domingo, 28 de febrero de 2010

Alegoría de la mujer

La mujer siembra la tierra
el regalo que su hombre le ha dado.

Yo sembré estrellas en tierra agreste,
convirtiéndome en agricultora imposible
y en diosa breve
cuando ví nacer
este paraíso floral
bautizado con tu nombre para siempre.

sábado, 27 de febrero de 2010

Meditación en el asfalto

Meditación en el asfalto,
hoy es un día propicio para observar
las palomas callejeras,
los ojos de un niño sabio,
la enredadera con flores que está a punto de renacer
en el muro de mis memorias.

Idilio entre el viento y yo

Son ecos girando entre mis montañas.
Falsetes embriagantes en la claridad de este día.
Fortuna de mi voz y mis cabellos
que pueden llamar al viento bueno
seducirlo, amarrarlo, tomarlo,
poseerlo.

Enviarlo hipnotizado a tener noticias tuyas.
Mandarlo con un trozo de mí
hasta tu ventana.

viernes, 26 de febrero de 2010

Agreste mujer

Soy la agreste mujer
de la tierra infecunda
en apariencia
mientras tú no estés aquí
para tomarme de la mano
para encajarme tus uñas y dientes
en la espalda
para marcarme con tu huella agridulce
la carne, el alma y el nombre.

No estoy interesada
en desnudar mi fragilidad ante el mundo
llorar como la Magdalena escondida
detrás de mi apócope
contar relámpagos hasta dirimir las mazorcas
sin cosechar en esta tierra baldía
sin Elliot y sin rey (tú).

Me conformo con que sepas
que muy adentro hay un fuego de tristeza
que me quema
y estoy sufriendo
y muero de a poquito
y no intento ver nada que refleje
mi dura mirada,
escudera de las lloronas de clóset
como yo.

Soy la agreste mujer
de la tierra infecunda
en apariencia.
Deberías aprender a leer
mi corazón y mis labios,
hombre de mi amor.

Dime

Dime por qué no estás aquí.
Dime por qué no has querido estar aquí.
Si es cuestión de emitir menos palabras
de mi boca a mi cuaderno;
si es una incompatibilidad inequívoca de signos
los que nos entretejen la distancia.

Dime qué le falta a mi esencia,
calma, silencio, menos autonomía;
dime por qué mi corazón
no puede abarcarte el alma
calmarla, amarla en las buenas y en las malas.

Dime por qué tantas manos
y las mías no,
por qué tanto sacrificio absurdo
si me niegas el arribo total a tu puerto.

Yo sabré de historias
y de éxodos desde mi tierra
a la de los hombres sin luz,
pero no puedo comprenderte la frialdad
con la que dejas pasar
todo mi argumento enamorado,
toda mi retórica melosa
y el desplazamiento de la felina salvaje
que me aflora cada vez con más fuerza
y mientras más minutos
cambies tu perfil y tu brújula.

Amor mío,
dime por favor qué es
lo que me hace fallarte la memoria afectiva.

jueves, 25 de febrero de 2010

Los tres coincidimos

Toda mi alma, todo este cariño,
platican a esta hora conmigo:
dicen que amar es difícil,
yo les digo que la distancia
es lo que duele más.

Los tres coincidimos
en que ninguno se siente arrepentido
de haberte amado tanto.

Desobediencia

Pensé en ti en mi otro mundo
tu imagen se deslizó entre mis ojos
y se anidó como paloma recién nacida
en mi sexo.

Ya luego se fueron sumando
las huellas digitales
en hombros, caderas y costillas.
Fuimos la primer sinfónica sin luz
y con dos miembros, polifacéticos
encumbrados en el hallazgo de la octava nota
asociada aquel instrumento rojo de percusión.

Dios hizo la ventura de la música
de la misma forma que creó
las realidad alterna del sueño.
Todo fuera para restringir, eliminar
a la poesía de nuestras manos.

A mí me gusta desobedecer a Dios.

Abecedarios

Abecedarios en varias lenguas
reúnanse a mi alrededor
miren mi cansancio
de intentar decir, hablar con las manos
escribir lo que me baila en la cabeza:

ya son muchos años de derribar muros
a base de palabras
mis manos, mis dedos, mis yemas,
están cansadas de la jornada.

Dan ganas de enmudecer un rato
a voluntad propia
y mientras regresa el ahínco.

Siempre habrá humanidad
que me hará que le escriba
una carta de descontento
una opinión,
una columna que nadie lee o publica
un poema anticapitalista
un cuento con corazón inserto.

Iré a dormir
mientras el milagro ocurre.

Hoy no tengo ganas

Digo que hoy no tengo ganas
de elaborar el mejor de los poemas.

La sensualidad viaja
(de cualquier manera)
por mis formas, inconexas o precisas, a saber;

Y los versos finalmente
no tienen paradero que me hagan sonreír.

Realidad, abrázame esta noche
como todas las anteriores
en las que has teñido de tinto
la hoja blanca que envuelve a mi corazón

Árboles frutales

Demasiados árboles frutales
la verdad me flota hasta en el volante.
Una línea acuosa color negro
me acusa de sentirme finalmente
no olvidada por ti.

Tu fecha de cumpleaños
en ese formato rosa del banco
el columpio de la Alameda
que vi crecer tras de mis piernas.

Un acto de amor

Un acto de amor es callar
y esperar en la baranda
a que la noche florezca estrellas
los búhos ya no existentes reaparezcan
se forme la sinfónica noctdeambular.

Es todo tuyo:
verdaderamente no me sirve tanto esfuerzo contemplativo
si no estás tú para apreciar
los detalles que a otros
en apariencia iguales a ti
dejan pasar.

Un acto

Te compartí esta noche un trozo de mi vida;
es lo único que me queda darte
después de tantos besos y de tanto corazón.

Después de tantas cosas dichas
(más las guardadas
que jamás diré
porque no completaría con todos los planetas
del sistema solar).

Soy mucho más común
de lo que piensas:
también puedo soñar con la posibilidad de una charla
que nazca porque sí y muera del mismo modo.

Algo así como bailar descalzos sobre el césped.

Un acto que me gustaría hacer a tu lado:
Eres el único en esta mi patria
que comprende en realidad quién soy
más allá de mi nombre
y un poquito más lejos de mis deseos y aflicciones.

Dicen que los ángeles

Dicen que los ángeles andan raros
que cambiaron el éter por un rato de diversión
a las afueras de un café perifrástico
que olvidaron sus nombres
y se dedican a reflexionar largo y tendido
las inusuales maneras de conquista
perro-tigre-dragón-cielo
en donde nadie gana
pero tampoco pierde la intención
de dejar de perder algo.

