lunes, 31 de agosto de 2009

Bilateralidad

Leo las características
del derecho objetivo.
Objetivo, ¿para quién?
No somos el punto a favor,
no somos el target positivo,
lo positivo sólo se aparea con la justicia
mientras tenga joyas
y acciones para regalar.

Dicen que el derecho objetivo
es toda norma jurídica
que posee bilateralidad:
el otro y yo, usted y los demás.

Nada más incierto.
A estas alturas, la bilateralidad
me suena a traición,
a Abraxas chafo, a Dualidad apócrifa.
Todo se parece a su dueño.

No hay baile común,
no estás invitado, yo tampoco lo estoy,
a mover los pies sobre Iudex
a deslizarte por esta landia
sólo hay dos lados: en ninguno figuramos.

Lo subjetivo de nuestro tema de hoy
ha rebasado todo límite de la imaginación.

Pasemos al lugar del shock
paseemos en el lugar, por el lugar,
en lugar de...

Pase, aquí hay un lugar

Soy una taciturna
nacida anciana el penúltimo de diciembre.
Si aún así Usted quisiera
(lo digo como deséandolo,
valga la propuesta enunciada en este falso poema)
conservar a la amiga, la admiradora,
la mujer, la intolerancia postmodernista, la inocencia,

entonces lo invito
a vivir un paraje incierto
algo nublado, chubascos a deshoras,
absurdos sobre mojados,
ternura y desenfreno de cuando en vez de
en este septiembre que suena
y toca la puerta como si quisiera creer
que todavía creemos en la libertad.

Pase, quédese un rato
no sé como cuánto tiempo tenga disponible
debe haber mejores cosas para viajar.
Pero pase, aquí hay un lugar.
Uno que lo necesita en calidad de urgente
pocas veces se puede conversar
entre tanta gente y tanto malabar eclesiástico neoliberal.

Los ornamentos estético-filosóficos
los dejo para otro momento;
vaya, que sólo es una invitación
a vivir mi nombre y ya.

Mazel Tav

Despacio
la película de saliva no ensoñada del cielo
atolondra a los conductores
yo voy en la caravana junto a ellos.

Lo gris hace que siempre algo de mí
se desprenda
esa cosa que nace y no le llamas por un nombre
porque te da sueño y sientes
las ganas de existir en otro mundo.

Anoche pensé
que la paz del mundo
era vivir dentro de otros ojos
dejar de ser el sueño de alguien más
y soñarme a mí.

Hoy,
junto a la calle vacía de seres vivos
y plena de zombies inconexos
tuve ganas de gritar Mazel Tav.

No lo hice.
Nadie entendería qué quise decir con eso.
Si lo repito, la acústica me volvería
el instrumento de la anulación del ser expresado
en Mazel Tav.

Por eso no repito los nombres que amo,
ni siquiera el mío propio.

Pink Floyd estaría bien
si alguien entendiera
por qué ya no están aquí.

Nota a una poesía en desbandada

Y nada, hombre de pensamiento total
poesía en desbandada,
viento sideral:

Vengo a decirle
que gracias a su voz
a su aura, a su estar
agosto se salvó
de no morir
en la pretérita, confusa,
inconexa
eternidad.

Pido a dios
o al que haga las veces de él
mis ojos posean pronto
el regalo cósmico
de su paso de luz
por este ahora bendito páramo.

Concédame esta noche
soñar con Usted.

domingo, 30 de agosto de 2009

Nido en el suelo

Hay un nido en el suelo
desgajado, es tierra de cinco años
el segundo intento
por permanecer
en la obra amorfa de dios.

No sé si recogerlo,
abrazarlo, enterrarlo, lloverlo,
olvidarlo, tomarle una foto,
llorar como quien no tiene necesidad
de reír.

Hoy mis golondrinas se quedaron sin techo
estamos tan unidas
que pareciera
escucharon los escombros dentro yo.

Mujer del espejo

Salimos:
en las afueras del mundo
donde no hay límites ni geografía
placitas comerciales
parques, algarabía dominical
hueco resultante entre estrella y persona
y que nombramos generalmente
viento,
no hay mapa estelar que nos indique lo contrario.

Me pregunto
quién nos protegerá de la lluvia
del temporal odiado
del soplo divino pero mojado
si ya sabemos
que el yang no existe
en la línea de nuestras manos.

Tomemos un café, mujer del espejo.

Demasiados tengos

Creo haber encapsulado mis cuerpos
los trece u once que tengo;
creo haber renunciado a otros mundos
por cada tres de ellos.

Y creo que tengo demasiados tengos
para dar y compartir
aunque a los demás
les valga un carajo.

Refugio

Refugio de equis o ye momentos
nadie lo necesita
específicamente yo
he aquí
que yo ya no quiero
tener memoria de elefante.

Ele, pregunta al viento
cuánto pesa
cargar con la libertad.

Luego,
busquemos la palabra en la almohada
y no queramos
mentir, pensar, recurrir
reclamar, esperar más.

Agosto

Que no se me acabe agosto
es casi como lanzarle piedras al sol
y enterrar la posibilidad
de cultivar el maíz de la existencia.

Ni siquiera, ay, reclamo.

Aunque su barba sea otoño
yo aún pienso
que la galantería es no ser azul
pero sí una voz fecunda
en sus letras, señor.

No sabe lo que daría
excepto mi alma, esa la tengo para soñarlo a Usted
por entender que me eclipsó los mares
y redescubrí el valor
del amor universal.

Aprender a amar así
suena casi franciscano.
No tengo otra opción...
¿acaso alguien me dio a elegir?

No. Ni siquiera, ay, reclamo.

Debe ser porque entiendo
y casi casi me anticipo
a saber
que también, como los otros, Usted, señor mío, pensará,
que es algo platónico,
y mis faldas no dan más señales
para explicar mi realidad...
A saber,
qué más da.

Me alimento de sus abrazos.
No se imagina la soledad
edad del sol, sol en soledad,
que visita mis arterias carreteras
porque no capto muy bien
qué hago aquí.

Nadie dijo que también debiera reclamar
por qué no bailo como los demás.

jueves, 27 de agosto de 2009

Luz en el páramo

El umbral más luminoso
lo he visto en las palabras más tristes
la esperanza de no temblar tierra abajo
me la ha dado su voz.

Y los protocolos, los viajes a Cancún,
la escuelita, la sopita del mediodía,
vida larga en rancho feliz,
se borraron en cuanto descubrí
que puedo ser capaz
de borrar mi cassette
y esperar a que un buen día
reconozca que soy una poetisa anónima
que se enamoró de un titán.

Lo vuelvo a decir:
su rostro ha sido para mí
una luz en medio de este páramo.

Marte con Luna

Tal vez si el dedo que anula
la cordillera americana,
son hombres cafés, señor,
no montañas,
son sus mujeres y sus tetas
son los niños, son la aridez y la yerba,
apuntara al otro lado de la luna
tal vez el horror sería una catapulta
y todo lo que es bueno rescatar
perduraría como las flores de los cantos aztecas.

He dicho, no sé qué dije
terminé expulsando mi decepción
frente a sus rostros
yo y mi boca, mi cerebro es mi yo
la sinapsis a veces te da un puente al abismo.

He dicho, no sé qué dije
dicho el verbo a veces la palabra se difumina
todo tendría que ser acción
y yo aún no entiendo a estos amores
que me traen de corbata.

Si tan solo el dedo que apunta lejano
el fin del mundo
llegara y se llevara lo que no es de aquí
tal vez yo me atrevería a escribirle en serio,
decirle que no soy corazón de hotel
como dice mi madre,
más bien tiendo a amar la virtud.

Soy afortunada y ambiciosa:
cuanta más virtud conozco, más me olvido
de los yang de mi pasado.

Bienvenido sea Usted
bajo esta noche con Marte bailando y apareándose
con la Luna.



Nota a la futura edición:

Cuando hablé de un rescate de las cosas buenas
me refería a sentir la capacidad
de ver al mundo desmoronarse
y -egóica o felizmente, no lo sé
y no me despego de cierta culpa-
sentir que puedo aún sentir
amor.

miércoles, 26 de agosto de 2009

Inercia de la naturaleza

Una flor se vuelve flor
por la inercia de la naturaleza,
bendita inercia que hace
que mis pupilas se distraigan
del caótico mundo de la postmodernidad
y me hacen pensar
que en algún momento, en algún paraje,
de nuestras recicladísimas vidas,
surgió, existió y reinó el Amor.

El mismo que acota distancias
y hace que se me enchine la piel
si pronuncio su nombre.
Abrazo soy, uno muy yin.

Con-fe-sión

Me siento culpable
de no tener paciencia;
de hablar lo que mi corazón engendra;
de no arrepentirme
por ninguna de las dos anteriores impaciencias;
y de ser yo al fin y no querer cambiar
porque me costó demasiado llegar a serlo.

Nunca de intentar abrazar este absurdo llamado vida
con la poesía que no sé inventar ni declamar.

(Al menos no esta noche).

Según la hora

Usted dice
que según la hora
es lo que escribimos,
que si es de madrugada
indica que platicamos
con el umbral del tiempo único
escindido en días de calendario,

inicio y fin,
alfa y omega
omega, como la leche que toman en mi casa,
porque tienen más de cuarenta
triglicéridos a la vista,
mi nombre con galletas ensucia el plan.

En fin,
yo le cuento que esta hora
me hermana con el cosmos,
con el regalo de traerlo a Usted a mi puerta
cuando no creía en nada
y lo común se volvió filosofía gracias a su voz.

También la encuentro erótica,
aunque no sepa muy bien de qué se trata
pienso en la apertura de los canales a distancia:
imagino que hay telepatía,
Usted me sigue la línea,
yo le indico cómo bailar este vals sin ton ni son
pero mío, parecido a lo que soy.

Y volviendo al tema,
ese que no debiera temerse, la gente quizá
por eso no se obligue a leer,
Usted dice
que según la hora
es lo que escribimos,
que las mañanas están ocupadas
y que debemos esperar.

