Oh, belleza enclavada
en los espectaculares sabatinos
que a media noche descansan
sobre la espalda de una madonna azul
inmensamente azul
que me seduce,
Vigila mi cuerpo,
permíteme flotar mientras viva
en la realidad alterna
a este mundo febril
tan falto de alfas y omegas
y tan lleno de cardos sin luz.
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