viernes, 28 de febrero de 2014

Ropa

No te desnudes, Vida.
Quiero ser yo la que siegue tu mies
con un beso de amor prolongado.

Tengo ganas de ti, de mimetizar mis dedos en tu piel
descubrir una vez más y como la primera
tus dunas y resquicios
tus nichos de sal y miel
tu cabeza de luna encrespada.

Mi luz, quiero tocarte
apenas con el tacto de un colibrí en flor.

Puedo quedarme así toda la noche.
Deseo venerarte así toda la noche.

Pues mis dedos entendidos están
que al alcanzarte con sus caricias
te cantan nanas e himnos,pasillos nuevos

Y también así te hago el amor.

Periplo

Te he oído renacer
niño
en la atalaya del tiempo 
desde tu luna encrespada
con el tren y su marcha
platicando de sol con los pájaros. 

He remojado mis horas en tu leche. 
Sagrado amanecer que explica
un periplo y otro más
con la certidumbre de que habríamos de llegar
a este punto. 

jueves, 27 de febrero de 2014

Tu voz amante contorneando mi boca
mi garganta muda de cantos de amor y saliva
palpitaciones de mi corazón abierto
a ti, a tu caricia de tierra fecunda
en este mar que te soñaba exacto y primigenio.
Tu mano está contorneada en mi mano.
Mano de Fatma que soy
con el emblema de tu amor
apostado en su centro.
abundancia de mujer en la rabia dulce de tus ojos.

La que cree en ti por la imperfección de tu pantalón roto
y la perfecta sintonía de tu latido con tu mirada
de sangre y niño ébano

dios de páginas sagradas y falo capaz de renombrar mi espalda.

Hemos de amar al sol
como una ley potentísima
sin razón humana que la extinga
ni atavismo que pueda corromper
su prístino lenguaje.

Hemos de lazar al sol
como una verdad inmarcesible
con lazos de jazmín y orquídeas
y también con humo de Cammel's
acumulado en el rincón de la noche filosofada.

Hemos de obtener la raíz del sol
tu coxis embriagando al mío,
hemos de partir el pan de sol
apenas te embista con mi boca.

Hemos de llamar al cero uno ochocientos-SOL
cada vez que tu silla es demasiado lejana
y mi silla es muy terca y no puede moverse.


Pintura neorrealista

Bajo la lámpara lunar
la herida abierta y fragante
hablando de una mujer bailarina. 

Todas sus sombras 
sobre el tálamo caminan. 
Son dúctiles, son relieves
que son de lava y sal
azúcar morenita a las dos de la mañana. 

Bajo la lámpara lunar
el corazón doblemente herido de amor 
empujado hacia el rostro 
del eterno grito y su furia. 

Allende la espalda llanura de la mujer
correrán esteros y ríos
nuevas planicies para ubicar
el temblor de los astros bajo el influjo
de un beso mitad aire
mitad lobo 
mitad silencio mitad marino. 

Bajo la lámpara lunar
se anuncia el serpenteo triplicado
su canto de niña llena de ternura
su inefable signo vital 
pulsando sobre su montaña. 

miércoles, 26 de febrero de 2014

Coda para un hombre sin sueño

Alejaré la almohada 
y trataré de escuchar
la llama de la nave que se lleva
el fragmento de héroe
de quien esta noche recuerdo vivo. 

Amada, no tapes mis hombros. 
No hables.
No dictes poesía. 

Mírame detrás de la noche. 
Y luego, háblame solarmente
para recomponer la canción del silencio
que hilvano esta noche
donde varios entonamos 
sus notas escritas para un justo. 

Guardé silencio.
Mi arpa, mi traje invisible
mi mano dentro de mi otra mano.
Obedecí a mi hombre.

Y luego, lo amé mucho más
porque sin un solo canto
comprendió la trayectoria de la noche.

Variantes para un hombre sin sueño (V)

No quiero arpas
no a la noticia de la leche tibia.

No quieres tener sueño.

Yo no quiero no tener algo
que tú no quieras.

Vigilaré tu contorno azul
hasta que ocurra el naranja solar.

Variantes para un hombre sin sueño (IV)

Caminaré desnudo,
dijiste.
Y luego un líquido goteó
de tu ojo izquierdo.

Con tu llanto ahuyentaré lechuzas
con mi mano enjuagaré las fichas de tu memoria.

Al amanecer, insomnes
veremos que los fotogramas son luminosos
porque has amado.

Variantes para un hombre sin sueño (III)

No puedes/no quieres/no
vibrar el sueño.
Su frontera polar de niebla mágica.
Me acostaré a tu lado
a contar raíces de verbos
y sombras de animalitos en la pared.

