No soy yo el centro del universo
pero tampoco deseo quedarme quieto
callado, apagado
no sirvo para ser cajón de mediocre empleado
y tampoco me gusta tener qué dejar de ser honesto.
Así se conducen
mi cerebro y mis labios
voceros del corazón
y de pensamientos a destajo:
Algo bueno sacaré
con esta libertad
que pesa porque te deja a ratos sola
porque no entienden
que es hora de cambiar.
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