Estoy como parada
en medio de las sillas y las agendas saturadas:
nada de lo que veo existe en realidad.
Y sin embargo
me trae de un ala
que me devoro el tiempo
y aún así me regresan monedas para guardar.
Mis pies caminan por mí:
soy un monumento a la resistencia al sueño
no lo hago por decreto
simplemente pasa y ya.
Y mientras lo hacen
veo abuelos de mis compañeras
que desde el puente que no cruzan las miran
y yo me pregunto si el mío
jugueteando con mi aura estará...
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