jueves, 22 de octubre de 2009

Obediencia poético-clerical

Se pueden arañar los sueños
quitárselos de encima a fuerza
de ofensas y despanzurramientos siderales.

Arrancar esta vena que arde de noche
y te exige a escribir
aunque sea por "autocomplacencia",
NO.

Es igual a pedirle a un empresario que deje de hacer dinero,
la poesía es mi capital.
A nadie le he pedido permiso para hacerme rica
a base de reglas sabidas, sobadas y seguidas;
lo mío no es la obediencia poético-clerical.

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