Variantes para un hombre sin sueño (II)

Lejana está la hora de que duermas.

Abrazaré tu ojo derecho 
con mi brazo de viento. 

Variante de amor para un hombre sin sueño (I)

No tienes sueño
prepararé el té del silencio
hasta amanecer contigo. 

martes, 25 de febrero de 2014

La luz de la anagnórisis
sobre la puerta
clavada
tocando la hora quinta
después del mediodía.

La hoz blanquísima de la revelación
escribiendo huellas de rositas y orquídeas
el corazón de un dios terrestre
a la hora esperada por su hembra.

Un revoloteo de colibrí y magma
sucedió entre aquellas sábanas horas.
La duplicación del eco y su fruto
la duplicación de un hombre muerto y renacido.

No hay silencio en la luz
se oyen adentro los cantos favoritos
de quien con su mano escribió un mapa
y en su terraza interior
adorna de gasas de amor la voz de su compañera.

La misma que mira detrás de la ventana de cada cosa
la que tiene la llave del lado B
de lo que el siglo ha dejado soñando.

Por amor lo ha hecho
porque su hombre se ha manifestado.
Y mis dientes serían muy azules
si al contemplar tu efigie añil
mordiera una parte del contorno

sempiterno planeta de luz propia
fuego destilado de un sol de risa inmortal.
Ando como en un camino sin piedras
ando como desnuda de pies y manos
sin tentar las llamas.

Ando protegida contra espinas
ando sumergida en azul y en plata.

Ando rociando de mar y flores blancas mi celestial mapa.

Ando clavando enredaderas en sus cuatro esquinas
los muros de mi corazón, tu casa.

Ando como encendida y virginal
tan de agua clara.
Ando de sándalo y ámbar
reflexiva al tacto de un dios, tú.

Ando llena de gracia.
El día de volar
sobre la mansa ola
una alfombra de nubes violáceas
las florecitas amarillas de la mañana.

Flotar como los tiempos de la sicodelia
flotar como se hace después de una melodía
el canto de un sapo
el grillo recién bañado en luz de luna.

Tengo un sobre con los signos del futuro
un caracolito retumbando
en los oídos de ambos:

Es la hora divina de recordar
el sueño indiviso de nuestro beso.

Noche blanca

La primera noche que no habito en el silencio
la primera en donde no es ausencia de luz mi camino.

Ya la había percibido con el tacto
era tu olor mi referencia.

La primera noche donde no abundan las fieras
y los demonios se aquietan en los animales y en el ego.

La primera donde conozco el no tiempo.
Yo, la viajera astral.

Algo aflora en mí y de mí
va a dar hasta la palma divina de tu eco futuro.

Universal, me habitas y reinventas
la primera noche.

Lavaste con las últimas palabras de tu libro
mis ojos totalmente ciegos y enfermos del mundo.

La torre de luz no era yo,
como presumía mi actual nombre-
Simplemente era una torre
aguardando la llegada de tu luz
para llamarme tuya, la sinnombre que habita
en tus brazos abiertos.

Esta es la primera noche blanca.

Por fin, el mundo y sus formas.



Para Ramón Córdoba, el hacedor de mi luz. 
Para el héroe que cinceló su cielo y lo ofrendó a la Vida.
Para el escritor que parió un Gran Canto de Fe y Amor que será oído en el siglo XXI 
Para el dios que me incluye en su mapa celestial.

Con devoción extática e infinita.  



lunes, 24 de febrero de 2014

No orino por no desprender
el aroma de la miel que me mantiene encendida
en la otra cara de la ciudad
que abrazada me tiene en el silencio.

Tu agua sagrada contendré
hasta la medianoche de la víspera
en que tu cuerpo y el mío
volverán a tejer
el manto de amor con el que nos defendemos del mundo.
Sobre un lecho de fuego
estamos tú, yo,
la infinita no presencia del tiempo
un caracol marino renovando la materia

latido de dioses cincelando un mundo.

Formamos las olas de la vida
entre cítricos y cantos.
Llovimos estrellas
para expandir la euforia del beso.

Luego, dormimos.

Y en el sueño prometimos continuar
el andamiaje del Gran Canto.

Memoria táctil y Gracia Plena
esta luz que refrenda
la existencia del sí y su repetición
cuando dos voluntades erigen
una patria llamada Amor.
Canto al dios terrenal
que habiendo descubierto
la Mar de Tetis
escarbó incesantemente
remolino y fuego
hasta dar con la profundidad de mi origen
este eterno femenino
teñido hoy de su semen con sabor frutal.