Sí, las mañanas se ocupan
de blancas nubes,
y siento que hay cierto parentesco
entre ellas y su barba...
su dios -todos tenemos uno-
es bienvenido en mi pedazo
de cielo azul cambiante,
del blue tristeza
al rose cursilón de una que otra tarde.

Soy mujer, no se olvide
que de vez en cuando me uno a las de mi clan.
Mi cuerda de poeta no poeta se engendra en el sentimiento
raíz profunda, migraña, silencio,
todo lo que requiera vibratos de tambores necios
por definirlo así.

Y las mañanas...
esas son para trabajar y no pensar en el fin del mundo
también son para imaginar
que regresa por aquí.

Rictus

Que estalle este rictus
frente a la pantalla de mi vieja computadora:
allá, donde el sol no se esconde,
se elimina de los labios, los huesos,
y se vuelve yerba y cal,
surge el estertor de este caos,
odio las despedidas,
no me gusta pensar en el no volver.

Quizá por eso siempre digo lo que pienso
y siento,
con perdón de los aludidos,
los amados, los por mí vencidos,
los detractores de mi mundo,
los ideales, los decepcionantes,
los inmortales, los que se van con el viento
y a merced de él.

Ahora comprenderá más de uno,
por qué la vida se vive a pesar de que no se tenga tiempo
ni de vivirla ni de morirla:
pocos mundos existen donde la palabra resuena
en lo que vemos dormir junto a nos.

Hay que hablar antes de que el tren nos atropelle,
he tropezado, puesto mi corazón a la ácida intemperie,
pero no me arrepiento,
la prueba está en los últimos poemas
para el poeta lejano de mis días.

Que estalle este rictus
frente a la pantalla de mi computadora vieja,
tanto sentimiento hecho cúmulo me aqueja
y se vuelve vórtice, migraña,
necesito descansar.

martes, 25 de agosto de 2009

Lunas menstruales

Me pregunto qué podrá hacerse
para olvidarme un rato
de las ganas de no tenerlo más mudo
de desentrañarme este nudo
lanzarme contra la pared
dejar de necesitar unas letras
provenientes de aquel teclado
dejar de escribir estupideces
dejar de exponerme desnudamente poética
ante todos
ante Usted.

Traer dolor de cabeza, supongo yo
y sentirme chiquita y endeble,
fragilona, cursilona,
en mis días de menor temple:
malditas lunas menstruales,
no deberían ponerme así.

De facto

Intenté comer
quitándome la odiosa imagen de mi cabeza.
Agarrar el correo electrónico
para ver que sólo hay mensajes tiernos,
pero importantes no.

Yo no sé de qué me quejo:
esto ni siquiera es un poema.
No llamo a la rebelión
ni estoy en contra de algún sistema.

Quizá porque todo lo doy
por sentado:
mi vida es reclamo de facto.

Y hoy tengo cólico y dolor de cabeza.

Los chicos de noveno

Los niños multitasking de noveno
no saben nada de filosofía del derecho.
En realidad, derecho tienen
a no saber nada,
nadie sabe nada:
Nada no sabe nadar en la nada.

El postmundo es una esfera azul lamosa
con países muy ricos y gente muy jodida
la filosofía, la poesía y el derecho
están medio muertos.

La culpa no es de los chicos,
a lo mejor debí ser litigante
en vez de intentar medio pensar, medio crear,
medio pasear la soledad, medio algo, medio,
como mi altura, mi tez, etcétera.

Pero no pienso cambiar.

Y los chicos de noveno
tampoco lo harán.

Poema equis con postdata


No me como la cabeza:
soy una adicta del sentimiento que me embarga
encontrar la luz
en una realidad distante
cercana, a la mitad del camino,
va savoir.

Más si la hallo en el resquicio
de una soledad de toda una vida.
No hablo de Usted
hablo de mí.

Esto es solo una arista de lo que entiendo
por motor cinético universal,
alias Amor.

Postada:

No hay manera de sentir la soga al cuello,
esto es poesía, estoy en mi universo,
me gusta agradecer la capacidad de estar viva
siento, no lo siento,
siento lava y soy capaz de callar igual que siempre
cocinando todo a tráfico lento
una película feliz
para un día normal.
Venga, que no es el primero
ni el último
afortunado tampoco,
hombre, deslumbrante, quizá,
hombre, la parte que no tengo
y que necesito para respirar.

Tanto verso

Me gustaría abrazarlo universal,
abrazar lo universal que dejó con su torbellino de cono invertido;
abrasar lo universalmente caótico para verlo por aquí
mirar sus cambios cromáticos de ojos,
oírlo decir la palabra lava, Atacama, su poesía al fin.

Se me ha olvidado el supuesto poema.

Qué blanco es este papel
qué gigante, como sus manos
su barba, sus versos cuidados,
qué blanco de tundra y preprimavera de sur
se apodera de mí.

Tanto verso ensucia la esencia de mi pedido.

Tráfico frustrado

Descubrí que soy pésima
en casos de tráfico frustrado
y cambios de señales
trabajos eternamente mexicanos
y calles que topan
como si fuera el fin del mundo:

Me apodera una ansiedad
no tener la nave de la mujer maravilla...

De niña quería su cuerpo,
de adolescente, su capacidad para no existir.

Ahora solo quiero saber conducir
sin miedo a una llanta ponchada.

Y mientras tanto sonrío:
uno nunca sabe cuándo pueda llegar
el amor de mi vida
(pero por supuesto que esto es una broma
poética, faltaba más: no sonrío,
no me hace falta sonreír plásticamente:
déjenme sonreír con mi alma a esta hora,
mañana vuelvo en ogro a eso de las siete de la tarde).

OM

Una esfera de dragón
poco puede hacer
para matar cerdos que recaudan impuestos
y duendes que cercenan la fe.

Lo mismo pasa con los puntos de fuga:
no más OM
la tierra necesita dignidad.

La paz solo vive
si le doy el paso a un taxista,
debería vivir si él me dejara de joder
cuando lo traigo detrás.

Caminar no siempre es suficiente

Caminar no siempre es suficiente
hacen falta patines en el cerebro
para olvidar los embustes
de tanta oficialidad.

Incluso de los errores
de hablar por hablar
o peor aún, de hablar esperando equidad
nadie dijo que el sentimiento
fuera elemento obligatorio del morfema.

Uno canta ego amo te
a la pared
como esperando un buen guiño
de la naturaleza entre el escombro.
Olvida que la naturaleza es no natural.

Las paredes no sienten,
protegen, asfixian, enloquecen sabios
a los malos los vuelve indolentes.

Nadie dijo que amar a las paredes fuera malo...

pero, caray, debiera amarse al que está detrás
esperando, o tal vez no espere y se le agarre descuidado.
Habría que amar el intento de amar.
Ese pobrecito héroe chiquito,
nadie dijo que siempre fuera a triunfar.

Como tampoco nadie dijo
que cumplir más años
te hiciera especial;
lo especial viene de lo aprehendido,
no de los años.

A veces ocurre,
que lo especial en tantos meses cantados
es la juventud para abrir las manos
para recibir un regalo cualquiera
de una existencia cualquiera
en un restaurante cualquiera
con un singular atardecer.

O ese guiño que sale de un ojo cansado
y lo vuelve
frase de adolescente jugando a amanecer
con la boca chueca de reírse de uno mismo,
volver a enfadarse por reírse de uno mismo,
y luego perdonarse y volver al ritual de la autoburla otra vez.

No se aman los años
ni el estatus, lo definible es poco susceptible de amar.
Lo verdadero no se contiene las ganas
en un intento de poesía,
eso vuela, se atrapa, se siente,
acaba con la desgracia
la monta, y todo vuelve a funcionar.

¿Por qué?

Los trajes aburren, el protocolo, la etiqueta,
las frases lastimeras, gastadas, imperfectas,
el elote desgranado en un paseo cualquiera
que evita y evade hablar de infelicidad:
todos somos domingo, vamos, ¿qué les pasa?
toma mi mano, no preguntes si el mundo requiere
un hijo más.

Entonces:

Enamorarse de una palma abierta
a pesar de la cabeza hecha nube
a pesar de las distancias cronometrales
de la anacreóntica belleza
y tantas superficialidades
eso es lo que agarro de maleta
nada importan las voces
una palma abierta
con caminos arados y otros por arar
noche de julio, no ché sin julio,
a ése aún lo necesitamos.

Las estrellas de la noche se ven bien
si me vuelve a sonreír
mientras lee esto.

La palabra canta

La palabra canta
la palabra no canta,
gime, a veces transita
hélice de ADN incompleto,
parábolas barrocas que no dirigen su cara al Sol
al hombre, lo hacen al hombre.

Ellos dicen que canta,
viaja y se instala en la regadera
en el reclinable con olor a humedad unilateral
dentro de la ventana galáctica, azul amarre,
cereal fortificado, columpio atemporal,
paleta de cereza, ego sideral.

Usted sabe que no canta.
No ahí, no a estas horas,
ora tibieza, ora madre de los perdidos y crucificados.

Canta en el tremor de una tierra lejana
el recuerdo magma adentro
la bandera que se desgañita porque no toca sus dedos
un eco de tambores que lo tienen atado a su fe.
Canta en la evolución cromática de sus ojos
verde olivo (militar infancia) al negro (presente filosofado
cantado, alegorizado, siempre dentro de su cara).
Canta en las llanuras de la torpeza de los principiantes
en los matices de sus elegías, en los tonos de su regalo segundo
el segundo que forma una tríade que lo hace a Usted;

el primero de ellos es su pureza en poesía
ese abismo que abre olas blancas,
nube que me hace creer que al final de esta versión del mundo
nada he perdido en realidad

Ya no hay disipado ser
ya no soy mi disipado estar.

El tercero, su porte galante
de contestatario al filo de las diez.

