de mi piel desde tu ser

Oh, jazmín y loto salvaje
mediodía de pan 
remojado en mi semen. 

Castigo de la estrella
y fluido lento en la mar
de todos los cuerpos celestes
que por ti braman. 

Oh, cutáneo esplendor
de bipartita llama
unida para siempre en tu hilo 
una savia chorreante
desde tu ojo ventral. 

Cuánto amor en ti he vertido
cuánto amor me sobra entre las uñas.

Oh, mirada hacia las afueras de mi grito
amor de azul y guerra
y también de flan y magenta tibia. 

Por ti mis años se corresponden 
al magnánimo chasquido de lo eterno.
Por ti mi figura rompe islas
llenándose de espadas dulces de sol. 
Por ti la risa completa en tu silencio,
por ti mis ojos abiertos a tus ojos. 

Puñal de lluvia santa (ritual)

Hola, lluvia
caes
como cerrando filas
para su enhiesto sexo
platicas
hasta apropiarte
mi gemido de hembra iluminada.

Hola, lluvia
vienes
como si la vida
de venirse sin irse más
se tratara.

Y eso es.

Hola, cuerpos líquidos
adhiéranse
a la sublimación
de su plata.

Hola, tambores femeninos
recuérdenme latir
desde mi negro
corazón.

miércoles, 16 de julio de 2014

Ronda para un rockero enamorado

Vamos para Egipto
a que nos dé hipo/
Vamos hasta Río
a que se nos quite el frío/
Vamos a Japón
para darte el corazón.

A la una, a las dos
y siempre seremos dios
A las tres, a las cuatro
mientras adoptemos a un pato
A las veinte, a las mil
Gracias por amarme y estar aquí
A las treinta, al millón
tú ya tienes mi corazón.
Abrete, Sol, entre estas manos amantes.
Abrete con su lluvia
Como un cañaveral existiendo por su fuego de agua limpia.
Abrete como una sagrada casa,
abre tus puertas y alberga estos besos.
Te espero con una cartita en perfume ataviada,
llena de signos de amor para ti:
somos varias en una
y todas te amamos.

Te espero con mi ansia de tu boca
con la rabia de mi vagina,
con la ternura de mis cabellos
y la sinuosidad de mis curvas.

Te espero como una hoja nueva
que nada espera de ti
excepto que le escribas
una y otra vez, igual que siempre,
la felicidad que eres capaz de darme
en cada beso de amor.

Te espero y ya te siento aquí:
a nuestro inmenso amor
sólamente la unión de la piel
le ha faltado.

Nunca la historia de la humanidad
ha visto en marcha tal milagro.

Nosotros lo hicimos.
Te espero con mi himno,
tú, el héroe que engrandece mi vida.

Hoy quiero darte
la fuerza humilde que hay en mí
para anular a la parte de mí que ha sido mi propio Atila,
para amarme y entender
que las vías de mi amor total por ti
son tantas y tan hondas
y que yo las he de explorar
para venerarte.

Eres mi Rey,
en el amplio reino de mi espíritu
en cada pliegue de mi cuerpo
en mi mente que piensa mejor
desde que tú la acompañas.

Eres mi Rey, tuya es esta vida purificada
entregada a Dios para merecerte a ti,
mi regalo más bello,
el que me trascenderá la vida
cuando yo ya no tenga vida.

Gracias por aceptar mi amor por ti siempre inmenso.
Madurando en sabiduría va.
Y eso es porque tú así me has enseñado.

Gracias por este día nuevo.

martes, 15 de julio de 2014

Gracias, divino Amor,
porque tu sendero se abre al mío
sin medidas, sin juicios.
Simplemente todo lo tuyo
me lo has dado.

Gracias por venir por mí
gracias por esperarme.
Aquí estoy.
Siempre he estado aquí.

Te amo.


Para Ramón
porque supo que este amor 
siempre, en cada mundo posible
ocurriría

Salmo de primavera

Llegaste, Amor,
como salmo para mis dientes
y canción de dios para mi vida.

Llegas siempre antes de las nueve
cuando la tierra como un gorrión camina
sobre los mirlos del hombre
que a su mujer le da
la lluvia bendita de su corazón.

Llegas con miel y frutos
abrazado al sol llegas y me levantas
me tocas el alma
acaricias mis treinta años en guerra
y les das una tregua sin fin
con la dulzura de tu boca.

Llegas, Amor,
como bienaventuranza a mi casa
la casa que es tuya
y que lavas y vuelves templo
conforme pasan los días.

Llegas, Amor,
y me eriges una nube plena
cargada de latidos de niño y hombre
de dios, de amante, de todo.

Llegas a mí y me aceptas.
Llegas y me llamas a ti para que te envuelva
con esta magia recién descubierta
de ser mujer y ser tuya
en una eternidad sembrada
por tu risa y mi fe absoluta

pues llegas, Amor
como mi Salmo de Primavera.
No me mirabas, escribías
el paraíso y la salvación de mi nombre.

No me lamías, construías
un mundo eterno para que yo escriba
las cosas pequeñas y grandes
de nuestro amor en viaje.
La frente del sol inclinada en tu frente.