Para qué la conquista
-exclaman todos
sería mejor dispararse amor.

Luego, dicen, se van a sus casas.
Nadie los ha visto llover estrellas
están camuflados
en seres comunes que depositan
la esperanza en ventanas tuertas
condominios lejanos
poetas olvidados
cancioneros del corazón.

martes, 23 de febrero de 2010

El fuego (continuación de "Mis faldas")

Y no olvides mi fuego,
nene,
el que nadie supo encender
el que me vive a pesar de mi fría sonrisa;
ése que prendió la mecha
de la bomba que me autoextingue:

Tú, tú y tú
y sólamente tú
tendrías que venir
para atestiguar el derrumbamiento
de mi muro yang a costa de no ser objeto de burlas
o caricias fútiles.

Tenías que enterarte,
tarde o temprano,
que la coraza se fragmenta
y sólo quedé, desnuda,
enamoradísima,
yo, yo, yo
y sólamente yo.

Ambos debíamos nacer
para que yo te regalara esto.

Ahora guarda este amor entre tus manos
y no lo malgastes,
que mi furia viene inserta
y llora si no comprendes
lo que es parir al amor
cuando no se esperaba hacerlo.

¡Misericordia, oh Neptuno sol!

Mi ternura (continuación de "Mis faldas")

Y también llévate
toda esta ridícula ternura:
no nací hombre,
pero aprendí que más valen
mil neuronas críticas
frías, analíticas
para poder sobrevivir
entre la jauría de los humanos,
cardumen de tiburones
que no aprecian la paz de una danza solitaria
de la danza de mi corazón
(yo solía latir muy fuerte cuando niña
ahora sólo puedo contártelo a ti cada noche
y siento que aún así estoy en el olvido).

Honestamente me estorba tanta dulzura
si no puedo compartirla
con quien yo sé
es el hombre imperfecto
que me calza a mi medida
para volver a sonreír
lo que me resta de luz terrestre.

Mis faldas

Hurtaste mi motor de amor,
ahora yo te digo:

Llévate mis faldas.

Verdaderamente no me hacen falta
si no puedo hablarte de ellas
mientras no hacemos el amor.

¿Qué soy yo?

Finalmente, ¿qué soy yo?
una secuestradora de estrellas
para su noche,
una engarzadora de lunas
para espantarle las pesadillas,
una mujer solitaria
llena de demasiado amor-bomba
explotando versos hasta donde no debiera.

Una chica cansada
con demasiadas ganas de dormir por siempre
y no emular a los vencidos
detrás de cada espejo.

Un beso, una tentativa de beso,
un aguante demasiado ancho
para esta ciudad que la calla
porque no la entiende.

Una mujer que se enamoró
varias veces,
siempre del mismo;
y sigue medio viva después del temblor.

Paradero

Se rieron porque lloré con la película
al recordar que Miguel también fue cenizas
y no supe de su paradero.

Yo más que tristeza
siento un dolor profundo
de no poder contárselo
al que creo es mi hombre ideal,
mi amigo, mi escucha,
mi mano, mi fuego.

Estoy segura que él sabría decirme
la palabra justa
en el momento claro de esta noche.

lunes, 22 de febrero de 2010

El color rojo

Me miré al espejo formado en el río sintético:
verdaderamente creo que no hay garantía de felicidad a ciegas,
simplemente me explotó el corazón en los labios
y por eso yo no quise quitarle el color rojo a mi pluma.

Si me fuera posible

Si me fuera posible empezar de nuevo esta noche
borrarlo todo, intentarlo otra vez todo,
pero de otra manera,

Iniciaría por decirte "buenas noches"
con la normalidad de mi atuendo venusino
y los labios pidiendo lunas-linternas
para tu viaje sideral de tres horas.

Hay cosas por las que una mujer como yo
podría sobornar el tiempo.

Tu existencia, por ejemplo...

He dado demasiado

He dado demasiado.
He dado demasiado.
He dado demasiado.

He querido cerrar el grifo de luz.
Renunciar, inundar los recuerdos con ráfagas de luz
hasta hacerlos una nada.
He querido cambiarme el nombre
visitar otros planetas.
Cambiar la dirección de mi hogar.

Demasiado,
demasiado,
demasiado.

Hoy subí una montaña mediana
el pasto firmó de recibido,
una petición platicó con las entrañas de mi tierra,
la petición no se conectó con las plantas de mis pies
porque yo no supe (o no quise) hacerlo.

- - - - - - - - - - - - - - - - - -...

Me quedé igual que antes de hacer la travesía
no me he levantado a causa de una esperanza
o una ilusión evasiva:
simplemente me enseñaron
que al amor se le debe dejar estar, respirar y vivir
el tiempo que desee hacerlo por su propio pie.

Añoranza de qué

Añoranza de qué,
un hueco en el ojo, entre las piernas,
en el estómago, cerca del pecho;
ocho kilómetros caminando este día extinto
su boca lejana
mis labios sedientos de él
llenos de todo esto
que no sé a dónde
si no es a su lado.

Añoranza de todas las canciones
todos los viajes
todos los buenos tiempos
todas las tardes a cuatro manos.

Añoranza de dormir al reloj bajo la tierra de mi signo unívoco.
Añoranza de parir la luz en el sueño de mis días extranjeros.

Conmigo todo lo imposible es posible;
incluso extrañar
lo que jamás se ha vivido.

domingo, 21 de febrero de 2010

Plegaria (oh, belleza enclavada)

Oh, belleza enclavada
en los espectaculares sabatinos
que a media noche descansan
sobre la espalda de una madonna azul
inmensamente azul
que me seduce,

Vigila mi cuerpo,
permíteme flotar mientras viva
en la realidad alterna
a este mundo febril
tan falto de alfas y omegas
y tan lleno de cardos sin luz.

Hasta la fecha

Él creía que realmente
su vida medio me importaba;
yo sólamente supe
que se volvió insustituible
infaltable
algo así como imprescindible
en mi corazón.

Y así, hasta la fecha,
todo va igual.

Por eso no creo en el tiempo.

Hemisferio derecho

Maldito hemisferio derecho
dijeron varios lánguidos ángeles en la tierra
siempre vestidos de azul purpúreo
y con el corazón en la mano.

Desde entonces no hay auroras boreales en oriente.

Aguanta, corazón

Aguanta, corazón,
la ciudad se viste de azul
para que tú sonrías.

