lunes, 31 de octubre de 2011

Salmo para cerrar Octubre

Comeré tu alma hasta llegar al núcleo
donde la música no me deje ir
y sepa
que has sido tú
el artífice de mi credo
que me llevó hasta ti
para descansar mi fuego.

Para en tu beso al fin abandonarme.

Description

I'm leaving the earth
just to breath you,
sunny air in the sky.
I'm leaving the earth
and I don't mind.
I'm forgetting the pain,
I'm rewriting the song of my life.
My dear diamond, I can repeat your name
and everything keeps sense,
'cause
I'm leaving the earth, my love,
I'm eating your soul,
please music my life,
please dance me, my lord.

Diamond

Beyond the desert
beyond this land
I'll be waiting for you
as a shining stone
who'll bright only for your eyes.

Beyond the words
beyond the iced lips
i'll give you the perfect sound
to close the pain
and open the light.

Beyond all the seas
beyond the time,
I'll thank you the present
my gentleman astronaut,
you'll give me the kiss of your soul
i'll get from you the moon of your smile.

Petición 3

Que tus deseos se vuelvan una realidad
aunque mis palabras suenen
a slogan de centro comercial
y te pongas a reír en cuanto esto leas.

Que tu vida transcurra como los destellos
del adorno chino afuera de mi casa
o un piano traído de Las Vegas
(con todo y su fulgor innecesario,
con su fantasía implícita -adivino que también
debiste imaginar diamantes cuando oíste aquel sonido).

Y que nada marchite lo que hablas
así sea una ráfaga de viento
para el viento mismo.

Deseo que tus sueños se hagan realidad.
Este mundo ya es bastante aburrido
como para no reinventarlo a nuestro modo.

Abre las alas,
te espero en el lugar menos pensado
(estar contigo es lo que he pedido
ahora que octubre está por marchar su perfume).
Deseo que vivas en paz
y que me cantes al oído
lo que cada estación te ha mostrado.

Que tus sueños se hagan realidad,
que este poema cursi sirva de algo.

domingo, 30 de octubre de 2011

Petición 2

Perdóname las nubes
los tacones que me hacen megalómana
esa luna que jamás
ha de separarse de mi nombre.
Como tijeras en mi útero pleno de aire
clávate
Y absuélveme
con el agua que te sobre de tus amaneceres.
La que me hizo llegar a ti
para que repitieras la medida de mi voz
hasta cansarme el llanto.

Petición

Que la voz de los ciegos
guarde la pureza de los tiempos.
Y permanezca
a la hora de la deconstrucción
de este silo.

viernes, 28 de octubre de 2011

Título obvio

El día que una planta carnívora decidió ser vegetariana.
El día que el príncipe decidió regresar con las ranas.
El día que la pizza llegó una hora y media más tarde.
El día que el entregador chocó en la calle Luxemburgo.
El día que la princesa se eternizó entre el amargo olor a almendras.
El día que cerraron los accesos para salir de mi hogar.
El día que despreciaron el valor de las piedras lunares.
El día que hicieron rabiar a una mariposa monarca.
El día que vi su mano viuda, ceñida por el oro de sus días felices.
El día que los patos de enfrente graznaban poemas a mi padre muerto.
El día que escribió: "ella ríe" y se dedicó a pintar de blanco las páginas del mundo.
El día que me enamoré de ti sin saber muy bien qué hora era.
El día que no supe si era escribir poesía o reinventarme
El día que entregué al Todo lo que me queda de corazón.
El día que me desnudé una vez más, frente a este mundo que de odioamor arde.

Dolor

El dolor se levanta,
dispersa su perfume.
Se aleja en un grito
su escarceo primitivo con la dermis.
Abraza el perímetro del eco

Y no vuelve jamás.

No, si no lo volvemos memoria.
No, si exorcizamos su presencia
con los tambores que legitiman la sangre
adentro, muy adentro
hasta eslabonar el nombre verdadero de Dios.

Dijo mi padre en el escalofrío
que abrazó mi cena,
minutos antes de su imposible cumpleaños.
Lo suyo ya es la risa sin fin.



Para Miguel. Por sus supuestos 64
y su eternidad ganada a pulso de ausencias.

jueves, 27 de octubre de 2011

Oficios

Fuera capataz,
mayor sin tierra ni contingente
aspirador de alfombras
sanador de ciegos
fumigador de reductos piscodélicos
alimentador de peces emergentes,
jardinero de plantas artificiales
luchador con mallas fucsias
barbero sin afeitar,

Soy creadora de ríspidos silencios,
aulladora que presagia el disturbio
fémina lengua desbordada en la turgente piel.

Nula e inservible es la sentencia dadora
de un nuevo volcán
a la tierra de ex simios.
Haya de abrir la boca
sólamente para alimentar el fuego
del que jamás participaré yo.

Esperanza (lugar común)

Te espero como quien espera la primavera.
Inútiles segundos
en mi falda de casi treinta años.
Hoy se acaba de agotar el tiempo,
no más ganas de brincar
ni de construir un asalto, lugares comunes,
para el destino.

III GM V.2

Despierta
es hora de ordenar la biblioteca
las ropas cansadas,
los discos sin oír,
esa gota de leche
de una navidad que no dejó soñar.

Las estrellas de betún,
las galletas de oporto para dormir princesas,
un sapito para mimetizar la lengua.
Las llantas de la bicicleta
que no volvieron a rodar después de aquel abril.

Los barbitúricos escondidos en el suavizante,
las ásperas toallas con olor a día perfecto.

Despierta, mamá,
es hora de ordenar la biblioteca.
Tomas tú la A y yo te sigo hasta la R.
Luego, nos cansamos,
quebramos los mandalas,
rebautizamos a sabios, a viejos,
restregamos nuestro silencio en el fregadero
sin trastes por lavar

(cuidando que el agua
caiga
hasta ahogarnos el tedio).

martes, 25 de octubre de 2011

Sitio

Éste es el sitio
donde se pierden las palabras:
camposanto de objetos sin brillo,
alhajero de piedras que intentan competir
con los días en que deslumbraron otras ideas.
Ésta es la mesa
que está acurrucada en la esquina del sitio
donde se pierden las palabras.
Madera húmeda, piel despintada,
su voz es la estela del tabaco de alguna madrugada
donde la silla roja raída
habla despectivamente
cada amanecer,
justamente cuando el sitio donde se pierden las palabras
nota que algo falta.
Ésta es pues, la quejumbrosa, vieja silla aterciopelada.
acompañante de la mesa de húmeda madera,
que platica tabaco en aquel sitio
donde se pierden las palabras.
Ésta es la complicidad de ambas por años,
convertida en la hoja que es verdugo
y que impela a callar las cosas
para mantener su inmaculada faz.
(Ésta es la carta en la que nunca escribirás
"Feliz cumpleaños, nos veremos nunca
en cualquiera otra vida".),
Éste es el chocolate amargo del pastel que no fue embarrado
en la esquina de la mesa húmeda,
frente a la destartalada cocina.
Éste es el silencio que queda
después de un gran temblor ubicado
al centro del pecho,
que destrozó la preciosa casa utópica
convertida en este sitio
donde se pierden las palabras.

Postadata:
Éste es el momento de cerrar las puertas
al sitio donde se pierden las palabras:
si al silencio le ocurre la nada,
ahora los sabios podrán entender
que un nuevo abismo se abrirá
y aparecerá, lumínico,
otro sitio, listo para albergar una nueva ilusión.

XL

Que naden en mi lengua
estos cristales nuevos de colores como dulces
y el sabor amargo de aquellas esferas
olviden que su casa estuvo en mis labios.

Épica sin título ni personaje

Los caballos de alfajor
al sur de las avenidas construidas
por el ánimo de un dios constructor
que arrancó las florecillas
para dárselas al señor
que jamás creyó en la existencia de los druidas
trotan directo del campo al fulgor
donde habita la casa del rubio otoño y su prometida.

Lumen abatiendo el moho
de millones de historias atrás
guardadas en la pared embravecida
más que por coraje, borracha de azar.

Los caballos de alfajor
no saben de horas permitidas.
Sale la luna, aún permanece el sol
la lluvia otoñal les regala una canción
en los solares viejos escondida.

