Hablar núbeo en la mañana espesa;
hay un tigre blanco tendido en esta cama.
Levantarse y coger por las manos primero
por el alma al intermedio
y por el corazón al caer lo primigenio del alba
la desnudez de no ser nadie
un trocito de tierra cósmica en las llanuras, ranuras,
metros de asfalto en la sandalia.
Lavarse la cara y el resto del cuerpo:
hay un ángel que camina por los poros
y yo quiero creer que eres tú hablando un dialecto nuevo.
Esta vez no hay espejo a quién hablarle.
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