¿Y luego qué hace una
con el playlist instalado en los ochentas
y la cosa ésta en la panza
que no deja ni terminar de pasar a los impasables
ni dormir?
*¿Subastarlo?
*¿Quemarlo?
*¿Mostrarlo?
*¿Heredarlo en una cápsula sideral contaminante
de los vientos galácticos?
*¿Compartirlo -con quién-? *
*¿Sorprenderla con el 2009? ¿Sorprenderla con un grito muy desde aquí?
Habíamos atravesado la jornada sin peripecia teatral alguna.
Ahora sólamente nos queda la noche.
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