Óleo

Escaleras.
La tinta china rompió tus labios.
¿Por qué habrían de mudarse al norte
los pétalos de la flor de noche?
Es el tiempo de no estar a tiempo,
de cruzar la luz de las cuentas de colores.
Amarillo es el destino del viejo.
Rosa pálido, el de la mujer bonita que no ríe.

Yo sé que hubo un libro
donde nada fue escrito sino con la gloria
de los niños jugando en el parque.

Mis zapatos encajarán en tus peldaños,
el día de la lluvia de las mariposas.

lunes, 24 de octubre de 2011

Sonido

Me gusta el color de tu sonido
a pesar de jamás haberte oído,
címbalo perdido en el ancestral acento,
mar antiguo que me habrá de explicar
la nada viajando en la luminosidad del galáctico viento.
Ya casi vivo en tus notas,
tus pupilas son el mapa de todos los tiempos.

Sabiduría, perfúmame todas las vías resueltas,
únicamente interpretables
en las venas del cielo.

Yo sabré llegar hasta el núcleo de tu nombre,
tú ya me has robado en silencio
este beso.

domingo, 23 de octubre de 2011

Mitos

Que la bolsa de piedras te inundaba el espacio vital
yo creía que estaba en otra Ítaca tu casa,
que el alimento de los dioses era pan blando con azúcar
y tú lo robabas para alimentar el sueño de la absolución.

jueves, 20 de octubre de 2011

Pez

Estás muy triste.
Nadaré, mar de tu boca adentro,
hasta tomar un pez llamado esperanza.
Te daré de comer su carne en trozos pequeños,
no importa si los escupes en mi cara
y no deseas volver a ser agua limpia jamás.
Te leeré sus espinas como si de una nueva doctrina
tratara su esqueleto:
amor, palingenesia, y esas cosas
que tanto adormecen a tu corazón y aburren a tu cerebro.
Esperaré a que la lluvia maine en tu cuerpo
y seas sinfonía otra vez.
Descansaré en la terquedad de tus gafas,
absurdamente un nuevo cielo
te coceré.
Estás muy triste.
Te diré que estas cosas pasan y es lo único cierto.
Cerraré mis labios si a estas horas duerme tu lamento,
planearé la ida a tu boca, mar adentro
atraparé un pez llamado infinito sueño
y por la tarde te volveré a dar de comer de él.

domingo, 16 de octubre de 2011

Cal

Rara temporum felicitate
-Tácito.



A estas horas ya soy la cal que queda
de aquella iglesia antigua,
templo donde albergué las diversas sonrisas
que te habría de dar
en los futuros tiempos.

Pruébame con tu magnificencia,
con tu lengua mójame la blancura dispersa
únicamente visible de cuatro a cinco
desde este otoño.
Imprégnate de mi palabra no dicha
y embébete de lo que te envío en el viento y al oído izquierdo
cuando tengas ganas de no soñar más conmigo
sino sentirme en ti
porque para eso yo he nacido.

Promesa

Me enamoraré de ti
cuando las estrellas de mar
dejen de flotar en las aguas extintas
del norte.
Tomaré mi camino junto a ti
y sabré que nada ni nadie nos separará
incluyendo mi defecto
de no creer en que al fin te haya encontrado.
Comeré de tu mano
a sabiendas que he apostado mi sabiduría.
Y sabré que Dios jamás se apartó
-más bien me apartó de otros caminos-
para llegar hasta ti,
hastiada, impura,
lista para recibir tu acto que te catapultará
a un dudoso cielo:
la entrega de tu incondicional amor
-a mí, la que se esconde detrás del elenco del mundo
a la hora de comulgar los besos-.
Me enamoraré de ti porque no es seguro
que la vida me entregue
el regalo que jamás mis ojos han palpado
en esta absurda coincidencia de compartir
tantos kilómetros de mundo con otros.
Me enamoraré de ti
porque tú te encargarás de que sea así.
No importa si yo tengo cincuenta años
y mi piel ya no huela a madreselva,
seré tuya, brillaré como reina,
cantaré la historia de mis defensas,
de mis creaciones desiertas,
el éxodo de toda una vida
hasta llegar a adorar tu perfil.
Me enamoraré de ti
porque finalmente aprenderé a no mentir.

