viernes, 30 de diciembre de 2011

A los virtuosos

Por la música del helio y la fiesta del sol
cada mañana de mayo.
Por el cantar de los zapatos bajo la lluvia
y el trayecto justiciero de las estrellas
(lo que es arriba, es abajo).
Por las lunas y la escafandra que compraré
otro día de septiembre.
Por el silencio primigenio
esperando por una palabra nueva.
Por el misterio que aguarda, maravilloso,
en cada cuento leído,
en cada trazo ficticio que está por venir.
Por las canciones en el viento
en el agua, en los niños, en el desierto.
Por el granate del fuego,
y los diamantes de las lágrimas
refulgiendo la fuerza contenida en ellas.
Por la sinfonía del tiempo humano,
réplica de la música de los astros.
Por las fotografías, beso intacto de los años.
Por el aroma de los enamorados,
el temple de los amigos
y el tornasol del amor,
prisma de rayos infinitos.
Por Miguel y Margarita,
los túneles del destino
y sus caricias.
Por los maestros en todas sus categorías
en sus artes y flaquezas
en sus tesoros y sus fronteras.
Por la tinta impresa
y la que está por deslizarse
en la piel desnuda del pensamiento humano.
Por el chocolate amargo,
por las caras nuevas y las entrañables.
Por la adrenalina de los contratiempos
y las arrugas en la frente.
Por los manifiestos de los carros combatientes
de los seres que dibujan mi ciudad.
Por los colores de la inocencia en los globos,
en las cenizas y en las almas
de mis seres amados.
Por el cantar de los ángeles en los camiones
en los mercados, en las escuelas. En el barro.
Gracias por los listones de viento y sal
trayendo lenguas diversas
de uno y otro lado de la Tierra
de uno y otro lugar de la Historia.
Gracias la sabiduría y la humildad de la Luna,
el vals de los mares diciendo "sí" a cada día.
Gracias, Vida por la vida,
gracias por la Gracia.

miércoles, 28 de diciembre de 2011

Brindis de fin de año

Para el amor de nuestros días
que eres tú y soy yo danzando
los tambores de nuestros antepasados
corazones bravos sometidos
a la música del primer silencio.

Para el amor de nuestros días,
animales blancos cantando odas
una caricia anticipada por el deseo
seres alados multicolores recitando Góngora
la primavera de Praga, la de Arabia
y la de Orión.

Para el amor de nuestros días
kleenex, papel sanitario
hojas enteras desnudas transitando
por nuestros ojos antes que por nuestras manos,
agua bendita para limpiar el caos
sudor volcánico y sol.

Para el amor de nuestros días
estas coplas viejas
armarios vacíos, lenguas muertas,
cansadas, despiertas.
Un día prolongado absteniendo la tristeza,
una bailarina de vestido blanco
diciendo estas líneas,
una bailarina y un ejecutante
para el amor.

Incógnita

Quién serás tú
que evito las formas de la muerte
y abrazo, demente
la claridad de tu sabor
a medida que pasas por mi tiempo.
Quién serás tú
canción dulce
nombre común entre los valientes
que oro y despido la tristeza
elevándome, entera
desde mi propio pasto azul.
Quién serás
planeta,
quién serás tú.

Crepúsculo

Pasa que fuimos muy viejos
así no hay lugar posible para el reproche.
Tu caballito de mar
se hundió entre las nubes
dejándome las manos libres
para cantar otra ave.
A quién puedo ir a reclamar
esta arena silenciosa,
el vestido de otro día se alista
calla, escucha,
observa cómo baila
a pesar de la inercia dormida en mi cuerpo.
Cómo no callar, si fuimos muy viejos
la cobardía es propia de estos años.
A mí me quedan collares nuevos
zapatos verdes para engañar al invierno.

lunes, 26 de diciembre de 2011

Charla

Oh exégesis del mundo:
ya no importas
porque en tu espejo veo
la tercera parte
de otra gran ilusión.

Guitarra azul

La guitarra azul quedó callada
sonaba para aliviar la pena
sonaba para cantarle a la nada.
Ya en la playa limpia de mi veintena
cantan
hojitas de la paz que a mí llega
hojitas que perdí veinte años atrás.
Soy feliz a la manera de los que sueñan
con callar las manos
para en silencio cantar
para en silencio cantar.
La guitarra azul en silencio se come
a la luna
para a la noche regresar
y brillar como antes
como antes volver a brillar.

Águila

Cuántos filmes habríamos grabado
juntos
a estas alturas,
hermano,
mi mentor y mi padre.
Buenos y malos, excelsos y dos o tres pifias.
Todo en nuestras manos
las tuyas chatas, las mías en pico.
Cuántas calles hemos reído,
las rutas que callamos
-el camino a Monterrey
para despedir a papá-.
Cuántas melodías habremos recreado:
nuestros oídos son más fuertes
que las antiguas mitologías.
Cuántos artículos de periódico
los libros circulando
hasta matar con nuestro caos
al caos de la vida.
Cuántos veranos sin nadie
cuántos inviernos juntos.
Tu navidad cuarenta. Te ves igual
a cuando me arrullabas.
A mí me sigue faltando madurez
cada que te abrazo.
Aramos la eternidad sin éxito.
Es un pasatiempo bueno.
Y porque la poesía es nula
tratándose de seres queridos
que la superan con sus actos cotidianos
termino diciéndote que te amo,
beso de buenas noches,
Feliz Navidad.

A Mundo

domingo, 25 de diciembre de 2011

Eres

Eres la risa de abril
contenida en los textos sabios,
la alegría que llegó hasta aquí
en frascos de un perfume de otro tiempo
y se esparce, febril
enseñándome la dulzura
protegiendo mis atribulados labios.
Eres la fuerza que me hace dimitir
el orgullo falso de mis pocos años.

Bienvenido seas
con todo y tus demoras
tus silencios que me queman
tus escaleras y tus bromas.
Acepto lo que hay en ti,
el instante que llega y se acerca
con la tibia miel de tus pasos.
Acepto la bienaventuranza
de decir por primera vez que sí
a tu espacio.

Alka-Seltzer

Flores sencillas, mariposas silentes -duermen-, canciones de hojas con villancicos al aire. Las faldas de mis abuelas penden como banderas para indicar que se ha cruzado el límite y es posible alargar el sueño
dolor de cabeza
mareo
no tomé nada, juro que es prestada
mi boca.
Odio la Navidad porque no está tu perfume
y hago como que río.
Luego bailo, atrayendo cada uno de tus átomos. Y nada.
Qué le pasa al sol que no durmió. Le pregunto al tocacintas y me dirá que está muerto.
Ánimo, falta una nada,
ánimo, no soy yo la que habla.
Ánimo, quizá sea la última Navidad, según los mayas.

sábado, 24 de diciembre de 2011

Arrivo del invierno

Ha llegado.
De un momento a otro
las flores del invierno
caerán
trayendo cierta melodía feliz
que resuena solamente
en el viento y las rodillas de todas las edades.

Alegría en los troncos desnudos
las mejillas de las mujeres
pariendo alimentos;
en tu corazón de oro cantando
las bondades del amor.

jueves, 22 de diciembre de 2011

Amnesia

Recuerdo el vago canto
cuando veo al ave.
Revivo el confuso aroma
al despertar al mediodía.
Renazco la niebla
si pronuncio tu carne.
Háblame de ti esta tarde
como si fuésemos desconocidos.
Olvidaré tu nombre
mientras recito tus besos a pie juntillas.

martes, 20 de diciembre de 2011

Amor al amor

Se ama a la flor por ser flor
y no por su nombre
o el tiempo que dure su aroma,
del mismo modo que se adora
al sol por sus rayos
aún sin calcular su alcance.

Se ama al suelo por ser suelo,
al agua por ser agua,
al viento por traer el viento,
a la risa por sembrar la risa.

Se ama al tiempo por el regalo intangible
del florecimiento de la vida dentro de la vida
y no por la sensación de haber recorrido
un paso entre la inmensa hierba
del mismo modo en que se ama al amor
por el instante en que florece
permanece y alarga y empuja los otros días
más allá de todo lo que lo constriñe
muy cerca del beso en el corazón que lo libera.

lunes, 19 de diciembre de 2011

Instante cósmico

Una mañana se abrió el cielo
y en el calor de un sol de enero
me trajo tu nombre.
Una mañana desperté creyendo
la posibilidad de los milagros
y te besé septiembre.
Una mañana bendeciré la lluvia
la nieve, la primavera y el inverno
por ese anhelado instante.
Instante cósmico que me catapultará
hacia la eternidad de mis ígneos días.
Tuyo es lo que me queda
y es tiempo y risa, más que nada.

Ítacas

Ítacas de mi vida
son trece años esperando
subir
a la piel del mar
hasta olvidar
las tarjetas telefónicas
el montón de camisetas flojas
y este corazón de cuerda
que no donaré.

No llegué al hogar
y no me importa.
No espero besar ni acariciar
y tampoco lloro.
Ahora sólo quiero cantar
junto a la arena donde despertó
tibia
la ilusión de mi cabello
una noche.

sábado, 17 de diciembre de 2011

Imperativos

Abandónate
las cobijas están aquí
para acoger tu dolor
que aún tibia tus entrañas.

Prepárate
algo de comer:
la fruta seguirá siendo fruta
y el aguacate no es tan suntuoso
como aquellos besos

Toma
una cuchara de viento
para romper esta niebla
tan antigua como tus ganas
de romper el mundo.

Róbate
todos los zafiros del orbe
los rubíes ardiendo
los diamantes embravecidos.
Vuélvete reina entre gentiles,
la única de sus ojos.

Todo es un sueño.

Despiértate
no hay canción sin cenizas
ni música por abrir
si no miras tú
la flor que nace dentro.
Las salves se oyen crujir
dentro de tus huesos.
Ojalá renacieras en otro corazón.

viernes, 16 de diciembre de 2011

A una vieja luna de mar

Untabas las cenizas de las lágrimas
vieja luna de mar,
eran tiempos vagos
otras eras con caricias de otra índole
vestigios del amor
concebido con diferente nombre.

