martes, 17 de febrero de 2009

La cascada. (Telegrama)

Amor mío,
como a cascada enmedio de nogales
hoy tu luz en mis cabellos resuenas;
eres el fruto más dulce
entre los frutos
y la pasión al centro
de este corazón.

Quizás este día
los axiomas y los teoremas
no nos conciban
la magnitud de esta vida
que por tí despliga sus alas:
el tiempo se actualiza si hablas
pero yo puedo desvanecerlo hoy
y ayer y mañana
porque al Amor no se le para con distancias
porque al corazón no se le piden pasaportes
para cruzar fronteras
dentro de la misma Gaïa.

Aquí estoy sentada,
si miras una mariposa enmedio
de la plataforma húmeda y gris
que es la ciudad donde forjas tu propia gloria
ábrela, estúdiala, aprópiatela:
es un telegrama de latidos
y todos, toditos, son míos
y quiero que lleguen hasta decir tu nombre
y sentir que respiras en mí.

Amor mío,
como a cascada enmedio de nogales
hoy tu luz en mis cabellos resuenas;
eres el fruto más dulce
entre los frutos
y la pasión al centro
de este corazón.

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