Poder abrir el cerebro del de enfrente,
decirle que el poder es la libertad.
Invitarlo a mi trono sideral
a mi ingenuidad crepitante
detrás de mi cobija de muro,
y a mi ventana que da a la luna menguante.
Todo está muy claro:
la mástercard se equivocó de filial
y me ha traído a extranjero planeta inexistente.
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