[Déjame que te cuente
con esta canción
que te he amado igual
y no me engañas nada].

Cajones

Abrí los cajones para dejarte salir.
Habían sido de cenizas
los papeles donde aprendí
esa melodía ya olvidada.
Y como cenizas te fuiste
hacia el eco del mundo
que nadie quiere oír ni morder
comer o callar.

Aire

En el centro de esta ciudad
-la mía-
nace el aire.
Ya no duele el polvo arrastrarse,
he vertido azúcar
en lo que llegas.
Esta banca también será cenizas polícromas
cuando al fin me vaya.

miércoles, 14 de diciembre de 2011

Sssshhh!
Quiero saber cuánto
me has estado extrañando
(la cuenta inicia
desde antes de que llegaras a la vida).

lunes, 12 de diciembre de 2011

Feminista parlante

Aquí, sorteando el frío
pienso en ti
y me río
del endeble juramento que cargo
desde la adolescencia:
no hay feminista victoriosa
en la batalla librada con tu ternura
ni dureza de carácter que llore
de rodillas, con tus dulces palabras.
Por ti las olas brinco
y hasta me parece que brilla la niebla
como el negro intenso de tus pestañas.
Por ti me desnudo las penas
y digo que tengo ganas
de ser curada por los besos de alguien
como tú.

domingo, 11 de diciembre de 2011

Tao

Leyendo
l
e
n
t
a
m
e
n
t
e
al tao te ching
como gota que cae del grifo
en el desierto
caigo dormida y me doy cuenta
que es mi ego asustado
el que no quiere imposiciones
de humildad.

Vencerlo ahora
leer el Tao esta noche,
la consigna del mes.

Canción de Lux

A lo lejos te escucho componer
una canción para todo esto
y brillas y haces que renazca en mí
lo que había olvidado a lo largo de las eras.
Ojalá sus notas incluyeran
la paz que me regalas
cuando me miras dormir mientras
vas construyendo
ese lugar donde te daré la vida.
Ojalá su melodía te permita descubrir
que llenas el valle donde vivo y soy
renombrando la pureza con tu inteligencia:
eres la flor que perfuma mi existencia
tuyo es el tiempo que tengo.
A lo lejos escucho venir tu melodía:
como un volcán de palabras dulces
abrasarás la tristeza para ser felicidad.

Habilidades

Mensajes cifrados
deseos imposibles
distancia.
Todo es apariencia.

Pues
Tú me elevas la pila
tú comprendes mi locura
y haces alquimia.
Nada más tú podrías enseñarme
la maravilla que hay detrás de todo
con tu paciente sonrisa.
Solamente tú expandes mi fuerza
al girar mi universo cuando escribes.

Florece algo aquí
parece ser que es una nueva canción.

sábado, 10 de diciembre de 2011

Tu creación

La palabra es imagen que crea
la imagen es verbo que canta,
por eso la creación es tu boca
humedeciendo la tierra
para hacer nacer las flores del cielo.

Perfume no. 10

Posible guión y slogan para anunciar
el perfume no. 10 de los tiempos:

La niebla abraza la tarde
con la promesa de alejar al sol
el tiempo que tarde en desplegar sus ropas
la reina blanca.
Es tiempo de callar
para saber oír
la primavera que crece entre el hielo.

Recorrido por el corazón de una amargada

El guía:

Éste no es un lugar
para ser visitado
por princesas
vayamos hacia el otro lado del pabellón
donde existe la ignominia
y florece la dulzura.

Nota de agradecimiento

Gracias a ustedes
verbos constructores del mundo
hacedores de caminos malogrados
perfumes de antaño
con nombres de centellas
porque al fin comprendí
que será otra belleza
la que dejaré aquí
a la hora que muera.
Gracias por olvidarme
en el conteo anual de arpías reinantes
en la naturaleza,
al fin encontré mi sitio.
Me despido de las seductoras medias
ábranse las puertas del saber
de par en par,
cante la creación que vive en mí
recíbanlos las flores que jamás recibí
pero ahora dibujo en mi alma.

Estatua

Desde mi ventana veo
cómo las cenizas de la estatua
que erigí
a la espera de tu beso
se van volando
y traen a mí
la voluntad del sol
de querer conocer un poco más
que ayer
cuando era libre y te conocí.

A inteligencia

Quiero que nazca
el silencio.
Borrar la estupidez
y abandonarme en lo que siempre rehuí
por temor a ser distinta.
Después de aquí
no me queda nada.
Desaparezca de una vez el humo
de la ilusión.

Decreto decembrino 2011

Que se pierda todo
las luces de luciérnagas, los poemas cursis,
el ridículo en las canciones, el añorado silencio,
las horas dormidas, los libros abiertos
y las edades que están por venir.

No interesa al aire la materia
no interesan al invierno las canciones
ni el olor de la fruta a las abejas.

Que se pierda todo,
beso por beso,
cada gramo de mi cuerpo
la memoria de haber estado ahí.

Que se pierda todo.

Menú

Una cama de arena para retozar la osamenta
del gato que no soy,
croquetas para el sostener el alma de perro
que nunca he tenido.

O cigarros y silencio (si tan sólo fumara)
o cremas para el cutis y pelis (si tan solo hubiera belleza)
o atún sobre hojas de papel bond blancas (si estuviera a dieta).

Sálveme la inercia de estos días la canción de tu llegada.
Cámbienme el destino tus besos.

Alegato

Yo solamente quería conocer
entender el por qué de las olas,
de dónde salía su canción al moverse.
Sólo quise ser feliz
entendiendo lo que con cremas en la cara
no se podía.

línea post mortem

También me haces falta, papá
cuando vomito ácido por la nariz
y sufro un ataque de ansiedad
sola.

Debería haber un 01 900 para hablar con los muertos
en casos non gratos
como éste.

Ojalá pueda soñarte esta noche.

jueves, 8 de diciembre de 2011

Solecito

Este solecito nos miente.
Mira qué bien conoce del frío,
mira qué bien sabe de la calefacción
generada por dos amantes cuerpos.

Yo sólo sé
que me abrasarás con tus ojos
un día de diciembre.

Agradezco la mentira de la ígnea naranja.

Campanas

Desde mi piel de ventana miro
cómo las campanas de hielo
erizan nuestra sangre,
su sonido roba las huellas de nuestros dedos
las entrelaza hasta formar
esta historia.

Son voces de ángeles.

Mira cómo nos tocan,
susurran vivas a nuestra pasión:
nadie entiende
porque no hay tiempo para explicar
al amor naciendo bajo dos tierras.

Se va volando con nuestro miedo
el mundo.
Aquí se queda un templo
erigido
bajo el auspicio de estas voces.

Mira cómo nos tocan...

Final próximo

El final ya casi llega.
Si pierdo mis ojos en el intento
gozaré ciega de haber conquistado
el sueño de cuando aún era inocencia:
es este mi combustible
es esta mi razón para decir Sí.

Que vivan las letras:
moriré junto a ellas
pero nunca sin mí.

Virtuosos dedos

Hace frío en los dedos.
Aún me queda luz para escribirle
la antepenúltima línea al amor.

miércoles, 7 de diciembre de 2011

Balada junto al pestillo

Esperarte es entonar
esta fila de tambores
que pasa a diario por mi frente,
humedece la cocina
y silencia aquel mundo
para escucharte venir:
te oiré llegar con tu balada.
A tu corazón de oro
mi puerta le voy a abrir.

Ardor

Que el fuego me salga de la boca
y las cenizas se perfumen
del color de tus sonidos.
Ya no quiero cielos embravecidos,
una caja de música para mí nada más
es lo que le pido al sol.

Alejamiento del canon

No más líneas inconexas, señora
No más biblias adulteradas
con el licor de su perfume.
Lo suyo no es poesía
y lo mío es pasar una materia.
Buenas noches, las quimeras:
jamás barreré el suelo de su reino con mi lengua.

Son

Shh, hay una música en la puerta.

Eras tú, con tus labios serenos,
eras tú, con tu canción de azucenas.
Te regalo estas lágrimas
son de alegría.
Tú me diste en un solo día
lo que no conseguí en años:
una cajita de música nada más para mí.

Bailaré por ti hasta el final de los tiempos.

martes, 6 de diciembre de 2011

Villancico

Un pino por cada auto
un auto por cada ego.
Un pulmón menos en el mundo.

Miles y miles de egos pasan
veloces y fieros
por los puentes de acero
sus llantas hacen la música
sin tener un referente
excepto que todos pasan
igual que este animus consumandi.

lunes, 5 de diciembre de 2011

Brindis

Eh, eh, sin saber que es una trampa con cepo
cada rincón, cada línea es un verso.

"Sabor Sabor", Rosario Flores

1995, doce años.
Qué maravilla es celebrar
con el agua del llanto en la copa:
que vivan los años que nunca vinieron
y la belleza que a pesar de todo existió:
la tristeza también es sublime.

domingo, 4 de diciembre de 2011

Dialéctica del sofá

El personaje de Barbra era brillante
y ahora se acicala.

Te levantabas a las cinco de la mañana
y me parece que eras más brillante que ahora,
cuando ya no te alacias.

Calla, sillón,
qué sabes tú de destellos.

Probablemente nada,
pero sé de una palabra
llamada ilusión.

viernes, 2 de diciembre de 2011

Tolstoi

Un millón de hojas
flotando
entre los vestidos de las nuevas diosas.
Naciones, les llaman ahora.
Tus mujeres y yo no somos tan distintas
a mi país.
Blanco es lo que ciega,
hormigas bajo las plantas de los pies
nos obligan a bailar.
Mirando desde el tren bautizado por Karenina
hoy te digo:
todos somos susceptibles
a tener un tercer amor.

(Post it)

Y si tuvieras la urgencia de tener algo
que leer
aquí está mi mano.

Y si no pudieras dormir por la urgencia
de escribir caminos
aquí está mi voz.

