Ha sido su cuerpo
la miel de su cerezo tallando mi corteza
un trazo tornasol abriéndose paso
por la herida universal
volviéndola un mundo
donde caben todas las notas del amor.
Mundo, atrás he dejado las gasas
con las que ciega mordí
el veneno de mirarte amargo.
Sobre tu suelo dejo esta escafandra,
me voy con su amor a explorarte
ahora que estoy viva.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario