¿Como qué podría yo
una mortal mestiza
festejar
en un doce de octubre?
Abrí los diarios,
globalización, neoliberalismo,
luz y fuerza se van con Darth Vader,
CFE ya no tiene a mi papá;
bombas que no son de chicle,
indigentes que pasan y yo...
No los quise
no los pude
saludar.
Celebrar la hibridación de dos mundos
terminar en esto
punto y aparte
segmentación de la luz en cada cuerpo
punto y seguido:
en esta esquina la historia de los vencidos
vaya y córrale a ver si alcanza a ver
a las gacelas-hombres
que entre sus manos albergan
el valor monetario de la libertad.
Decidí festejarlo
colgando mi ropa
como si tendiera yo mi propio cuerpo:
salud por los mudos con voz
salud por las manos agrietadas
y este submundo de cachorros sin fe
que no alcanzaron un trocito de vida planeada
futuro, voluntad.
Y después de todo,
creo que fue lo mejor.
Nadie querría planear su vida con las tres opciones
que te quedan después del salto cuántico hacia la adolescencia.
Mejor así, muertos en vida, vida en la compu,
cópula sin amor, rasgadita de vena
un día de placentero atardecer.
Soy un híbrido. Me encantaría ser síntesis.
Por lo pronto
este día no me dice nada
y no pienso preguntarle su parecer.
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