Y si de pronto te asaltara algo así
llamado nostalgia
te regalo mi tiempo.

Y si creyeras que en el mundo
ya no hay lágrimas de dulce
aquí está mi corazón.

jueves, 1 de diciembre de 2011

1 diciembre

Alegría sónica
la que siento
cuando veo en el cielo
tu nombre llegar.
Es la estela de la esperanza
palpitando en mis oídos.

miércoles, 30 de noviembre de 2011

El más sentido bésame

Dame tu más sentido bésame
los oídos, los ojos
la luna
los labios
los papeles en blanco para ti
estas manos que al fin renacen:
estoy celebrando la vida, amor
vienes a mí y me vistes
de un pronunciado ritual
de alegría y sal.

Silogismo 30.11

Las estrellas son campanas de cristal.
Las mujeres fuimos hechas a partir de estrellas.
Ergo, nuestra voz es una campana de cristal.
Si hablo amor es porque deseo nutrir la tierra.

30 de noviembre

Como vapor de rubíes ardiendo
así habla contigo mi corazón este día
mientras teje caminos en el cielo
para que llegues más pronto.
Como una rima escondida en cada estrella
así eres tú desde todos los tiempos
así te espero yo, cuando el océano al fin muere.

martes, 29 de noviembre de 2011

Paquetería

Recibí tu perfume
desde el bosque donde nació mi gran abuelo.
Llegó a mis manos
envuelto en tu risa transparente,
caleidoscopios risueños
sonaban en su interior.
Y así fue como disolviste
la penumbra.
Y de esta manera te erigiste
como la piedra preciosa
que creí no volver a ver en mi vida.
Ruego a los dioses de la tierra que te nutre
protejan tu aura
y te regalen la dicha.

lunes, 28 de noviembre de 2011

Ciclos naturales

El silencio brilla
para dar paso al verdadero poema.
Mi boca brilla
para dar paso a una eterna primavera.
Tu cuerpo brilla
para darle paso a mi ceguera.
Nuestros ríos en la noche brillan
para dar paso al sol.
Y así es como suceden
los ciclos naturales
entre gentes como nosotros dos.

Crónicas oculares

Ando a ciegas en la cercanía tu frente,
a tientas mis dedos
reconocen los caminos en ella pintados.
Bailan las burbujas de un rubí ardiendo
entre la selva miel de tus cejas.

Voy llegando a tus orbes.
A punto estoy de que me cures.

Tus ojos son el sentido de mi cuerpo.

Contemplación

No sé qué tienen tus ojos
de leopardo persiguiendo al sol,
pero puedo mirarlos
el tiempo que ya no le sobra al mundo

y convertirme en magma y mineral
azucena de una sola mano
canción de agua para lavar las manchas
juego de niña que en ti vuelve a soñar
jugo de mujer que no puede sino amarte.

sábado, 26 de noviembre de 2011

Método científico del corazón

Palpitar no:
escribirte.
Escribirte no,
mejor cantarte.
Cantar no,
mejor callar.
Callar no:
esperarte.
Y rebautizar mi savia
con el agua de tus labios
Y dibujar tus labios
con mis manos moldeadas de ti.

Emerge una melodía audible para cuatro oídos.

Instantánea en re mayor

Caída libre hacia tu eco:
soy un cúmulo de pétalos
desmembrándose.
Se abandona la flor,
el aroma va cayendo
sobre tu noche.

A mi padre

(por quien todo lo muevo
y desde la otra piel del universo
lo escucho entenderme,
dedico esta semana
saturada en paracetamol).




Tuya es la inercia de mis botas imparables,
tuyo este sueño de transcribir el mundo,
esta suerte de no encajar entre los tristes.

viernes, 25 de noviembre de 2011

Si

Si llegara el momento
de intercambiar mis melenas
por una caja de mariposas,
si soplara del sur un viento
capaz de esparcir otra vez
las cenizas de mi padre,
si ocurriera el tiempo
de renombrar mi cabello,
si fuera menester cantar mi futura treintena
para justificar el tiempo perdido,
me gustaría que estuvieras conmigo
y atestiguaras lo que fui capaz
antes de ti
durante tu alma
después de ti
encima de ti
debajo de ti
y a un lado de tu costilla.

Recuerdo y alabanza

Padre cielo,
cuando alzo los ojos y te miro
ya no siento el yugo sobre mis hombros.
Mi cuerpo se elonga,
las aves silenciosas
platican conmigo.

Es otoño,

Puede que caigan las hojas.
Pero no mi fuerza.

Que se borden las orillas del mar
con la luz de estas lágrimas
y no vuelva jamás la antítesis de la esperanza.

Espinas como estrellas
me hablan de la turgencia
de las bocas marinas.
Apáganse las esquirlas del mes undécimo.

martes, 22 de noviembre de 2011

A Música

Señora que iguala
los cantos escondidos de las sílfides
entre las otoñales hojas,
los himnos de los delfines
alabando a Neptuno
con ayuda de las olas:
Cuando caminas, olvido que perdí la inocencia.
Viste la Tierra
con tu madera bermeja,
el marfil que resuena
resucitanto bandadas de tornasolados pájaros.
Haz que nunca el silencio
provocado por el rencor y la guerra
se expanda,
modifica a merced de tus melodías
la desazón imperante.
Vísteme a mí con los recuerdos
casi borrados
de una infancia agridulce
o la esperanza de los estudios
antes de vivirlos bajo el sol.
Oh, Señora
que a tus esclavos de noche mimas:
apártame de la sordera de maquinales tiempos
la monotonía de la humanidad
caminando en tandas sin rumbo.
Permíteme bailar junto a mi locura
a pesar de no seguir entendiendo
la etiqueta de los semidioses,
contigo los caleidoscopios hablan,
contigo, los astros me comprenden
y saben que la soledad es un ardid
para alabarte, divina,
para purificar mis manías
en medio del caos y la gente.

AQC

Te amo
como quien sabe que después de tu sabor
la flora entera me dará noticia
de su nueva taxonomía.
No preciso encontrarme tu cara
en medio del otoño
pues eres otoño manifiesto en luciérnagas.
Tampoco preciso saber
la medida exacta de tus ojos
pues han sido ellos
los que me han mirado primero.
Simple y llana te amo
a pesar de tu ignota risa,
de los papeles doblados en la espera,
cubiertos de manchas de tinta.
Te amo porque sucede
que solamente así podría
demostrar que sigo viva.

Para el futuro.

lunes, 21 de noviembre de 2011

Oriente

El origen estaba en oriente.
Todos fuimos a reencontrarnos
unos rezaban credos olvidados
otros trazábamos nuevas formas
-flores de loto, peces de agua fría,
yerbas para un sueño claro-
con las letras de un recién aprendido abecedario.
Entonces las estrellas nos bendecían
con la promesa del aroma del siguiente amanecer.
Entonces las flores nos vestían
adecuadamente para recibir la noche.
Buscábamos sin descanso la luz
entre tanta niebla.
Sumergidos en un sueño muy profundo llamado
silencio
recuperábamos los vestigios de nuestros ancestros
en la primera capa de los dedos.
Pintábamos la consigna de no volver a la casa prestada
en tanto no recuperáramos
eso que nos fue arrebatado por el tiempo.
Construímos edificios de palabras,
repúblicas de fonemas y gestos.
Era un sueño intentar el viaje,
hasta el naufragio mismo por algunos litorales,
pantanos, oasis,
nos parecieron divinos.
Eso era el verdadero surrealismo,
imposible era aquella belleza propia olvidar.

Confesión no. 22

Ya sé que es tu voz
lo único que me falta por conocer.
Prolongo el encuentro,
temo morir de maniática felicidad
el día que te escuche.

La otra respuesta

Quiero, deseo, me muero por escribirte
algo más que todo eso.
Por dentro la columna sufre, se duele,
por dentro las llamas en mi abdomen
se expanden.
Mejor así, que no sepa más que el viento
Lo que he sido capaz de callar
mitad por ti, mitad por el sino
que acepté sin alternativa
ni intento de poner a combatir mis labios
contra la distancia.

Desconocido SMS (Fortuna)

Cómo estás, preciosa,
recuerda que te quiero muchisísimo
cuídate, que estés bien.
Llegan tus palabras a mi callado celular.

Autor, no te identificas
y yo pienso que eres tú, mi niña,
diciéndome que estás bien
en la otra línea del mundo
que dejaste sin tu luz hace nueve días.

Es eso -me digo
o es que mi egoísmo exacerbado
y mi tarjeta SIM chafísima
no han podido rescatar los números que valen.
O quizá mi memoria falsa,
la que siempre guarda los malos momentos
no es capaz de guardar
todo el amor que me han dado
y yo olvido en ciertas tardes
cuando me veo completamente sola.

Debe ser eso, soy una ciega funcional
jugando a que jamás ha conocido el amor.

domingo, 20 de noviembre de 2011

A Luna

Clávame Luna
el pico que más te estorbe de tu noche.
Escárbame la tierra con la que edifico mis días,
pínchame el útero ancestral
hasta menguar lo que resta
de la melancolía.
Bautízame con tu luz
el desierto de mi espalda
o cuéntame otra vez
cómo fue que llegaste a ser Luna
y no otra piedra flotante en siderales aguas.
Reconstrúyeme, disuélveme
pero no te quedes inmóvil esta madrugada,
que el tiempo se desliza como un papel cansado
pegándose a mí.

Cálame los nervios, los huesos
los músculos, Luna,
tan arriba no te quedes.

sábado, 19 de noviembre de 2011

Destrucción de la amnesia

Entonces poesía era reconstruir tu nombre
a partir del silencio de las estrellas...

...Bendigo mi memoria no más ausente:
ya sé de nuevo
la manera de volver a hacer lo imposible
en estos tiempos.

Neumáticos

Las notas pautadas de los neumáticos
estampan su canción en el asfalto:
¿qué hora es, alma mía?
La carretera tiene el don de alargar el tiempo
hasta convertirlo en una estría
que de a poco se desvanece.