Y me tomes y me olvides
me inventes, me elimines y me invoques
dentro o fuera del sueño

para luego darle batalla campal
a mi razón.

Peléate por mí,
la mujer que te cubre
y no te deja
a pesar del olvido del mundo exterior.

Desquicia a los axiomas
vuélvete canción ilógica
como me he vuelto yo.

sábado, 20 de febrero de 2010

Alteración holográfica

No ser lo suficiente
o representar demasiado.

La huida etílica
no justifica la ausencia del nombre
ni tanta crueldad ante tanta belleza etérea
ni el simbolismo de la distancia
usado como pretexto
para evitar la piel abrasadora de luceros en la madrugada.

Nadie nunca dijo
creerse juez o dios, verdugo o inquisidor.

Se es como la vida lo permite
pero se ama desobedeciendo al mismo destino
al determinismo y a todo intento
de imitación o alteración holográfica.

Línea blanca

La línea blanca
es más que enseres
de casas bien acomodadas
en el estándar de la vida normal.

Es una etiqueta
una raya en el cielo
la viuda de una página solitaria
un aroma a colonia
y a frustración del deseo.

Un traje gris,
como todo lo que quedó después
del sismo cardiaco.

Eso que ella dice

Eso que ella dice
y no lo nota ni el viento
lo guarda el asfalto
da de comer a las aves felices
ajenas a ese gris de guitarras.

Eso que ella dice
y no lo nota ni el tiempo
es una vaga cancioncita
para morderse la lengua
volverse autista
llover por dentro.

Oye,

Oye, rey de mi cuerpo,
dios terrenal de mis días,
no te tomes tan a pecho
las melancolías
que me extirpo sin tí:

Bien sabes que me hace mucho más feliz el sentirte vivo
que ganarme la lotería en sábado
y sin haber jugado.

Bien conoces ya que por ti la vida reparto
sólo para que los demás sientan
la ventura de crear y sentir al amor
como yo lo vivo.

Entonces...

Y si no quieres venir
por cuestiones de la globalización
la injusticia extrema
las distancias entre tu vida y la mía
tus ajetreadas faenas
o porque no has podido hacerte amigo
de los dragones del olvido,

entonces recuéstate en mi cuerpo
que es profundo y fuerte
por ser de Saturno y plomizo;

utiliza mi corazón
que no es tan frágil si se vuelve tu escudo,
cuéntale tus hazañas,
pídele que te cuide cerca o lejos;

envuélvete en mi espíritu,
toca el cielo y el universo y todos los planetas
que existen porque tú y yo vivimos,

ríete con mi cerebro
al fin y al cabo nació para hacerte feliz.

Que yo no puedo, ángel de esta tierra triste
hacer otra cosa:

Sabes que te pertenezco,
viva o muerta,
te amo y me debo a ti.

Abre nuestros mundos

Si es perdón lo que necesitas que te pida
entonces te ruego extiendas tu misericordia
y absuelvas todas mis imperfecciones

-incluyendo la de amarte así,
opacando a la palabra tanto-.

Perdóname lo que haya hecho
y te haya obligado a ser tumba y distancia.

Y ahora que ya los dos estamos a mano
(yo también perdoné tus crueldades
y la voz que me falta en el día
y la ausencia de tu carne y de tu alma;
de tu corazón y de tus manos),

dile que sí a la posibilidad
de cantarnos algo bueno y libre:
tam-tam, por ejemplo,
tic-tac, si prefieres,
el sonido de las pieles
platicando con las leyes de la fricción,
la bondad de algún dios
que nos dió nuestros nombres
a cambio de aguantar el mundano hastío.

Abre nuestros mundos,
amor,
reconstrúyelos
compartiendo la luz de tus labios a los míos.

Una oportunidad

Abrí el cajón que guardaba el vestido púrpura
de aquel viernes en que llegaste a mi ciudad lejana:
inevitablemente lloré
tu aroma de hombre cosmopolita y distraído
tus ojos detrás de los ojos de vidrio
esa voz inconfundible
que tanto te choca y a mí me eriza
se arremolinaron en mi regazo
chocaron contra mi pared de viento
y retumbó en mi cabeza.

Todo es demasiado breve
y los errores se pagan al momento
y aún muchos meses después
y tandas enteras de poemas con dedicatoria adjunta.

Debí decir que sí:
nunca imaginé
que te volvieras este alud de amor tan inmenso;
yo sola
ya no lo puedo cargar en mi espalda
ni mucho menos contenerlo en mi pecho.

Ven un rato,
acompáñame a cargar esto
que me da vida y me extingue al mismo tiempo.

Yo te daré algo más
que la sonrisa azul que me caracteriza siempre
me despojaré del disfraz de mujer indiferente

Enviaré a un dragón para que extermine mis miedos.

Mezclaré el olor a frutas de mi propia estación primavera
te daré todas las historias posibles
en un sueño con desvelos.

Te haré el amor como en mi país
las mujeres que no somos humanas completamente
lo sabemos crear.

Amor mío, hombre imperfecto
(pero exacto para mis ojos, mi vientre y mis días):

Danos una oportunidad.

La playa

Libre de toda culpa
encallo en la playa de las flores
que te pedí cuando nos soñamos
que cultivé para extraernos el sueño
de nuestras manos, de nuestras mentes,
del cansancio de besarlo todo,
de dar de brincos en la nada.
De nuestras solitarias almohadas llenas de desvelos de otros
de la sangre por las guerras,
del dolor sideral de sentirnos en el olvido.

Gracias por lo que sea,
pero le hace bien a mi corazón
saberte vivo en este lugar de egos
y filosofías amorfas.

Gracias por lo que quieras,
pero me haces bien
con tu simple estar y respirar
y no juzgarme ni poner a prueba
el valor de lo que te regalo
a cada minuto,
cada momento,
te escriba, te hable, te sueñe
o no.

Estás aquí
y yo te amo.

Libre de toda culpa...

Hoy que te pienso

Hoy que te pienso
te reconozco como lo más sagrado
en medio del desierto;
y puedo jurar que ya comprendo
que antes de ti era cualquier venus
vagando en existencialistas amaneceres inciertos.

Ahora hasta los semáforos me rinden pleitesía
como si entendieran que yo brillo
a diez mil kilómetros a la redonda
para ver si así uno de estos felinos días
agarramos valor
y nos decimos algunas verdades,

como que soy completamente equis para ti
y que yo a ti no te puedo querer porque te amo.

A veces (casi siempre)

Me aburren las hojas de los libros
que supongo podría leer a tu lado
pero no es así.

Ya sabemos las razones.

