viernes, 4 de julio de 2014

Sólamente un alma grande
podría decir de ti que la grandeza 
siempre vive y espera. 
No hay camino ni fortuna, Amor,
todo lo veo contigo, todo lo reconozco
sé de su sueño erigido en tu luminosa verdad
en tu silencio como de rayo
esperando a que vuelvas 
aunque jamás te vayas de ti mismo. 

Lo he soñado y traído a este paraíso
porque coloco mi frente junto a la tuya
y mis pies tocan el mismo suelo 
fecundado de fe en tu palabra
pero más en tu alma inmensa. 

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