Es la hora de ser canto
te respondería.
Me quedo en silencio.

...Oye tú lo que dice mi corazón en marcha.

Aromas

La vida quizá sea esa ráfaga que inunda el todo
como pasa ahora con esta guayaba en la cocina
o como mi chaqueta púrpura invadida
por el tabaco que se posa ante ella
como las divas del cine de oro.

Espejo parlante

Entonces el labial malva, niña
el que estaba escondido, el del perfume bonito
escribió un nuevo abecedario
y construyó vocablos nuevos con etimologías
de estrella y flor.
¡Sí, niña, el labial malva,
el del perfume bonito que se escondía!
Trazó el perímetro de la república de los pájaros,
creados ellos con gotas de música naciente
de otro cielo.
Coloreó el volumen de la república de las mariposas,
creadas ellas con páginas en blanco
sobrantes de un otoño mudo.
¡Entonces el labial malva los himnos tristes, niña!
Los tachoneó hasta volverlos cenizas,
le habló a las cenizas al oído:
No vuelvan, la paz se finca en otro sitio.
Sí mi niña, el labial malva,
el que te vas a poner hoy

Anotaciones en una servilleta (3) (Nezahualcóyotl)

La presentación del libro espacio
de un citadino con nombre italiano dos puntos.
Los cien años del diseño gráfico tachoneo
en México.
Me gustan los carteles estridentistas
lástima la inercia de la unificación imperante.
Entre los veinte y los cincuenta
los artistas sabían integrar
la interpretación de los signos literarios coma
musicales coma políticos coma
sociológicos y no solamente el visual punto.
Se lo diré al expositor
en cuanto termine de hablar de diseño y arte aplicado puntos suspensivos
Ahora todo es tan plano asterisco
Nota al pie (o en la otra esquina)
el expositor es de un pedante acabado en mármol
acota que el Carrilo Gil es un museo
paréntesis no era necesario decirlo coma
en provincia también hay google en todo caso.
Se cierra el paréntesis.
Me parece que no le comentaré ya nada punto

Se acaba la conferencia
el libro costaba setecientos pesos.
Después de todo, no es para tanto
Hace frío en los pies, debí traerme otros zapatos
son las siete cuarenta y cinco,
me voy a casa
se cierra la nota mental.
Salúdame a fulanito, el martes lo veo.
Las escaleras son tan profundas
tanto como mi deuda de sueño.

Otro viernes más se desvanece
como pintura.

Anotaciones en una servilleta (2)

Alcáncenme los barbitúricos del alma
las pastillas de sueños lilas
los cuentos conciliadores en mi cabeza
los artículos -literarios y legales- que llegan por cohete
las mareas rendidas a contraluz:
todo es un stand up comedy
les da la bienvenida su payaso principal.

Anotaciones en una servilleta

Si me lo preguntas,
yo también siento el cansancio.
En el volante, los libros obligados,
la casa que nunca para,
las listas calificables,
los muros desnudos ocupando un pupitre,
ese poema que jamás llega,
el icú en descendencia -no más pensar por hoy-
estos cuentos que me asustan.

Se fuga el valor.
Imposible acariciar con mis actos
la fragilidad de la lluvia:

Hace demasiado ruido.
Sale desde dentro de mi cuerpo.
Música no, fluidos.

No he aprendido aún el valor del silencio.

jueves, 17 de noviembre de 2011

La hora


Llegó el tiempo de la lluvia,
nena,
la hora de resanar las grietas del cielo
usando la savia de tu pelo.

De perpetuar tu vestido áureo
con el que pájaros y flores
tu arribo bendijeron.

De dispersar los pétalos de tu nombre
sobre el suelo agreste que te parió
y te vio, cristalina, crecer.

Lumínica eras
y en luz te eriges, hija de Atenea,
entre las fauces de la Tierra
para con tu canto
al mundo volver a endulzar.


Llegó la hora de hacer una lista,

niña,
de tus profesiones disparadas cual asteroides
viajando en un escenario perpetuo:

Médica de uñas, de teclas.
Médica de telas, de letras.
Médica de almas solas, médica de himnos espartanos.

Médica de pomadas de chabacano y oro
para conciliar un sueño más melifluo.
Médica de la palingenesia, ojalá volvieras en colibrí.

Lumínica eras
y en luz te eriges, hija de Atenea,
entre las fauces de la Tierra
para con tu canto
al mundo volver a endulzar.

Llegó la hora de la ruptura,
ángel,
de ungir los platos de seca avena con tu labial
de volar la estulticia de las páginas del mundo con tus zapatos.

De destellar tu poder de inmarcesible blanca rosa
caminando en nueva tierra ya sin ciegos;
ascendiendo entre los cardos para dar cuenta de la palabra Dios.

De escribirla hasta volverte ella,
como al principio de todos tus tiempos,
más allá de la materia de los lamentos.

Lumínica eres
y en luz te eriges, hija de Atenea,
dejando las fauces de la Tierra
para con tu canto
ascender al origen y bailar.

Llegó el momento de no tener momentos,

eterna,
de iluminar el silencio
con tu belleza rebautizada en pureza inaudible.

De tomar nuevas fotos
al Edén cuyo alquiler
saldaste por adelantado.

De dispersar tus nuevos pétalos
hasta expandir el universo
poblándolo de estrellas.

Que el mundo no te arraigue más, etérea,
que el mundo se sirva con saber de tu paz perpetua.

Lumínica eres
y en luz te eriges, hija de Atenea,
para siempre con tu canto

tu Casa de Luz alabar.

Para Jaquelin

Con mi gratitud imposible de cifrar.

domingo, 13 de noviembre de 2011

Domingo 15:45

Con un aplauso te despidieron, niña,
era el proscenio sacro
donde se iluminó tu cara.
El mismo donde yo no hablara
y aún así recibiera
el agua que me hizo pertenecer
a una religión que pareciera no entenderte.

(Violeta abnegada,
ruega por nosotros,
Dulce princesa,
abandónanos a nosotros
Madre de todas las sonrisas,
olvídate que fuiste de aquí).

Para Jaquelin.

Negación

Voy a negar que lo hiciste,
nena,
voy a formar un calendario
con noviembre de 29 días.
Voy a volverme ciega y desmemoriada,
tú no dormías anticipada,
tú no quedaste embarazada de eternidad.
Oro en polvo llovía
la noche en que marchaste.
Era el llanto del sol.
Voy a negar que tú la invocaste,
nena,
voy a sentir que sigues siendo parte
de los dátiles del desierto.

Para J.

sábado, 12 de noviembre de 2011

Respuesta a una postal

Querida California, dos puntos
recibí la postal que no esperaba,
el sol presuntuoso que mi piel no merecía,
las curvas de la bella bronceada que me hacen un ser menor.

Por acá el clima lo mismo
las ráfagas de balas desnudando las ramas de los árboles
caen
como cápsulas con cuentos que soñaron serlo
pero volvieron a sus casas
como un león sin lecho ni leyenda.

Por acá el clima lo mismo...
cierto, ya te había contado de eso.
En realidad no hay mucho que contar
(presencié un cliché artístico
nadando entre una Estonia soviética
y la melancolía de una Francia sin perfume.
Dijeron que era una conferencia
yo más bien pensé que era un performance
de lo que puedo llegar a ser, si es que te sigo escribiendo
desde aquí).

Por acá lo mismo,
las mujeres se embarazan sin haber concebido antes un sueño
los perones no volvieron
las fábricas mienten con su alfombra de hollín
cada mañana.

Querida California, coma
tu sol es tan efectista
como tus casitas y tus bricks de jugo de naranja
cien por ciento sin pulpa,
tus policías persiguiendo al criminal
al que secretamente envidias por tener un bronce verdadero
entre la carne.
Brindo por el artificio de tu discurso
entreverado en tus ojos azules
y la musculatura que jamás habrá
-ruego a dios-
de compartir mi cama.

California, tienes el alma tan olvidada
como la raíz de tu nombre en castellano.

California, creo que es mejor olvidarme
que te respondí esta postal.

viernes, 11 de noviembre de 2011

Piel

Ésta es la piel
para un poema de amor.
La turgencia para los besos guardados,
la bolsa de té de siete azahares y diez mil caracteres dulces,
la corona de una reina de un naipe de corazones escondido bajo la lengua,
la escalera sutil del perfume de las acacias a pesar del otoño,
el polen refrigerado de las primaveras de mis abuelas, cuando aún eran felices.

La miro dormir entre palabras de ópalo.
Mañana será la envoltura de un rebelde que aún late dentro de mi cuerpo.

La noche es joven

La noche es joven.
Lástima que tenga yo veintiocho años
que los ritmos se produzcan desde afuera
(rata tán, rata tán, ka-búm,
la red social nunca miente
y se divierte con martinis secos cibernéticos)
que la sangre no se contenga más
en las camas impolutas (y las de algunos moteles)
en las nubes mensuales de algodón
o en las camisetas deportivas
y ruede, ruede, ruede
como un Pollock experimentando en el asfalto,
que esta opresión del pecho se extienda
hasta doler
como la silla vacía de siempre en el corazón
pero ahora esquirlada.
Que la guarida sea una boca binaria,
el falso abandono en la música ordinaria,
estas ganas de comer otra escena,
la de mis padres,
quizá.
La noche es joven, no hay duda.
Buscaré mi pegamento para colocar en el álbum
las instantáneas que recogí
mientras la esperanza dormía.

Salmo del sexo

Me encantas
te busco
te olfateo
eres mi orfebre esperado
soy tu barro sin cocer.
Te escribo con los cabellos largo
un poema
que jamás será dicho
porque deseo gastármelo
en la miel de tu boca.

