miércoles, 29 de agosto de 2012

Lex divinae

Quién legitimará tu lengua,
poeta
quién legitimará el sonido
vibrando desde tu carne
el paso lento de las horas
dentro de un frasco.

Los amigos no trascienden lo bello
no confundas la estética
con la lealtad.
No habrá poesía después de tu ropa
al menos no tu onda sonora

Quién legitimará tu esencia,
poeta,
quién te legitimará.

sábado, 25 de agosto de 2012

En caso de incendio

Rómpeme
como ola naciente
como el fuego en lacustres fondos.

He dado el corazón
lo demás realmente no es tan importante.

Semper

Siempre habrá
una tarde naciendo de la tarde
-el corazón de sol
bordándola a ella
irremediablemente para hablar de ti
una ofrenda a tu ley
-el silencio
una lámpara de gas
incendiándose
-es amor, ya te lo había dicho
un perfume esperando
ver llena esta casa con tu poesía.

Fragmentos de mí
anunciando el amor
platicando la pasión
frente al espejo.


domingo, 19 de agosto de 2012

A nuestro tálamo en domingo

Cuando tiendo la cama
a esta hora
con esta mansa red de nubes
imagino que pueblo tu rostro
y que tú a cambio
iluminas mi nombre empezando por mi cuerpo.

Y siento entonces que nada se ha ido
que las horas de saliva y oro
siguen tibias en los pliegues
de nuestras caras
en mis cabellos que tanto amas enmarañar
y en tus ojos que amo dulcemente.

Y creo que cubro tu piel con besos de mariposas
a esta hora del domingo
cuando la flor de agosto florece.

sábado, 18 de agosto de 2012

Uno

La virilidad está en la carne
(lo sabe mi piel oliendo
a tu sexo)
pero también en el corazón
(lo intuyo al amanecer,
cada noche lo rezo).

viernes, 17 de agosto de 2012

Buenos días, el corazón del cielo
mares documentados
en la resurrección de mi alma
al verte.

Buenos días, la quintaesencia de tu saliva
y los pasos que no oigo
y me pesan porque extraño
tu cuerpo sobre el mío.

lunes, 6 de agosto de 2012

Buenas noches

Buenas noches a mi luz
buenas noches a mi niño
a mi hombre
a mi marmórea figura

La paz del sueño inunde tus mares
el compás que traigo en mi seno
te ha de dibujar
el polo ártico de la luna.

Buenas noches a mi amante
buenas noches, el motor de mi vida.

sábado, 4 de agosto de 2012

Deseos

Aprender a preguntarte
si amaneciste con flojera
o harto
o si viajaste con la última novela
que leíste
si el shampoo no te cayó bien
si la pasta te resecó los labios
o si te arde la cortada que te hiciste
al afeitarte.
Y cuántos goles metió tu equipo, don.

Preguntarte si reíste al menos
tres minutos seguidos
si te gustó el café de la tarde
si estás como para plantar una flor
o se te antoja un gansito.
Cuál fue la pieza musical
que marcó tu día.
Decirte en voz bajita que eres guapísimo
y no espero otra cosa
excepto tu felicidad.

Poder comentarte todo eso un buen día
repetirlo, guardarlo en la bolsa
de mis ojos de treintona.
Entre mis patas de gallo
que justifican mi vejez feliz
porque al fin pudo mi alma verte.

Dejar de comentar
el yo esto, me falta lo otro
me duele aquí.
Poder decirte que te deseo
una cotidiana paz
y te mando un beso
con un trozo de mi corazón.

Aunque sea en este poema.

viernes, 3 de agosto de 2012

A los sofistas del s. XXI

Dicen que hay castigos divinos
Mi corazón es fuerte
Que se escurren entre las ropas
salomónicas miradas
Tu amor es mi espada
Que un cuerpo no puede estar
en dos partes
Mi mente está donde mi corazón
y mi corazón habita tu aura
d'un autre temps.
Dicen que el verdadero amor
se esconde
Yo sé que lo guareces entre tus manos
pues bebo de ti cada día.

Tiempo

Dejo pasar al tiempo
por mis cabellos que se vuelven
una red ajena.
Me erosiono
me vuelvo arena
y voy descontando, grano a grano
el tiempo que me desnuda
y me hace merecedora
de tu sexo y tu corazón
otra vez
la cuarta, la eterna
el siempre entre mis dedos
con la promesa de tus mares.

A esta hora dejo pasar el tiempo
para estar contigo
para no hablarle más.

Amor, también eres mi dolor

También eres el dolor
de mi sexo
-tres días caminé
con tu huella cuesta arriba-
el hueco punzando en mis entrañas
la marca en mi lunar lácteo
de tu beso.

Amor, eres el dolor más dulce
que tengo
la saliva y la sal
el mar acabado, la espuma de tu boca.

Amor, también eres mi dolor.


miércoles, 1 de agosto de 2012

Corazón

Hay un revoloteo de manchas
estío pintando en los lienzos de mis ojos.
Y todo lo que veo
es el ritual de tu presencia.
En todo lo que miro
estás cantando y alabando la vida.

Tu corazón habita
en los niños leyendo el relato del mundo.

Tu risa tiembla
en la hora diecisiete
frente a la montaña esposa del sol.

Hay un pájaro
atestiguando
la mimesis de mi nombre
con tu pelo dulce.

A mi amor en día primero de agosto

Gracias amor
por no quejarte cuando me ves
absorta en la incomodidad
de mis lamentos de luna espasmódica

por la dulzura de tu pelo
por tus dientes produciendo
nuevos tipos de dermis para habitar
al amor

por dejarme peinar tus cejas
lenguaje alterno del te amo rotundo
frenado con una espesísima ternura

por la sinfonía de tu cuerpo
por la música de tu alma.

Contigo vivir es como levantarse
en sábado
o una epístola perfumada
con las mejores prosas
o un templo erigido
con poemas de Westphalen y Donne.

Gracias por aparecerte felinamente y en silencio
entre mis muslos y mis letras.

Sin ti la vida sería una noticia lejana.
A tu lado escribo la microhistoria
de la mujer que al fin
logró ser feliz un día
en la vida de dios. 

Oración 2

Llega la noche
Entre su manto de chifón
te guardo
guardo tu lengua
y la raíz de tu semen
para formar mi oración.

Aparece el día
Con el oro del desierto
refulgiendo por los aires
compro el origen del mar
apostado en tus ojos
y con tu saliva amaso
la diurna oración. 

Oración

Al caer la noche
repito mi oración.
Al levantarse el sol
repito mi oración:

Que seas siempre
el fuego que me aparte
de mis miedos
la lengua que escinda
de mi alma la tristeza mundana
los besos encontrándome
a la entrada de nuestro paraíso

Cae la noche.
Pongo sobre mi cama tus ojos
esos pequeños mares
donde purifico mi alma.

Llegará otra vez la mañana.
Abriré la boca
para recibir de ti
el himno azul con que redimes
este universo.

Al caer la noche
al levantarse el sol
están tus manos sobre mis caderas
y tu cuerpo hablando con mi alma
sobre las maneras inexactas
en que me abarcas.
Yo sólo comprendo
que hay mil maneras
de rezar
pero nada más una
de pronunciar la oración.