miércoles, 18 de febrero de 2009

Canela

Camino feliz entre el fango y las tinieblas
porque tengo un sol en mi alma
que me siembra amor
por las manos en las que mi dios Ra de bolsillo
en esos rizos y esos lentes encarna.

Canto sola en el auto
y doy a otros la oportunidad
de que locos me crean:
a otros el tráfico les llueve pesares
a mi transitar entre desquiciados no me pesa.

Porque tengo en mi frente su nombre
y en mi interior su insignia:
soy su mujer, yo lo amo
y disuelvo en canela las angustias
que los segundos a veces en mí despiertan:
los besos de mi hombre
saben desde ahora
al fruto más delicioso
que exista en la Vía Láctea entera.

Camino derechito hacia sus lunas
sus lunares, los planetas que hacen de él
la encarnación de Eros
en pleno siglo XXI
y con todo lo que implica
conocerle a él a tiempo
porque suyas son mis faldas
mis cantos, mis búsquedas
-siempre dan a su estrella
todos los caminos dan donde él-
mis anhelos, mis despistes,
la ternura y hasta la fuga de mis enemigos:

Perpleja como narciso en el estanque
así estoy yo, pero de contemplar
lo que nadie mira en él cuando duerme:
ese dulce, bello y tierno corazón.

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