Aquí no hay excepto la misericordia
su pelaje de hembra trenzado en un beso.

Soy el estanque de fuego
las runas para que Odín me juegue
hasta darme contigo.

Eres la inscripción aristotélica
en cada brazo de cada hombre,
una llave orgánica
para abrir el cuerpo de los frutos.

Somos lo que somos y así siendo estamos.

Sueño de voz de lumbre y sal,
esencia de agua perfumada.

Sándalo 2014

Llega la hora de lo profundo,
su cuerpo habitado de estrellas,
la luna vista desde sus puntas.

He vendido más de mil segundos
he soñado y despertado en treinta barcos.
Lloré musgo y tierra
y las flores de mí se burlaron.

Estuve entre cien mil espadas.
Dos o tres raíces putrefactas.

Deslindé los cuerpos del dolor de mi sándalo,
hablé con el aire ansiado de tus formas.

Lloré muchos años,
una máscara de mí retiré con tus labios.

Llegó a mí la hora de conocer el mundo
su fuerza amorosa, su dulzura en guerra lumínica.

Yo apenas abría mi cuerpo a la vida.
Entregué mi sándalo a las cuatro universales esquinas

y Llegaste.

lunes, 14 de julio de 2014

Pon tu beso en mi mejilla: aspírame.
Soy una mandarina a cielo abierto dialogando
con tu dorada fuente,
soy el valle de Virgilio cantado
por la bucólica mandolina.

Soy la mujer de las mariposas lilas
la que liba tu ámbar hasta volverse verdadera.

Pon tu cuerpo para que yo lo alabe
como los panes sagrados de una era
donde la fe habla más que mil versos.
Déjame acariciar tus manos:
tuya soy, Líbano sin Beirut
Japón ardiendo entre cerezos amantes.

Pon tu compás alrededor de mis pechos
guíalos con tu brújula de azúcar.

Soy la mujer que tiende su amor
a tus pies en silencio,
la que te lava la cara con su cara
y daría la vida por tu vida.

Pon tu beso en mi garganta: háblame.
Como un pescado divino saltando
por encima de las negras aguas.
Soy la espina vencida que una ciudad
en tu honor esculpe:
Primavera de Córdoba sin visa,
alegría de los plátanos entre edificios,
mariposa vuelta flor por tus manos.
La senda no es otra cosa
más que el agua de dios
y su fuego y su viento
deslizándose por nuestros días
viviéndonos como un mismo sonido
salido de distintos instrumentos.

La senda es este país
donde tú me das la vida
y también es mi seno
donde refugio tienes
para renacer en guerrero.

Hay que ir unificando pieles hasta disolvernos
hay que ir uniendo las almas hasta entender el divino silencio
hay que ir uniendo los miedos hasta dar con la rabia
hay que ir unificando los nombres hasta el amor.

Lo dijimos un seis del último mes.
Y aquí estamos.
Combatir la guerra desde el amor,
como un día fue el origen,
como tus labios entintados
de tu inmensa alma
me conducen siempre.

La casa está en paz, dijiste.

Mi casa eres tú.

Triste, feliz, despierto o dormido,
tus ojos son mi hogar
y tu boca mi alimento.

La casa está y eso es lo que importa,
Amor, regalo mío de la vida.

domingo, 13 de julio de 2014

Abrazo de luna llena

Llegaste a mí, piel morena,
como un rehilete sin miedo
a mi melancolía
que soplando iba por la playa.

Luna llena de ti 
mi luna de ti está enamorada.

Tomaste mi alma, piel bendita
y sin preguntar mi procedencia
quitaste el horror de mis tobillos,
el error de mis plantas.

Acaricias mi rostro, alma blanca,
y te suplico que siempre así sea
a pesar de tener mi cara extraviada

Luna llena de ti 
mi luna de ti está enamorada.

o quizá precisamente por eso.

Lavender (5)

Lavandas por los grandes días, 
esta vida ya es
esta vida turgente 
cuando me tomas en domingo
y mi nostalgia amas. 

Lavandas para ti, oh, mi rey,
tu amor enmienda mis errores
tu amor le paga al mundo 
para que ahora brille y cante y baile.

Por eso bailaremos Lavender un día
y September en abril. 

Obertura sexual op. no. 25

Ábreme, pura, fragante,
una rosa cortada a mitad
de los sueños de un sabio
una cortina de sal y sudor
depositando su velo en la dermis.

Ábreme, tuya, silente,
una pieza de pan recién parida,
una poeta desnuda
con el sonido en los pezones;
ábreme, húmeda,
hasta engrandecer
el ojo negro de dios
por donde entra tu ojo.

Ábreme, fresca, sonriente,
las piernas en la red
de tu deseo vespertino.
Ábreme como bifurcación de tu destino
o como apéndice a la gloria
que no esperaste y ahora te embriaga.

Ábreme esta noche,
ábreme por la mañana.
Ábreme tu corazón
que yo te estaré esperando
sin llave puesta, muy abierta
desde el mío.