Y a lo mejor la palabra sí canta,
después de todo
o más bien, desde Usted.

lunes, 24 de agosto de 2009

Tortícolis

El caballero que resultó ser mujer
pero no Juana de Arco
derribó a su opositor
colcando su dedo de tiza magisterial
suavemente indicando:

"Mirad:
La tortícolis es la infalible señal
de que vivís al día
en este agridulce mundo".

Y cerraron el libro,
y la chica de pelo negro y corto
que escribe en un susurro del olvido
se fue a dormir.

No soy erotismo esta noche

No soy erotismo esta noche
soy la paz de su musicalidad
que eme embarga
hasta el grado de sentirme una MetaAfrodita
diosa que prescinde del espejo
y de los arquetipos de toda humanidad.

Y la música es Usted mismo,
créamelo o no.

Lapsos

Aprendí que cuando uno pide
una esfera de viento
para inventar otro asiento
otro árbol, otro nombre
y otro lugar
las manos se llenan de ámpulas
y dios no ha tenido nada qué ver
y tú eres tan pequeño
para con el karma intentar dialogar
que es mejor no intentar salvar la ropa
a la hora de agradecer los lapsos
plasmarlos en esta hoja
para que nunca mueran, para que se queden
una porción de bellísima e insondable eternidad.

He ahí que estiro fragmentos buenos

He ahí que estiro fragmentos buenos
para no volar al cielo
investida de estatua en movimiento tres en Si bemol
y embestida de todo este eco a color.

Usted debió ser alquimista
físico nuclear, habitante de la Atlántida,
extraterrestre buena gente,
filósofo de amor y de mar antes
de renacer en poesía.

Y aunque lo tilden de fatalista:

hay más amor en sus líneas
que lo que escribió tanto falso predicador.

Y yo lo abracé para no perder el sentido
de las agujas caóticas
de mi reloj.

La vida vale por estos lapsos de
elíptica sincera a la esencia innombrada
tal vez porque los nombres no se pescan tan fácil en el aire
como Platón lo afirmaba
o simplemente porque rebasa al mismísimo acartonado Dios.

Da igual su origen,
sigue siendo una tangible bendición
en noches de humanidades regresando a la horda.

Todas las piernas tersas

Decíamos que hablar con la verdad
era cosa común entre hombres honestos
lancé la primera piedra
y de pronto
mi mano soltaste,
y soy un holograma virtual.

Pero mi voz sigue estando viva.

Para liberar a Dios de nosotgros ha servido nadar sobre el desierto,
ser hocicona, un tatuaje japonés que no entiendo,
no levantar las naguas para descubrir el intelecto
morderse la piel
cuando se trata de accionar la pasión
antes que soportar a Rickert o a Sartre:

Todas las piernas tersas son bienvenidas
unas son desechadas
las otras comprometidas
otras desdichadas
y otras solitariamente pensativas,
como las que cargan el peso
de la que escribe esto.

Concentrado (descripción)

Hay un concentrado de fuego y cajeta
que guardo sigilosamente
para no perder
el tiempo en remembranzas
deste mundo la esperanza
de saborearlo a pesar de la desgana
y como retando al placer.

Sólo sus horas para mí preciosas en este suelo
el mío, bajo este cielo,
lo podrían entender.

Silencio: el fuego ha prohibido
escribir con llanto. Habrá que liberar
varios sórdidos momentos
en otro mundo, no en éste,
aquí la gente finge estar bien.

Menos quienes despertamos queriendo
saber si Dios ya regresó de vacaciones.

También hay libretas blancas
casi iguales al total de tu cuerpo pero
eso pertenece
a otro campo semántico.

Que igualmente deambula en el lado tierno
de mi aguerrido yo.

Qué ánimos

Qué animos te levanta
para caminar sola
sobre este hoyo negro
que es la soledad.

Aguantar el llanto de la pena
la injuria, la tristeza,
la indiferencia
más de un mes, más de la mitad de la vida,
y explotar silenciosa
frente a la pantalla que no te habla
pero recibe tu dolor.

Caminar aparentando firmeza:
acartonamiento axial en la vestimenta,
mirada de hierro para someter.
Y un congelador manteniendo la sangre fría
una ansiedad al momento de no poder respirar más.

Hay noches para enchuecar la boca
involuntariamente
lo digo porque así lo siento hoy.

domingo, 23 de agosto de 2009

Me fui caminando la calle

Me fui caminando la calle
ataviada de farolas cansadas:
más que miedo,
fue tristeza.

De entre todos los que había
tenías que haber faltado
-como en mi tradicional desfile de segundos desfalcados-
tú.

No quería amigos. La oscuridad más temible
es la que brota de la boca del retórico huérfano de sed.

A la noche,
(esta noche, olvídate de las otras)
yo quería salir a pescarte estrellas
con tu nívea ironía de errante marqués.

Y me esperaba mi auto blanco.

Ausencia

Cómo hace falta aquí
Su voz,
Señor Invento.

Cómo dan ganas de repartir
la atemporalidad de los macanazos
hasta hacerla caber en los versos,
abrazar el ideal de mundo
y abrasarlo a labio tatuado a Usted,
porque sí y sin un axioma o teorema
que lo sustente
sin tanto ruido y con muchos 'nadamás'.

Cómo falta usted
entre esta raíz de viento
que se nutre del hueco de la tierra
que precisamente no debieron usar para alimentar
este bastón del que entrelazo mis sueños
para no verlos caer.

Habría que ser astronauta
para salir disparada a Venus
y recordar mundos alternos
para a este entender.

Fósforo

Quise ser más
que la lluvia naranja de un fósforo
y me tocó renacer
en el yeso de este muro inquebrantable
que ahora erijo
entre el tiempo, la distancia, y mi ilusión.

Lo más álgido de este navío
no es la herrumbe ni el eco,
es el saco que dejas tirado
con el aire en tus pulmones
en caso de siniestro
y mi luz ponchada después de llegar
a esta estación.

Deberías darme pena
debería llorar.
Y sin embargo, en esta ventana
no hay pose de nube cargada de lluvia
que tenga esa intención.

viernes, 21 de agosto de 2009

Abriré mis armas de mariposa

Abriré mis armas de mariposa
para decirle (otra vez en mi vida)
que es Usted un beso de Sol y en Sol
en mi tierra
no importa si ellas no le vuelven a ver.

He aquí que yo soy dueña
de una hectárea de mexicana eternidad.

Acerca de los puentes

Los puentes son buenos
para pasear al cerebro
y olvidarse de él
en algún concurrido parque infantil.

Y para hacer lo que realmente uno ama,
dijo un hedonista libertario y feliz.

Todos viajan

Todos viajan
también mis recuerdos
pasados, de este momento
y -créanme loca o no- los del futuro incierto
(ellos piensan que soy su aeropuerto
yo les digo que no
y les cuento
que a todos los guardo bien
para ya no dormir).

Todos viajan
y llevan revistas y libros y música en las manos
viajan en el viaje
es bueno agarrar el dos por uno
uno nunca sabe cuándo caerá la pirámide verde
al final.

Todos viajan y me llevan en su aire
en sus huecos y en sus plenitudes
compran souvenires
y los esconden porque todos los que viajan
incluyendo mis recuerdos
fueron sometidos a un plan de austeridad.

Total que todos viajan
y me llevan de encuentro,

Y más que aeropuerto,
quisiera ser avión.

Las ventajas de estar vivo

Las ventajas de estar vivo
se reducen a fragmentos de caleidoscopio
que guardan puntos equidistantes
con otros ojos
y los invitan a este gran juego compartir.

Y el tiempo se detiene
y no ganas y no pierdes
acaso te fundes con otro fragmento
y el mapa galáctico agarra sentido
y al marcharse el milagro del encuentro
en vez de arrojarse al olvido
le sudan a uno las manos puras canciones
vivas
que recorren la cara cuando el mundo gira
y sabes que gira mal y es así.

Minuteros bailando

Si hubiera que rezar
para salvar mi barco
te rezaría a ti,
a tu dolor embriagado,
a la templanza que observas
cuando las letras se imprimen
sobre la hoja un momento antes de morir
-mueren de nuestra memoria creativa
nacen para en otras mentes existir- le rezaría
a tu virtud de padecer en soledad de aviones
condominios, amigos y secretos caros u olvidados
todo lo que los demás intuyen y no saben
o si saben esconden que también lo intuyen.

A ese don de levantarte a la misma hora
-minuteros bailando o no, siempre es la misma hora-
y decir lo que has vivido mientras duermes
lo que has creído mirar mientras lees
lo que has llorado mientras esperas lo que no se puede alcanzar.

También te rezaría
la sonrisa que ocultas bajo las manos parlantes
quizás la nube que se posa en tu cabeza
mientras el tiempo pasa sin alardes
ese coraje para ignorar a los humanos
a pesar de saludarme,

Te rezaría lo bello que es
encontrar a un conocedor de un fragmento de la Verdad
y no retroceder al chocar con lo que es mío y creo
porque también le has rezado a mis miedos y mis tropiezos
porque soy una amargada que se enamoró de ti.

Carnavales

Que haya carnavales
afuera, con disfraces
no me obliga el circo mirar.

Empiezo a entender
lo que es la vida
detrás del color
es el color verdadero
y nada más.

Celia Cruz estaba algo equivocada.

Caer al mundo de rodillas

Que haya carnavales
afuera, con disfraces
no me convence
de la alegría de este lugar:
algo raro pasa en las venas
degradación por degradación
kilómetros por hora a mil cincuenta
habrá que buscar una tarde sin videojuegos
para a algún niño/joven/puberto persuadir a pensar.

Ahora dime, hombre:
¿Ves qué fácil es caer al mundo de rodillas
cuando falta lo esencial?