24 de septiembre

Mira cómo los noventas
de algún modo se ajustan a ti y a mí
-otra vez-
mientras ciegos nos reunimos
a la tragedia de devorarnos el aire
hasta insuflar el polvo
durante diez años.

Cadencia

Salías por una cerveza tibia,
la cajita donde vives cruje de tan pequeña.
De atrás vinieron los sonidos
de otras aves buscando piedras preciosas.
Tú no eres más un canario,
olvídate en su canción:
ella viene a decirte cómo el pasado
tiene la cara de un pez rojo
cantor de las noches turquesas
engendradas por la gemela de la luna.
Uno, dos, tres
con cadencia se nace en la melodía
y con ella nos vamos
al cerrar los ojos a la estrella más luminosa
colocada por azar
en el horizonte.
Recógete los cigarros, llévate una estampa
de saliva y smog
la impronta de tu fracaso
sobre la foto de tu licencia vencida.
Te espera la canción de tu vida
para llevar.

sábado, 15 de octubre de 2011

orchestra

Apaga ya la tele, Melpómene,
Talía, Sófocles,
Perséfone,
Ariadna, Atenea,
Hécate,
et al.

Que de noche los mentidos japoneses cantan
una canción de musical
en un canal del cable local
y yo no tengo más minutos
para acomodar sus cabelleras largas
en el edredón que no cosí.

Que de noche el ridículo de la cultura nueva
da pena ajena
y no estoy para explicaciones
porque yo tampoco pedí vivir aquí.

Visiones (I)

Globos metálicos no,
corazones de niños que van muriendo la inocencia
en la plaza de la ciudad desierta
donde el maíz se largó
dejando cactáceas y piedras.

Puse mi carrito de madera
frente a sus bibes de cristal abandonados.
El viento es testigo
de cómo me voy alejando, prendada de ella.

Angustia

Leo cada noche
mil versos escritos por ochocientas manos diestras
y doscientas siniestras.
No te puedo copiar, poesía,
no alcanzo.
No alcanza mi puño a volverse papel carbón,
me aturde tu voz todo el día.
Sí, tu voz, es tu voz la que no atrapo,
fémina misteriosa
que me consume el tiempo.

Recuerdos

El día que te conocí
mi lengua anticipó el sabor del placer
de entender la música del aire,
mi cuerpo entendió la danza de las estrellas,
mi alma comprendió el fin de la libertad:
liberarse era pues, acabar en tu marea,
ser un trozo de papel para ser escrito por tu saliva,
un libro que se escribía de a poco
con cada sonido de nuestras gargantas.
Y mi mente anticipó
este melífluo silencio
desde el cual mi mano te escribe.

viernes, 14 de octubre de 2011

La fuerza del sino

"Hados y lados hacen dichosos y desdichados"
Decir de la época del romanticismo español


Yo quería tener un hijo.
Sólamente he podido engendrar
trescientos catorce triglicéridos
y un sino cubierto de pétalos sintéticos
-excipientes, cáspsulas para cubrir
la inteligencia de los placebos-.
Mi cetro es la esperanza en la sutileza
de lo que siempre me ha sido prohibido.
Mi alma es amarga
y también padece hipotiroidismo.

jueves, 13 de octubre de 2011

Plaza Cinco

El día que nos conocimos
renunciamos a soñarnos.
No hay paraíso más allá de tus pestañas,
dijiste,
y la teoría del vivir aquí
se desnudó conmigo.

Suena el reloj de las cinco.
A esta hora, la puta descansa en la sombra
la plaza es su amiga
y de latir algo más que los labios
se da permiso.

Escafandra

Altas olas envolventes
de un cálido furor en sus manos,
rojo, historia,
un cajón para los rosarios.

Alto es el ruido de la gente
en las catacumbas de una melodía
sin fin ni destino,
clavándose profundamente en sus osarios.

Bala perdida,
lluvia de esquirlas a grito batiente,
esto no es la guerra
es la ceguera de mis hermanos.

Necesito encontrar otra playa,
donde permanezcan de abril a octubre
las flores blancas en el cielo.
Necesito buscar nuevas sayas
para guarecer a los niños de leche
y a las palomas de azúcar y miel.
Necesito un amor verdadero,
una escafandra con dedicatoria al centro:
te quiero, te quiero,
hermano, jamás te dejaré de querer.

miércoles, 12 de octubre de 2011

Entrega II

Entrego mi prolongada noche amarga
al Señor,
aún si dejan de cantarme himnos de ira
las piedras.