El Molino

Pero las palomas al hundirse
no se escuchan entre el trigal. 
Pero la niña que creía ser
fue mucho más fuerte a la hecatombe. 
No me des tu nombre si no quieres
que te pregunte
cuándo nací de tu amor
o por qué es que yo sí 
te amo tanto. 

Nos amamos con los ojos
puestos bajo los ojos
y esa ansiedad de piel
que se comparte con el vuelo.
Nos amamos con el aire de nuestras almas
descendiendo en un grito
un abrazo, Coyoacán comiéndonos como helados,
Toluca vistiéndonos de música
girándonos en un siempre
de serpiente muda y áspera
pero también de serpiente amorosa
que entre nuestros sexos
vuelve a la vida en colibrí.

Nos amamos con el tiempo a favor
y dos o tres actos de china paciencia,
nos amamos con la postal de tu caballerosidad
y mi recuerdo de dama de otro siglo.

Nos amamos con la inteligencia de no querer ver
la cantidad de datos curiosos almacenados
en lo que el uno al otro llegaba
para llenar la mente de una memoria amante.

Nos amamos con la gracia de no esperar
nada del mundo y dándonos todo
y por eso es que dios
cada día nos anima otra vez
hasta formar con amor la palabra siempre.
Y uno se pregunta al partir la nuez
su corazón para dárselo de una madre a otra
por qué cruje siempre el amanecer
cuando él  está entre nos
porqué los plúmbagos también crujen
si la mañana es, a priori
tanto o más bonita que su azul
y por eso es que hasta las paredes
su himno roban.

Una se pregunta si el peine del viento
pasa por el tren y por eso suena
o si es que el tren pasa
para que no se fije el viento
y el gemido a distancia de dos amantes
vuelva, se encienda y mejore

porque no sólamente de carne
se mantiene la amante
sino de la memoria leal que busca su rostro
entre el rostro de la dormida gente.

sábado, 12 de julio de 2014


Un rumor se anida en la cocina
su espesa llanura se vierte
hasta reengendrar los higos y su miel
la cáscara de la nuez
el ojo de un dios de tierra mirando
desde la almendra.

Un rumor de estepa y trigal
reverbera bajo la sombra de las seis
su campesino traje mirando al sol
por el resquicio de los rieles sin partir
siempre ahí
atentos, viéndome decir

que un rumor de lumbre y té
repara que estás aquí
más próximo que tu mismo cuerpo
susurrándome la maravilla de la tarde
ahora que estás aquí
y te amo y me amas.
But this morning I've heard you
like the wind speaking
this organic music,
the tender way of nothing
praying for your love
face a face with God

and I've heard him telling me
this is what we have to do,

keep in silence the isolated space
and sing him your soul.

Keep the faith in his eyes
when he's blue as the blue morning.

Keep your heart writing this land
your paradise and gift for your man

And, darling, is exactly what I do
but sometimes this tower of water
waiting for your touch
praying God to see you again.

viernes, 11 de julio de 2014

Lavender (4)

Sé que sonarán las ocho
y en mi cereal otra vez
tu cuerpo saltando como un niño.

Sé que de nuevo tu corona
en mi cama tibia habrá permanecido
cuando salga y mire
que nació otra gardenia.

Lavandas para ti no tengo
acaso el eco de la canción
que yo traje para pensar en ti
hasta dormirme y despertar
sabiendo que otra mañana
tu fiel mujer seré
asomando mi voz por la escafandra.

Lavender (3)

Julio julio la lluvia
julio julio sus horas
julio julio una banca para mí, Penélope
julio julio esta máquina para coser
julio julio unas palabras para este frío.

Julio julio la zona
julio julio enrojecida de su ausencia
julio julio nube asexuada, no me duermas
julio julio ven, erígete dentro de mi cuerpo.

Julio julio las flores
julio julio las manos y el todo abierto
julio julio no lloro
julio julio tan sólo a mi amor espero.

Lavender (2)

Soy un pasillo color de sol en otoño,
soy el olor a leche fermentada en los rincones
soy tres años de oírte, extranjero,
pero jamás me despiertas, pero es
que siempre me oyes, me envuelves
tres lavandas pones en mi pelo
y yo no sé leer el abecedario
pero mis pies siguen tus huellas.

Te he esperado con la palma llena de besitos
la palma emancipada de galletas y muñecas
desde niña.
Mi soledad era una sin ti
y por eso es que hoy contigo
a veces un pato-gallo de mil colores
y otro con aletas azules
o esa ranita con verde sombrilla
y siempre una reserva de olor a yerba
por si no encontraras
que la respuesta a mi ternura
ha sido y es siempre este laguito.


Lavender (1)


Lavenders blue dilly dilly, lavenders green
When I am King, dilly dilly 
You will be Queen
A penny for your thoughts, my dear
I.O.U. for your love
for your love...



Fanfarrias desde la boca de amarilis,
hoy somos la banca sostenida
por el parque cubierto de gracia.