No me tiren piedras rosas:
si me escondo no es porque no los quiera
es porque me arranca la vida
verlos desdibujarse
con el futuro amputado
y su aureola manchada
de piedra, tacha y hundida ciudad.

jueves, 20 de agosto de 2009

Color anacreóntico

Qué cosa de color anacreóntico
se posa en mis pestañas
y me hace ver que hay un mundo alterno
después de mí, a través de mí,
frente a mí,
y dentro de mí,
y al final de todo.

Papel-Caracol

Verá, la cosa es así:

Yo le dije que era mi regalo cósmico
a través de una hipertextualidad melosa o algo así;
hará un mes que me dieron su foto enrollada
letras amarillas viajando despacio hasta sus comisuras
piel de luna que no sabemos
pero está ahí.

No suelo abrir papeles-caracol
tampoco creo mucho en Sigmund Freud:
me gusta Jung por arrabalero del cosmos
arquetipos van y vienen;
sincronicidades agradecibles diría el hombre
dentro del papel-caracol,
vengan, por favor.

Ahora,
no quiero cerrar el ecosistema
que dejó sembrado por aquí.

Simpático Dios

Qué simpatico es Dios
cuando pierde el camión de las nueve
pierde las llaves de San Pedro
en el lupanar de tantas breves,
compra chocorroles en las tiendas de las equis
rojas en las esquinas,
prende el automático para defenderse de lo divinamente inesperado
se inscribe en Rey por un día
se rasura la barba
y deja de creer en Dios.

Los dioses profundos (el canto en megahertz)

El canto en megahertz
de los dioses profundos
me recuerda la plata refulgiendo
entre los plomizos soles
de mis antepasados.

Variedad para variar de navíos,
espejos sacudiéndose los espasmos.
El horror es para el cine
y no se ha inventado aún.

El canto sutil y sub-lime
¡Lime, oh, dios profundo de la concordia al mundo y su aspereza!
de mis dioses profundos
se confunde con la nada
a esta hora en espacial.

Y me sabe como a calendario en otra tierra,
puñado de soles de Astrea,
a cono de oficina que invertido me entrega
a lo esencial sin protocolo ni etiqueta
actualísimo y en todo caso desprendible en un parasiempre parcial
habitante y no ciudadano
de mi existencia.

Tanto fuego en mis manos
hace casas y cocina ladrillos;
ni un sólo estribillo para los teoremas lejanos
acaso un gesto bajo la sábana del no dormir:
verdaderamente haría falta sucumbir a la discreción.

Pero es que el canto en megahertz
de los dioses profundos
me recuerda que...

miércoles, 19 de agosto de 2009

Indonesa

Tengo una amiga indonesa
es virtual
es como azúcar mascabada
y es el retrato de la adolescencia.

No entiendo lo que escribe
le gusta emar como cualquier chico
chico muro de interpolación
entre su cielo y nuestro dios.

Pero tengo una amiga indonesa
que habla palabras de aire
de sable de ninja tierna
y viste calentones como Pistachón Zig-zag
y usa uñas de corazones
muy a su pesar

cabello cayéndole a la cara,
edificio en ruinas, muchedumbre
que no se ve pero se alcanza a mirar
como si en su brazo cualquiera
hubiera un lunar.

Tengo una amiga indonesa
y me parece haberla visto
en algún cercano lugar.

Mortificar el silencio

Mortificar el silencio
es cosa de humanos:
volvámonos dioses o extraterrestres
antes del amanecer.

Las ocho esferas
se oyen mejor
entre tus cabellos.

Dijiste algo

Dijiste algo
en ecuación de cono invertido
y yo creí escuchar llover
colores en pececitos
columpios, cielos difusos,
recuerdos infuturos
de voz de tu trueno
en la voz de tu cuerpo son bonitos,
una paz como para agarrarla
y ungirse en ella
en la asimetría de todo teorema
mientras pase el último jinete
sin que mucho nos importe
el no poderlo ver.

La Llamarada

Qué difícil es
la llamarada
no atenderla
distenderla,
hacerla trocitos,
conferencia de prensa,
ojos sumidos
ganas de pan.

Levanto el plato:
he comido vértigo
también me ha dado por llorar.

India y África quedan muy lejos,
lo mismo le pasa a Uzbekistán.

Yo más bien hablaba
de los confines de los huesos
de las historias de los restos
de los alrededores, de los placenteros resorts
de Chichen-Itzá.

No juntes les pierres

Malgré l'insistence
de humillar la tierra
que te dio la leche
quand t'étais si faible,

No juntes las piedras,
ne les laisse-pas a mon face:
je voudrais t'exprimer les circonstances,

Jamás lances
lo que te dará de comer
cuando seas polvo
y te haya olvidado en el mismo polvo
mi cuerpo.

Vestige de vestiges,
desamour contre les mures.

L'axiome du temps

Personne m'appellé
et cependant
je vole sous la lumière
de cette nuit.

Tronche du coeur
assez remplisé
sacré, sucré, malgré, fermé, va savoir,
moi, je sais pas si je le sais.

Je pourrait y tomber amoreuse,
je pourrait le confirmer avec quelque chose
avec bouche...
Excusez-moi, nuage douce,
je n'ai pas la faute,
jamais j'aurais vertie la faute
entre nos têtes:

Et si l'axiome du temps
se transfigure inerte,
pardonez-moi, monsieur,
je croix pas aux mois passés.

martes, 18 de agosto de 2009

José Alfredo:

No les des más
consejos tontos a estos ingenuos:
Nadie viene de un mundo raro.
Ellos viven en un mundo raro.

Nadie muere, a nadie le cortan el agua,
todos se quieren, las ancianas cruzan felices
las desnudas avenidas y calzadas.

No hay balaceras sino cascabeles:
es Santaclós trayendo gracia y perdón
a los fieles
papá Yanqui ya mero viene,
dile al panza roja cuál fue tu virtud del día de hoy:

Mentarle la madre al de enfrente,
comerte al prójimo que es tu jefe,
cantarle odas a la desgracia
y no mover un dedo para cambiar tu sombra
bajo la luz.

Ya no cantes, José Alfredo,
la tumba una gracia te sostiene:
calladito eres más tierno,
no precisas alimento ni amor que te consuele
déjanos a nosotros el caos
déjanos vivir la soledad en un callado llanto
déjanos gozar de este shock.

Arrullando (juré escucharte anoche)

Juré escucharte arrullando anoche
el lamento de estos muros.

Tan sólidos, tan inquietos,
tan llenos de todo lo que te tengo
y no te pude dar.

Un año no es una historia:
Cristóbal Colón tardó más o menos lo mismo
para al punto opuesto dar
y de ahí nació toda una nueva religión.

Algo así hiciste tú,
manos de sueño, de hombre,
de loco, de escritor.

Digamos que yo soy América
y tú un semidios.

También soy corazón que late noctámbulo
armadura refulgente,
paso atolondrado
entre la selva y el caos,
sutil rendición
a tu cuerpo lejano
voz entreverada
en estos páramos poéticos
que devoran tu luz.

Juré escucharte arrullando anoche
como esta noche
como todas mis noches
el lamento de estos muros.

No abro los ojos,
quiero creer que sabes
que en mí estás tú.

Charquito

Brinco un charquito
y luego otro
y luego cinco
y luego el mar entero:

Al vacío de mis sueños
voy que vuelo
quizás sea el momento
para no vivir
lo que quise ser en realidad.

Qué divertido es Dios
cuando se rasura la barba.

lunes, 17 de agosto de 2009

No hay manifiestos

Me llamaste ocre desierto
y yo acepté tu mote
por guardar la esperanza
de engendrarte el sereno
que tomara tu frente
y te hiciera de las tristezas
pasar.

Nunca sabré y nunca supe
en qué momento
el manto tejido de nuestros solitarios dedos
se disipó en esta omisión
que le hace a mi cuerpo
a mi alma y hasta a mi propia sombra
purpúreamente llorar.

No hay manifiestos:
sólo tengo tu nombre
clavado en mi existir.

Intento hacer haikus

Y me escribió con su voz de trueno
y este domingo ya fue por eso bueno
intento hacer haikus
con esta soledad de cuatro paredes
y un tercio de viento.

Nada a favor.
La filosofía hoy es
que debo el lunes esperar.

Y soles, y a marte que en agosto
se mira enorme
y no lo veo:
es mentira eso de que "lo que ves es lo que hay".

Total, que me queda claro algo simpático:

No debe ser
tan difícil
volver a empezar.

Hueco

Buscar horizontes infinitos
eso era cuando yo tenía quince
y pensaba lo mucho que sería
cuando tuviera dieciséis.

La UNAM,
el humanismo,
canciones jamás oídas,
vuelta a la Luna en un dos por tres.

Ahora busco la brevedad
de los terrenos fijos
si es que los hay
si es que aún vive la humanidad
en los ojos de algún niño
un anciano que no sea lastimero,
lo busco en una tierra que no me trague
por su aridez nomás.

También busco platicar
de vez en cuando
con un isleño
que un día pasó como si un sueño
y mi dueño involuntario
se convirtió sin hacer nada
acaso respirar.

Y, me gusta sentirme un eco hueco
nada más para a la soledad
refrendar.

Reflexión nocturno dominical

Jugábamos al patrocinio
de los hombres promedio
futbolito, comida en familia
frijolitos, comentarios comeprójimos
revisión de logros de escuderos.

En eso
mis ojos y yo regresamos
del futuro anterior
al presente:

valía más quedarse en casa
a llorar la vida
y llorar los ausentes
que darle visto bueno
a esta burguesía que no es
dentro de la corbata dominical.

Me dediqué a cambiar fotografías:
hay que ser homenajeantes
con lo que ya no fue.

Aún así, el residuo de esta operación
me indica
que sigo reflexionándote la barba
y las distancias y esta agonía
en una feliz reflexión nocturno dominical.

domingo, 16 de agosto de 2009

No hay palabra exacta

Serenos
acostumbramos a tomar agua
de donde no la hay.

