Cinco pares de manos dispersas por mi cuerpo
o cuatro yoes más para hacerle al cuento
y yo rascarme la panza escribiendo
total, el intelectual y el artista pierden el tiempo
deben estar bromeando
aquí sólo respira el invierno.
Y las cigarras todas, hacen su mejor esfuerzo
por convertir la aridez de este páramo
en un productivo verano.
Largá vos, improductivo,
decía Manolito,
cuánta razón tenía
y qué insensible a la melcocha de ser pensante y creador
a cinco segundos de la leyenda "FIN".
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