martes, 6 de octubre de 2009

Dejarse atrapar

Dejarse atrapar
por el vuelo de una libélula
atraparla con la lengua dormida
algún hemisferio dormido
la garganta cansada de no gritar.

Reconocer al metro
en una lluvia de pétalos blancos:
todos quisimos estar cerca de la morena
que le arrancó de la India con frenesí.

Papalotear con la palabra partida
arrullar la estrella en las manos
palo de lluvia
rosa multívoca,
experiencia en elefante, exilio, proyecto mirar los ojos
dios, roca,
columpio que es cuerpo y que es perfil.

Lactar del viento
y sus ropas de aire
ese pan que se deshace en la rama del árbol;
permitir que el agua brote
de las córneas saladas:
aladas son las vueltas de mariposa
esas que nos regala una tarde
con la ventura
de escuchar el ave
que nace de su boca.

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