domingo, 16 de octubre de 2011

Cal

Rara temporum felicitate
-Tácito.



A estas horas ya soy la cal que queda
de aquella iglesia antigua,
templo donde albergué las diversas sonrisas
que te habría de dar
en los futuros tiempos.

Pruébame con tu magnificencia,
con tu lengua mójame la blancura dispersa
únicamente visible de cuatro a cinco
desde este otoño.
Imprégnate de mi palabra no dicha
y embébete de lo que te envío en el viento y al oído izquierdo
cuando tengas ganas de no soñar más conmigo
sino sentirme en ti
porque para eso yo he nacido.

1 comentario:

Javier F. Noya dijo...

Oferta muy atractiva la que le has plasmado. Difícil que la rechace. Besos.