sábado, 8 de octubre de 2011

Si me lo preguntas

Y si me lo preguntas, sí...

Pero crecí para guardar silencio.

Mejor haber sido un papagayo, una alondra, o un trueno.
El caso era que mi voz se quedara ahí al despertar lo que me más quiero
del mundo que concebiste,
luna azul, mar de oro que ancló su frente
en mi seno.

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