Canto al dios escritor
al visor del mundo más allá
de las concretas formas.
Alzo la vista y en un latido
abrazo su sexo que es mirra
y es copal
hasta abrasarlo y duplicar
la muerte y resurrección de su lado de hombre.

Canto al dios
te canto a ti
a las tres treinta
justo cuando hambrientos estamos los dos
y nuestro corazón es tan grande
que no nos cabe en la bolsa de la tarde.
Meterás la luz
por el resquicio eterno
donde un hombre se vuelve eco de su hembra
y ella es parte del magma
con el que fue tallada su costilla.

Arderé en ti, de ti
piel de durazno mordido por tu boca.

Mi seno gritará
el desprendimiento vertical del pezón
en tus otras manos tibias,
las escondidas para tocarme
y vencerme y encenderme y exhalarme
como un conjunto de piedra antigua
convertida en la dulce sombra que dibujan las cenizas.

Tendré un coxis para repensar el fuego
y otro más
para sostener mi dolor arqueado
apenas te dirijas al origen del sexto sol
y mis huesos comprendan
que la elasticidad de su tiempo
se deben a tu fuerza
y no a mi albedrío.

Dime si estoy bien para atacar al mundo
con sus errores de hiedra silente.
Dime, si he cubierto las virtudes
para entregarme después de amarte a ti y tomada de tu mano
al corazón del universo.


viernes, 21 de febrero de 2014

33

Flor encarnada
incrustada en agua de sal y desierto blanco
ignominia muerta
una luz que teje la luz dentro de la luminosidad
del verbo que es él cuando mira
las esquirlas que hubo en mí
antes de la renovación de mi espíritu.

Lo veo y lo conozco
o tal vez no
y por eso luego la lluvia del silencio
su tela de algodón de otra mancha lunar
tersura de noche limpia:
quiero escucharlo
y lo consigo y no
porque es un mundo denso y abierto
siempre manifiesto
en la inquietud de su propia inteligencia sonriente.

Mi cuerpo lo conoce bien
en el grito de un mar de plasma enriquecido
de una multitud de personas que hemos sido
antes durante después
de abrevar del gozo.

Mi espíritu en cambio
inagotable de preguntas está
y es que su esencia es tan distinta y sabia...

Por la tarde le vi crecer
sueños sobre su piel morena
y yo lloré alma adentro
por la magnitud de la alegría divina.

Soy científica de su alma
y pareciera que soy esclava de su corazón danzante

y sin embargo soy ambas.

martes, 18 de febrero de 2014

La estrella del firmamento
la única
la roja y amarilla
vive conmigo
y me baña en su sal
y sus caricias de niño de cinco rostros.

Durante eones busqué explicar
el motivo de mi llegada:

un corazón abierto
uno de marfil y arcilla
de ónix y música de rebelión.

tus manos suaves

tus ojos de mundos insondables, infinitos.

Tengo por fin la paz
y no son las letras en desbandada
ni la jerarquía o la riqueza.

Es tu latido honrándome el alma
avasallando mi piel morena
que me resguarda
siempre amante, entregada tuya.

lunes, 17 de febrero de 2014

Ámbar
tu semen corriendo libremente
por la colina de las tres de la mañana
tu corazón de lluvia de maíz
antes y después de primavera
tu alma encapsulada en piedra y verbo
siempre única y verdadera
original como la vida antes del gran pecado inexistente.

Ámbar
la luz de tu cuerpo flamígero al atardecer
y también tus notas y tu reescritura
de los que parecen y no son grandes.

Ámbar
la casa para tu descendencia
y la mesa para sostener la oscuridad
cuando amenazante avanza hacia tus amigos.

Ámbar
los pasillos de la carne nombrándote
hijo único de una gran estrella
firmamento de un mar de mercurio
y también del mío
espumeando amor y deseo
desde el día que con mis labios te conocí.

domingo, 16 de febrero de 2014

Ábreme, corazón,
ya sabes que mi fuego es tuyo
y mi casa húmeda está
para fecundarte el tiempo.

Ábreme el corazón,
por ti he cerrado laberintos,
por ti ofrecí la Mar
hasta encontrar el nuevo mundo.

Ábreme, corazón,
como un mamey a punto de elixir
y después como la puerta de sol
que por ti volvió de oro ataviarse.

Ábreme el corazón,
ahora que ya está demasiado abierto.

