jueves, 3 de julio de 2014

Con la pureza de la piedra
escribes en mi ternura a modo de tiza
rompes la escalera de viento rumbo al sol
mis manos sostenidas en el vidrio fragmentado
de una foto que se va velando.

No pude mirar las nubes
y conmigo traje las alas enfangadas
de un tiempo infantil de hinojos
siempre rogando por la calidez o la muerte.

No entiendes. Pasa que llevo otro nombre
bajo la lengua
y también estoy hecha de la lluvia ácida
de papá y mamá
y por eso me volví a formar
embrionaria, enamorada
en la ilusión de vivir abierta en el tercer round
siempre con el knock out de la muerte
anunciándose sutil
en cada año que deseo que golpee
a base de puro latido y beso
antes de que me golpee a mí
la desfigurada del clan
que sabe cantar y lo hace bajo la sopa fría.

Con la pureza del silencio amargo que me entregas
te bendigo con este amor que me ha parido.

El mismo que me alumbra y a veces me da  su sombra.
Ese que supo escribir en mi ternura
la frase "Entregado corazón".

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