No sé muy bien cuándo
pero llevo buen rato
que llevo la mirada fija
y sin estar aquí.
Eso dijo Nayely
la índigo que me acompaña de repente
y le creo
porque pertenezco a su gremio
y porque sé que es así.
Entonces ambas bautizamos a mis ojos
extraño extrañamiento de amor.
Y luego fuimos por un burrito:
no tapa hoyos cordiales
pero sí mata la lombriz tanguera
que me caracteriza desde Tú.
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