Oí tu canto:
eres la oración extraída
del centro del universo
que vino por mí
para olvidarme de mi sombra.
Dijiste vida y te soñé bailando 
sobre la cresta más aguda de un mar
tumultuoso y de canto amargo. 

Dijiste vida y comenzaste a llorar
la alegría de los guerreros
que gritan muy fuerte

hasta sacar del pecho una segunda vida
y otra más
porque de eso se trata 
esa cuestión llamada persistencia de la memoria. 
Ser un grano de arena en la playa
la nota invisible del himno de dios
otra apenas perceptible en la lengua de las aves.

No se puede ser el todo
decimos
y sin embargo estamos aquí
el pulmón desdoblado en éter.

Ser tu hígado o tu lóbulo frontal
que seas mi cartílago nasal
para respirarte viva.

Quizá eso sea lo que pediríamos
pero esta noche el amor,
Amor,
nos toma delantera
y nos pensamos, uno buscando al otro entre alfabetos para amantes,
demasiado.
Porque aúllo de hambre de ti,
de tu corazón tierno 
a las dos de la mañana,
te mando a dormir 
cuando lo que quiero es dormir contigo
estar debajo de ti
o regresarme a tu costilla original 
para respirarte. 

Traigo esta noche, a esta hora
un inabarcable coraje de ausencia de ti
y por eso es que me levanto 
a escribirte esta nota. 

Once diez:
cuando no soy ley ni filosofía
recuerdo que tiemblo de amor
y mi flaqueza eres tú 
a la hora de la noche
porque tu mano en mi cadera 
está ausente. 
No temo a las obligaciones diarias
ni a transitar los senderos de la materia
para seguir siendo materia.

No temo las deudas
no temo quedarme sin casa
no temo que olviden mis títulos profesionales.
No temo que me olviden las gentes
por estar paseando en los centros comerciales.

Temí por la tarde dorada que pudo escaparse
de no ser porque ambos nos pensamos en el cielo.
He temido acotar mi oído
y no escucharte en tu grandeza.
También tuve miedo de no bailar
la danza de la flor que nos une a la mañana.
Pero lo que más temo, es, quizá,
no las arrugas ni la futura celulitis
que impidan que me llames tu Diana
un sábado,
ni tampoco saberme la tabla del 18 porque con tus números tengo.
Temo no escribirte las suficientes veces
que te amo
y no cubrir tu latente casa con ámbar y sándalo
un domingo donde en la alacena hay de todo
menos tu cara para besarla.

sábado, 15 de febrero de 2014

Me tienes en tus manos



y soy mujer de ti todo el día
y te hablo y te oigo
dentro de una casa sin muros
y soy más tuya que mía
a la hora de la cena

cuando la fiesta ajena celebra
la maravilla que esperan
y yo a tu lado ya tengo.

Me tienes en tus manos
y soy serenísima o sirena por la tarde
y no lo soy tanto por la noche
porque hambrienta de ti
también me tienes todo el tiempo.

Me tienes en tus manos.
En realidad yo sabía que eres mi retorno
al lugar de partida
donde es el amor
quien nos hace.

Me tienes en tus manos
y soy latido de dos corazones al unísono
tan dulcemente negro y tan fieramente rojo
que el Amor en mí
no tiene otra alternativa

excepto brotar de ti
y para tus yemas
que tan dulcemente me preparan un té
antes de subirme contigo
a la nube de la que somos dueños.

Me tienes en tus manos
y mi cuerpo yace tranquilo
a la hora de la pequeña muerte
y también del sueño.

viernes, 14 de febrero de 2014

Una escalera al cielo
magenta
violácea.

Algo flota
perfume universal
vida
primavera adelantada.

Quizá sea tu beso dorado.

Quizá tu espíritu hablando
de la Luna
y el atardecer

tan ahíto de esplendor.

O simplemente que eres todo tú
el depositario de mi cursi arrullo
a pesar de que no duermo
porque te espero.

jueves, 13 de febrero de 2014

Hormigueo en la punta oeste
de esta luna
húmeda de la presencia de ti
tú, dios disperso en éter y materia.

Un canto para ti
ha habitado mi cuerpo desde la noche.
Razón de grillos y estrellas nonatas
caballito de mar con el recuerdo
del beso primigenio.

Todo es inmenso.
Todo por ti es nube y también amapola.
Todo es invencible
incluso tu talón
incluso el delirio
incluso el éxtasis más allá del botón.

Salgo a la noche a bautizarme de ti
y te encuentro, danzante y niño
en la punta de los astros
hablando del sueño de dios
convertido en lo que hacen tus manos.

