Desgarrar las plumas de la noche,
hay mil pájaros cayendo en la sombra que es un sol.
Torpedo de cienluces superpuestas
que ebullen para entorpecer la lánguida vida
de los habitantes de un mar no azul.
Habría cinética y telequinesis
de no ser porque soy de carne.
La noche abre sus piernas
y apunta a los cuatro puntos cardinales:
hoy debería dormir en paz.
Y sin embargo,
te envío besos en cuanta constelación encuentres
en tu diminuta mancha cosmopolita.
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