El otro lado es el mayor contagio.
Hasta los mismos ojos cambian de color
y adquieren el tono transparente de las fábulas.
Roberto Juarroz
Y yo quiero que una mañana al despertar carne
este verso medio mojado sepa volar en origami.
Alzar el cuerpo por la escalera absurda sideral
entender esta taza fija en el silencio
el teclear a media mañana creyendo que no soy sol
por ser más bien estela maya perdida.
Hay algo que suena a palo de lluvia,
son las flores de la antártida que llegaron al calentamiento global
y despiertan en mi habitación
como primavera en irrupción y tardía
para una tarde de otoños que se aleja pidiendo perdón.
Cerré los ojos y no lo vi,
ahora camino despierta
y me parece que éste es el verdadero sueño prometido.
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