Se rieron porque lloré con la película
al recordar que Miguel también fue cenizas
y no supe de su paradero.
Yo más que tristeza
siento un dolor profundo
de no poder contárselo
al que creo es mi hombre ideal,
mi amigo, mi escucha,
mi mano, mi fuego.
Estoy segura que él sabría decirme
la palabra justa
en el momento claro de esta noche.
martes, 23 de febrero de 2010
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