Si no supiera
que eres vulnerable
cuando nadie está
para arrullar tu luz y tu sombra
me perdería
en un mar de tristeza
por tanta y tantísima crueldad
que sin quererlo ni saberlo
a veces provocas.
Pero ya ves,
resulta que tengo parabólica integrada
al corazón
y te escucho lamentarte como un niño...
Es ahí
donde
sé que debo desplegar mi manto
fundirme con la noche
y esperarme
hasta que al fin duermas o camines o rías otra vez.
...Supongo que así es el amor
para quien no pertenece a la ola general.
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