No hay palabra exacta.
No existe la palabra exacta
que corra de mi boca hasta tu sangre
de mi alma hasta tu sombra
de mi voz hasta tu existencia.

Porque de haberla no habría
el holocausto de la materia perfecta;
no se confundiría el valor de la pureza:
matar a los no arios
esclavizar a los asiáticos, africanos
y latinoamericanos
no es igual
a la palabra exacta encontrar.

Tampoco vengamos
-no venguemos siquiera-
con que la ausencia del todo
es la tan trillada libertad.

sábado, 15 de agosto de 2009

Verlaine y todos esos

Verlaine y todos esos
eran unos tipos raros:
seguro se habrían entendido conmigo
de no ser
porque yo me enamoré
neciamente mujer
de otro igual que ellos.

Qué guapo, qué lindo
es tu rostro cuando lo veo
tengo espejos en la imaginación
una foto antología y mano
poemas, lentes,
todo listo para guardarte entre mi todo
y mi espacio...

Y dentro mío, muy al centro
un altar sin niveles
donde te canto por las noches
la misma canción de amor.

A Verlaine y a esos otros
podría hacerles lo mismo...

No, ya sabes que no.

El permiso

Si me lo permites
le diré a tu otro yo
al que duerme en el sueño
al niño tierno y con miedo a no serlo
al hombre detrás
de la pantalla el i-phone
las chicas lindas y el papel,

Que tiene permiso, que le doy el derecho
y hasta el mandato mío
en este lugar sin cómos ni dóndes
expreso.

De desentramar mi neurosis
cavar
muy despacio
y hondo.

Vigilar que la máscara indiferente
ha muerto y no volverá más.

Hallar el corazón que late profundo
duelo rosa
que teje una soga
para amarrarte a mi pared nocturno-matinal
(yo no sé de horarios,
el tiempo,
qué más da...)
a mi pared hundida, enclavada en la posibilidad.

Verlo bailando en la única posición
del sueño como zona de fuga
entre lo que siento y lo que quizás temes
un lugar donde no hay demonios ni santidad.

Agárralo, tócalo, míralo.
El fardo se vuelve esencia pesada
si permites que eso se vuelva.
No soy nube
pero tampoco yunque
en tu ritual de solitario come embutidos
fabricante de frases
que me arrancan multitudes
y me distraen hasta volver a Ciudad Soledad.

Y así puedes volver cuando quieras.
Pronto, si es preciso.

Al fin que no recordarás nada mañana
un silencio me dispara al alba
y yo vuelvo desde este universo poético
a callar.

Tragedia del Centro Comercial Alunado

Qué tragedia
esta vida de centro comercial.
Trágico derecho de piso
pensar que una manzana
cuesta cinco veces más
porque Walmart está ahí
y por ahí danzan las hadas,
oh, sí. Shakespeare las dejó volar.

Trágicos zapatos Nine West,
trágica falda Zara,
trágicos relojes de qué sé yo.

Trágicos ojos de aparador.

Te veo
y camino
las caras
por las escaleras eléctricas
un
ojo
dos
labios
tu silencio
contra este caro cristal.

Válgame la comparación,
corbata amada mía,
sueño de princesa ingenua.

Los años pasan
los libros pesan.
La cotidianeidad es la misma
pero no así
si la llamamos cada uno
con su cada qué.
Mamá dice
que soy una mala candidata
a la maternidad.

Y eso está bien.

Qué tragedia vivir la revuelta.
Trágica foto en rosa osadía:
quité el ancla para no hundirme
y resucité ahogada en la misma de hoy
a pesar de.

(La Tragedia del Centro Comercial Alunado
ha finalizado.
Sean tus manos
las que apaguen la luz
y después de no llamarte más de usted).

Y Usted me dice...

Y Usted me dice
que no existe el no tiempo.
Es una lástima
pensar que ayer noche
creí poder besarlo
(no sé si me atraigan sus ideas
o sus versos sin rima y llenos de letras
o la soledad compartida
a treinta años más)
de prejuicios temporales
-y dale con el mismo asunto-
libre me sentí capaz.

Suelo encender llamas
con hologramas.

Pero su voz me resuena en mi cabeza:
yo perdí la mía por su pelo de nube
del lunes diez para acá.

Raya de tiza

Camino
Camino de patio
Camino hacia el patio.

El sol es una pistola
que invita
al suicidio del más inmenso
de todos mis sentidos.

Silencio. Basta.
No me calles.
Suficiente hay para combatir
la frontera en la que vivo
raya de tiza
desde la proclamación de tu exilio
para mi voz.

Afuera hay las nubes y el condominio
tus libros
tus firmas suaves de muslos muchos.
Yo no.

Así que escucha esta lluvia desértica
como si no supieras lo que es llover.
Deja que las grietas de mi piso
(el que antes sembraste de flores y luz)
palpiten este séptimo día
cuando dios se quedó dormido
y me arrojó al viento
el decreto de amarte por amor.

Y si te suena a beso desemedido
a deseo sucumbido
a trineo con cascabelito perdido en tu estación
entiéndelo tus labios bien:
la culpa no soy yo.

Shock

Esto es un shock:
arriba las manos.

Déjame encontrarte
tu lado bueno
de la piel, tu sabor a cebo,
tu olor de amedrentado humano.

Moneda que raspa el pasamanos
del pecero
sudor que se fusiona con el sexo salvaje
del metal.

Que suban los por cientos
como si de senos falsos se tratara
arriba las manos, he dicho,
nadie dijo
que este asalto a la tierra del horror
y del grito de furia prohibido
pudieras dejar.

¿O acaso ya has olvidado
el valor de tu imperial casa
de tu casa, de tu vecindario
tu departamento a plazos no fijos
de aquí a treinta y tantos años?;
¿Acaso ya has olvidado
el valor de lo que los héroes no te dimos
porque resulta usurpamos la voz
de los callados?

O es que acaso...
¿Acaso no recuerdas
lo que vale soñar sin tener necesidad?

¿Un fragmento de tu precaria vida
de completa libertad?

Y en lo que recuerdas,
lacayo mío, mi no hermano,
recuerda que esto es un shock
así que levanta los brazos y las manos.

Verás, es más fácil circular por esta vida
como te guío
que comer mendrugos donde los tuyos no estarán.

Pero ya tendrás tiempo
de arrepentirte de lo que exigiste:
por lo pronto esto es un shock,
arriba las manos.

No olvides que estás dentro
y que los ermitaños
son ladrones de proyectos
que se los llevan a lavarse sus males
para que no vuelvan más

Como ellos
¿o cuándo has visto aviones desnudos
platicando con los voceros del creador?

En lo que recuerdas haber visto uno
yo te desnudaré el horario.

Realmente no me importa
verte yaciendo
por un infarto al miocardio:
recuerda que el presente
no es cómo lo veas
sino cómo lo sientas.

Y resulta que puedes sentirlo
y proyectarlo mejor.

*********************************

Pero es que el asunto no se trataba
de sentir.

Me dijiste.

*********************************

Y yo te lavé tu boca
con las balas de los encargos
derecho de piso, de aire, de vivir en el vicio:
qué necedad esta
de ir siempre a contracorriente
cuando era tan sencillo
levantar las manos
sin el más mínimo estupor.

Yo no creé este espacio

Verás, papá,
yo no creé este espacio
ese verdoso de lama
que nos corre desde tus cenizas
en sabe qué cama
y mi inconsciente corral.

Tampoco lo fuiste tú:
no tendrías méritos para hacerlo.

Pues no jugaste en el Cruz Azul
ni fuiste a la guerra de la revolución
a luchar por un país un poco más contento;
no visitaste siberia ni te exiliaron
por ser amante del amor.

Yo nací así, verás, un poco cucha,
como a la mitad de tus expectativas
del evasivo escucha
que me dio veintemil pesos
cuando bailé de adelita en el otoño del noventa.

Yo nací así, medio vencida
la bohemia me corre la sangre
y yo le soy agradecida
no por recordarme a ti,
oh, engendrador enano e histórico,
sino por darme la libertad
para reconocerme buena y hasta estrella.

Tal como pudiste hacerlo tú.

Así que no me reclames
este limbo de líquenes y secos frutos
páramos inasibles e irreductos
superficialidad de fotografías
y un maquillaje a pruba de lágrimas
desde mi tocador.

Este espacio no lo creé yo, entiende,
siempre estuviste lejos
y siempre te quise;
tal vez este espacio está hecho a tu medida
para recordarte en vida
y casi como a la perfección de tu silencio de visita dominical.

Yoes mejores (a temporal)

Tengo una ligera cosa
que no me cabe en el cuerpo
ah, cómo quisiera ser más libre de movimiento
-habló la flor virgen, la intacta,
la inocente paloma que imagina cuentos cortos
con el cóncavo y convexo
a su favor-
y decirle dos que tres palabras
de esas domingueras
chapuceras abridoras de camisas
sin estar muy a la fuerza
de esas rojo emputecidas
que son vivas porque son como de ozono y sol.

Me limito a dar un abrazo
y a reírme
con, desde y por la nube que pasa siempre
siempre pasa tela de gasa
sobre su cabeza anclada
en el mar de la perdición
de esta soledad humanizada
y casi como a temporal.

Ya vendrán yoes mejores.
Ya vendrá otra vez esa voz.

Viento de amor

Las voces
la tuya, la mía quizá
la de los vecinos enfermos de carne asada
y pudor norteño en chapa de oro de diez kilates
se enterrarán
debajo de las tazas
bajo la esperanza
de encontrar una razón perpetua
para no desubicar esta alta marea
de ser luz de un farol aislado
banderita blanca en medio de la turba occidental.

Ven, mira:
aquí yacen nuestras lápidas
y, son gritos, son añoranzas
convertidas en comida exprés
un mésenyer que no perdona las revueltas.

También son árboles talados
que duelen en los tobillos
y la sangre...

