No es que me falte el aire
y tú seas mi inhalador artificial.
Tampoco es que yo esté
al extremo con mi vista cansada y casi ciega
y que tú seas mis fondos de botella
porque la calle entre mi amor por tí y este mundo raro y humano
no pueda cruzar.
Es simplemente que a tu lado y con tu aire
respiro mejor cada día
se inflama mi fuego interno que me brota
hasta en las retinas;
es que veo nítidamente
el color de las delicias
que en medio del fango y las cenizas
me entregas cual alquimista que eres
y me prendes como cometa al borde de la pirotecnia
y distingo tu figura de hombre guerrero
tus ojos de niño bueno
tu sonrisa que es mi altar
con la gama de los colores que a mi alrededor no veo
porque ellos se los comieron
y tú me los apareces
para habitarme por entero
desde el cuerpo hasta el corazón.
Y por eso es que tu nombre por las noches
y cuando el sol viaja llamo a grito abierto;
por eso es que tu nombre me sabe a redención y a agua sensual
sacada de la noria de tu sonrisa;
Y por eso es que tanto te amo
te amé y te amaré
Debe ser por eso que te deseo y te quiero.
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