Censúrame estos labios
y te amaré para siempre
los pies atados a mi barro que es tu espejo
las manos como pidiendo gracia al Creador.
Y la media luna que perpetúa nuestra génesis
en el punto exacto de tu fecundidad de hombre.
A labio partido,
yo te recuerdo que soy algo más que mujer,
diosa, dijeron por ahí,
desde que poseo el don del tiempo
y la libertad del ave que murió en mi jardín por amor
a mi soledad.
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1 comentario:
Que contrariedad!
Pensaría en censurarte únicamente para conseguir el segundo verso,
pero definitivamente no podría atreverme a hacerlo.
Me conformaré con entregarte mi afecto sin censura.
Besotes auténticos ;)
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