Y en los rinconcitos de los edificios
que hablan de papeles y mucamas
en lo alto de la vida de los gatos libres
y también en las laderas de los puentes
donde transitan cuatro labios unidos en el beso,

la verde espuma y su canto
violetas y rojos, azules mansos
Naturaleza de infancia y hambre
de tu cuerpo pegado al mío
de la música de tu saliva
anegada en mi axila.

Pagaría tres pesos de luna ardiente
o su equivalente en el oro
de los anillos de Saturno
con tal de tomarte siempre
con tal de que me tomes.

Pago con mi piel etérea
pendiente de ti, de tus labios
mis labios abierta
sus cuatro pliegues para dar
con las esquinas del universo.

Pago con la noche que se carga
de infinita lluvia de tierra y fuego,
un papel de ópalo para escribirme
siempre en ti.


10 de julio

Baja, Poesía, 
y dame los cantos de dios
en los ojos de mi hombre. 

Bajé y se asenté
bajo la lengua y los pliegues marinos
de la mujer que te ama.

Tú, el amado por mí,
Yo, el único espíritu
por el que tu piel el registro
de la piel de tu mujer guarda.

Yo, el hacedor
del aire puro de sus senos
y el combativo aliento de su arteria.

Yo, el que tanto te ama
y te envuelve con ella
y con el día y las armas del viento
porque lo supe siempre:
estuvimos uno junto al otro.

Tu alma desciende a tu cuerpo,
Vida,
y desde ahí a la Memoria Indeleble
de este Beso
y ya no cuento las gotas del mar
porque para ti soy 
una Mar de jacarandas. 

Tomé la vía de tierra
con sus pómulos y ojos de barro negro:

Está llena de Amor por ti.

Venérenme en cada Entrega.
Suyos son
los versos y este paraíso en blanco.

Naturaleza (fotografía de Ramón)

Piedra, ósculo de verde hoja.
Azul y mundo, el agua sobre el bloque
con mirada al cielo de la tierra.

Si ella erguida está
sobre los muros ingratísimos del hombre,
entonces tú y yo
habremos de erigir el templo de dios
en cada piedra que ciega camine.

Engendrados de un mismo (a)mar
ahora el espacio vestido de nuestro amor
fotografiamos.

Salmo responsorial a tus fotografías

Tus ojos son el resquicio del tiempo / el águila dignificando al aire sobre las aguas / la fotografía de los detalles hilvanando la luz / la trinchera desde donde hoy guerrea mi alma.

Campo abierto, Corazón y Estrategia:

Quiero que escupas la ceniza
y luches en el agua de mi boca
en los labios de ultramar
que noche a día tu cuerpo
de una savia de mujer luz te ungen.

Quiero que apagues el televisor
donde aparece la vieja escuela
de los no iniciados.

Que reveles la fotografía
de todos los hombres que te han vivido
antecedido y bautizado,

que la pongas sobre tu frente
y a ellos tu batalla dediques.

Quiero que me uniformes de guerra
con tu piel y tus ojos de niño
tus ojos de fuego y venadito,
tu paso de tochtli hasta mojar mi alma,
tu devoción que parte y al mismo tiempo
funda a la mía.

Quiero que elijas cualquier estrella
y la perdones por brillar para los ciegos
y luego la tomes y la ames
y con eso cruces el tiempo
conmigo siempre
con todos los versos desprendidos
en este amor que me eleva.

9 de julio

Como el ave desprendida
bajo el sol admirado por la montaña
de Li Po
así hoy vengo a decirte
que este amor

es la canción renovada de dios
vertida cada tantos hombres y mujes.
Todos han sentido alguna vez amor
pero unos cuantos son
quienes lo viven envueltos
dentro del Gran Latido.

Como una misma canción de amor de dios
escrita en eterna arena
por el dedo divino, unívoco
piel de luz sin huellas que traza

así somos tú y yo.

Por él besamos un mismo punto refulgente
y solamente por su dedo
seremos borrados

pero bien sabemos que a las almas
definitivamente halladas,
nunca tal destino.

miércoles, 9 de julio de 2014

Tan sólo estas líneas en las palmas
golpeándome el destino
al ritmo de tu encuentro.

Tan sólo este beso en el fuego
liberando mi casa del escombro.

Tan sólo una vez
la emulsión del corazón
en saliva y jugos.

Tan sólo una vez
el corazón vuelto éter
a punto de marea amante.

Tan sólo una vez
los mares de mi alma
convergiendo en tu semen.

Tan sólo una vez la libertad de dios
y me vivo amándote.

Tan sólo esta vida
y necesito abrazarla contigo.
Una calle amplia
llena de ti y de mí
con cero conceptos sobre el amor
o la paz
el perdón y la gracia.

Una calle con tu mano en la mía.

Una bandera de pieles
en lo alto de la ceremonia de un grito.

Unas pupilas encantadas
de ser pupilas de tus pupilas.

Unos labios llenos de mí para ti
ahora que me pertenezco
porque te amo.
Hay vestido, pregunté
no hay un vestido, me dijo la piel muda.

Transité el laberinto del tiempo.

Volví a preguntar.