Esa cuajó cuando rompimos el espejo
y decidimos no pronunciar
así fuera por hipocresía
la frase viento de amor.

viernes, 14 de agosto de 2009

La importancia

No importa tanto el calor
ni los huesos ni el polvo
de tu cauda de ángel y demonio.

Importa acaso que existe un libro abierto
ola que crece frente a mi espejo
y reclama murmullos sentidos
de te amos y te quieros.

Para ser francos, la importancia
poco importa.

Resulta que te llamo
y me llamo a mí misma
amoratado corazón.

Cuatro cuarenta y uno

Cuatro cuarenta y uno
de la madrugada:

Es menester adquirir
este estado etílico sin alcohol
pero ferviente de horas de sueño
malgastadas
en esta insana y solitaria
virtual ciudad

Para comprender
asimilar
y decir
finalmente
que soy la novia de un mes preferente
que ya pasó
para todas las gentes
y que pasada de moda
y pasan de mí
los dedos y las cursis historias
porque a mí me dio por disfrutar
la fantasía del amor.

Y resulta que el amor no estaba
por ni para mí
cuando le fui a buscar
para esta galleta de madrugada
no tener que tragarme a oscuras
y entre lágrimas de libertad.

Pasan de mí
y por mí
por usar la masa encefálica
y de andar de compras de ropa de temporada
para después tomar el té canasta
o una bebida etilizada
no gustar.

Gracias por su presencia
a esta mi bendita realidad.

El anuncio se quita
ya no está en venta
la esperanza que me queda
la voy a usar para respirar.

Arena plata

Hoy no canté bajo la arena plata
los autos me dieron miedo
dentro de cinco horas
se llevarían a Chubaca
y un reflejo de amputación de un gran recuerdo
me hacía pisar el acelerador a discreción
de la distancia que pongo
entre el hoy y el más allá.

Que viva la libertad.

El hombre de Coyolxauhqui

Me pareció verte
en el claroscuro
del punto de reunión
de medio Saltillo
haciéndole al intelectual.

Reía igual que tú
brillaban sus cuencas igual
que las haces brillar en ti
tú.

Iba acompañado de una luna
hecha toda de diamantina
que deja ciegos a los persecutores
de la manzana escondida
entre las caderas anchas
y la zona prohibida.

Igual que tú.

Y me miró casi como si me intuyera
estrella de mar o esponja de mitología griega perdida
como lo hiciste
y lo haces
y espero que siempre lo hagas
a pesar de tu no
y de tus pocas palabras,
a pesar de ser más sonidos histriónicos
que letras cantadas
tú.

Hombre perdido en Coyolxauhqui
que quiero volver a ver.
Pronuncié las palabras
que finalmente escindieron
este cuento de hadas
que para ti desde siempre
tuvo final.

Quise morirme.

Por fin tengo la libertad
y aún no sé
si quiera besar la tierra
que no pisamos juntos
o decirle a mi ángel
que lo siento de verdad.

Las personas cambian.

Vida in vitro (la poesía no da para más)

Pues bien yo necesito
decirle que lo siento
decirle que adoro su pensamiento
héroe bajito de inmensa luz de corazón;
que es mucho lo que imploro
dejar de ser tan rara cuando le expreso a coro
mi más sentida admiración
(y mi más sentido respeto
a pesar de conocerlo recién hace cuatro días
y en medio de esta bachienta ciudad...).


Odio las máscaras,
no me gustan los epigramas
ni los patrones que no me encajan
-como los pantalones y las faldas
de marca-
a pesar de ser de la misma raza
de todos los que sus ojos pequeñitos miran
con la grandeza de quien el tratado marxista
hegeliano y esteticista
se ha tragado ya.

Soy torpe a la hora de platicar
mis nexos con el más allá
que es en su caso el pan de cada día.
Ocurre
que me vuelvo gansito marinela
plática tardía,
encogimiento de hombros,
cara divorciada de efectos musculares
tendientes a querer ser niña
para esconderse en un recado cuadriculado
y olvidar la intelectual que vengo cargando
desde hace muchos años ya.

Lo sigo. Lo observo.
Ayer me miró contento.
Esta tarde fue plomiza su poesía
y hasta pudiera decir que su firma
trae todo el ártico y su azul glacial.

Quizás fue mi pregunta tonta
de saber si usted veía a Paz
como un falaz de las nuevas formas.
O que hablo mucho de la nada sideral
(esa rebanada del pastel que a mí degustar me toca)
que mi poesía le ha parecido rosa
-pero es que sólo una rumana
atinó que en el rosa
disfrazo mi luto de mujer perpetuamente sola-
o que dije aspaventosamente su frase
y entre cuates y a espaldas suyas
"la poesía no da para más".

Chance y sea que me río de los problemas
que me encajan como ningún cuerpo
en esta triste y atisbal hoguera de salto de agua;
o que su complexión chiquita
su voz seductora y su magnética palabra
me hacen confesarle a mi imaginación

que Bunbury le queda corto en lo guapo
y todos los pensadores del mundo le dieron lo mejorcito
suyo
para hacerlo el megahombre pensador
de estatura normal.

Me arrepiento en todo momento
y en todo caso, por supuesto
de haber llegado como veinte años más tarde
al trauma de la escisión de su eco:
Uruguay queda muy lejos
y el hilo de plata que lo une a esa mujer
de caderas anchas y sueños incompletos
(la daga en la pared del afiche revolucionario
tuvo que ver con el genocidio
y el distanciamiento entre su seno y su yang)
se debilita cada día más.

Ofrecerle un páramo de luz
como el que usted ha traído no puedo.
Las estrellas no le lanzo
porque las hizo rebotar desde la zona del tubérculo
hasta el espacio.

Pero sí me doy el derecho de decirle que beso ese pelo
que apagó su negrura
cuando estoicamente
poéticamente,
filosóficamente,
anímica y física-mente
al llorar se puso junto a un prestado volcán.

Que ahora es todo suyo.

Héroes en pares
casi no pasan de doce a cinco
entre los meses ninguno
como lo hace Usted, poeta,
barquita que no se queda quieta
paloma que se estrella grácil como un cometa
frente al destino postmoderno
que es la vida in vitro
y sin cristal.

jueves, 13 de agosto de 2009

En tu cajón

Ya está:
tú me hablas al oído
mientras desvistes esta vigilia
de perro del tercer orbe algo hambriento
medio muerto.

Colocas tu labio auricular que ya no usamos
simulando que eres mi eco
un verso en décima cantando en mi seno.
Despacio.

Escribes mis poros como venerando tu pequeño mundo digital.

Me raptas este hueco en la panza
gris panza, frente febril:
yo ya no puedo estirar este horal lleno de basuritas
de recuerdos y llaveritos de deseos pospuestos;
mi voluntad estribaba
en algún día pertenecer al pronombre tú
y aceptarte tus neurosis
y tus malas pasadas
un toque de buena suerte de norteño
en tierras lejanas.

Y mi voluntad está aún enraizada
como no sé qué cuernos parábola de biblia alternativa
o moraleja postmodernista sin fábula
en la necesidad de pedir misericordia
un poquito de consideración
unos googles para mi patio sucio y sin niños-maceta
a todo el plano celeste que reinventé
para ti
a pesar de no tener tu huella en mis manos.

Enraizada como para olvidarme
este concepto desgastado
que no me va jugar
que no nos va jugar a los dos
y ser menos tigresa y más gata mansa
y ser menos eclipse y más luna blanca
para decirte que ciento cincuenta días
de hacerle al cuento
no me bastan
para decir que es suficiente
de todo este caparazón
tuyo y mío
y más bien de los dos.

Y con esa raíz te digo que es cierto
que me olvidé adrede la vida
y el tambor necio
en tu cajón.

Teatro Nocturno

Ánimo,
aún podemos lavarnos la afrenta
de caminar libres
hasta la otra orilla del mar
(cruce con Apocalipsis y Dialéctica
para nunca más abrir los ojos
para jamás el futuro recordar).

Venga,
el llanto rellena zeppelines
y viajamos todos felices
fingimos serlo
esperamos la hostia manchada de un grito enfermo
nos contagiamos de la salud de la mediocridad.

Y a lo alto,
muy en el pico de lo más puro,
absoluto y felizmente incierto
se trepa una estrella que si la miras
te condona toda resultante ira
de estar pisando la tierra
que como el torso de una cualquiera
sacude las gotas de sudor que un día fuimos
y ya no servimos para más.

Ánimo,
Venga,
que a las doce en punto
el final del cuento
está por terminar.

(Y un telón de cielo agujerado
hermosa, cuán hermosamente pleno
orgasmo de Oberón y Titania
canción de un viejo Roldán
se desliza como vestido de ninfa estival
y las horas y los huecos
y los niños, las locas y los muertos
unen sus manos para cantar).

miércoles, 12 de agosto de 2009

Sensualidad sin luz

Y nada:
que este punto de partida
tan feroz como tus garras de sangre
y tu viento de deseo cayendo como estruendo
sobre mi falda
ha sido igual
a la caída
de la bicicleta rosa
que jamás aprendí a usar.

Y todo:
se siente extraño
volver al itinerario de siempre
vagando tus galaxias para no volver
es como nadar sin ropa en la fuente
de la plaza de armas
y sentir que el policía pasa
y eres inmune a su barriga, a sus infracciones
a sus ganas.

Es como cuando al caer
papá no estuvo ahí
y mamá finalmente (y como a tres horas a la distancia)
me libró de pedalear a la fuerza.

Tal como Afrodita
siento hoy -y quizás esté algo ciega e incierta-
me da permiso
de arrojarme los relojes
a un inmenso mar
que no tiene la paz que yo busco
pero que danza conmigo
porque en mi cuerpo encaja
en una perfecta sensualidad sin luz.

Paso de segundero

Cada paso de segundero me señala
lo que debí aprender de ti
sin que lo notaras.

Mañana me paro y fijo mi vista al cielo:
ahí tu ser supremo
me dará cuentas
de lo que en tu cuerpo-cara mundana hay.