Como me aburre tener la lavadora platicándome
a falta de tus gestos piscianos,

Y los parques sin niños felices
las naranjas pudriéndose en la canasta
los sábados alegres sin ti.

He pensado, amor mío (sin mí)
que el aburrimiento se aparea con la tristeza
y es tristeza lo que llevo dentro
cuando me olvido de todo
y recuerdo
y cuento
y siento
todo el amor que se me aglutina en los poros
toda su metamorfosis en dolor.

A veces (casi siempre)
y desde que te amo,
creo que soy un embotellamiento de amor
y me parezco a las naranjas que te conté.

miércoles, 17 de febrero de 2010

Crepúsculo de febrero

Me harás falta hoy por la tarde
igual que como me hiciste falta
hoy al amanecer.

Invierno pesado, este que vivimos
mi carne, mi corazón,
mi alma y mi nombre.

Sólo este amor
mantiene viva mis hojas
a la mitad del trayecto
de mi flor y de mi vida misma.

Cántote una luna prematura
para acoger bien el crepúsculo de febrero.

Perdóname

Perdóname si hoy
no puedo darte suficiente amor:
hay una tristeza
que me invade el cuerpo.

Ausencia de ti,
hueco de tu corazón en mi cama,
soledad de tus pasos en el frío de mi ciudad pequeña.

Signo canino chino

La crueldad es tu fuerte
y mi lamento de signo canino chino:
hombre sin montaña,
desierto en flor,
dime qué has hecho
que yo siempre te puedo perdonar.

O por qué te amo demasiado
hasta rayar planetas
y dejarlos en ridículos corazones azules.

Mis manos sin las tuyas

Mis manos sin las tuyas
acrecientan el vértigo en mi sangre
y me retan a brincar el vacío
pensando que tal vez
me equivoqué de holograma
y tú me esperas amoroso
en otra parte del universo.

Así te sueño, me sueño,
nos sueño
con los ojos abiertos
y el corazón redoblando de una alegría extraña
pero alegría al fin.

Vuelve a casa pronto,
amor.

Testamento a diez años luz

No me va a importar
el día que quede el último humano
y me deje sola.

Me importa, me da miedo,
pensar en la posibilidad de tu ausencia
y saber que no te he dicho otra vez
que eres mi cielo,
un elemento imprescindible de mi raro universo,
la razón para mantenerme con viva
entre tanta jauría de desquiciados.

Nada ha cambiado

Nada ha cambiado
puedes mandar preguntarme
lo mismo de hace dos años
y yo sigo diciendo un sí rotundo
aunque no sepa ni para qué
(será que esto es de sentir y no pensarlo mucho:
la razón olvida el motivo del universo).

Golpe de pecho

Tam-tam-tam
golpe de pecho:
hoy es miércoles de ceniza
y la gente evita comer carne
y las armas y la pólvora
y la muerte se esparcen
como biblia al viento.

Tam-tam-tam
golpe de pecho:
hoy es miércoles de ceniza
y yo rezo
por todos los muertos
que no debieron ser.

Sonrisa firme

La cólera no es por ti,
más bien es mi arma autodestructora:
no puedo esperarte
con la sonrisa firme todo el tiempo,
¿quién fregados te dijo
que estar así no implica
al mismo tiempo que un inmenso amor
un terrible sacrificio del alma?

Y sin embargo,
te pronuncio feliz mucho más rato
de lo que te lloro a la hora de dormirme.

Sin ti, todo un mundo,
todo un hueco, toda una esperanza del todo.

Contigo, hasta la luna se multiplica
y me regala brillo en technicolor
para estar ad hoc con tus deseos.

Duendes

Me dicen que les ilumino el día,
me abrazan,
juegan conmigo a hacerme enojar;
juego, me cuentan chistes,
lo que hicieron en su "finde",
sus penas de amor -con mi consecuente ¡oh,
pero si la vida es tan bella a tu edad!-...

se juntan a embellecer sus nítidos rostros
(todavía llevan en sus caras
el rastro del ángel que fueron).
Sus manos crecen, se alargan,
toman mi bufanda,
juegan a ser árabes con ella.

Son como duendes:
me pierden los marcadores, las respuestas
que curiosamente ellos sí hallan en el techo
y me enseñan la lógica de la vida actual
a pesar del rictus de dolor
por ser arrancados de su fuero interno infantil.

Y yo los amo
les tomo una fotografía con mi memoria
y me pregunto por qué ha de ser así,
por qué he de ser su madre temporal
y quedarme con el corazón achicado
al terminar el curso.

martes, 16 de febrero de 2010

Que tu memoria

Que tu memoria te platique, cielo mío,
que aquí está la mujer que dio sus ojos
para no saber más de ti.

Eso pudo denominarse
amor del bueno
en tiempos de Schumann y Beethoven.

Yo lo llamo martirio
un karma inmerecido
por parte de nuestro amigo Dios.

La alegría inconmesurable

Maldita sea la hora
en que dimití mi fuerza
y finqué mi paz
en la espera de tu alma y tu carne.

Soy una muñeca de trapo:
demasiadas cosas han pasado
y yo ya no me siento en el punto exacto
para hacerte vibrar.

Arrincóname otro poco,
cuéntame cómo hubiera sido
la alegría inconmesurable
de nuestros días juntos.

Los cuatro violines de Vivaldi

¿A quién le importa, después de todo
que los cuatro violines de Vivaldi nazcan
como fruta dulce en la madrugada
si no he de saber dónde está mi tierra?

Alguien se ha llevado
la razón de mi nombre,
S.O.S., Locatel, Dios,
devuélvanme lo que era mío,
por favor.

Este acorde

Es esta sal que cubre la enredadera
diadema que no fue
pero que vendrá algún día de mayo
como preludio al diluvio universal .

No hay alud ni monte
es este llano, cicatriz de desierto
con destino al olvido.

Es este acorde que pudo darme miedo
y todo se viene encima
todo falla, todo duele,
no hay un punto que conecte
la divinidad con lo que he sembrado,

Me preocupé, ahora no sé para qué,
más valdría descubrir
que soy el sueño de un vagabundo.

A alguien se le olvidó desecharme al despertar
y por eso tiemblo y soy euforia.

No sé por qué aún no estoy muerta
el tiempo se está tardando en llegar.

lunes, 15 de febrero de 2010

Recordatorio:

Cuando la nada te persiga,
cuando el odio te lastime demasiado,
el hastío te pregunte qué has hecho
con tus canciones,
y el rencor te obligue a no olvidar quién fuiste,
mi nombre estará buscándote
con los ojos cerrados
y la luz de faro ventricular
a puerto abierto.