Me dijeron que había un corazón.
El tuyo.
La casa se quemó, arriba de las estrellas
sólamente un mar de lumbre.

Entonces fueron tiempos
de habitar la ceniza y resguardarla
bajo la lengua.

Entonces llegaste tú
y por fin di con mi hogar.


martes, 8 de julio de 2014

Estoy aquí, Amor,
con bandera y banda de guerra
con la tristeza de la lluvia
con la llama clamándote a ti
con un amor de niña de nube
y de anciana entintada.

Con un amor de la primera mujer
que me visita desde que me amas.
No quiero ser la palabra cálida
una luna dividida entre ciudades
la turgencia del cielo con catalejos.

Quiero ser tu caricia cercana
las dos pupilas y una flor dilatada
admirando tu engranaje
tu cuerpo de semidios en días gastado
en días divino
siempre por mí amado.

No quiero respuestas,
deja las promesas para la tinta.
Quiero tu amor envolviéndome
afuera y adentro del paraíso.
Quiero que me veas desnuda:
a veces también me pongo triste
sin un por qué, o quizá
con el miedo de una raíz que no es mía.
Quiero que me sigas amando así

y también quiero despertar entre tus brazos
porque la vida sin dormir contigo
es un acuario con tortugas aletargadas.
Llueve, y de pronto, la infancia,
Miguel admirando desde su torreón
los barquitos de papel en la cuneta.
Calle 26 de marzo, su turgencia
de gelatina de limón en leche.

Llueve la inocencia sin palabras
sin voz de poesía ni novelas.

De pronto, la inocencia
que me mira con este dolor contrito
su miedo cuasiespectral.
Vuelve cada tantas ráfagas de radio
de una bici que a veces no anda.

Miguel mirándome en la cama
preguntándome qué pasará si esta maleta
otra vez, su esquina.
Y qué pasará si hoy yo elijo llorar
a pesar de insistir en que el mundo cambia.
Paso divino, paso de niño,
tu miel contenida
en los bolsos del sol moreno
que su rayo mi templo rubí
embisten.

Liberación sin fuga,
trazo de Marco Polo olvidado
en la estepa india de mis cejas.

Paso divino, canica convertida en mundo:

Soy tu urna cuando, místico,
tu cuerpo en oro viento envuelves..

Soy tu herida floral
que embriaga a tu espada de semen.

Soy tus pezones erguidos
sosteniendo tu barba en la batalla.

Soy tu latido cocinado en fervor
que canta el esplendor de tu alma.

Soy un verso que nunca termina de ser parido
y también soy este amor
que en el amanecer te llama.



Tu memoria dactilar
en los pliegues del negro corazón
en la axila y bajo a lengua
en el ojo por donde entró tu fuerza
para nunca más volver
a vivir sin tu bestial latido.

Tu memoria oscular
en la cabeza del alma
en su corazón tornado
y en sus tobillos de miel luciérnaga.

Tu memoria sexual
en los labios que te cantan
en aquellos que de ardor te aprisionan
en el centro de las cosquillas de dios
y en el grito que el silencio recibe
como purificación inmediata.

Tu memoria espiritual
en mis pestañas
y en mi memoria de mujer y verso
vertida.

domingo, 6 de julio de 2014

Coda del día

Si no tienes paraíso
yo te sigo.
Caminaré a tu lado
cuando la cornisa llovida
un silencio de eco sin vida
nos regale.
Si no tienes abrigo
yo te doy mi carne.
Si te sobra la llama y en ella ardes
aquí está mi alma para que la abrases.
Amor, si tienes un ticket
para un nuevo mundo
yo te sigo.
Si solamente una postal futura
mis andamios del tiempo
te entrego hoy
en este poema con corazón abierto.

Corazón

Corazón tan puro, corazón tan alto
dame tu calor y en tu memoria
guarda este canto.

Corazón tan noble, corazón soleado
llévame por tus venas
como lo más sagrado.

Corazón tan bello, corazón guerrero
ábreme los poros del moreno cielo
donde habitan tu dermis y mi deseo.

Alza el amor, amado

Alza la noche, amado
como un cúmulo de sueños
humedecidos por el destello de tus ojos
y la dulce turgencia de tu boca.

Alza la flor, amado
como un abrazo extendido
por los mil planetas que te fundan
y en mares enternecidos la vida renuevan.

Alza la piel, amado
como un manto sagrado sucumbiendo
al templo rojo de mi cuerpo.

Alza el amor, amado
porque caos hay más de uno
y de amor el mundo está ciego.



Para Ramón Córdoba
por su hogar latiendo 
un mes más dentro de mí. 

Pliegues de la noche

Esta luz de umbral de cielo
su pureza en carne firme
escribiendo de oro la vida.

Este trozo de pan en las aguas pacíficas
de tu boca,
el calor de mi hogar
al guardar mi cuerpo entre tus brazos.

Esta Noche que se rinde a lo nuestro
y entre sus pliegues canta la luz
y sostiene la vida por el aliento de amor
que entregamos.
Te escribiré las agujas
de las que tu fuerza me libra
cada noche, la noche del día
y en cada monstruo que mi cuerpo
no siempre gana.