Salgo a la noche a vestirme de ti
y resultas ser fuego nuevo.

miércoles, 12 de febrero de 2014

Prometo no erigirte
una torre de esperanza escrita
ni palabras de cortejo sin trenzar.

Juro que no te diré en vano
la palabra amor
porque no se trata de eso.

Mi poesía habrá de llegar a algún lado
el día que yo muera por segunda vez
y espero morir ahíta de tu cariño consciente
que va caminando al lado del mío.

Mi poesía habrá de llegar a algún lado
y esos serán tus huesos y tu carne
y también tus pensamientos y tu doctrina
tu metodología para el amor
y tu corazón y tu espíritu libre.

Digo morir la segunda vez
porque morimos todos al amar enteramente
como aquella noche entre tus brazos.

Prometo escribirte la rareza de este sol
tan extraordinaria
como la tierra ignota que la vida nos ha alcanzado.

El gran día

Tú la voz alzas y el mundo de tu esperma se nutre
tú callas y el aire se distribuye en la sabiduría del silencio
tú lloras y el mundo se reescribe en un papel
le hablas a dios y él te responde. 
Tierra fecunda lago dulce.
Montaña de luz perpetua
saliva de savia de roble
cola sirenísima a la espera de tu canto. 

Letanía de la tarde para mí
porque de ti
estoy habitada.

martes, 11 de febrero de 2014

El amor tambíén es
brincar por segunda vez
en la oscuridad de la calle
a espaldas del gimnasio
alumbrada por tu fulgor
ante las grandes noticias.

Que tu espíritu progrese
hasta tocar los dedos de Zeus.
Que tu pluma se vuelva grande
entre los grandes.
Que la fe y el amor de tus escritos
resuenen en los muros de este siglo.
Que tu voz sea escuchada en el mundo
porque tienes para decir cosas importantes.
Eres grande
lo que llega a ti es retroactivo y promesa
de una bonanza sin fin.

El amor es saludar a dios
con un grito abierto:
esta noche sonríes, Astronauta
y yo soy la mujer más feliz del mundo.
Porque me quieres más
otro fragmento de día de un soñador dios

mi cuerpo embarnece a merced de tu chispa
mi sangre se renueva, sangre niña, sangre pureza
y mi latido baila una música sin fin

porque para eso había nacido.
Qué puedo saber yo
sobre los tigres de Borges,

Cómo nacieron
la analogía rara de los semióticos
con el sexo.

Al norte de todo
incluso de mí misma
hay un techo para ciegos
como Borges, como los que amamos
-libros, países
canciones, collares
tu corazón.

Es el techo donde antes de dormir
los que amamos
buscamos un signo en la veta
para dar gracias por la Gracia.

Si está, lo miramos y le hacemos un poema
los ojos inundados de actos reflejo
impulsos de cohetes sin capitán.

Si no está, lo imprimimos con nuevas miradas
que quizá serán neologismos
o poemas conceptuales
o no.

O simplemente se volverán un ¡Cómo lo quiero!
¡Sabiduría, ámame y seré suya!

O tal vez mi dermis soñándote en silencio.

Qué puedo yo saber de Borges y sus tigres
su aflicción por la cópula

si es la cópula entre nosotros
-grito, semen, fluido
libro abierto, espacio escrito para por tu carne
camino y yerbita
nube nueve y alegría de Sol-
el principio de un abecedario que incluye
los sellos de Salomón
el primer hogar del Aleph.

lunes, 10 de febrero de 2014

Estalla la tarde
su ósculo de miel y zebra amarilla
su auto volador sobre amapolas.

Que un claxon de amor
se acerque a tu acera
que un grito de ciudad pequeña
se acomode en tu sexo

Soy y no soy estos versos
soy la mujer que te llama
el corazón repleto de amor
soy y no soy esta canción:

El primer beso tuyo yo en mi silo guardo
y yo a ti te amo tanto, tanto...

domingo, 9 de febrero de 2014

Sunday Song

Is my wish tonight
to see the pure of your voice
in the Pond of the Moon
the place where I adore you
and kiss your lips
as the gift of the real God
who came singing your soul.

Is my only wish tonight
to learn the language of your tongue
and touch the river beyond your hair
the reason of my mouth and my hand
telling, writing you
the most precious words to reach you
to reach your heart.

Is my only wish to make you know
that I felt in Love
and, Beloved Soul of Mine,
my way is the way you make for me
in every travel to the centre of the Earth
in every Sunday Song.

Eterno femenino

Despierta estoy
piel de roca
guarida de puerta secreta.

Soy el silencio en la palabra
la torre divina
que sólo una vez se abre.