Este azote marginado
por la ambrosía de lo sembrado
no resiste la ausencia
pero calla de todo a pesar.

Usumacinta

Este dolor de helio en el lugar
donde me habitan las imágenes
más hermosas
que guardo de ti y tu nombre
-aún sin verlas, aún sin grácil pronunciarte-
me temo muy pronto acabará
con mi voluntad
de convertirme en agua
de Usumacinta o Río Bravo
para volver a ser cometa.
Uno de verdad.

Y no quiero.

La panza revolotea mil mariposas de vuelo extranjero
y los arquetipos de la existencia
poco importan a mis neuronas ya.

Lucho como fuego de reloj boca arriba
tierra agrietada abierta y que ya no respira
emite voces
suerte de espejos tiernos, triturados,
inmolados y convexos
como lo fue este rasgo de piano
convertido en eterno memento
una mentada de raíz contra el cristal.

Inútil es:
Ya sabía yo
que a alguien el favor de guardarte
en mis silencios
le debía desde antes
y no hay vuelta atrás.

Luz sirena

Oh, luz sirena
que silenciosa te levantas igual
por entre el barro
la cal,
el fango y la arena,

Mueve este meñique
hasta salvar la corriente azul que me aflige
canción que adueña mi efigie
hasta salvar la.

Ya luego nos columpiaremos
bajo el mar inmutable al eclipse
donde cada sueño
es un caballito que no mira la superficie
mirado desde el techo agujerado
de mi prisma hogar.

Oh, luz sirena
que silenciosa te levantas igual
por entre el barro
la cal,
el fango y la arena,

Mueve este meñique
hasta salvar la corriente azul que me aflige
canción que adueña mi efigie
hasta salvar la.

Después te escribo, carne trémula
para salvar mi memoria antes de la irrupción de plomos anhelos
y simplemente por contarte atisbos comparados con el universo
mujer-oreja luminosa
y sin cara
ya.

Postigos

Aventemos nuestras marcas
hasta hacerlas brillar estrelladas en los muros
finjamos horror ante el final
y gocemos secretamente
este desenlace del futuro:
nos hemos perdido la feria
de una lluvia de flores-estrellas
sólo por quererlas imitar.

Cruzando el umbral
están los postigos de un niño sonriendo
también están los santos
y los íconos sacros durmiendo
bajo la faz de un farol sintético
porque el dios de abraham está muerto
lo matamos hace buen rato ya.

Yo habré de mecerte en mis trenzas,
niño fuego niño
tú harás de cuenta
que la humanidad no ha dejado de cantar.

martes, 11 de agosto de 2009

Me hablas

Me hablas y casi creo
que me expides el deseo
el dios tentador mismo
que un día nos creó
nos juntó
nos embalsamó
como a los faraones en aguas de acero
y sus tiempos
para no sé qué fregados bailar
como parte del ritual
de no perderse los cuerpos
las caricias ni los besos
acaso sólamente
la razón:
festejar el estadío de la salud de los enfermos
una vuelta al mundo en la piel de la osadía misma
una suerte de felicidad discreta
que alcance envidiosos y abyectos de corazón.
Pues me hablas y casi siento
que tu amor aún no es desierto
y hasta me puedo creer que es verdadero
eso de que la persistencia de la memoria es maravillosa
en los terrenos del amor.
Y por eso hoy decido
arrullarte en mi almohada sola
que se sabe en universal canción con tu voz.

Se resumen a una

Las mejores cosas que he tenido
se resumen a una:
esperar por ti como héroe amanecido
y tras la penumbra.

Agarrarme pies y manos
a tu sonrisa llana y pura
dibujarme la esperanza en mi mano
y creerme que a tu lado
viviré finalmente segura.

Lloverme pedacitos de malos ratos
con la intención de que al estar juntos
jamás entorpezcan este sueño que nos figura
como un sol con una luna
capaces de levantar al mundo entero
y que espera a no sé qué cosas suceda
con esta raíz del deseo
que para ti es quizás algo más que eso
y para mi es simplemente una veta más
de todo este maduro, henchido,
dulcísimo y extraviado de tanto amorismo
llamado rebelde tambor.

Las mejores cosas que he tenido
se resumen a una:
haberte conocido en no sé cuál luna
y decidir que no quería desprenderme
de la posibilidad de algún día
enamorar tu corazón.

Antídoto y paz

A estas alas de colegio
sí le daban ganas de volar
hasta ese dorado recobeco
que era su andar
que era su andar.

A estos labios llenos de destiempos
sí le dan ganas de matar
posarse en los labios del otro
y ser veneno
para luego ser antídoto y paz
para luego ser antídoto y paz.

A este lunar en el cuello
le dan ganas de platicar todo lo bello
que se ha dejado pasar
por buscar el otro lado del mar
por buscar el otro lado del mar.

Y sin embargo
resulta que sólo hay espejos
que nos ayudan a recordar lo que quizás no seremos
pero que aún así
nos empeñamos en amar
nos empeñamos en amar.

Certeza y transgresión

Si le viera la cara
a este gusano de flor
comprendería que la paciencia
en ciertos días se acaba
pero que renace a pesar del dolor.

No hay certeza del camino
que se deba seguir
para llegar al amor.
Certeza hay de que algo se ha conseguido
día tras día, año tras año,
olor a mugre,a tristeza y a rancio
abrazos fuertes y besos no dados
que eliminan toda transgresión.

La transgresión de ser ciudad y no vivirla
por un cuento que no empieza
pero tampoco termina.

A lo mejor de esto se trata la vida:
un poquito de histeria
convertida en una esperanzada avenida
que traiga la alegría
que traiga la alegría.

lunes, 10 de agosto de 2009

A un señor

Qué triste se siente, señor,
estar como ausente con sus quince años de más
estar sin sus lentes
estar sin montañas que me ayuden
a entender su guerra y a tocar su faz.

Qué triste se siente, señor,
aprovecharme de la negrura de este cielo
para platicarle de las cosas su estado actual:

Sé que está a un brinco de cruzar
a lo onírico
y yo, señor,
no sabe cuánto me gustaría
convertirme en humo
para atravesar ese umbral
y convertirme en algo digno de soñar
por su piel, por su palpitar.

No sabe qué páramos me fundó
en mi ciudad
cuando cubrió de hielos mis promesas:
hierbas que aún claman ser orquídeas
y mañanas nuevas,
vestidos azules que se fundieran con mi frente estrecha
y su amplio mar.

Y es que por acá está todo tan vacío
que nomás me queda a su sueño
un poema recitar.

Tentación

Si a la tentación de subir
una escalera tierra adentro
para nunca más despertar
ni sobrevolar nubes
sucumbiera mi encantadora sombra;

esta noche olvidaría
que el más amargo de los elíxires
deja a cuestas la ignominia
de ser sólo por estar
en algún lugar.

No me quejo de mis atrocidades
no soy quién para justificar mis vaguezas
probablemente pude ser mejor
cuando la vida apenas empieza
alguien más natural en esta humanidad.

No.

Me duelen estas ventanas llenas de estrellas
grillos muertos en las alacenas
de una memoria de mujer
a la que no le dispensan
la osadía, el sueño, ni la lealtad.

No me arrepiento de todo cuanto fui
no tuve opción
y yo quería luchar por saber
si de verdad existen
el amor y la libertad.

sábado, 8 de agosto de 2009

Devoción (Enraizada)

Enraizada aquí
me doy cuenta que doy amor por amar
y me gasto los segundos
pensando que soy holograma divisible
que es ocurrente y es prescindible
diente de mortero azul
que da la buena suerte si lo portas
llaverito multicolor
que lo mismo dispara agua que fuego si lo tocas
libro abierto a medio escribir
porque reinicia siempre
y de cara a un nuevo hoy
donde exista el elemento perfecto
que haga al objeto de mis desvelos
el depositario de mi devoción.

viernes, 7 de agosto de 2009

Si nos es permitido

Si me ves callada
no me rajes el aire
ni retraigas tu paso felino
ni resuenes dentro de mi cuerpo vacío.

Agárrame las distancias
que son pocas, que son de días
y de ganas.

Ganas de amar con el corazón desnudo
ganas de ser uno
a pesar de las circunstanciales discrepancias.

Yo por ti me he subido otra vez al columpio
donde fui niña y te vi nacer dentro de mi alma
quiero intentar lo que mi voz callada
en su tiempo no pudo.

Quiero creer que para el crepúsculo
un buen trecho todavía nos falta.

Dame amor, no me des la espalda
convénceme con la ternura
de tu mirada.

Acepta mi amor, acepta mis miedos
conquístame con tu fuerza de hombre sereno
y dejemos que el Sol y el viento
decidan si nos es permitido vivir esta magia.

Una fuerza

Mucho más que una fuerza que desconcierta
esto que me aproxima a tu aura ciudad es
yo quisiera teñirte las manos de mi sangre guerrera
hacer un ritual de lunas y de estrellas
un beso por cada día
y un trozo de alma dándole paso a paso el trono
a la piel.

Verdad del ser superior al que le hablo bajito
que si me hubieran contado que tú estarías conmigo
antes de conocerte y de nacer;

Probablemente vendo mis alas de ángel a cualquier santa
para bajarme mortal y llana
y sólo para volver al Hogar de tu mano
como aquella vez que te miré.

Mucho más que una fuerza que desconcierta
esto que me aproxima a tu aura ciudad es.

Amor o caridad, la palabra es inexacta
y en ambos casos me sabe a lo mismo:
se llama tu nombre, tus ojos, tus oídos.

Se llama también reconocerte vivo otra vez.

jueves, 6 de agosto de 2009

Insomnes

Cuántos insomnes
deambulan por este radio febril
agosto recostado en una cama de fuego y dorado trigo
de ojos abiertos y rojizos es testigo
que un sistema hace crack
cada vez más.

Debe ser que todos caminamos
desde un punto hacia varios espacios
círculo, moneda y triángulo
las matemáticas de la entropía
a veces no tienen cabida
en este páramo de mar.