Eres el héroe de mi propia Ilíada
y de la canción de la estepa
que ya no brilla de fragmentos de botellas
ni naufraga esperando ser un mar reencarnado.

Mi súper hombre en tiempos de la cobardía
mi héroe de carne en momentos del videojuego.

Son estos versos la perífrasis de mi oído
y mi vientre.
Héroe a través de mis ojos
rayo y oxígeno sempiterno.

Uberrima fides

Y son siete meses
como siete estrellas 
siete ranas o siete naves
siete brújulas 
siete orgasmos sin final. 

Y no sé si desnudarme ante el espejo
o buscar una canica
hablarle de la inmensidad de las olas
cubriendo nuestras raíces negras
cribando la ciudad de cada uno
fundando la nueva playa, 
el paraíso de este amor, 
su indulto, su plegaria, su deseo,
su coral de besos impermeables,
su bendita estrella marina como luz de agua
en un infinito sin nombre. 

Tal vez, sí, te enmarcaré 
mi humedad en los poros del aire,
brindaré a la salud de la suavidad
de tu piel de noche, piel de oro moreno
o tal vez dibujaré un cordero o un ángel
para asegurarte que la fe por ti 
es absoluta. 
Los cisnes que no contarían
más allá de la década de los ochenta.
Semillas de calabaza. Flor de algodón
enredado en el pelo negro 
que te vio partir quince años después. 
Son las mismas películas que tengo
las que agarran e irrumpen por la ventana
un domingo luminoso
cuando celebro el amor a distancia
y mi alma se traslada a una fe
en la piel morena que aguardo 
después de tantísimos días. 

Memoria de julio, creo.
Sacaría mi kodak '90.
Ya no tiene caso aprehender las semillas. 

Memoria futura del paraíso

Algo en mí retumba
memoria de gardenia, los sueños
los que nunca se acaban
los que me llevan y me traen
como ola o pliegues de saliva
de mi boca a tu boca.

Y es que podríamos jurar
demasiadas cosas
y casi estoy segura
que viviremos de materia de nubes
de cuentos materializados
de legos, de infancia
de deseo inmarcesible, de la batalla
contra la costumbre.

Tomo una flor invisible
y la coloco en mi pelo:
felices siete meses, nos digo.
Y aguardo a que tu cuerpo despierte.

sábado, 5 de julio de 2014

Escribo aquí todos los días
no para alcanzar la perfección de Horacio
ni para ganar el cariño de Virgilio.
No soy poeta, Amor,
soy tu hembra y tu alma que te ama.

Escribo pues aquí, todos los días
por si un día dudaras que te amo
para que el mundo sepa que es cierto
y para que la historia te recuerde más a ti
que a mí
porque mujeres poetas hay muchas
pero muy pocas de ellas han sido amadas.

A/B

Tu verga que mi crueldad calló
al darme tu fuerza de hombre
enseñándome que penetrar a una mujer
es hacerlo con la ternura recordada
al principio de la unívoca alma.

Escindida estaba antes de ti.
No soy tu alma gemela, Amor,
soy tú en la versión femenina.
Soy el recuerdo de nosotros unidos
antes del trayecto en solitario
que al fin termina
y me devuelve junto a ti
al Hogar.
Tú mi niño
tú mi sangre
tú mi alivio
tú mi hambre
tú canción de cuna tú
tú universo húmedo bajo la boca tú
tú espada de fuego cortando mi sombra tú
tú agua infantil corriendo por mis colinas tú
tú nube maxilar devorando mis pezones tú
tú pies de héroe en cuerpo de sabio tú
tú eucalipto de amor por mi tierra tú
tú libreta con zonas erógenas tú
tú corazón de golondrina tú
tú templo de anís tú
tú mi amor tú
tú mi lucero
tú.
Guerrero de las mil batallas
si venciste mi sombra
e iluminaste tu ojo sombrío
ven ahora y ríe sobre los mares
y no saltes: yérguete
no ahogues tu corazón
escríbemelo
no mires al tiempo en tu contra
tómalo como a mí con tu cuerpo.

Yo no tengo más que amor
y fe para tus huesos
vasijas de mi piel para tu sangre
ilusiones de papel para tu oído
y tu silencio
viajes de girasol con almendras
para tu sueño
y un latido multiplicado cien veces mil
en la latitud de tu espíritu y tu carne.
A mis manos le bastan tus palabras
para acercarme al cielo
y cubrirme de estrellas y tres soles.

A mis ojos le basta tu boca
para proteger tu cuerpo contra el mundo.
Unida a ti estoy
como el agua a cada gota que la forma.
No me dejes.
Una oportunidad para un silencio de amor
un espacio para colmarte de caricias
sin cuestionarnos si otra vez mañana
o por qué la longevidad absurda de los lunes.

Unida a tu cuerpo estoy
como la raya de la vida en la palma.
Unida a tu alma estoy
como génesis legítimo creado
la primera noche de Dios.
Unida a tu corazón estoy
como el canto de la luna en tu cabello.

Si me das la ausencia de tu amor
todo será raíz de viento muerto.

Si me das el beneficio de la danza
el ritual del beso cotidiano y maravilloso
el descenso de tu alma a tu piel
y de tu piel a la mía que te ama,
las palabras fluirán vivas como la tierra
y de tierra y mariposas será mi hora
todas las horas.
Herido fuiste por mi propio rayo
dejé de ser tu mujer para atacarte como fiera
por eso me dices poeta.

En el alma llevo el veneno
de la injuria a ti proferida:
nos maté por un día.

Busco a cada instante renacernos
por la fe en ti y en el paraíso conjugado
con amor antes que con ideas.

Busco a cada instante tu legítimo perdón
entregando mi alma al reino de tu beso.

Déjame volver a ser tuya
libérame.
Te he amado como nunca lo vi hacer
en esta vida
se que te amaré como nunca te has imaginado
a un cuerpo amando más allá
del tiempo de la carne y su latido.

viernes, 4 de julio de 2014

Sólamente un alma grande
podría decir de ti que la grandeza 
siempre vive y espera. 
No hay camino ni fortuna, Amor,
todo lo veo contigo, todo lo reconozco
sé de su sueño erigido en tu luminosa verdad
en tu silencio como de rayo
esperando a que vuelvas 
aunque jamás te vayas de ti mismo. 

Lo he soñado y traído a este paraíso
porque coloco mi frente junto a la tuya
y mis pies tocan el mismo suelo 
fecundado de fe en tu palabra
pero más en tu alma inmensa. 
El verdadero amor no juzga.
Alma mía, podría dejar de ser mujer
ante las mujeres
si te digo este día que callo sin someterme
aguardo sin dejar de amarte
escucho siempre creyéndote
a pesar de la oscuridad en la que te empeñas
a llevarme
a pesar de olvidar en ratos que visitaste la luz
llevándola contigo desde siempre
y entre los dos la describimos en un divino beso.

Por todo cuanto hagas o quieras
calles u omitas
mi amor está contigo.

Que mi vida transcurra en el umbral del conocimiento.
Sé quién soy y lo que llevo en mí
y sé bien que jamás había visto grzndeza más compleja
a quien yo quisiera por albedrío
darle el amor que le retiré al mundo.
Merezco tu amor porque nada de mí te ha faltado
merezco tu pensamiento fincado en mí
porque yo a ti mi concepto de amor
te lo he dado con raíz de neurona y arteria.
Merezco la verdad y la lucha
la dicha y su traje sin tiempo
lo merezco de ti
porque soy la primera a pesar de tantas
que te ama por tu alma
y nunca por el deseo.
Si en verdad te sientes débil
embriágate de mí
succióname, aoscúltame el segundo latido
el más negro, tu favorito
sostente en mi torso
háblame de fe con tu acto seminal
y también con la pureza con la que te concibo
verdaderamente mío
a pesar de estos ojos
que algunas noches no te alcanzan
no te miman, no te abrazan
haciendo del día la frustración del universo.
Traigo un éxtasis de ti
un dedo húmedo evocando
la humedad de tu fuerza
el río, la lava
tus manos que en mi cuerpo
se acomodan para ser inmensamente alegre.

Traigo el borde el filo de la hoguera
principio y fin anudándose en el grito
un siempre parido de agua y mariposas
y un dolor que se transforma en placer.

También mi memoria es deseosa
también este mediodía
me crece la ansiedad de ti.
Nos queda mucho tiempo, Amor
mucha sal para purificar en besos
mucha tierra para fecundar de amores
mucho cielo para conquistar con caricias.

Nos sobra mucho amor divino, alma mía.
Esta es nuestra casa
aliméntala de flores.
Estas negras olas ven y purifícalas
este amor tan grande
magnifícalo con tu amor y tu perdón.

Yo te amo con la luz de mis cabellos
recién nacidos de amor por ti.

Yo tengo la fe en tu latido
y es por ti que hoy abrí los ojos.

jueves, 3 de julio de 2014

Me trago la alegría de verte este viernes
para más tarde esparcir mi impulso consciente
de la creación que para mí eres en esta vida.

Dibujaré un templo para cantarte
con granos de tu propia sal sudada.
Teñiré de saliva entregada desde nos
para el nuestro
y reirán las sinfonías de tus parques
con mi paraíso ahíto de amor.

Piso la tierra que fecundas con el pie ataviado de versos.
Escribo tu nombre porque desde ahí
emerge para siempre la poesía.

Parque

Reías en el cine y en tu parque y yo te recuerdo
porque de tanto tardarme me escondí
tras los ojos de cada ser
que tus manos de niño con tierra
tocaron.

Entonces fui la misma flor que hoy penetras
y también el agua que bebiste tras el llanto.

Entonces viajé contigo por el universo
y nos contamos hasta cien en la nube nueve
para dar con nosotros veinticinco años más temprano.


Eres tú, refugio abierto al mío
encapsulamiento del horror bajo mis largos días
de silencio prematuro
silencio sabio abriéndose al fuego
del horror de mí por la sombra.

