El Sol se levantó en mi vientre
junto a mis ojos refulgió feliz
pues se sabe poseedor de una esperanza latente
de que la mujer que posee con sus rayos
la ilumina como a una Emperatriz.
El Sol está aquí para que sonría
para que vuelva a amar
en la distancia y en la cercanía;
los besos se entregan a todas horas
y el tiempo-espacio
entre mis dedos se debilitan:
Yo soy la heredera
de un dios sin miedos
que destruye obstáculos y pinta en el cielo
un grito que clama
por la perpetuidad de la dulzura de mi Sol
aquí, en mis adentros,
en las cuatro fases de mi figura.
Este Sol es un regalo
para nunca llegar al reino de los muertos,
es especial por contener los argumentos
que me sostienen y me dan vida
a fuerza de tanto latir e insistir.
Este Sol sólo habita entre mis costillas
su nombre es de cuatro sílabas
y conquista de luz y ternura perpetuas
significa dentro de mí.
lunes, 16 de febrero de 2009
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