domingo, 20 de noviembre de 2011

A Luna

Clávame Luna
el pico que más te estorbe de tu noche.
Escárbame la tierra con la que edifico mis días,
pínchame el útero ancestral
hasta menguar lo que resta
de la melancolía.
Bautízame con tu luz
el desierto de mi espalda
o cuéntame otra vez
cómo fue que llegaste a ser Luna
y no otra piedra flotante en siderales aguas.
Reconstrúyeme, disuélveme
pero no te quedes inmóvil esta madrugada,
que el tiempo se desliza como un papel cansado
pegándose a mí.

Cálame los nervios, los huesos
los músculos, Luna,
tan arriba no te quedes.

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