11.11.11.11

11. 11. 11. 11
Rayos de rosasoles germinando otra oportunidad
sobre esta gran pista de baile.
11. 11. 11. 11
Música de nuevos pianos
para invertir el dolor del mundo.
11.11.11.11
El aire limpio liberándose
de la boca de las fábricas.
11. 11. 11. 11
Flores para jardines polifónicos
de un marzo que nunca muere.
11.11.11.11
Pestañas nuevas enraizadas
en el gran ojo humano.
11.11.11.11
Los dedos de cada creador
materializando el inasible sueño.
11.11.11.11
Los frutos del árbol que nunca mueren
sólo se transforman.
11.11.11.11
La leche de la Madre
en cada río de la Tierra.
11.11.11.11
La nueva lengua que une a la gente:
cada latido es una letra emergiendo.
11.11.11.11
Las alas de los ángeles
custodiando la memoria de los niños.
11.11.11.11
Los bilés con el que escribo amor
a partir de esta mañana.

La mañana de la mariposa

Se levanta una nueva palabra.
Una mariposa amanece,
es Monarca y está aún tibia
como la canción de miel de la noche.
Miro tus ojos con el olfato:
huelen a que ya te he visto,
se parecen a los míos cuando me descubro
otra sílaba dentro del nombre.
Se levanta una nueva polifonía,
al fin pude ejecutar con mi lengua
el piano polícromo que esconde el otoño.

jueves, 10 de noviembre de 2011

Nota mental no. 30

Nota mental:

Tengo telepatía con tus cabellos.
(O entonces explícame por qué
siendo que soy una insomne irremediable
los espirales cantan sobre mi espalda
saludándole a tu sol).

Consigna del día:

Más que palabras, pétalos.
Más que sonidos, perfumes.
Más que verborrea,
mi silencio abrazando tu nombre.

Edén

Entonces los edenes mundanos
son muchos y varían según la temperatura
del adquirente.

Entonces el edén del día
se actualiza con pequeños actos de rebeldía
como cantar en la regadera
a sabiendas de la presencia del vecino,
o comer más dulces que verduras.

Entonces este edén corre por cuenta tuya
con tus ojos cantando una melodía
para conquistar las anchas calles.

Entonces este edén será
el caleidoscopio de tu risa
haciéndome cosquillas un día común
como, por ejemplo,
este jueves.

Peine

Cuando estoy triste
me peino cinco veces al día.
Miércoles, me he peinado ya quince veces:
cinco por mí,
cinco por las canciones a medio hacer en el asfalto,
cinco por ti, que sin querer ocupas mis zapatos
haciéndome leer tu densa línea de nubes
y cantar esa elegía
que no puede salir de tu boca.

Para la Dama Invierno (que se ve llegando a lo lejos)

Fuego es esta brizna invadiéndome la carne.
Me rendiré a la plata de tu aliento, dama,
el día que consigas borrar este canto
de mi corazón.

Y el corazón me lo devoró
un millar de ojos archivados
en mi frente.

miércoles, 9 de noviembre de 2011

Tejido

En esta realidad obtusa, el ombligo sin aire,
escribo el tejido de mis palabras-lentejuela,
para que brillen una madrugada espesa como ésta,
para que nunca falte oportunidad de alumbrarme
si es que me encuentro sola.

Bitácora de las balas no. 7

Miedo es lo que roe los huesos / Ánima buscando a otra ánima / tejido de letras cantando un misterio: / estoy aquí, banca, bala, espacio en cruz / otra noche para esperar el día / otra canción para abandonarme a la existencia de tu nombre. / Porque sé que existes / porque por ti yo canto a diario / a la nada.

Nostalgia

Entonces poesía era reconstruir tu nombre
a partir del silencio de las estrellas.
No había canto ni continente hablado,
y en tu lengua la canción de la nada se mecía.

martes, 8 de noviembre de 2011

Escribana

Y esperaré a que me dictes
la línea siguiente
de la carne de este mundo,

de cómo la cantaría este poema
bajo el escrutinio de ojos germinando
cielo arriba.

Entonces sabré que no existe marca alguna
en la tierra
para interpretar al silencio:
Siempre habré sido yo
la escribana de tu voz.

Tronco

Abrí con mis manos
tu carne de Álamo.
Recé de labio a madera
todas las palabras
hasta vaciar mi alma.
De pronto era ya hablando
savia.
De pronto ya danzabas, verde, al aire
el dolor que invadiera mi sangre.

Rosa Voz

Hablo de aquella rosa interna mía,
—rosa de todo tiempo, flor ya música
— de aquella rosa voz...

Rafael del Río, "Sitio en la Rosa".

Aceitaré la bisagra de mi puerta
para que puedas entrar
rosa voz,
un día de otoño cualquiera
aunque no me traigas buenas nuevas
de la gente
ni me digas cosas tiernas
al oído.
Lo haré porque, en principio,
todo debiera ser una canción
con dedicatoria divina al calce;
y porque yo no me sé estar sin oírte
a pesar de que jamás he besado
la canción de tus ojos.

Braille

Me contaste que puedes oír las estrellas
abandonarte en el silencio
hasta entender tu pequeñez
frente al cosmos,
despertar y dolorosamente padecer
la compresión del universo
otra vez en tu corazón.
Que todo lo haces mientras oyes
cómo desapareces en el tiempo espacio.
Y me lo dices así,
con tus ojos de paloma volando.
Y yo no entiendo cómo es que te conocí
si soy la ciega más soberbia del mundo.

Lluvia

Y si tienes ganas de llorar,
moja la piel
del libro que jamás
te ha de decir "basta".
Pero nunca mi hombro,
nunca tu nuca,
jamás dejes libre de tu agua
a mi corazón.

lunes, 7 de noviembre de 2011

Inmanencia

El agua no cambia
ni la imagen que gesta dentro suyo.
Eres tú, caminante,
la ilusión de una imagen moviente.

Y si el agua no cambia,
entonces, por qué luchar
contra nuestro destino tallado en mármol.

Como agua fluyendo
así se van borrando nuestras marcas.

sábado, 5 de noviembre de 2011

Documental (Leningrado)

Miro cómo vas cayendo del pedestal
y no me callo.
Que las cerezas cubran la herida
que no advertí
al verte, dolida, tus manos
explotando
Fragmentos de un himno antiguo,
de un himno descuidado.

Ellos fueron por una cruz.

Yo era demasiado pequeña
para evitarlo.

Sábado

Cualquiera otro sábado, no muy lejano
(de pronto puedo convertirme en una mujer de 80 años).
Avísame cuando los tomates inunden
tu ventrículo izquierdo
y puedas bailar hasta cansarte la memoria
y logres hacerte amigo del olvido.

Cualquiera otro sábado, te digo,
esperaré con mis tacones de quince centímetros
para girar en torno a tu frente,
un ritmo cualquiera.

Lo que me purifica es la razón
de mirarme alabando la tierra
el sábado que fuera.

Uno de tantos en que regresa a mí
el corazón.

Tribunal

Podría explicarlo todo
desde la raíz de mi oído izquierdo
hasta la repetición de mi cuerpo
esperando sobre la arena blanca
las lágrimas de la redención.

Escogería un sitio nuevo
un aeroplano morado,
un sillón desvencijado.
Me daría el lujo de volver a perder

Y cantaría al cierre.

Tomaría el ánfora con mis cenizas,
guardaría el cliché del adiós
para las grandes divas.

Y eso sería todo.

La explicación acaso estribaría
en que no hubo piel sin intertexto
ni letra gestada en la esperanza y el adiós.

Podría explicarlo todo
desde mi ojo derecho reventado
hasta la multiplicación de mis huesos
una y otra vez
esperando esto
todo esto
que salva prejuiciosamente
todo esto
que duele infinitamente

Todo esto.

Pero hoy no.

viernes, 4 de noviembre de 2011

Flor

Permítame decirle
con toda la honestidad que habrá
de sulfurarle a futuro
que es usted un encanto
a pesar de jamás haberle besado los ojos.

Bancarrota

No tienes estrella.
Dices que no tienes estrella.
Yo pagaré el himno de tu alma
con los restos de las cosas buenas
que andan por ahí,
riéndose a mis costillas.

No tienes nombre para tu estrella.
Dices que tu estrella no tiene nombre.
Bautízala con la primera vuelta
de la huella de tu dedo índice
mojado en saliva un día de canícula.
Volverás a sentir la rabia de los tiempos
el alivio de las lunas,
la sensualidad de la tierra quebrándose
bajo tus pies.

Dices que no tienes estrella
yo la robaré,
yo te la daré.

Chinampa

Que si tengo dudas
que si no lo niego
que si soy ternura
que si rujo desiertos
Que si hay mal de amores
que con un té lo entretengo.
Que si antes era los quince
que después ni a veinticinco llego.
Que si seré buena pa' limpiar ayeres
que para qué si de ellos no me conduelo.
Que si hay hambre, que luego la atiendo,
Que si tengo boquita
que para qué la quiero.
Que ustedes qué saben
si yo la uso para hacer medios versos.

A Desesperación

Todas las flores de mi anaranjada bolsa,
Todos los ecos de mi parcela celeste para tu rostro.

Hablaré del aire
con el perfume de las páginas

Oración de la mesa

El pan ácimo está servido en la mesa,
comeré de él cuando merezca andar
en el borde del amor y el deseo nuevamente.
El agua de lágrimas hirvió en el páramo rojo
cociendo la carne de los tiempos felices,
con su jugo lavaré mi pasado:
no más frescura al oído.
Lo sabe el ojo
mi boca lo muerde
y mi garganta lo destruye.
Sea.

miércoles, 2 de noviembre de 2011

Himno 2

Yo soy el oído de la gran mujer del mundo.
Cuelo la maldad de los verbos
para entender las canciones
de las naciones todas.

Escucho sus notas:
yo quiero hallar entre tantas palabras
la palabra exacta para rehacer al mundo.
Yo habré de escuchar la letanía sacra
de los tenores sempiternos de la vida.
Entenderé la mar como un núcleo que adormece al fuego
y al fuego como el amante que espera
por el viento convertido en águila.
Sembraré semillas en los ojos de los recién nacidos
talaré la maleza de las manos ajadas.
Hablaré de mi costilla donada
solamente para que vuelva a existir
la parte media del universo.