Sólo tú podrías quitarle el insomnio,
regalarle la paz,
inculcarle otro modo de entender la justicia
con tu voz de viento del desierto
a este regalo de luz que obtuve
con la inicial de mi nombre a cuestas
y como rampa lunar.

¿Quién dijo que yo no te necesitara siempre,
quién omitió decirte
que para algo te podría servir mi presencia
aquí en la tierra de nadie y de todos los locos del mundo
aglutinados
y en espera de la redención?

Bebo distracciones

Bebo distracciones
para no salir
de esta realidad tuerta
y empacar hacia el sueño vigilante
de mis deseos más ocultos

(expuestos, irónicamente,
en este lugar).

Lo más sagrado

Puedo caer
pude caer
he caído.

Como he llorado y lloro
cada dos por tres;
como he sentido y siento;
cuando miro lo que otros no ven;

Antes que mi nombre
me llamo mujer
y es lo más sagrado
que me pudo legar mi madre
al momento de salir de su vientre.

Yo me pregunto

¿Qué es lo que queda
después de estas tropas
su tropel sobre algo más que mi cuerpo
-el corazón, quizás,
en tiempos de demostrar fiereza
y hallarse sólamente
con el empaque de polietileno
que es este suéter gris que no cubre el frío?

Azul, rojo o amarillo

No se trata de ponchar la esperanza
con decretos extraños
o mensajes inscritos en frentes azules y frías.

Azul, rojo o amarillo:
no me importa demasiado
quién escala cuántos peldaños,

Yo más bien sacaría la casta
por todos estos años en que he vivido festejando
a un fantasma
y empezaría a trazar un plano
de una lumínica realidad.

A ese nombre singular

Para Livio
"¿Por qué no?"
(De "Alicia en el País de las Maravillas")

Si tuviera que cortarme la lengua
o la luz para no teclear más palabras sin anverso
o dejar toda mi colección morada y roja
a cambio de no perder tu abrazo
de hombre tiernísimo con corazón de yin
con gusto me la juego,

Incluso mi carácter explosivo
marginal de toda ordinariedad no saturnina.

Y aunque tal vez jamás nos ganemos
el cervantes por narrativa o poesía
o el pullitzer cuando seamos viejos
creo haber ganado dos cuarzos
y una piedra del camino del cuatro
varios cafés acuosos
y maldiciones por millar.

Y la confianza de rogarte
que jamás te vayas
y sigas aguantándome la melancolía
y mi peculiar estatus bipolar.

Gracias por tener ese nombre singular
gracias por estar.

Carnaval de egos

Despertó y aquello
era un carnaval de egos
caretas vistosas
brillantes ojos de zafiros
detrás del opaco cristal.

Caminó directo hacia el infinito
como queriendo hacer parada
en lo importante:
hay mejores cosas para relatar
que un fiasco vespertino.

domingo, 14 de febrero de 2010

Después de todo (Se trata de amor)

Después de todo
se trata de amor,
vida mía,
de eso te he hablado todo este bendito tiempo.

El kit incluye espasmos de melancolía
arrebatos de indiscreción
fluidez de sentimientos entreverados
en tu sonrisa leve y queda.

Después de todo
se trata de amor,
niño mío.

Un amor justo para un mundo justo
loco y desajustado
abstracto y honesto
como el mío.

Después de todo
he estado hablando de lo mismo
durante años luz
que son meses humanos.

Extraordinariamente no hay cansancio
porque es lo más honesto que he parido
desde que supe que soy mujer
y trascendí la fecundidad de mi cuerpo.

Un día

Pero si se trata sólo de un día
y no de una vida entera,
me dijo el señor invisible
antes de aterrizar
en esta tierra de corazón sin fondo,
cuando decidí ser mujer y no ángel...

Aún ignoro por qué habría decidido tal cosa
o si él me empujó para estar aquí.

Es lindo, el paisaje,
¿verdad, amor?

Mis binoculares etéricos
te acarician los labios esta noche.

En éter

Suspéndeme en éter
como tú lo sabes hacer,
bórrame la cara
el corazón y las caricias
con tu capacidad de héroe del olvido.

No muero porque no hay delito de amor
que merezca esta pena no corporal.

Y la flagelación la vivo a diario
cuando tu boca se separa de mis días.

Vénceme

Vénceme uno de estos días
y yo te daré
la libertad del mundo entero,
amiga melancolía,
concubina de la soledad.

Eres importante en este mundo

Eres importante en este mundo
y en el mundo de mi caos interno
quizá para que le aumentes las revoluciones
a su centrifugadora
o tal vez para girar dentro de su centro
sin padecer vértigo.

Mi historia estelar
se alimenta de tus gestos involuntarios.
Como cuando, por ejemplo,
le da un portazo a mi transparente corazón
(sobre todo en los días
cuando te da por no mirar al cielo);

O cuando me haces sentirme llamada
por ti, por tu cuerpo,
por tu vibra, por tu sangre,
por todo lo que hay de ti

y yo sucumbo y te respondo
y brota la telepatía de mí hacia tu nuca
convenientemente en la madrugada
-y si puedo, a otras horas,
la cosa es reponder a tu señal de onda corta-
escribirte, escribrirte tanto
hasta que concilies el sueño.

Hasta que te creas que en verdad
estoy contigo -aún sin tocar mi cuerpo-
y que todo estará bien porque yo lo he dicho
-aún sin ser dios-.

También los hay, días en que te gusta
dejarme pasar
sabiendo que volverás de rato
para despertarme en medio de la noche húmeda
robarte lo único que es enteramente mío
e inspirarme la veintena de poemas
que te escribo por telepatía
mientras imagino -o supongo- que recibes
por tu ojo y tu brazo izquierdos.

Eres infaltable en este mundo
y en el mundo de mi caos interno
por las cosas que ya te he dicho
y por otras que me callo para no perderlas nunca
ni siquiera entre tus ojos:

Son signos y señales y símbolos que nos regalamos
-lo neguemos o no-
el uno al otro a campo sideral abierto...

Y aún más importante que todo esto
es el te amo de todos mis días:
sin ti, el absurdo ya me habría tomado por esclava
y la nada reinaría en mi reino rojo azul.

Eres insustituible en este mundo,
hombre extraño, regalo de cuando estaba de buenas
un buen día nuestro extraño dios.