Si las piedras se van
habré entendido ya
que soy de viento ave
y la luz se habrá instalado aquí
para nunca más dejar
la polisemia de mi alma
ni la polifonía de mi corazón.

Entrega

En el reino de Dios
también hay oscuridad
Oh Sae Young



Entrego mi sombra al Señor,
en sus manos su fuerza desaparecerá.
Podré verme al espejo
y veré
la misma niña, la amante mujer
que únicamente nació
para ver las estrellas
y reencontrarse con ellas.

Como líquen putrefacto en la secoya
así he visto posarse mi sombra
desde hace tiempo.
Ya no temo:
la ira es lo que me hace débil,
será entonces paciencia
lo que siembren mis dedos
al despertar cada día.

Entrego mi sombra al Señor,
Él la habrá disuelto ya.
No me importa tomar otro rumbo
ajeno a mi palabra
si es Su palabra
la que me conduzca al bien mío
y de los hermanos por los que alguna vez pedí
estando pura.

Siluetas

El canto adolescente
abre las puertas
de la casa donde vive el deseo,
se nutre de la saliva y de sus besos,
y nunca muere
ni cierra sus ventanas
pues el amor es singular y circular
en esa etapa de la vida
(que puede durarnos uno o quince mil días,
o dos noches,
como fue nuestro caso particular).
Plúmbagos son los muros
donde se trazan las siluetas
de los amantes en flor.

El día más feliz de mi mundo (girasoles en otoño)

Dicen que los girasoles crecen
en días de otoño con lluvia
si alguien sueña con amar
si alguien alberga eso que se dice esperanza.

Cerré mis ojos,
las horas eran un plúmbago.

Creí ver los papeles metálicos de tus letras
brillando en aquel zaguán
donde duermen los besos que no nos dimos,
creí que amaban mi piel
y ésta te escribía el poema más tierno
para que lo guardaras
en las bolsas futuras de tus azules ojos.

Me pareció sentir tu nombre
sobrevolando las hojas del silencio.
Levanté mi falda,
afuera seguía lloviendo.
Y los girasoles crecían
al compás del color intensificado de mi corazón.

lunes, 10 de octubre de 2011

Paradiso

Ya sé que esto
no es el paraíso,

pero igual podría intentar renombrarlo,
si la brújula de los nombres me alcanza los oídos
y puedo entenderla.

Fabricación de estrellas

No hay estrellas.
Dices que no hay estrellas.
Prueba a mirar el negro y fabricar una.
Prueba tomar tu lengua y decir:
"Reconozco el canto de todos los tiempos en su marcha sideral".

Probablemente no nacerá nada,
tal vez serán solo pétalos de crisantemos
iluminando tu alma,
lo que sientas, muy entrada la noche.

Vuelta a Ítaca.

Has vuelto de la maroma de la rueda
y el polvo del viaje.
Has vuelto a casa.
El pan amargo te espera,
el agua dulce y tibia
ablandarán la llegada.
No hay estrellas,
sólamente algo que se llama alma.

Tanto mejor,

Las Ítacas personales siempre son
el único motivo de los actos nómadas,
y brillan también, como las estrellas.

domingo, 9 de octubre de 2011

Reprogramación del amor

El amor y la pasión
nacen en la frente,
se instalan cual cristales viejos
en el hipotálamo,
nos volvemos changos sudando el corazón.

Reprogramaré mi mente
para no soñarte más
ni pedir a tu rubia miés
que vuelva a besar mi París
desnudo de toda mentira.

La isla de la fantasía

Ya me voy, amor,
a mi Isla de la Fantasía.
Ya siento venir los placeres de la ilusión,
ya me parece escuchar
"el avioooooón" del enano de blanco.
Despertaré como a las cuatro
(quizá este domingo,
quizá dentro de otros tantos.
A lo mejor no vuelvo y punto).
Me llevo en la bolsa
el gotero con la solución de tu saliva,
tu explosión sideral y tu caos.
Dejo en este mundo febril
la nostalgia que no te permitió soñarme
a pesar del regalo que te di.
Silencio,
nadie te ha pedido
el consentimiento
para que yo deje caer mis lágrimas.

