Caía la hoja de la última estrella en la pared
ahora vienen tus ojos y tus dos revoluciones por hora
al hablar
equilibrista de ansiedades
fotografía en gris que me obliga a reparar
mis años perdidos en una infancia precoz
portadora de zancos para lograrte maduro,
dulce, tierno y perpetuo.
Ahora floto como mariposa abrileña.
La gravedad para mí es nada cuando palpita lo que llevo dentro.
La gravedad para el resto
es que amo volar el sol.
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