Contigo todo, amor,
por ti, la vida misma y la siguiente,
corazón.

sábado, 13 de febrero de 2010

Infinito

Niño mío,
hombre gruñón y alado,
premio mayor
en esta etapa de mi vida,

a estas alturas de nuestros tiempos,
nuestros días
y nuestras involuntarias colisiones
que le dan la pauta a mis poemas,

me atrevo a decirte
que creo que ya has entendido
lo que yo siento a cada segundo:

mis palabras son insuficientes
como el lenguaje mismo
y ni las flores de papel con tinta
ni las estrellas de letras luz
son capaces de igualar
a este universo

que nadie podría explicarte
la belleza de todo esto que has sembrado
porque yo lo he querido

acaso sólamente han podido
manifestarte mis verdaderas intenciones:

amarte tanto como le sea concedido
a esta mujer de una galaxia alterna;
alargar los puntos en los que habita
la etapa que te regalo.

Convertirlas, incluso,
en la posibilidad del infinito sideral.

Cápsula de luz

Entiendo que hay muy poco,
entiendo que es demasiada niebla
entre rojizos amaneceres
de gritos y desesperanzas
demasiadas horas
para sentarse frente al televisor
y no poder hacer nada.

Pero, amor,
si yo antes de pronunciarte
ya te sabía híbrido de ángel y héroe,
yo ya sabía que no es sólo cuestión
de oír, cantar, gemir o quejarse.

Lo aprendí de tu cápsula de luz,
mucho antes de mover mis pies
en dirección a tus ojos.

Creo en ti,
y tal vez por eso también
te amo tanto.

Patria-corazón

La perfección no:
hoy me siento vulnerable.

No me digas nada
no azotes mi alma
y tampoco sonrías ironías

si no sabes
el río y la lava que platican
en mis adentros.

Esta nube que no es gris
(pero es lluvia y tú sabes
que para sobrevivirla, sólamente contigo).

Y los mojan
y me acarician
y me invitan a lanzarme a mi propio olvido.

Pero yo no los dejo.

Porque aún creo en las buenas cosas
como la vez (una de tantas)
en que me percaté que más que quererte,
te reconocí propio de mi patria-corazón
e infaltable en mi cósmico cuerpo-habitación.

Un escudo

Un escudo con mi cuerpo
una espada con mis labios
una armadura con mis palabras
un pañuelo con mis manos.

Así te protegería
pensando que por las noches
desvestirías mi encantamiento
y me volverías la flor celeste
frágil con pétalos ya sin coraza
que siempre soy por dentro.

Circunstancias de mantos índigos

Fui la ternura que no puedo ser
cuando abro los ojos
mis manos fueron seda
y mi sonrisa no tenía nada qué temer.

Fui la dulzura y la entrega de un corazón libre
la cinta suave que desata los prejuicios
la voz de ángel que no tengo en la Tierra
y mis brazos la guarida
de tus frentazos y tus miedos.

Hubo luz, demasiada.
La perfección visitó mi almohada.

Lástima que Neptuno
a veces sea tan cruel
y lástima que al Sol
le dé por salir
en estas circunstancias de mantos índigos.

jueves, 11 de febrero de 2010

Tambor, seré fuego sacro

Tambor, dibuja y moja en mi vientre
algún bonsái para contarle historias
del campo que nunca fui
pero llevo en las pestañas negras.

Escucha mi propio retumbar
en el lado poniente de la Vía Láctea.

Es el aullido de una enfermedad de ausencia de ti
Tú eres la metafísica y la medicina juntas.

Tambor,
voy a untarme un fuego sacro
para ser señal y me veas.

Casaluminosa

Si te confesara
que fue precisamente hoy
uno de esos días
en que más haces falta,

vida de guerrero a contraluz,

comprenderías
por qué los saltos dimensionales
los silencios inundados de besos
y el aroma de la fruta
que debería nacer en abril
pero lo ha hecho en febrero.

Y es que hasta la luz de mi faro,
mi casaluminosa
con sede en el pecho,
hoy sintió el cansancio
de llamarte sin conocer
la respuesta de tu nombre en mi vientre.

miércoles, 10 de febrero de 2010

Llavero

Un beso tuyo
colgado de llavero,
tu frente como brújula
tus manos como escudo

y yo abriría todas las puertas
ahora cerradas.

Los mundos perfectos
ahora dormidos bajo las piedras
serían todos nuestros.

Cabina hueca

Sopetón.

Raspadura.

Sangrita en las rodillas.

Cabina hueca.

Así se siente
el sueño frustrado.

Es a esta hora

Es a esta hora
de mi propia noche
cuando reparo mis defectos
y me reclamo a mí misma
el no saber hablar a gusto
con la soledad.

Y todo, excepto tu nombre,
amor,
pasa al cajón de los enfermos de mi olvido.

MiniSoliloquio

Quién sabe todo lo que a mí más me pueda dar
esperar entre los años perdidos
hasta saber
si ella regresa.

Tambor,

Tambor,
no te escondas de la madrugada;

vuélvete la paz de esta noche
en que preciso de tu retumbar y tu abrigo.

Haz que suceda el milagro
de que mi mundo ordinario
naturalmente gire
sin que yo piense mucho en él
por dedicar todas mis neuronas a ti.

Ola general

Si no supiera
que eres vulnerable
cuando nadie está
para arrullar tu luz y tu sombra

me perdería
en un mar de tristeza
por tanta y tantísima crueldad
que sin quererlo ni saberlo
a veces provocas.

Pero ya ves,
resulta que tengo parabólica integrada
al corazón
y te escucho lamentarte como un niño...

Es ahí
donde
sé que debo desplegar mi manto
fundirme con la noche
y esperarme
hasta que al fin duermas o camines o rías otra vez.

...Supongo que así es el amor
para quien no pertenece a la ola general.

Azul invertido al pronunciar tu nombre

Decido que no tengo tiempo
para dejarme atrapar
por el embrujo de la ironía:
ya sabemos que te llamas crueldad

y no importa
si la veo de cerca o no.

El caso es dejar la ropa
para elevarse muy alto
entre los velos y los cristales
de este mar azul invertido y volátil.

No sé por qué me habría tocado
aprenderlo contigo.

No suelo cuestionar países
sólo las veredas.

