Uno, dos, tres...
Diciembre es un pasillo
colador de las hojas adheridas a tu frente.
Si no hubiera una canción especial
para dedicarte
yo sería lo primero en entregar
a falta de un flautín, un piano;
un farol en las manos que queme las palabras.
Una estrofa entera y muda
al honor de tus pies en mi espacio.
Es viento y no lluvia
lo que remueve las circunstancias;
es fuego y no tierra
lo que siembra cenizas que arropan al corazón.
Y ahí estás presente.
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