En realidad,

más que hacer el amor
yo tenía ganas de enamorarme
entregarme
abandonarme
sentir que otro cuerpo
y su alma
me pertenecen en reciprocidad
a lo que yo siempre he dado.
Una nada y la nostalgia ajena,
este libro de hojas sueltas,
la recién cortada melena
y un futuro sin estribillo rubio
ni lucero azul,
eso es lo que me deja
toda intención
de vivir en otra luz.

Congelamiento dominical

Despertar y en domingo,
¿para qué, amante mío,
si el azul de tus ojos
me prohibió el destino
volver a mirar?

[Siempre me pareció
que más que árabe o germana,
mi raíz era griega:
por qué he debido amar
a quien no debiera,
dejándome sola y casi muerta,
vagando, cantando de noche
tu rubia belleza,
canto profundo de mi penar].

No sé saltar en el tiempo
no encuentro la forma de al destino sobornar.
Únicamente me queda
elegir un instante y en ella mi risa congelar.

Ya tengo el lugar, el tiempo y la persona,
el diálogo del te amo siempre,
la cajita roja brincando en el rosa telar.
Sólo falta la ciencia,
la ciencia que me quiera dar la eternidad.

Acertijo doble


[Estaría bien saber si
acaso fue mi segundo nombre
el que ocasionó aquella perdición].

[Ver respuesta al anverso de mi corazón
que esta noche no deja de pensar
en ti].

sábado, 8 de octubre de 2011

Si me lo preguntas

Y si me lo preguntas, sí...

Pero crecí para guardar silencio.

Mejor haber sido un papagayo, una alondra, o un trueno.
El caso era que mi voz se quedara ahí al despertar lo que me más quiero
del mundo que concebiste,
luna azul, mar de oro que ancló su frente
en mi seno.

Memoria

Amo la memoria,
único lugar donde
habitas tú,
en un tiempo y un espacio perfectos.

Pieza de marfil que guardo
para admirar el recuerdo del sabor de la felicidad.

Si este silencio fuera de metal,
estoy segura que ya
habría perforado mi alma.

No me queda nada, sino recordar:

La perfección no tenía nombre
y danzaba con nuestros cuatro pies
y nuestras cuatro manos.
Bebió, feliz, el agua de nuestras fusionadas bocas...

Imaginó que el instante podría hacerse una realidad.
Pensó bien.
Aquí está, en esta casa llamada memoria.

(Pero nunca sabrás
que también existe
en mi corazón).

Polisemia umbilical

La alegría, ataviada
del dulce de los otros siglos enamorados,
irrumpe en el zagüán de la casa
abandonada por el estío.

El cordel de plata
reforzado por doscientos sonetos de amor,
por cien mil caricias, por
elegías sin verso,
florece la polisemia de las palabras
en el ombligo de un gigante.

La luz propia de las estrellas

Die Eine eingen-
sternige
Nacht.
Paul Celan


Y dolía tu canto en los almendros
donde Dios bebe su aceite
para rehacer el amor en el mundo.

Has bebido la luz propia de las estrellas.
La eternidad se pinta la cara
para bailar contigo.
Ahora, sigue orbitar en soledad.

jueves, 6 de octubre de 2011

Todas las mujeres hemos sido Helena

"All women are not Helen,
I know that,
but have Helen in their hearts...".
-William Carlos Williams.


Y yo, en la raíz del nombre
me llamo Helena,
a pesar de la miseria,
aún en tiempos de estar verde el trigal.
No sé cuándo, ni cómo,
manzana,
llegaste a mí para despertar este lamento:
inteligencia sutil
en mis brazos abiertos,
todo es nube y todo es silencio,
pues siendo lo que soy
debería callarlo todo de momento.
Hacer las paces con los aliños, olvidarme
del fallido madrigal.
A chile tostado me sabe la boca
y es dulce y es amargo
y es lo que me da la vida
cuando saco una parte de mi lengua
para entender al mundo.
Y es sabido que no siempre te entiende el tumulto
pues es un tumulto dentro de ti
lo que te orilla
a abandonarte en lo que otros
ya han probado en el vuelo de la gnosis y la poesía.

