miércoles, 12 de octubre de 2011

Entrega II

Entrego mi prolongada noche amarga
al Señor,
aún si dejan de cantarme himnos de ira
las piedras.

Si las piedras se van
habré entendido ya
que soy de viento ave
y la luz se habrá instalado aquí
para nunca más dejar
la polisemia de mi alma
ni la polifonía de mi corazón.

No hay comentarios: