viernes, 20 de febrero de 2009

Cosmogonía de mi propio universo

Me paro en tu elipse:
bailar al son de tus líneas
sienta bien al alma
me hacen sentirme en paz.

Giro. A tientas, feliz y descaradamente enamorada
a mi edad son pocas las cosas que se guardan
en el corazón y no en las fotografías o las memorias empolvadas:
tus ojos, por ejemplo
están en el ventrículo izquiero de mi corazón
tu sonrisa en el derecho
tus dedos en la aorta
y tu ser entero en medio de toda esencia de mi cuerpo
mucho más alla de la razón.

Permanezco. Me gusta observar
cómo brillas en mi cuerpo
eres todo luz, a pesar de ser tan imperfecto
será por eso que eres la deidad humana
que protagoniza la cosmogonía de mi propio universo:

No sabes cuánto te amo
qué suerte es ser un astro con su propia estrella
girando alrededor de ella
y con ella dentro al mismo tiempo.

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