sábado, 12 de noviembre de 2011

Respuesta a una postal

Querida California, dos puntos
recibí la postal que no esperaba,
el sol presuntuoso que mi piel no merecía,
las curvas de la bella bronceada que me hacen un ser menor.

Por acá el clima lo mismo
las ráfagas de balas desnudando las ramas de los árboles
caen
como cápsulas con cuentos que soñaron serlo
pero volvieron a sus casas
como un león sin lecho ni leyenda.

Por acá el clima lo mismo...
cierto, ya te había contado de eso.
En realidad no hay mucho que contar
(presencié un cliché artístico
nadando entre una Estonia soviética
y la melancolía de una Francia sin perfume.
Dijeron que era una conferencia
yo más bien pensé que era un performance
de lo que puedo llegar a ser, si es que te sigo escribiendo
desde aquí).

Por acá lo mismo,
las mujeres se embarazan sin haber concebido antes un sueño
los perones no volvieron
las fábricas mienten con su alfombra de hollín
cada mañana.

Querida California, coma
tu sol es tan efectista
como tus casitas y tus bricks de jugo de naranja
cien por ciento sin pulpa,
tus policías persiguiendo al criminal
al que secretamente envidias por tener un bronce verdadero
entre la carne.
Brindo por el artificio de tu discurso
entreverado en tus ojos azules
y la musculatura que jamás habrá
-ruego a dios-
de compartir mi cama.

California, tienes el alma tan olvidada
como la raíz de tu nombre en castellano.

California, creo que es mejor olvidarme
que te respondí esta postal.

1 comentario:

Javier F. Noya dijo...

Brillante!!! Me ha gustado muchísimo. Circula, redondea, vence. Del mensaje, para qué explicar...aunque, sin ser entrometido ni falso adulador, sólo tengo dudas ace3rca del desmerecimiento de las curvas (generalmente artificiales gracias al Photoshop) que la desmerecen. Besos.