Oh, luz sirena
que silenciosa te levantas igual
por entre el barro
la cal,
el fango y la arena,
Mueve este meñique
hasta salvar la corriente azul que me aflige
canción que adueña mi efigie
hasta salvar la.
Ya luego nos columpiaremos
bajo el mar inmutable al eclipse
donde cada sueño
es un caballito que no mira la superficie
mirado desde el techo agujerado
de mi prisma hogar.
Oh, luz sirena
que silenciosa te levantas igual
por entre el barro
la cal,
el fango y la arena,
Mueve este meñique
hasta salvar la corriente azul que me aflige
canción que adueña mi efigie
hasta salvar la.
Después te escribo, carne trémula
para salvar mi memoria antes de la irrupción de plomos anhelos
y simplemente por contarte atisbos comparados con el universo
mujer-oreja luminosa
y sin cara
ya.
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