Estando dentro los dos te dije
la aritmética del amor del cosmos.
Apoyados en sus muros sin muro te hablé
del infinito deseo sublimado en latido.

Nunca he hablado a los hombres ni mujeres
más de lo que deban escuchar de mí misma.

Yo no me pertenezco
mis palabras son de un orden anterior a mí
como lo es tu espíritu.

Ahora que sabes el eterno femenino que hay en mí
y que es tuyo
porque te lo he dado

Mírame rosa y orquídea cuando me ames
y acompáñame en mi camino.
Mimetizado en la madera de los árboles vas
camino a tu casa

la esencia.

Eres la fe del agua corriendo
por el río de tu infancia.

Eres la no materia
un día de cofre sabatino:

sedas de sultán, maravillas de un templo grande
eres el sello de Salomón
encriptado en un sí
porque la verdad es demasiado grande
para que la vean.

En el bosque de la misericordia
me has reunido para hablarte.

No has buscado respuesta.

Querías saber mi postura.

Sabio hombre, tu amor es mi pregunta
y con tu amor le doy respuesta certera.

Mi amor es mi ofrenda
y con mi amor procuro renovarme
para serte digna.

Afuera está la latina selva
el bosque de tantos
la nota de los no afligidos.

Tú despiertas lo que yo hace tiempo no leo
tú reconstruyes mi puerto y mi pensamiento abstracto.

Mimetizado de flor y mundo vas
y yo te sigo.
Nos vamos muy lejos
amor
un planeta verde y amarillo
nos llama.

Su núcleo rojo nos habla
del origen de nuestros fluidos:
no hay latido gratuito en la Tierra
nos dice

y bailamos un vals de sonido nuevo
ahora que nuestros ojos
despiertan detrás de nuestros ojos.
Pertúrbame las horas,
incisión de fuego y saliva
magenta hora para el baile amoroso.

Pertúrbame la sangre
mézclala con tu dedo almizclado
y mi fluido.

Hazme crecer para llamarte en llamas.
Hazme nacer en tu agua para lavarte los pies.
Hazme ser amor y perfume
para cada día de tu vida.
La silla en sepia
prolongación de mi cabello al sol
de una era de galaxia infeliz y muda.

A mi costado reposaba
un corazón de fuego y agua clara.

Te estábamos esperando,
Amor
para mirar el Sol sin cegarnos.

Te estaba esperando,
Vida mía
para reír de tu mundo al mío
de principio a fin
porque eso es el espacio tiempo
cuando oigo tu latido.

sábado, 8 de febrero de 2014

A mi niño 
que en un lago de sueño dulce va
le tomo la mano
lo pongo en mi silo 

A mi niño que vino al Mar
de himnos su cuerpo atavío. 

Oh, dulce niño
corazón de menta y miel

oh, dulce hombre
en tus ojos ocurren las flores
y el atardecer divino
mezclado entre risa y ocre. 

Oh, dulce dios
tus manos vierten el agua donde ninfas
y soles nacituros 
lavan sus ojos para ser del mundo. 

Oh, dulce amor 
recuerdo vívidamente el edén
en cada beso. 

viernes, 7 de febrero de 2014

Luna blanca su perfil
fulgor expandido en la risa.

Niño risa
ojo risa
mano risa

Los elegidos saben mirar al cielo
y reír de angustia y de paz
de duelo y de resurrección.

He dormido bajo las sábanas del sultán
su mano un tatuaje de flores
a la mía ha pasado.

Como un lenguaje de maíz y miel
su caricias llegan.

Son de leche lunar y son de herida buena
son de dualidad del mar
y de luna llena.

Ojo moreno incrustado
bajo la glándula agridulce de mi boca:
puedo ver a qué sabe el cielo si me toca
conozco la raíz del silencio
su espiral amante
a la hora del almizcle.
Muerde este seno arrojado
a la brasa de un mar felino
teñido de amaneceres.

Muerde este seno dolorido
que a la espera está
del filo de tu diente
flor dentada, nube que sierra el temor
para elevar un templo a los placeres.

Muerde este seno de Marte enfurecido
rompiendo el fuego silente.
Hilos de plata
ven y teje en mi vientre
la luz exquisita de tu aroma
tus labios de sol rojo y negro
hablándome del río
que habré de ser
cuando mi mano con tu mano
dios
héroe
muchacho sin remedio divino

toma.
Quién por el fuego quién
quién caminaría sobre él
atajaría las zarzas ungiéndoselas en los pezones
enlazaría las llamas desde el ombligo.