Personajes

A ciertas horas de la noche,
cuando la luz traspasa
el velo rojo que cae
cual telón ante mis ojos,
sueño las vidas de otros hombres
y sé que no estoy soñando:
un albañil en praga,
un bombero tomando mate el fuego de otros vigilando,
la bailarina exótica que lleva a sus hijos
a una escuela en los suburbios,
dos ancianos llenando el hueco
a base de palabras también huecas
(todo para no dejar que los nuevos respiren,
o quizá porque saben que el hombre
se renueva hablando de otro mundo),
el abogado ebrio con sus problemas
y su hijo navegando en las aguas de sus neuronas.

Cada cierta noche,
a cada cierta hora,
cuando el velo rojo no es más
que un simple pretexto para no desmentir
la inexistencia de la materia,
yo oigo las conversaciones de los aviones,
platico con los megahertz de un locutor ruso
y hago mutis cuando escucho
las policiales sirenas.

Todos los diálogos son posibles
Goethe, Moratín, Lope,
Molière, Beckett, William...
todos dicen algo,
algo así como ola versificada y repetitiva,
algo así como las vidas dentro de una vida.

Cada noche,
a cada cierta hora,
las vidas de otros respiran en mí
porque soy yo la que en ellos respira.

martes, 4 de octubre de 2011

Don't regret (el día más terso del mundo)

No me queda otra ropa,
me queda el destino.
Ese caballero que se rindió a tus pies
amado amante amigo,
el día que lo tocaste con la furia dulce de tus trompetas
y el excelso sabor de la libertad convertido en vino.
Este día yo viviré
para siempre
para mí
para lo que quise ser y tal vez no seré.
No me arrepiento
de haber amado cuanto paraje extraño
con mi miopía a cuestas pude ver.
Tampoco me arrepiento de la soledad
que me arrojó a este nuevo espacio,
porque supe entender
que para amante solamente estabas tú,
y a ti me entrego,
antes de mudar esta piel.


Para Arte

Corazón

Salto, salto,
los sánscritos los descubrieron.
Kurd, cordis,
núcleo amante, vida punzante,
sea siempre así tu rojo vibrante,
oh rubí de las gentes
las comunes,
las fuertes,
las extraordinarias,
las ausentes.
Brincos de la humanidad
acercándose a una melodía:
oh, que así fuera siempre la vida,
un constante salto de amor,
para entender que no hay muerte,
sino vida eterna,
mientras el corazón nos lata.

Para un amor sagrado

¿Qué sería de la piel
sin la brisa del otoño?
Este cuerpo se maravilla
a pesar de no oír tu voz
y sin embargo
entender que todo tú, amado,
estás en las raíces vivas
del universo.
[Es agarrar el corazón
desde su inicio:
tambor, tambor, dijo un genio,
brinco de todos los tiempos,
en sánscrito lo escribieron.
Es amar la savia
por su significante y no por el nombre,
es resplandecer en lo contenido,
mar de años en el olvido].
Tú y yo, amante eterno mío,
viajamos juntos este espacio.
Me llamaste y te di mi destino,
reformulaste mi nombre
y me sometí a tu lira.
Encendiste una luz
creyéndome aborto de la materia.
A ti van mis oraciones al dormir,
por ti sueño los planes que me quedan:
¿Qué sería de la piel sin la brisa del otoño,
amante mío?
¿Qué serían de mis lágrimas al sonar la melodía
o de mis pupilas dilatadas
frente al lienzo lleno de una colorida poesía?
¿Qué sería de mí si a ti
explicártelo no pudiera?
Raíces sin verbo,
amor,
tronco seco y espinas.

Al arte.

sábado, 1 de octubre de 2011

Felicidad otoño 2011

Que el presente
es esta flor naciente,
que los campos, a pesar del otoño,
bañan sus mieses con los mirlos de oro y sol.

Que estoy feliz, porque he sido valiente:
sólamente los bravos
atraviesan el umbral de la tristeza.
Los vencidos se divisan en el oriente,
mi vuelo en cambio, es hacia arriba,
donde las estrellas no mienten
y se renueva con su luz
la promesa del universal amor.