Sueño.
Me extralimito en el sueño y soñando.
Soñé que era ave y era bandera;
sueño que nada me mueve y todo se hará
como yo lo pido.
Una astronauta en el desierto
una mujer con el corazón al rojo vivo:
dicen que doy miedo por mi cara dura,
yo me platico a solas
lo endeble que es una violeta al centro del pecho
y lo ineviable de su palpitar.
Alguno de estos días agarraré desprevenido
al mismísimo desconcierto.
Y apagaré la lluvia ácida y soplaré los huracanes,
acortaré distancias y nadaré en dulces mares.
Me reiré de lo vivido
y alistaré mis manos para sobrevivir
a los rápidos siderales.
También escribiré una canción
por cada par de ojos
que escribió sin saberlo
un fragmento del relato poema que hay en mí.
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