La noche se hizo para palpitar
los recuerdos de otras que fueron reales.
No, la noche se hizo para palpitar
casi a tientas,
el tremor del primer grito del otoño.
Hay vasos de agua que tomados recorren distancias
en retrospectiva.
Yo busco la copa que me guarde
un sueño futuro
donde algo infinito vestido de alguien
me recuerde que he sido su luz.
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