lunes, 16 de febrero de 2009

El Sol

El Sol se levantó en mi vientre
junto a mis ojos refulgió feliz

pues se sabe poseedor de una esperanza latente

de que la mujer que posee
con sus rayos
la ilumina como a una Emperatriz.


El Sol está aquí para que sonría

para que vuelva a amar
en la distancia
y en la cercanía;
los besos se entregan a todas horas

y el tiempo-espacio
entre mis dedos
se debilitan:

Yo soy la heredera
de un dios sin miedos

que destruye obstáculos y pinta en el cielo

un grito que clama
por la perpetuidad de la dulzura de mi Sol

aquí, en mis adentros,

en las cuatro fases de mi figura.


Este Sol es un regalo
para nunca llegar
al reino de los muertos,
es especial por contener los argumentos

que me sostienen y me dan vida

a fuerza de tanto latir e insistir.


Este Sol sólo habita entre mis costillas

su nombre es de cuatro sílabas
y conquista de luz y ternura perpetuas

significa dentro de mí.

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