Mis zapatos hamburguesa
llevan conmigo ocho años
caminan como si la libertad de ser ellos
ya les pesa
caminan porque yo les exijo
que la juventud me mantengan
porque tengo cosas que hacer
y necesito cuerda para rato.
Nunca pensé que les haría un poema
pero se lo merecen
ese par de mieles zapatos
por la comodidad de explorar
mi propio mundo a mis anchas
porque son los únicos
aparte del que me dio la luz
que no me juzgan por mis actos.
Con pelo corto o largo
la indumentaria en invierno no es la misma
si mis zapatos hamburguesa
no están ahí para lavarse con mis lágrimas
para sacudirse el lodo
o brincar los charcos...
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