Algún día habremos de ver
los continentes formados y sus pobladores
por cada caricia encinta de paraíso supremo.

O quizá porque nos sabemos
es que hemos mudado desde la raíz del llanto
y la inocencia del alma hasta la piel

y entonces ya nada excepto la vida
y entonces puede ser el todo
porque nos adueñamos del tiempo.

Hoy me desperté preguntándome
por qué me amas
si no sé muy bien la raíz cúbica de la distancia
y tampoco sé cocinar fideos.

También me pregunté
si de haber sido distinta me habrías amado
o si porque siempre cambio para ser la misma
es que no acabas de entenderme
pequeña o gigante entre tu mano o tu muslo
y por eso me amas.

Visité mi osamenta con el trayecto de tu beso húmedo
comprendí, bajo la lagaña del sol de páramo
que mi mapa hacia mí eres tú
y que yo misma soy el apéndice a la felicidad
anunciada por los sabios.

Hoy tuve ganas de mecerme en tu rayo plateado
o reírme sin un por qué me amas
si no sé muy bien de los albures
y tampoco disimular que me pongo triste y lloro
cuando estamos tan lejos
cuerpo a corazón.
Con la pureza de la piedra
escribes en mi ternura a modo de tiza
rompes la escalera de viento rumbo al sol
mis manos sostenidas en el vidrio fragmentado
de una foto que se va velando.

No pude mirar las nubes
y conmigo traje las alas enfangadas
de un tiempo infantil de hinojos
siempre rogando por la calidez o la muerte.

No entiendes. Pasa que llevo otro nombre
bajo la lengua
y también estoy hecha de la lluvia ácida
de papá y mamá
y por eso me volví a formar
embrionaria, enamorada
en la ilusión de vivir abierta en el tercer round
siempre con el knock out de la muerte
anunciándose sutil
en cada año que deseo que golpee
a base de puro latido y beso
antes de que me golpee a mí
la desfigurada del clan
que sabe cantar y lo hace bajo la sopa fría.

Con la pureza del silencio amargo que me entregas
te bendigo con este amor que me ha parido.

El mismo que me alumbra y a veces me da  su sombra.
Ese que supo escribir en mi ternura
la frase "Entregado corazón".

miércoles, 2 de julio de 2014

Como una voz saliendo de otra
y como un rostro gritado por amor
desde el grito de otro rostro.
Como la flor umbilical envolviendo
la lumbal llama originaria de todo combate.
Como la canción del espejo que al fin
canta en este lado del mundo.

Así me veo yo cuando despierto
abrazada a tu cuerpo olvidada de la humana pena,
así estamos tú y yo
desde que el mundo nos expulsó de su miseria
para poder amarnos.
Despacio, como un dulce hecho de raíz y viento
tu voz anidándose en mi axila
tu cuerpo desdoblándose en mi entraña
tu alma envolviéndome hasta las uñas
tus dientes delimitando nuevas serranías. 

martes, 1 de julio de 2014

Estamos aquí, Amor,

Situados aquí, la impenetrable nube del tiempo
sitiados de carne y mar, y también
de un poquito de viento niño y hambre lumbre
sitiados de amor vaticinado por semáforos en verde
una ola de barro celeste uniéndonos sin materia
o sin rencor o sin herencia rabiada en par atravesada.

Situados aquí, como un mapa y su cohete
sitiados de coordenadas de Júpiter u Orión
la verdad siempre embrionaria dispuesta
a un beso que vuelve siempre a nacer.

Bendiciones del ethos y el eros, IV

Tu pureza lavando
la cara de los otros
con espadas de agua
venciendo su inmisericordia.

Tu fuerza reanudando
los lazos de música rota
con los puntos cardinales
hallados bajo el tazón de cereal.

Tu amor transitándome
las calles de 1995 y 2035
con tu beso de alma pura
lavando mi cara
vistiéndome de música unida.


Algo
se
eleva
si callo
en vez de pensar
si entrego
en vez de sentir.
Si escribo
en vez de morir.
Si amo
en vez de rabiar.

Bendiciones del ethos y el eros, III

Los moños dorados del mentido fuego
su ovación incesante
en tres gotas de agua petrificada.

Los miras tomado de tu propio niño.
Déjalos que envuelvan el cielo
con papeles refulgentes,
te dice.

Tú abres la puerta a lo que quedó estático,
Amor.
Tú irrumpes en la puerta
con lo que en la vida queda extático.

Bendiciones del ethos y el eros, II

Las olas de tus plantas
acariciando el aire
que queda entre tus alas y el asfalto.

Te vi pasar entre ilotas
con tu dúctil mano hablándoles
de un sol detrás de su hoguera negra.

Te escuché impulsado
por la voz de un ángel
que llevaba en su rostro de aire
tu rostro esculpido de versos.

Te vivo como un instante que no duerme.
El ojo de dios anidado
en todas mis causas.

Bendiciones del ethos y el eros, I

Esculpido tu rostro está
por la música de los astros 
antes, durante y después 
de abrirle tus ojos 
al mundo.