martes, 18 de agosto de 2009

Arrullando (juré escucharte anoche)

Juré escucharte arrullando anoche
el lamento de estos muros.

Tan sólidos, tan inquietos,
tan llenos de todo lo que te tengo
y no te pude dar.

Un año no es una historia:
Cristóbal Colón tardó más o menos lo mismo
para al punto opuesto dar
y de ahí nació toda una nueva religión.

Algo así hiciste tú,
manos de sueño, de hombre,
de loco, de escritor.

Digamos que yo soy América
y tú un semidios.

También soy corazón que late noctámbulo
armadura refulgente,
paso atolondrado
entre la selva y el caos,
sutil rendición
a tu cuerpo lejano
voz entreverada
en estos páramos poéticos
que devoran tu luz.

Juré escucharte arrullando anoche
como esta noche
como todas mis noches
el lamento de estos muros.

No abro los ojos,
quiero creer que sabes
que en mí estás tú.

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