Himno 1

Cierro los ojos
pasan ante mí
todas las naciones,
las antiguas y las pequeñas,
las efímeras y las fieras.
Todas presentan sus números
como himnos de vino
van corriendo.

martes, 1 de noviembre de 2011

Acto de amor

Por cada bala, por cada esquirla,
por cada astilla
hay una espina de amor cargada.

Por cada boca de los hombres violentando
habrá una palabra de amor,
un acto de amor,
una caricia de la madre que hemos de ser todas
las vírgenes, las viudas, las sabias, las danzantes,
las de leche tibia, las todas,
un término nuevo acuñado por el Padre hablando
desde el silencio del poema
una canción inventada por el río y el amante.

Con mi lengua humedeceré la cal
y revestiré la claridad de la mañana
con mi ropa de fuego que ama.
Con mi garganta entonaré los himnos
de los úteros de mis madres
hasta entender que no hay más vida posible
que toda esta vida floreciendo.
Con mis manos aletearé los pétalos
hasta esparcirlos por el cielo.
Pronunciarán mis piernas la sílaba RA
al caminar
y pariré una estrella cada vez que te piense,
porque tú eres yo
y por ti, alma mía, me muevo.

Tú eres toda mi fuerza,
fragmento de agua bendita oliendo a rosas frescas,
lila, jazmín, viento azucarado,
estela de mi cabellera, diadema sagrada
de los tiempos de pan.
Para mi tierra, Saltillo.
En estas horas donde debe resplandecer la luz.

Manos

No sé si me duelen las manos
por dentro o por alguna parte del alma,
pero resulta que de un tiempo para acá
ya no puedo cargar las férreas mañanas,
ni arrastro con la gracia singular de antes
la amargura de abril.

Pero me duelen las manos,
los dedos.
Me duelen desde que nací hasta la otra punta del insondable universo,
las uñas azules,
el frío durmiendo en mi casa digital
que se va hasta muy entrado el sol.

Tengo miedo de no escribir más cuánto he amado todo
casi sin pensarlo.
Me entorpece la furia de saber
que quizá mi mano izquierda
no sepa un día contarle a la diestra
el dolor placentero que es jugar con el teclado,
la tersura del papel antes de ser pintado,
la temperatura del otro cuando me fundo en él.

Sí, eso es lo que me duele más
de que me duelan tanto las manos:
otro invierno se asoma,
otro hielo me dispara la carne en mil fragmentos:
mis manos saben gritar ya basta
y yo, necia, voy perdiendo el freno
de esta agridulce fiesta...

Libroedén

Veo y no he visto el todo.
Te escribiré un poema de amor
hasta que te palpe la húmeda alma,
cielo
-azul o rojo, sepia, naranja, violáceo o gris,
pero cielo al fin-.
Te escribiré una uña enterrada en mi mano,
te describiré la huella de mi diente
esperando tu bermejo asalto
cada día,
hasta encontrarte,
cielo
-azul o rojo, sepia, naranja, violáceo o gris,
pero mío y pagado a plazos-.
Te escribiré hasta después de penetrarte los ojos,
mi escribano trabajando a destajo
en el libroedén tejido con estas dolidas manos
para ti.

Petición 4

Que la turgencia de sus almas
compensen la mano de alabastro que ahora es la Tierra,
Madre, señora y no virgen,
Mujer Absoluta
Reina de los tiempos todos
y del paraíso original,

que sus dedos pinten cinco lunas,
una de sandía, otra para beber leche tibia,
la tercera para columpiarse,
la cuarta para acunarse
y una última para aprender a no rezar

los cantos de los afligidos que nos quedamos en Tierra,
los que extrañamos el imperio de su inocencia,
todos los días, cuando
un colibrí decide que en su lugar morirá.

lunes, 31 de octubre de 2011

Salmo para cerrar Octubre

Comeré tu alma hasta llegar al núcleo
donde la música no me deje ir
y sepa
que has sido tú
el artífice de mi credo
que me llevó hasta ti
para descansar mi fuego.

Para en tu beso al fin abandonarme.

Description

I'm leaving the earth
just to breath you,
sunny air in the sky.
I'm leaving the earth
and I don't mind.
I'm forgetting the pain,
I'm rewriting the song of my life.
My dear diamond, I can repeat your name
and everything keeps sense,
'cause
I'm leaving the earth, my love,
I'm eating your soul,
please music my life,
please dance me, my lord.

Diamond

Beyond the desert
beyond this land
I'll be waiting for you
as a shining stone
who'll bright only for your eyes.

Beyond the words
beyond the iced lips
i'll give you the perfect sound
to close the pain
and open the light.

Beyond all the seas
beyond the time,
I'll thank you the present
my gentleman astronaut,
you'll give me the kiss of your soul
i'll get from you the moon of your smile.

Petición 3

Que tus deseos se vuelvan una realidad
aunque mis palabras suenen
a slogan de centro comercial
y te pongas a reír en cuanto esto leas.

Que tu vida transcurra como los destellos
del adorno chino afuera de mi casa
o un piano traído de Las Vegas
(con todo y su fulgor innecesario,
con su fantasía implícita -adivino que también
debiste imaginar diamantes cuando oíste aquel sonido).

Y que nada marchite lo que hablas
así sea una ráfaga de viento
para el viento mismo.

Deseo que tus sueños se hagan realidad.
Este mundo ya es bastante aburrido
como para no reinventarlo a nuestro modo.

Abre las alas,
te espero en el lugar menos pensado
(estar contigo es lo que he pedido
ahora que octubre está por marchar su perfume).
Deseo que vivas en paz
y que me cantes al oído
lo que cada estación te ha mostrado.

Que tus sueños se hagan realidad,
que este poema cursi sirva de algo.

domingo, 30 de octubre de 2011

Petición 2

Perdóname las nubes
los tacones que me hacen megalómana
esa luna que jamás
ha de separarse de mi nombre.
Como tijeras en mi útero pleno de aire
clávate
Y absuélveme
con el agua que te sobre de tus amaneceres.
La que me hizo llegar a ti
para que repitieras la medida de mi voz
hasta cansarme el llanto.

Petición

Que la voz de los ciegos
guarde la pureza de los tiempos.
Y permanezca
a la hora de la deconstrucción
de este silo.

viernes, 28 de octubre de 2011

Título obvio

El día que una planta carnívora decidió ser vegetariana.
El día que el príncipe decidió regresar con las ranas.
El día que la pizza llegó una hora y media más tarde.
El día que el entregador chocó en la calle Luxemburgo.
El día que la princesa se eternizó entre el amargo olor a almendras.
El día que cerraron los accesos para salir de mi hogar.
El día que despreciaron el valor de las piedras lunares.
El día que hicieron rabiar a una mariposa monarca.
El día que vi su mano viuda, ceñida por el oro de sus días felices.
El día que los patos de enfrente graznaban poemas a mi padre muerto.
El día que escribió: "ella ríe" y se dedicó a pintar de blanco las páginas del mundo.
El día que me enamoré de ti sin saber muy bien qué hora era.
El día que no supe si era escribir poesía o reinventarme
El día que entregué al Todo lo que me queda de corazón.
El día que me desnudé una vez más, frente a este mundo que de odioamor arde.

Dolor

El dolor se levanta,
dispersa su perfume.
Se aleja en un grito
su escarceo primitivo con la dermis.
Abraza el perímetro del eco

Y no vuelve jamás.

No, si no lo volvemos memoria.
No, si exorcizamos su presencia
con los tambores que legitiman la sangre
adentro, muy adentro
hasta eslabonar el nombre verdadero de Dios.

Dijo mi padre en el escalofrío
que abrazó mi cena,
minutos antes de su imposible cumpleaños.
Lo suyo ya es la risa sin fin.



Para Miguel. Por sus supuestos 64
y su eternidad ganada a pulso de ausencias.

jueves, 27 de octubre de 2011

Oficios

Fuera capataz,
mayor sin tierra ni contingente
aspirador de alfombras
sanador de ciegos
fumigador de reductos piscodélicos
alimentador de peces emergentes,
jardinero de plantas artificiales
luchador con mallas fucsias
barbero sin afeitar,

Soy creadora de ríspidos silencios,
aulladora que presagia el disturbio
fémina lengua desbordada en la turgente piel.

Nula e inservible es la sentencia dadora
de un nuevo volcán
a la tierra de ex simios.
Haya de abrir la boca
sólamente para alimentar el fuego
del que jamás participaré yo.

Esperanza (lugar común)

Te espero como quien espera la primavera.
Inútiles segundos
en mi falda de casi treinta años.
Hoy se acaba de agotar el tiempo,
no más ganas de brincar
ni de construir un asalto, lugares comunes,
para el destino.

III GM V.2

Despierta
es hora de ordenar la biblioteca
las ropas cansadas,
los discos sin oír,
esa gota de leche
de una navidad que no dejó soñar.

Las estrellas de betún,
las galletas de oporto para dormir princesas,
un sapito para mimetizar la lengua.
Las llantas de la bicicleta
que no volvieron a rodar después de aquel abril.

Los barbitúricos escondidos en el suavizante,
las ásperas toallas con olor a día perfecto.

