Ven a verme cuando sepas
que no eres una estrella mía
y yo no canto rosas amarillas.
Descubriremos soledades espiando, caminando,
flotando el sol.
Luego, abrocharé tus cintas y te daré un abrazo.
Mañana despierto,
hoy asfixio la cotidianeidad
mientras floto pensando que eres zoroastro.
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