Por eso me siento feliz al pronunciar tu nombre.

martes, 9 de febrero de 2010

Abre las fuentes

Abre las fuentes, amor
-Rafael Alberti
Abre las fuentes, amor
e ilumina la foto que no tenemos juntos
pero que podría resultar
con un flash de sonrisas;
Abre siquiera un resquicio de madrugada
o de mañana poluta
o tarde densa bajo cornizas grises
y penetraré como espada de luz
que no corta
porque inunda la vida misma.
Abre las fuentes, amor,
tú y sólamente tú
y tus brazos de cielo multiplicado
y tus ojos pequeños y tu estatura justa
pueden lograr el milagro
de volver a lo que no he vuelto
desde nacida:
ese lugar del que soy la reina
y que te entrego todo a ti,
si tan solo abrieras las manos
para tomarlo.

El estado puro de las cosas

El estado puro de las cosas
no es el de las frutas de oriente en primavera
eres tú,
desde tu semilla hasta tu boca
y soy yo
cuando camino las aguas ligeramente
y me olvido callar
porque no vale la pena
oprimir el dedo contra el volcán.

Tambor, retumba otra mañana

Tambor, retumba otra mañana,
y al atardecer,
escóndete entre mis piernas
y vuélvete mano serena
para hacer brillar la noche.

Tú permites que el mundo se abra
como pariendo universos de tu boca
y mi cuerpo vibrante;

tú haces la magia
con sólo pronunciar tu existencia
en el estado otrora tibio
de mis notas.

¡Shh...!

Silencio,
no me despiertes
a no ser que vengas aquí
para decirme que estarás conmigo
un momento eternizable.

Voy a dormir la muerte en vida
en lo que regresas;
voy a aspirar la dulzura de la flor y el canto
y me quedaré flotando en ella
hasta que me digas
que has venido por mí
y me has despertado
para cantarte el éxodo
de mi patria hasta la tuya.

¡Qué manera!

¡Qué manera de extrañarte,
cielo que en mi mente es azul
aunque te dé por vestirte de niebla!
¡Qué manera de aguantarme,
morderme la lengua,
pellizcarme la piel y atarme los brazos
para no contárselo a tu sombra
a tus zapatos, a tu insomnio, a tus lentes,
o a tu boca!

¡Qué manera de necesitarte,
donde quiera que te encuentres,
sea como sea que vivas el mañana
y malgastes tu presente!
Si hasta yo te he llegado a ver
enredado entre los rayos del sol
y de las bicicletas absurdas vagando
por esta jungla asfáltica;

te he divisado
en los muslos de los niños jugueteando
y en los brazos múltiples de los amantes
que no guardan discreción
y sí el campo de batalla en los camiones
con su abrazo a puerta abierta sin puerta.

Y te escucho en las notas
de las canciones de pubertos y ancianos
y en las que yo no cantaré
porque aún no se inventan.

¡Qué manera tan brutal de extrañarte,
ángel terreno mío, regalo de Dios
que jamás esperé tener
y por eso quizá
no está en mi puerta!
Si te he visto hasta entre las bestias
cuando ennoblecen su paso,
y en el caos mismo
cuando es melodía y no cefalea.

¡Qué acuosa, ansiosa manera de extrañarte,
vida mía!
¡Qué manera de extrañarte
qué manera de necesitarte aquí
aunque fuera un segundo
de estas humanas vidas!
Si el llanto es la debilidad desnuda
de la mujer en esta estadía,
mi necesidad de ti es la debilidad
de un ser que no pertenece a la galaxia misma
ni a esta tierra.

Que se mueran todos los meses

Que se mueran todos los meses
y los nombres de los dioses
que se borren los dibujos en papeles
y los universos alternos
y todas las hermosas noches.

Que se borren del mapa los ingratos
y se eliminen los días sin ti

Y que todo vuelva a llamarse por su nombre
que el sentido de las cosas
agarre el sentido de nuevo y para siempre
como la primera vez
que te dije que te amaba.

Estos instantes de locura

Estás loco
si realmente piensas
que alguna vez yo no he deseado
estar un sólo día
(uno sólo, enterito, mío),
sin tenerte atado a mi pensamiento,
vivo dentro de mí
y de todo lo que hago.

Estoy loca
por decírtelo

aunque no me valga de nada.

Y otro tantito más
por creer
que el mundo vale oro
y la vida diamantes de luz
por estos instantes de locura perdida.

Cuento de hadas (esto no es un)

No voy a desgarrarme
en una pieza de ópera,
no daré vueltas en espiral
al sonido de una flauta hipnotizante,
ni me adentraré al bosque más profundo
para ver cómo ve vuelvo cenizas -o loca-:

Verás,
cielo que quisiera fuera mío,

Esto no es un cuento de hadas

y en mi mundo tú eres algo más.

Lo esencial en mi vida,
quizás.

No hay fórmula

Hasta donde sé
no hay fórmula para vencer a la voluntad
en términos del amor.

Y vaya que yo soy una voluntariosa
y por voluntad quise arrancarte de mi frente.

Me venció todo esto
y no me arrepiento de sentirlo.

Menos mal

Menos mal
que yo aún tengo ojos
y tú letras

y yo palpito igual...

tal
y como si fuera la primera vez
que nos hablamos.

lunes, 8 de febrero de 2010

Digo y no digo

Digo
y no digo.
Digo
y no digo.
Digo
y no digo.

Tal vez
porque la palabra limita
y hasta mi voz en este papel
-ciudad que se forma
de estas letras-edificios
para nunca más dejar de serlo-
no abraza
no cumple su misión entera
de abarcar todo este universo.

Que se hizo por ti
desde ti
para ti
y con y sin tus labios
igualmente es tuyo.

Digo
y no digo.
Digo
y no digo.
Digo
y no digo.

Porque espero la señal
más absurda
para hacerlo
y no hacerlo.
Y tal vez
porque me gusta
sentir
que puedo derribar todo
porque este amor...

Mimetizada
en alfombra celeste o blanca;
misma cal y mismo barro
con que fuimos hechos
el mismo ruido de nuestros pasos
que son como corazones
divisando el naranja
en la terquedad de dos pieles juntas.

Digo
y no digo.
Digo
y no digo.

No compondré
los relojes pasados.
No opondré objeción
a la distancia del tiempo
ajeno.

Arreglaré
los relojes futuros
por si las ganas fracasaran
embozar su mediocridad
de un solo tajo.
No permitir
que este regalo muera.

Diré todo
entregaré más que mil palabras.
El alma, sin dudarlo,
mi tiempo, por supuesto.

Ello,
si pones luz verde
y echamos a andar el coche;

o si simplemente
me regalas tus minutos
a cambio de todo esto
que pareciera nada
y lo es todo para mí.

sábado, 6 de febrero de 2010

Futurología

Algún día
cuando reunamos los espejos rotos
podremos ver
lo lindo que es este manto índigo
cuando sonreímos
y no nos importa mucho el tiempo.