Despierta, mamá,
es hora de ordenar la biblioteca.
Tomas tú la A y yo te sigo hasta la R.
Luego, nos cansamos,
quebramos los mandalas,
rebautizamos a sabios, a viejos,
restregamos nuestro silencio en el fregadero
sin trastes por lavar

(cuidando que el agua
caiga
hasta ahogarnos el tedio).

martes, 25 de octubre de 2011

Sitio

Éste es el sitio
donde se pierden las palabras:
camposanto de objetos sin brillo,
alhajero de piedras que intentan competir
con los días en que deslumbraron otras ideas.
Ésta es la mesa
que está acurrucada en la esquina del sitio
donde se pierden las palabras.
Madera húmeda, piel despintada,
su voz es la estela del tabaco de alguna madrugada
donde la silla roja raída
habla despectivamente
cada amanecer,
justamente cuando el sitio donde se pierden las palabras
nota que algo falta.
Ésta es pues, la quejumbrosa, vieja silla aterciopelada.
acompañante de la mesa de húmeda madera,
que platica tabaco en aquel sitio
donde se pierden las palabras.
Ésta es la complicidad de ambas por años,
convertida en la hoja que es verdugo
y que impela a callar las cosas
para mantener su inmaculada faz.
(Ésta es la carta en la que nunca escribirás
"Feliz cumpleaños, nos veremos nunca
en cualquiera otra vida".),
Éste es el chocolate amargo del pastel que no fue embarrado
en la esquina de la mesa húmeda,
frente a la destartalada cocina.
Éste es el silencio que queda
después de un gran temblor ubicado
al centro del pecho,
que destrozó la preciosa casa utópica
convertida en este sitio
donde se pierden las palabras.

Postadata:
Éste es el momento de cerrar las puertas
al sitio donde se pierden las palabras:
si al silencio le ocurre la nada,
ahora los sabios podrán entender
que un nuevo abismo se abrirá
y aparecerá, lumínico,
otro sitio, listo para albergar una nueva ilusión.

XL

Que naden en mi lengua
estos cristales nuevos de colores como dulces
y el sabor amargo de aquellas esferas
olviden que su casa estuvo en mis labios.

Épica sin título ni personaje

Los caballos de alfajor
al sur de las avenidas construidas
por el ánimo de un dios constructor
que arrancó las florecillas
para dárselas al señor
que jamás creyó en la existencia de los druidas
trotan directo del campo al fulgor
donde habita la casa del rubio otoño y su prometida.

Lumen abatiendo el moho
de millones de historias atrás
guardadas en la pared embravecida
más que por coraje, borracha de azar.

Los caballos de alfajor
no saben de horas permitidas.
Sale la luna, aún permanece el sol
la lluvia otoñal les regala una canción
en los solares viejos escondida.

Óleo

Escaleras.
La tinta china rompió tus labios.
¿Por qué habrían de mudarse al norte
los pétalos de la flor de noche?
Es el tiempo de no estar a tiempo,
de cruzar la luz de las cuentas de colores.
Amarillo es el destino del viejo.
Rosa pálido, el de la mujer bonita que no ríe.

Yo sé que hubo un libro
donde nada fue escrito sino con la gloria
de los niños jugando en el parque.

Mis zapatos encajarán en tus peldaños,
el día de la lluvia de las mariposas.

lunes, 24 de octubre de 2011

Sonido

Me gusta el color de tu sonido
a pesar de jamás haberte oído,
címbalo perdido en el ancestral acento,
mar antiguo que me habrá de explicar
la nada viajando en la luminosidad del galáctico viento.
Ya casi vivo en tus notas,
tus pupilas son el mapa de todos los tiempos.

Sabiduría, perfúmame todas las vías resueltas,
únicamente interpretables
en las venas del cielo.

Yo sabré llegar hasta el núcleo de tu nombre,
tú ya me has robado en silencio
este beso.

domingo, 23 de octubre de 2011

Mitos

Que la bolsa de piedras te inundaba el espacio vital
yo creía que estaba en otra Ítaca tu casa,
que el alimento de los dioses era pan blando con azúcar
y tú lo robabas para alimentar el sueño de la absolución.

jueves, 20 de octubre de 2011

Pez

Estás muy triste.
Nadaré, mar de tu boca adentro,
hasta tomar un pez llamado esperanza.
Te daré de comer su carne en trozos pequeños,
no importa si los escupes en mi cara
y no deseas volver a ser agua limpia jamás.
Te leeré sus espinas como si de una nueva doctrina
tratara su esqueleto:
amor, palingenesia, y esas cosas
que tanto adormecen a tu corazón y aburren a tu cerebro.
Esperaré a que la lluvia maine en tu cuerpo
y seas sinfonía otra vez.
Descansaré en la terquedad de tus gafas,
absurdamente un nuevo cielo
te coceré.
Estás muy triste.
Te diré que estas cosas pasan y es lo único cierto.
Cerraré mis labios si a estas horas duerme tu lamento,
planearé la ida a tu boca, mar adentro
atraparé un pez llamado infinito sueño
y por la tarde te volveré a dar de comer de él.

domingo, 16 de octubre de 2011

Cal

Rara temporum felicitate
-Tácito.



A estas horas ya soy la cal que queda
de aquella iglesia antigua,
templo donde albergué las diversas sonrisas
que te habría de dar
en los futuros tiempos.

Pruébame con tu magnificencia,
con tu lengua mójame la blancura dispersa
únicamente visible de cuatro a cinco
desde este otoño.
Imprégnate de mi palabra no dicha
y embébete de lo que te envío en el viento y al oído izquierdo
cuando tengas ganas de no soñar más conmigo
sino sentirme en ti
porque para eso yo he nacido.

Promesa

Me enamoraré de ti
cuando las estrellas de mar
dejen de flotar en las aguas extintas
del norte.
Tomaré mi camino junto a ti
y sabré que nada ni nadie nos separará
incluyendo mi defecto
de no creer en que al fin te haya encontrado.
Comeré de tu mano
a sabiendas que he apostado mi sabiduría.
Y sabré que Dios jamás se apartó
-más bien me apartó de otros caminos-
para llegar hasta ti,
hastiada, impura,
lista para recibir tu acto que te catapultará
a un dudoso cielo:
la entrega de tu incondicional amor
-a mí, la que se esconde detrás del elenco del mundo
a la hora de comulgar los besos-.
Me enamoraré de ti porque no es seguro
que la vida me entregue
el regalo que jamás mis ojos han palpado
en esta absurda coincidencia de compartir
tantos kilómetros de mundo con otros.
Me enamoraré de ti
porque tú te encargarás de que sea así.
No importa si yo tengo cincuenta años
y mi piel ya no huela a madreselva,
seré tuya, brillaré como reina,
cantaré la historia de mis defensas,
de mis creaciones desiertas,
el éxodo de toda una vida
hasta llegar a adorar tu perfil.
Me enamoraré de ti
porque finalmente aprenderé a no mentir.

24 de septiembre

Mira cómo los noventas
de algún modo se ajustan a ti y a mí
-otra vez-
mientras ciegos nos reunimos
a la tragedia de devorarnos el aire
hasta insuflar el polvo
durante diez años.

Cadencia

Salías por una cerveza tibia,
la cajita donde vives cruje de tan pequeña.
De atrás vinieron los sonidos
de otras aves buscando piedras preciosas.
Tú no eres más un canario,
olvídate en su canción:
ella viene a decirte cómo el pasado
tiene la cara de un pez rojo
cantor de las noches turquesas
engendradas por la gemela de la luna.
Uno, dos, tres
con cadencia se nace en la melodía
y con ella nos vamos
al cerrar los ojos a la estrella más luminosa
colocada por azar
en el horizonte.
Recógete los cigarros, llévate una estampa
de saliva y smog
la impronta de tu fracaso
sobre la foto de tu licencia vencida.
Te espera la canción de tu vida
para llevar.

sábado, 15 de octubre de 2011

orchestra

Apaga ya la tele, Melpómene,
Talía, Sófocles,
Perséfone,
Ariadna, Atenea,
Hécate,
et al.

Que de noche los mentidos japoneses cantan
una canción de musical
en un canal del cable local
y yo no tengo más minutos
para acomodar sus cabelleras largas
en el edredón que no cosí.

Que de noche el ridículo de la cultura nueva
da pena ajena
y no estoy para explicaciones
porque yo tampoco pedí vivir aquí.

Visiones (I)

Globos metálicos no,
corazones de niños que van muriendo la inocencia
en la plaza de la ciudad desierta
donde el maíz se largó
dejando cactáceas y piedras.

Puse mi carrito de madera
frente a sus bibes de cristal abandonados.
El viento es testigo
de cómo me voy alejando, prendada de ella.

Angustia

Leo cada noche
mil versos escritos por ochocientas manos diestras
y doscientas siniestras.
No te puedo copiar, poesía,
no alcanzo.
No alcanza mi puño a volverse papel carbón,
me aturde tu voz todo el día.
Sí, tu voz, es tu voz la que no atrapo,
fémina misteriosa
que me consume el tiempo.

Recuerdos

El día que te conocí
mi lengua anticipó el sabor del placer
de entender la música del aire,
mi cuerpo entendió la danza de las estrellas,
mi alma comprendió el fin de la libertad:
liberarse era pues, acabar en tu marea,
ser un trozo de papel para ser escrito por tu saliva,
un libro que se escribía de a poco
con cada sonido de nuestras gargantas.
Y mi mente anticipó
este melífluo silencio
desde el cual mi mano te escribe.

viernes, 14 de octubre de 2011

La fuerza del sino

"Hados y lados hacen dichosos y desdichados"
Decir de la época del romanticismo español


Yo quería tener un hijo.
Sólamente he podido engendrar
trescientos catorce triglicéridos
y un sino cubierto de pétalos sintéticos
-excipientes, cáspsulas para cubrir
la inteligencia de los placebos-.
Mi cetro es la esperanza en la sutileza
de lo que siempre me ha sido prohibido.
Mi alma es amarga
y también padece hipotiroidismo.

jueves, 13 de octubre de 2011

Plaza Cinco

El día que nos conocimos
renunciamos a soñarnos.
No hay paraíso más allá de tus pestañas,
dijiste,
y la teoría del vivir aquí
se desnudó conmigo.

Suena el reloj de las cinco.
A esta hora, la puta descansa en la sombra
la plaza es su amiga
y de latir algo más que los labios
se da permiso.

Escafandra

Altas olas envolventes
de un cálido furor en sus manos,
rojo, historia,
un cajón para los rosarios.

Alto es el ruido de la gente
en las catacumbas de una melodía
sin fin ni destino,
clavándose profundamente en sus osarios.