Bienaventurados sean los ancianos y los recién nacidos
porque el lenguaje del caos y lo inconexo
les ha sido vedado para hacerlos eternos.

Materia y estrella

La materia de la que estoy hecha
comienza a temblar
apenas y doy vuelta a la derecha
y veo la efigie de su propuesta:

Si continúa queriendo de mí
algo menos que la carne de mi estrella,

el héroe que difuso a veces me queda
deberá irse para siempre
y yo seré un punto más
en esta galaxia incierta.

Alguien me enseñó
no recuerdo cómo ni dónde
que hay temas inamovibles
a pesar del amor y la lealtad.

Estos ojos

Estos ojos que ves
se mueren de frustración
y murieron alguna vez
por no poder darle luz
a ese cúmulo atómico
que es tu carne encendida.

Te leo y te siento hueco
y enjugar tus ansias insomnes
mis manos querrían.

Pero no soy nada en tu universo
y mis días actuales pudieran contarse
como un estupor del tiempo
como si la galaxia me diera por muerta
y hasta por perdida.

Aún así,
rezo para que un angelito
baje donde tú.

Vecinas inflables (no quiero)

No quiero vecinas inflables
que se hacen como que la virgen les habla
mientras yo les recito las buenas noches de cajón;

ni una vieja encajosa del viejo régimen
que me ofrezca focos ahorradores
como si ella fuera la dueña de la nación.

No quiero, vaya,
noches de cantos mal afinados
ni elucubraciones lunares
del tiempo que malgasto
pensando en su aterrizaje
en ciertos poros
en ciertos espacios.

Sólo quiero una noche serena
donde me encuentre con tu sigilosa mano
que me sigue hasta volverme ciega
de amor, de des-encanto.

martes, 4 de agosto de 2009

A contrafuego

A contrafuego
sólo regresan cañones de besos.

Esa es mi estrategia para los necios
que intentan hacerle al rudo
porque a una ruda le quieren ganar.

Soy invencible en este juego:
reto a la ternura
a mi casa y a mi cuerpo llegar.

Central Galáctica

Central de estudios galácticos
díganme en qué mes estoy
si no habrá manera de derribar
gobiernos fácticos
con sólo imaginarlo
y sin llegar a perder la casa o el calzón.

El corazón.
La razón.

Qué miedo es transitar
esta hora taciturna
donde los hombres son una borrosa luna
y las mujeres como pelados arman revoltón.

Alguien dijo que nada es para siempre
y yo me imaginaba que eso era
para los amantes abnegados y silentes.

Hoy me doy cuenta
que el mundo es tan vulnerable
como las doncellas de los cuentos de Andersen
el desprecio de la vida de Hamlet
las películas surrealistas de El Santo
y hasta las canciones prohibidas de Pink Floyd.

Dios es un extraterrestre
no debe tardar en llegar.

Me lo dijo cuando estaba niña
y sufría por el mundo rupestre
me lo dijo mientras lloraba
encerrada en el WC
que me sabe más historias tristes
que mi propia mamá.

Lucha

Me da miedo perder
lo vivido
en estos últimos trances.

Sentir que igual ya no lates
ni me inundas con la fuerza de tu mar.

A lo mejor por eso me reafirmo
en que fuiste tú quien me dejaste
este hueco de bala de cañón en mi ombligo
justo cuando quería
otra vez mi nave después del temblor despegar.

(Aquí es donde debiera insertar
la consabida frase
"y que sea lo que Dios quiera".

Pero tú hará un semanario de noches
me invitaste contra él a luchar.

Y yo...

Contra Dios no tengo nada
excepto que me faltas
y no encuentro manera
de derribar los muros
y a mi propio dragón matar).

Quédate

Quédate,
no temas.

Que al fin y al cabo
tatuado estás en mis venas
y tu nombre después de tantos años
me nada y me alegra y entristece igual.

Quédate,
no temas.

Que finalmente y cuando se dice uno de todo
hasta la vida renace por sí misma
como broma de alguna misericordiosa reina divina
y sólo para encender las estrellas
que elegí para darte
una noche cualquiera
y por amarte diosa nomás.

La idea

La idea es esta:
tú regresas a tu planeta
y yo me quedo tejiéndote memorias inexactas
de cuando te anunciaste como mi estrella
y yo luché vertiendo mi sangre en tu arena
para tu imprescindible vida
de príncipe Sol alargar.

Luego cerraré los ojos
como en un impulso involuntario
y ya no te contaré más.

Seno espacial

Te abrazaré en mi seno espacial:
sabes bien que a pesar de las negruras
posees la fortuna
de este querer limpio
que aprendió de orgullos y egoísmos
sólo para a tu alma
no fallarle una vida más.

Me apena tanto el entierro de todo lo lindo
y no por mí, sino por el hallazgo impenetrable
de este beso inacabado y casi maldito
duro, incluso para la Eternidad.

Me duele más aún
la torpeza de tropezar
en distintas memorias
y en el mismo lugar:
Amoralia, es mi ciudad.

Callemos.
Sabes bien que hace daño
entorpecer poemas
cuando se comienza a llorar.

Vanidad

Dicen que la vanidad
rompió el casco de la templanza.

A lo mejor por eso
te vi, mujer, encimismada e ingrata.
A lo mejor por eso
te sentí, otoñal caballero,
creyéndote dueño de las Pléyades
y galaxias aledañas.

Ah, qué chulo es vivir aquí,
donde los egos convergen
y la memoria no existe
porque desengaña.

Dicen que la vanidad
rompió de un tajo la esperanza.

A mí más bien me divierte
que a pesar de todo
yo siga creyendo en el amor.

Estas cortinas que veo

Estas cortinas que veo
es lo que tú me regalas
para mirar lo que eres
para sentir que no me escuchas nada.

Estar volátil siempre aquí
como esta mañana de martes rosada
significa tanto para los dos:
yo aclaré mis dudas desde que chocaste mi espalda
contra tu osadía:
eras la miel, eras la luz, eras otra vez el día.

Tú juegas a ser el exterminio de mis deudas
con la misma vida,
me sacas el aire, exprimes mi voz.

Contando los años, resulta que el aniversario
es hoy y no más
que cien años de vivirte, en este valle vacío
de tu boca, de tu nombre, de tu ansiedad...

Imponte una vez más, ángel evaporado,
no tienes siquiera qué tentarme
a discutirte tu frenético encanto sobre mí
a pesar de mí, y sobre mi voluntad.

Aún así, casi siento
que te veo volar.
Y hasta me daría gusto:
quiero que mi ser se desvanezca,
saberme acreedora de una liviana paz.

domingo, 2 de agosto de 2009

Algo bueno sacaré

No soy yo el centro del universo
pero tampoco deseo quedarme quieto
callado, apagado
no sirvo para ser cajón de mediocre empleado
y tampoco me gusta tener qué dejar de ser honesto.

Así se conducen
mi cerebro y mis labios
voceros del corazón
y de pensamientos a destajo:

Algo bueno sacaré
con esta libertad
que pesa porque te deja a ratos sola
porque no entienden
que es hora de cambiar.

Melancolía

Leo como por encanto
lo que fue de mi semilla
uno de los episodios más importantes de mi vida
y la intención de que echara una raíz sencilla
en la palma de tus manos.

Y al verme ahora,
al vernos como siempre fue este espacio
no me quedan sino gotas
de derrota
de cavilación
una inmensa melancolía
por la existencia de esto que fue mío
y sinceramente lo eché a volar
hasta tus condominios de asfalto y dolor.

Y siendo así que tú seguirás siendo nube
y yo flor.

Héroe callado

Algunos somos
más que un fruto perdido
en la arena del olvido
o la pasión adormecida en un rincón.

Una suerte somos
de poros de la piel de un gran dios

que se olvida de besarnos los ojos
para no ver

que se olvida de besarnos los labios
para no ofender

que se olvida de besarnos las manos
para no herir

que se olvida de besarnos los oídos
para no caer

que se olvida de besarnos los pies
para no morir

Y aunque nadie sepa bien
el valor de un puñado de versos
micrófonos abiertos
pulmones bien afinados
hojas y hojas escritas de labios fabricantes de besos
y una que otra mirada
que limpia el más ensombrecido cristal,

saber debiera que
quien guerrea por una utopía
está lejos de ser santifiado después de su propio mediodía
ungido por la árida virtud
creada en tiempos de agreste filosofía
o encapsulado en mármol
donde los pájaros cagan su pobre ideal.

Se queda en el toque intacto
del saludo de sus dedos
de la caricia de sus cabellos
de uno que otro grito destemplado
y casi casi como a destiempo.

Memorias que se distorsionan en el viento
y bien instaladas en el complejo
ácidodesoxirribonucléico infinitesimal
de un ser que escuchó
la canción de vida
que aquel héroe callado
debía cantar.

sábado, 1 de agosto de 2009

Algo inamovible

Hay algo inamovible:
la felicidad de ciertas letras
enfocadas a las mías,
una suerte de abrazo
en cierta fuente
y con cierta tipografía.

Así cualquier día
dan ganas de saltar la oscurdidad.

Gracias

Quiero dar gracias
por momentos aciagos
lluvias menesterosas
amaneceres anticipados;

varios soliloquios enamorados
enredaderas de blancas rosas
y siete meses de letras, deseos y labios.

Sueños desvanecidos
otros revividos
alguno que otro alquilado
y trasquilado, también.

Quiero dar gracias
por tener lo que me hace
el dormir efímero
y las ansias como cuando
era adolescente y vivía en el espacio.

Quiero estar en paz
con mi conciencia y sus frutos
y una que otra carreola de versos
que saco a pasear
cuando las nubes no están de luto
y me vuelven a enamorar.

Quiero vivir Agosto como hace unos años
quiero dejar de hostigarme
por lo no hecho y no reparado
y quiero la luna besar.