No es retórica esperanzada:
yo lo vi alguna vez en tus ojos.

Futurología del amor,
puede ser.

Anclaje

Puedo anclar esta tristeza
en el fondo de mi mar más absoluto
acompañante fiel
del inicio de mi propio nombre.

Sacar la lengua para probar trozos de sol.
Platicarles a qué sabe la belleza de la luna.

Pero nunca bajo el manto índigo
que me espera
a las afueras de mi casa
y en el celular vacío de memorias.

Desbandada

Todos salen en desbandada
los cinéfilos y yo;
platican, comentan
dicen alguna que otra
tarugada.
Planean,
se bañan en aguas de ilusión
de crítico por un día.
Recortan al conocido.
Paran el tráfico pesado de chaquetas
con sus besos cursis y planos.
Resbalan con el pasado
mitifican su presente
y cubren de gloria su hora futura.
Hacen un banquete de suéteres y bufandas
al cual yo no estoy invitada
y si lo estuviera,
me declaro estar aún no lista.

Cae

No sé si sea cierto
pero hay algo
muy en el fondo
de mis ojos café oscuro
con aro índigo
que cae
cae
ca
e
y no hace eco
su golpe
y jamás
su cuerpo
regresa
ni flota
en mi boca.

Archipiélago

Seco, el entorno que florece
reta este paso con olor
a fruta en su punto.

Demasiada algarabía
-barata o no
decimos otro tema-
demasiadas palabras
para acoger el manto de la noche.

Hasta un eco de nada
se repite tres veces tres.
Se aclara la visión:
es ahora más fácil contar
el montículo de islas
danzantes y superficiales
que formar parte del archipiélago

jueves, 4 de febrero de 2010

Suite austera para piano

Piano, piano, piano:

Hoy se platican las pilas de faros de autos
entre ellas
como címbalos de argenta

y no resonarán sus dueños
los tambores africados
en esta suite austera.

Razones no,
música y ya.

Y más que mujer

Y más que mujer
me encantaría ser manto
para así cubrirte los temores
a la oscuridad de este mundo.

miércoles, 3 de febrero de 2010

¿Se valdrá?

Me pregunto

Si se valdrá decir
acaso
en este lugar
bajo ningún pretexto
más que el de ser poeta
que soy una lágrima detrás
de esta careta
de valemadrista y temeraria autista
cuando me digo
qué ciega estás
por no tenerte conmigo.

Insisto,

¿Se valdrá acaso
despojar de las capas
a la verdad
a pesar de todos los sin embargos del mundo?

O dicho de otra forma

No tengo el dato preciso
la noción o la certeza
si mi mundo que corre
como río paralelo a todo
será objeto de tus pensamientos,
ni tampoco le sobran rastros a la memoria
que indique la veracidad
de esto que ebulle
como experimento de química de secundaria
con bicarbonato y agua mineral.

O dicho de otra forma,

no sé si estarás pensando en mí
o por qué será que te siento en mi panza
temblorosa, ferviente,
tan llena de mariposas, o de ti,
ese hueco que es boca y es sal y es miel
y no quiero mostrárselo a nadie más
porque soy mar de un sólo faro.

Se abre la noche

Yo me quedo con esa pregunta
para alargar lo poquito que me queda
de sueño.

Aula doscientos uno

Decíamos que Porfirio y su árbol
Porfirio y la extensión de las ideas.
Lo Universal.
Luego nos fuimos todos y vagamos siendo estrellas
comimos luz, tomamos agua de planetas
bailamos con la música de sus quinceañeros ojos.
Dilaté mis pupilas:
eran los mismos engendros
y no eran los mismos:

Presencié la metamorfosis
del desdoblamiento sideral
en el aula doscientos uno.

Extranjera

Para Susana Mendoza
in memoriam

Raíz de viento
te hiciste llamar al final
sucumbir a las espinas
tocar el claro de luna
con tus dedos agridulces.

Sembrar caos y paz era tu idea.

La tierra te nombra propia;
el mundo y el dolor, extranjera.

martes, 2 de febrero de 2010

Conceptos formales

Tengo en mi cabeza
varios conceptos formales (vulgarmente ideas)
viajes sin retorno
prístinos y caducos
de este mundo no rutinal.

Creí que eran recuerdos.

Y ahora, a hacer casitas de naipes
para habitarlas con los dedos mojados
en las babas de un tigre polar.

Lavatrastes

Y no supe si el lavatrastes olía a fiesta
o si quitaba el cochambre festival

en todo caso,
no sé a qué huelen éstas.

La resaca de la alegría casi orgiástica
es lo bonito que queda en el objeto formal
de toda idea que luego es recuerdo
que vuelve a ser idea
antes de caducar en la tierra.

Y los olores son para escribir poemas lindos.

Omeyocan

Las flores son flores
porque esa es su esencia
o dicho de otro modo
me sirve que seas flor
porque hueles a amapola en el desierto
y eres tallo de aroma
que es sendero para llegar feliz
al Omeyocan
de mis antepasados.

Un océano

Un océano hecho de un charco
no es un océano,
es un oasis para los ciegos
que creyeron divisar el nuevo mundo
desde ultramar.

Ploc. Ploc. Ploc.
Suenan los desvelos
de la húmeda noche.

Ploc. Ploc. Ploc.
Hay que dejar ser marinos
a quienes nunca han de llover trigales.

Sorprendí al viento

Sorprendí al viento con alas de crisálida invertida
palpé lo original en los soldados
que no son de la patria:
son del asfalto, de estas llantas
insurgentes del vuelo blanco sideral
hacia la nada, hacia la nada
hacia la nada vuelan ya.

Distracción de mapas

Distracción de mapas
(o confusión adrede de las brújulas perdidas):
lo de hoy es perder la cabeza
y no el corazón.

Copyright

Aparécete,
pecto de
oro molido
razón por la que nuestros antepasados
no dieron la vida
y se fueron lejos del absurdo de las noches.

Es momento de arrancar la cruz
emular a las esferas del dragón de la tele
secar el temporal que llevas dentro.

De reír hasta encontrarle sentido al apelativo;
de ponerle copyright
al inmolado bermejo de siempre.

lunes, 1 de febrero de 2010

Arar la tierra

Arar la tierra que está así
como oración de barro y miel
como plegaria de estrella entre campo minado.

Sembrarle flores
orquídeas, nenúfares de otros mundos.
Sentarse a ver disiparse el acre de la lengua
la acidez de los labios.

Arar la tierra que está así
como regalo de dios
en nuestras manos.