Bala perdida,
lluvia de esquirlas a grito batiente,
esto no es la guerra
es la ceguera de mis hermanos.

Necesito encontrar otra playa,
donde permanezcan de abril a octubre
las flores blancas en el cielo.
Necesito buscar nuevas sayas
para guarecer a los niños de leche
y a las palomas de azúcar y miel.
Necesito un amor verdadero,
una escafandra con dedicatoria al centro:
te quiero, te quiero,
hermano, jamás te dejaré de querer.

miércoles, 12 de octubre de 2011

Entrega II

Entrego mi prolongada noche amarga
al Señor,
aún si dejan de cantarme himnos de ira
las piedras.

Si las piedras se van
habré entendido ya
que soy de viento ave
y la luz se habrá instalado aquí
para nunca más dejar
la polisemia de mi alma
ni la polifonía de mi corazón.

Entrega

En el reino de Dios
también hay oscuridad
Oh Sae Young



Entrego mi sombra al Señor,
en sus manos su fuerza desaparecerá.
Podré verme al espejo
y veré
la misma niña, la amante mujer
que únicamente nació
para ver las estrellas
y reencontrarse con ellas.

Como líquen putrefacto en la secoya
así he visto posarse mi sombra
desde hace tiempo.
Ya no temo:
la ira es lo que me hace débil,
será entonces paciencia
lo que siembren mis dedos
al despertar cada día.

Entrego mi sombra al Señor,
Él la habrá disuelto ya.
No me importa tomar otro rumbo
ajeno a mi palabra
si es Su palabra
la que me conduzca al bien mío
y de los hermanos por los que alguna vez pedí
estando pura.

Siluetas

El canto adolescente
abre las puertas
de la casa donde vive el deseo,
se nutre de la saliva y de sus besos,
y nunca muere
ni cierra sus ventanas
pues el amor es singular y circular
en esa etapa de la vida
(que puede durarnos uno o quince mil días,
o dos noches,
como fue nuestro caso particular).
Plúmbagos son los muros
donde se trazan las siluetas
de los amantes en flor.

El día más feliz de mi mundo (girasoles en otoño)

Dicen que los girasoles crecen
en días de otoño con lluvia
si alguien sueña con amar
si alguien alberga eso que se dice esperanza.

Cerré mis ojos,
las horas eran un plúmbago.

Creí ver los papeles metálicos de tus letras
brillando en aquel zaguán
donde duermen los besos que no nos dimos,
creí que amaban mi piel
y ésta te escribía el poema más tierno
para que lo guardaras
en las bolsas futuras de tus azules ojos.

Me pareció sentir tu nombre
sobrevolando las hojas del silencio.
Levanté mi falda,
afuera seguía lloviendo.
Y los girasoles crecían
al compás del color intensificado de mi corazón.

lunes, 10 de octubre de 2011

Paradiso

Ya sé que esto
no es el paraíso,

pero igual podría intentar renombrarlo,
si la brújula de los nombres me alcanza los oídos
y puedo entenderla.

Fabricación de estrellas

No hay estrellas.
Dices que no hay estrellas.
Prueba a mirar el negro y fabricar una.
Prueba tomar tu lengua y decir:
"Reconozco el canto de todos los tiempos en su marcha sideral".

Probablemente no nacerá nada,
tal vez serán solo pétalos de crisantemos
iluminando tu alma,
lo que sientas, muy entrada la noche.

Vuelta a Ítaca.

Has vuelto de la maroma de la rueda
y el polvo del viaje.
Has vuelto a casa.
El pan amargo te espera,
el agua dulce y tibia
ablandarán la llegada.
No hay estrellas,
sólamente algo que se llama alma.

Tanto mejor,

Las Ítacas personales siempre son
el único motivo de los actos nómadas,
y brillan también, como las estrellas.

domingo, 9 de octubre de 2011

Reprogramación del amor

El amor y la pasión
nacen en la frente,
se instalan cual cristales viejos
en el hipotálamo,
nos volvemos changos sudando el corazón.

Reprogramaré mi mente
para no soñarte más
ni pedir a tu rubia miés
que vuelva a besar mi París
desnudo de toda mentira.

La isla de la fantasía

Ya me voy, amor,
a mi Isla de la Fantasía.
Ya siento venir los placeres de la ilusión,
ya me parece escuchar
"el avioooooón" del enano de blanco.
Despertaré como a las cuatro
(quizá este domingo,
quizá dentro de otros tantos.
A lo mejor no vuelvo y punto).
Me llevo en la bolsa
el gotero con la solución de tu saliva,
tu explosión sideral y tu caos.
Dejo en este mundo febril
la nostalgia que no te permitió soñarme
a pesar del regalo que te di.
Silencio,
nadie te ha pedido
el consentimiento
para que yo deje caer mis lágrimas.

En realidad,

más que hacer el amor
yo tenía ganas de enamorarme
entregarme
abandonarme
sentir que otro cuerpo
y su alma
me pertenecen en reciprocidad
a lo que yo siempre he dado.
Una nada y la nostalgia ajena,
este libro de hojas sueltas,
la recién cortada melena
y un futuro sin estribillo rubio
ni lucero azul,
eso es lo que me deja
toda intención
de vivir en otra luz.

Congelamiento dominical

Despertar y en domingo,
¿para qué, amante mío,
si el azul de tus ojos
me prohibió el destino
volver a mirar?

[Siempre me pareció
que más que árabe o germana,
mi raíz era griega:
por qué he debido amar
a quien no debiera,
dejándome sola y casi muerta,
vagando, cantando de noche
tu rubia belleza,
canto profundo de mi penar].

No sé saltar en el tiempo
no encuentro la forma de al destino sobornar.
Únicamente me queda
elegir un instante y en ella mi risa congelar.

Ya tengo el lugar, el tiempo y la persona,
el diálogo del te amo siempre,
la cajita roja brincando en el rosa telar.
Sólo falta la ciencia,
la ciencia que me quiera dar la eternidad.

Acertijo doble


[Estaría bien saber si
acaso fue mi segundo nombre
el que ocasionó aquella perdición].

[Ver respuesta al anverso de mi corazón
que esta noche no deja de pensar
en ti].

sábado, 8 de octubre de 2011

Si me lo preguntas

Y si me lo preguntas, sí...

Pero crecí para guardar silencio.

Mejor haber sido un papagayo, una alondra, o un trueno.
El caso era que mi voz se quedara ahí al despertar lo que me más quiero
del mundo que concebiste,
luna azul, mar de oro que ancló su frente
en mi seno.

Memoria

Amo la memoria,
único lugar donde
habitas tú,
en un tiempo y un espacio perfectos.

Pieza de marfil que guardo
para admirar el recuerdo del sabor de la felicidad.

Si este silencio fuera de metal,
estoy segura que ya
habría perforado mi alma.

No me queda nada, sino recordar:

La perfección no tenía nombre
y danzaba con nuestros cuatro pies
y nuestras cuatro manos.
Bebió, feliz, el agua de nuestras fusionadas bocas...

Imaginó que el instante podría hacerse una realidad.
Pensó bien.
Aquí está, en esta casa llamada memoria.

(Pero nunca sabrás
que también existe
en mi corazón).

Polisemia umbilical

La alegría, ataviada
del dulce de los otros siglos enamorados,
irrumpe en el zagüán de la casa
abandonada por el estío.

El cordel de plata
reforzado por doscientos sonetos de amor,
por cien mil caricias, por
elegías sin verso,
florece la polisemia de las palabras
en el ombligo de un gigante.

La luz propia de las estrellas

Die Eine eingen-
sternige
Nacht.
Paul Celan


Y dolía tu canto en los almendros
donde Dios bebe su aceite
para rehacer el amor en el mundo.

Has bebido la luz propia de las estrellas.
La eternidad se pinta la cara
para bailar contigo.
Ahora, sigue orbitar en soledad.

jueves, 6 de octubre de 2011

Todas las mujeres hemos sido Helena

"All women are not Helen,
I know that,
but have Helen in their hearts...".
-William Carlos Williams.


Y yo, en la raíz del nombre
me llamo Helena,
a pesar de la miseria,
aún en tiempos de estar verde el trigal.
No sé cuándo, ni cómo,
manzana,
llegaste a mí para despertar este lamento:
inteligencia sutil
en mis brazos abiertos,
todo es nube y todo es silencio,
pues siendo lo que soy
debería callarlo todo de momento.
Hacer las paces con los aliños, olvidarme
del fallido madrigal.
A chile tostado me sabe la boca
y es dulce y es amargo
y es lo que me da la vida
cuando saco una parte de mi lengua
para entender al mundo.
Y es sabido que no siempre te entiende el tumulto
pues es un tumulto dentro de ti
lo que te orilla
a abandonarte en lo que otros
ya han probado en el vuelo de la gnosis y la poesía.

Personajes

A ciertas horas de la noche,
cuando la luz traspasa
el velo rojo que cae
cual telón ante mis ojos,
sueño las vidas de otros hombres
y sé que no estoy soñando:
un albañil en praga,
un bombero tomando mate el fuego de otros vigilando,
la bailarina exótica que lleva a sus hijos
a una escuela en los suburbios,
dos ancianos llenando el hueco
a base de palabras también huecas
(todo para no dejar que los nuevos respiren,
o quizá porque saben que el hombre
se renueva hablando de otro mundo),
el abogado ebrio con sus problemas
y su hijo navegando en las aguas de sus neuronas.

Cada cierta noche,
a cada cierta hora,
cuando el velo rojo no es más
que un simple pretexto para no desmentir
la inexistencia de la materia,
yo oigo las conversaciones de los aviones,
platico con los megahertz de un locutor ruso
y hago mutis cuando escucho
las policiales sirenas.

Todos los diálogos son posibles
Goethe, Moratín, Lope,
Molière, Beckett, William...
todos dicen algo,
algo así como ola versificada y repetitiva,
algo así como las vidas dentro de una vida.

Cada noche,
a cada cierta hora,
las vidas de otros respiran en mí
porque soy yo la que en ellos respira.