Sucedáneo del universo:
hemos comido el pan de la sucesión de nuestros cinéticos días
y ni así reparamos
en el arrepentimiento profundo,
como este hoyo que llamamos garganta,
inmenso, como el cielo que no se levantará
a verte nacer los ojos otra vez.
Yo daré cuentas al creador
cuando te hayas levantado de esa incómoda cama
y que mis manos estén limpias de las tuyas.
Le diré que fuiste guerrero y venciste a la muerte,
otro mundo allá a lo lejos
te espera para rendirte lo que siempre buscaste,
hombre de un fragmento de mi sangre:
honor.
domingo, 6 de diciembre de 2009
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1 comentario:
disculpé usted la mácula que le pondré a su texto pero.. Está bien chingón! heheh ^^
I >>> Follow you
saludines ^^)v
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