Cavar lo que de por sí es una cueva
te hará menos ser extraterrestre
y sí más espeleólogo.
La boca no es una analogía,
es la cueva misma donde las estalactitas son promesas
de un ayer a los ojos de un dios puberto
que nos juega a verlo todo
como si fuera tan futuro.
Cavar muy adentro,
eso sólo lo hacen
los auténticos ciegos de Eros.
domingo, 15 de noviembre de 2009
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