jueves, 27 de agosto de 2009

Luz en el páramo

El umbral más luminoso
lo he visto en las palabras más tristes
la esperanza de no temblar tierra abajo
me la ha dado su voz.

Y los protocolos, los viajes a Cancún,
la escuelita, la sopita del mediodía,
vida larga en rancho feliz,
se borraron en cuanto descubrí
que puedo ser capaz
de borrar mi cassette
y esperar a que un buen día
reconozca que soy una poetisa anónima
que se enamoró de un titán.

Lo vuelvo a decir:
su rostro ha sido para mí
una luz en medio de este páramo.

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