Quién inmolaría su tiempo al fuego
quién

Mírame y verás
que todo ha sido cierto.

Tócame y me vencerás
porque tu mundo

todo es posible.

Fuego nuevo

Y que un vuelco de Su ola te cubra de sal
niña
la muerte de los hilos tristes de tus ancestros
difuminen su maleficio de tu falda.

Y que un puñado de arena suya
te amase las caderas todas
te arranque el corazón y lo coma
esta noche de luna creciente.

Eres la manta y el vestido solar que al fuego llama
mujer
eres la rosa y la cuenta
palabra de mujer
que anida el tiempo.

Desliza tus yemas sobre el segundero
acarícialo como al ritual
de adorar su vientre
su dermis
sus cuencas repletas de vida y otra más.

Cincela su sexo con tus signos
haz de nuevo emerger la virtud de la materialización
de los volcanes.

Niña, que un vuelco de amor y suerte
te traiga a tu amado
una noche que deje de ser ingrata
noche de fuego nuevo
como la que vives con tu hombre.

jueves, 6 de febrero de 2014

Oscuridad espesa
no hay otra después de tu carne
adentrándose a mi noche
bosque, selva
dos amantes formulando el caos
dos bocas pronunciando su universo.

no hay más umbra ni tristeza
pues tu saliva milagros hace en mí
al nombrarme tuya
y tu semen me exorcisa
de los errores del mundo.


Cabañas (la pupila)

Cómo se abren las caricias niñas
los ojos niños
su asombro

vamos, dime, perfil tallado en luz naranja
que tu beso en mi cuello me lo diga, anda.

Sentados sobre la banca
frente a la infancia nos daremos la primera señal
tú mi alivio dentro de mi sangre
yo tu remolino floreciendo palabras vírgenes
(te amo, estoy a tu arbitrio).

Cómo se dice quédate conmigo, niño
te he estado esperando
un silencio y treinta años.

Enséñame las puertas para perpetuar tu risa
vuélveme la mujer merecida
por tu corazón inmenso.

Cómo se toca a los reyes, señor
dime cómo se dibuja la poesía en la dermis.

Abrí mis ojos y ahí estabas
tomé mi cuaderno y tomé la primera nota...
La primera vez
crisálida a fuego lento
mariposa ígnea entre tus muslos.

Una lágrima de azúcar
enamorando tu carne.

Moví mis caderas para hacerte llegar
la palabra amor que en mí navega
y corre como linfa
cada vez que tú nuevos caminos
vas poblando.

La primera vez abrí mis puertas
definitiva, decidida
entregada a tu grito o a tu palabra.

Un momento más
y me habría vuelto tu sombra.
Te di mi sangre para que la bebieras.

Me dijiste hechicera cuando tú eras
el alquimista.

La primera vez te acaricié la espalda
y toqué a tu puerta con humildad
para poder entrar en tu campo rojizo.
Tu vientre de aire fecundo
lo que yo necesitaba para morir mi vida
y renacer a tu lado.

La primera vez comenté a los dioses
que finalmente habías arribado.


Para ti, Ramón, por nuestros dos meses

miércoles, 5 de febrero de 2014

En quince días
ni siquiera Dios pudo contener el mundo
en su mano o su sexo


a saber cuál sería


No me importa.


En quince días
no nace ni se prueba una teoría
no se reescribe el Torá
ni se inscriben alumnos nuevos
en Babel.


Quince días son para borrarse
desde la nada y por el útero
una moneda no fabricada
echada a la fuente
 de los Milagros.


Amor,


Milogro sería enfrentar los segundos
y salir avante de la espera.
Llegó tu paz hasta mi montaña
evitaste aludes apenas la misericordia de tu canción
eres inmensamente rico
tu fortuna la destinas a esta ave


que por ti parió
un Nuevo Canto.


Amor en latitude insospechada
estas caderas durmiendo hasta encontrarte.
Sagrado
tu rastro de miel
agitando mi bandera.


Sagradas la cuenta roja
sus pétalos de sal
provenientes de tu espiga.


Sagrado miércoles
con tu voz besádome la hora media
sagrado alimento
tu carne y tu paz
desde la plataforma de luna.
Rosa roja
tus dientes adentrando su perfume
cuatro huellas de pétalos
cristales rojos
rubíes
sobre mis caderas.


Rosa roja
la hermosa hora veinticinco
donde todo es líquido
y es nuestro.

martes, 4 de febrero de 2014

Pero a la primera noche
siquiera pude escribirla
ovillo mirando nuestro beso
crisálida a medio morir
con tanto espacio para tu espalda en mi cama.

