dame tu paz
dame tu raíz de viento
dame tu risa
dame tu hora
dámelo ahora
dame sin prisa
las cosas del sol y el aroma
de los cipreses y el asfalto
los caracoles que brillan en lo alto
de una nación estelar.
Dame tu fuego
dame tu vientre
dame tu leche
dame tu puerta
dame tu auxilio
dame a tu niño
dame a tu fiera
dame las letras
para escribirte cincuenta y cinco veces
cincuenta y cinco
que estoy despierta
que estoy a tu ámbar abierta
que tu sándalo soy
que nacida estoy
para darte cuanto me sea posible
pues tanto amor en mí creado
tan sólo reconoce un creador
y es el todo brillando en tu mirada.
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