El primer día fue comparativo:
ayer tenía tu luz y hoy ni un foco
me hablaron acosadores del trabajo
cuando ayer oía tu ven a mí, mi niña
no tuve hambre y sin embargo ayer te devoraba
lloré detrás de los ojos todo el tiempo
ayer lloré de amor desde mi sexo para el tuyo.

La segunda noche
esta noche
remojo un trozo de mi corazón
en la leche que aún me queda
de tu embestida brutal y santa,
apeo la desazón del lagrimal
y no lo consigo.
Me estiro. Mis cabellos
mis pezones
mi brazo izquierdo
el corazón y su arteria.
No alcanzan para tocarte.

La segunda noche habré de tejer un blues
a tu salud y desde tu nariz perfilada
de tu rostro mío tan besado por mi cuerpo
e intentaré una sinfonía a la primavera de tus piernas
pero sabré que será tarea para la tercera o cuarta noches.

La segunda noche verteré yerbas para dormir
y no lloraré tan despierta
porque lo haré durmiendo.
Ábreme tu higuera
dame tu fruto
el lote de tu paraíso
tu silencio a mi verborrea

cállame con tu dedo ensalivado de amor
destrózame con tu sexo mojado de mí.

Que yo no sé ya
si llama u hoguera
hogar o vía del magma

excepto que estás en mí
brillante

Astro Rey de mi universo.
Roja boa
luna nueva del año del caballo.

Entre mis medias caladas miré tu corazón
y a tu sexo lo llamé quince veces
desde la costura.

Cuagulado en deseo
fui montada por tu carne
hasta sentir el dolor
con el que ríe la creación de la vida.

Roja boa
tu sexo
En lo profundo del escritorio, la tarea de ser supermán de libros, y yo con mi conciencia intranquila por exprimir tanto tu vía láctea: 

Aún así llegas y tocas la puerta. Tus flores, mi motivo. Salto de gusto (otra vez, y me duele el gimnasio): soy una tonta que al fin acepta que sin la anagnórisis de tu amor seguiría viendo muros detrás del terciopelo. Eres el hombre más bello del mundo y no me explico a santo de qué, pero el caso es que dios me trajo tu amor y eso es como para dejar de escribirle amarguras al mundo y dedicarse mejor a saltar entre las nubes y el asfalto. 

Hoy confieso que desde enero inicié la tarea de explorar otras aristas a la frase te amo. Quiero merecer la dicha de que sea así, de intentarlo todo por ti, para ti. Tú, mi fuego alado. 
Una computadora no suple nada / excepto las inmensas ganas de llorar / amor / la ciudad me está dejando sola.

Un poema / tres palabras / canciones del silencio / no son suficientes para formarte de mi arcilla / y amarte de sol a luna / en este lugar.

Yo por ti conocí el llanto / y es de amor.

Me haces falta.

Rastro

Te miraré 
en la diafanidad de tu galaxia

puro

baile de mar que fui
para contener tu magma.

Llevaré tu nombre escrito a mi costado 
cuatro puntos de herida de guerra amante

tu corazón latiendo para mí
yo, 
la alfombra de luna para tu mano
leona que te guarece entre sus fauces 
la del amor humilde para tu corteza
la que no huyó ni se escondió bajo la piedra
porque ahora pelea por amar tu mirada.

Muérdeme de nuevo

hombre

y sabré el camino.


Lávame con tu agua

río

y la pureza en mí seguirá tu cauce. 

lunes, 3 de febrero de 2014

Perra de agua
bendición marina
flor y ninja

Todas te amamos.
El dedo en almizcle
habrá de girar otro círculo
tres o veinte páginas en blanco
su pureza dejarán
justo a la hora en que dos amantes
duermen
en el perfume del Nirvana.

El dedo en almizcle
me habrá de pintar
la sonrisa del mundo
cuando lo pongas dentro de mi boca.
Camino contigo y es la eterna primavera
el tapiz de flores sobre asfalto
pájaros amarillos amando troncos
resurrección del sol
una tarde de oro blanco. 

Camino contigo y nace el verdadero mundo. 


Pero la prueba final 
son tus caderas
ausentes de esta cama. 

Yo sé que siempre soy perdedora
cuando la humedad habita
mi almohada. 
Soñarte.

Atento al viaje, Saturno girando.
Una caricia estilo Einstein
acabar con la teoría del no tiempo:
soy y no soy yo
contando los besos luz bajo tu cuerpo.

Soy y no soy una provincia húmeda
en cada regreso
disminuida por la distancia.